28. Tercera Prueba
El tiempo pasaba rápido, tanto que ya habían pasado tres meses desde que Theo esta internado en San Mungo por coma. Habían sido meses difíciles, sobretodo para Astoria. La castaña lloraba la mayoría de las noches, tenía miedo de que su amado nunca despertara. Dumbledore le había dado un permiso especial para que pudiera ir a visitarlo después de clases, cosa que Tori agradecía mucho.
Por otro lado, Draco y Skyler ya tenían dos meses de noviazgo. Dos meses bastante lindos a decir verdad. Skyler se sentía completamente amada, amaba que él Rubio fuera muy atento y cariñoso con ella, pero no al punto de ser empalagoso. Draco era caballeroso, respetuoso, cariñoso, lindo...Si le pidieran a la pelinegra describir a Draco nunca terminaría. Si bien, ella no fue en busca del amor, estaba agradecida que el destino haya puesto al rubio en su camino, estaba segura que, nadie más que él le robaba el corazón por completo.
Por supuesto tenía que haber alguien que no le gustaría esa relación, o más bien personas. Pansy Parkinson y Harry Potter. La primera era la más obvia, todo el mundo sabía que ella estaba enamorada de Draco desde que eran niños, aunque parecía más bien obsesionada. Estaba furiosa, quería acabar con Skyler, apesar de que Pansy sabía que nunca podría derrotarla, ese sentimiento de odio nunca se esfumaría. Por el otro lado, Harry Potter ardía de celos, ya no era secreto para nadie que él Gryffindor estaba enamorado de Skyler. La Slytherin de algún modo siempre lo hería, pero seguía amandola, era un completo masoquista. Si por algo era conocido Harry Potter era por ser impulsivo y nunca analizar las cosas. Sinceramente al azabache no se rendiría tan fácil.
— Nunca me lo perdonaré —dijo Skyler al ver a Tori correr por los pasillos. Habían acabado las clases y la castaña se dirigía al despacho del director para ir a visitar a su novio.
—Sky, no se cuantas veces lo tengo que repetir, pero entiende que no fue tu culpa, no quisiste hacerlo —la consoló Draco abrazandola.
— Aún no se como los padres de Theo me perdonaron tan fácil —Susurró Sky mientras estaba apoyada en el hombro de su novio.
— Ellos no saben la verdad —soltó de repente él rubio.
—¿Qué? —preguntó la pelinegra separandose de Draco— ¿Cómo que no saben la verdad? ¿Entonces que les dijeron?
—Dumbledore les hizo creer que Nosotros estabamos jugando Quidditch y que en una de las jugadas, Theo y tú iban muy rápido y no tuvieron precaución, por lo que chocaron entre ustedes y cayeron de su escoba —dijo Draco— pero que él había recibido un mayor impacto.
—Tengo que encontrar la manera de decirles la verdad —suspiró Skyler— ya cargo mucha culpa con lo que le pasó a Theo, no quiero otra carga por mentirles a los Señores Nott.
—No te presiones, linda. Cuando estes lista lo harás. Yo estaré apoyandote siempre —Draco le dió un beso en la cabeza a Skyler.
●●●
La última semana de mayo había llegado, por lo que la tercera prueba se acercaba. La clase de transformaciones había terminado, Slytherin compartía clase con Gryffindor, por lo que McGonagall aprovechó para llamar a Skyler y a Harry Potter.
—Esta noche a las nueve en punto tienen que ir al campo de quidditch —informó— El señor Bagman se encontrará allí para hablarles de la tercera prueba. Eso es todo pueden retirarse.
De forma que aquella noche, a las ocho y media. Skyler se despidió de su novio y sus amigos para ir al campo de quidditch junto a su serpiente. Al cruzar el vestíbulo se cruzó con Harry Potter y Cedric Diggory, quienes al verla rápidamente se acercaron.
Genial, pensó Skyler de manera sarcastica.
—¿Qué creen que sera? —les preguntó Diggory mientras salían del castillo— Fleur no para de hablar de túneles subterráneos; cree que tendremos que encontrar un tesoro.
—Eso no estaría mal —Dijo Potter— ¿Tú que opinas Skyler?
—Que suena patetico —Respondió— Yo esperaría algo más siniestro.
Recordó los planes que tenía junto a Tom desde inicio de curso. Si bien, el espíritu de tom no había aparecido aún. Ya tenían todo planeado, y colagusano y Barty Crouch jr la mantenían al tanto de la situación.
—¿Qué han hecho? —exclamó Cedric Diggory indignado.
—Si Theo viera esto, se moriría de la indignacion —Susurró para ella misma con tristeza. Pero Potter logró escucharla.
El campo de quidditch estaba totalmenge irreconocible. Habían levantado muros largos por todo el campo, serpenteaban y se entrecruzaban en todos lados.
—¡Hola! —Los saludó alegremente Bagman.
Krum y Fleur ya se encontraban ahí junto a Bagman.
—Bueno, supongó que ya habrán adivinado lo que será la tercera prueba —dijo Bagman.
—Un Laberrrinto — dijo Viktor Krum con su gruesa voz.
—¡Eso es! —exclamó alegre— Un laberinto. La tercera prueba es así de sencilla: la copa de los tres magos estará en el centro del laberinto. El primero en llegar a ella recibirá la máxima puntuación.
—¿Simplemente tenemos que guecogueg el labeguinto? — preguntó Fleur con su acento frances.
—Sí, pero habrá obstáculos —Respondió Bagman entusiasmado— tienen que vencer a bichejos, tendrán que romper algunos embrujos...ese tipo de cosas. Bueno, los campeones que van delante en puntuación saldrán primero. Es decir, usted Señorita Beckett irá primero, después ustedes señores Potter y Diggory —los señaló— luego entrará el señor Krum y por último usted Señorita Delacour —explicó— todos tienen posibilidades de ganar, eso dependerá de lo bien que superen los obstaculos.
Todos asintieron.
—Muy bien. Si no tienen ninguna pregunta, volveremos al castillo.
El ansiado mes de junio había llegado. Todos estaban entusiasmados con la celebración de la tercera y última prueba. Skyler estaba nerviosa, pero esos nervios se debían a los planes que ya tenía con Tom para el final del torneo. Ya todo estaba listo, Colagusano y Barty Crouch jr la mantenía informada de todos los movimientos. Pero ella se sentiría más tranquila si el espirítu de Tom estuviera presente. Ya llevaba muchos meses ausente y eso le preocupaba a la joven slytherin.
Skyler iba camino a su habitación junto a su serpiente, necesitaba descansar un poco. Estaba estresada por todo lo que estaba ocurriendo. Al entrar a su habitación y cerrar la puerta, se aventó a su cama y cerró los ojos para comenzar a dormir un poco. La pelinegra sintió algo removerse dentro de ella y se levantó de inmediato.
—¿Cómo has estado pequeña? —le preguntó el espíritu de Tom flotando frente a ella.
—Eres un grandísimo idiota, Tom —le dijo— ¿Hasta ahora te dignas a aparecer?
—¡Lo siento! —Se disculpó— Aria me ha ordenado que no podía salir al exterior hasta que tu oscuridad se renovará —Comentó Tom— ¿Y cómo te sentiste? Yo pude sentir tu poder.
Skyler suspiró y se recostó en su cama.
—A decir verdad, me siento más fuerte que nunca. Cuando ocurrió todo eso, sentí que esa aura oscura se adentraba en lo más profundo de mi ser, convirtiendose parte de mí —dijo la slytherin mirando hacia el techo— me sentí poderosa, invencible...
—Y eso es lo que serás, Skyler —Dijo suavemente— juntos tomaremos el poder del mundo mágico y lo gobernaremos.
—Eso suena excelente —sonrío la adolescente— Causar terror es lo que más me gusta.
—Me siento tan ansioso...en pocas horas será mi regreso —Dijo con satisfacción.
—Así es. Todo está listo. Será tú regreso, y si todo sale bien acabarás con Potter de una vez por todas.
—Eso es lo que más deseo.
—Ya tengo que alistarme para la tercera prueba —Dijo Skyler— Nos vemos en pocas horas.
—En pocas horas será el comienzo de la nueva era oscura —Sonrió Tom y al instante desaparecio.
Skyler se dió un baño y se puso la ropa que usaría. Se hizo una coleta para que su oscuro cabello no le estorbará. Tomó su varita.
— Será un nuevo comienzo para nosotros Shadow —le dijo a su serpiente cuando la cargó— Nadie volverá a subestimarnos.
Skyler bajó a la sala común y observo que sus amigos la estaban esperando ya.
—¿Estás lista? —preguntó Blaise levantandose del sillón.
—Por supuesto que sí —Sonrío Skyler.
—Sabemos que tú serás la campeona de este torneo —Draco la tomó de las mejillas y le dió un beso. Se besaban como si solo existieran ellos dos, como si no hubiera nadie más.
—¡Agh! ¡Ya basta! —exclamó Blaise asqueado— Cuando acabe el torneo podrán hacer todas las cochinadas que quieran, pero mientras no, ya vamonos.
—Ay ni te quejes Blaise, tú haces lo mismo con mi hermana —Acotó Astoria acusandolo, a lo que el moreno se sonrojó.
—Mejor ya vamos al gran comedor —dijo y salió con rápidez de la sala común.
—Nunca cambiará —rió Skyler. Tomó de la mano a su novio, y junto con su serpiente y su mejor amiga salieron de ahí.
El Gran comedor estaba más lleno de lo habitual, se podía sentir el entusiasmo en el aire. Todos hablaban sobre la última prueba. Los gemelos Weasley como ya era costumbre, estaban haciendo apuestas por quién ganaría el torneo, de forma que los estudiantes se acercaban a ellos y apostaban. Al finalizar la cena, Dumbledore se pusó de pie, causando que todos guardaran silencio.
—Damas y caballeros, dentro de cinco minutos les pediré que vayamos todos hacia el campo de quidditch para presenciar la tercera y última prueva del torneo de los tres magos. En cuanto a los campeones, les ruego que tengan la bondad de seguir al señor Bagman hasta el estadio.
Skyler le dió un último beso a Draco y se levantó. A lo largo de la mesa de Slytherin todos aplaudieron y le deseaban buena suerte. Salió del Gran Comedor con Cedric Diggory, Viktor Krum, Fleur Delacour y Harry Potter.
Llegaron al campo de quidditch. Un seto de seis metros de altura lo bordeaba. Había un hueco justo delante de ellos; era la entrada al enorme laberinto. El camino que había dentro parecía oscuro y terrorífico. Cinco minutos después empezaron a ocuparse las tribunas. Se escuchaban todas las voces excitadas. El cielo lucía precioso, era azul intenso pero claro, y empezaban a aparecer las primeras estrellas. Hagrid, Moody, McGonagall y Flitwick llegaron al estadio y se aproximaron a Bagman y a los campeones.
—Estaremos haciendo una ronda por la parte exterior del laberinto —Dijo McGonagall a los campeones— Si tienen dificultades y quieren que los rescaten, lancen al aire chispas rojas, y uno de nosotros irá a salvarlos. ¿Entendido?
Los cinco asintieron.
—Pues entonces...ya pueden irse —Les dijo Bagman alegremente.
Los cinco se fueron en diferentes direcciones para situarse alrededor del laberinto. Bagman se apuntó a la garganta con la varita y murmuró "¡Sonorus!"
—¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del torneo de los tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: en primer lugar, con noventa y siete puntos ¡La señorita Skyler Beckett! —las tribunas estallaron en aplausos— empatados en el segundo lugar con ochenta y cinco puntos cada uno ¡el Señor Cedric Diggory y Harty Potter! —Las tribunas volvieron a estallar en aplausos— En tercer lugar, con ochenta puntos ¡El señor Viktor Krum! —Más aplausos— Y en cuarto lugar, ¡La señorita Fleur Delacour!
Skyler giró a ver a las tribunas y con dificultad logró localizar a su novio y a sus amigos. Le sonrieron y le levantaron los pulgares en señal de apoyó. Skyler les sonrió.
—Mucha Suerte, Skyler —le dijó Potter, quien estaba cerca de ella.
—Gracias Potter —respondió seca.
—Sé que lo harás genial, nos vemos al final del torneo, espero lo disfrutes...
—¡Cuando suene el silbato, la señorita Skyler se adentrará al laberinto! —Lo interrumpió la voz de Bagman— uno...dos...¡Tres!
—Por supuesto que lo haré —le dijo y después se adentró al laberinto— lástima que tú no lo harás.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro