A los días siguientes de que se anunciaran los campeones, la casa de Hufflepuff apoyaba a muerte al Campeón Cedric Diggory. Harry Potter no corría con tanta suerte como el tejón, todo el mundo en Hogwarts lo miraba mal, decían cosas de él entre ellos y parecían evitarlo, lo rechazaban. Incluso Ron Weasley, su mejor amigo. El pelirrojo estaba enojado con él porque no le dijo nada sobre que se inscribiría al torneo, Potter trató de explicarle que él no tuvo nada que ver pero, Weasley no le creyó ni una sóla palabra y se distanció de él. Hermione Granger se encontraba en aprietos, dividida por sus dos amigos.

La situación de Skyler era similar a la de Potter, pero a la vez distinta. Sus amigos, se desconcertaron por el hecho de que ella entró al torneo, sin embargo, permitieron que Skyler les explicará, antes de molestarse. Pero, los demás estudiantes, hablaban de ella a sus espaldas. Nunca se atrevían a decirle algo de frente o siquiera atreverse a mirarla, ya que a muchos estudiantes les daba miedo, debido a situaciones anteriores.

-Ponganse esto, chicos-Dijo Draco llegando a la mesa de Slytherin, les entregó una insignia.

-¿Qué es esto?-Preguntó la pelinegra confundida.

-Prestale más atención, querida-Le respondió Draco con una sonrisa.

La insignia decía: "Apoya a CEDRIC DIGGORY y a SKYLER ¡los AUTÉNTICOS campeones de Hogwarts!

Blaise rió:-Tienes que hacer más de estás y repartirlas a todo el colegio.

-Ya lo hice-Sonrió burlón-Ya quiero que Potter las vea.

-La insignia sólo está bonita porque aparezco yo-Dijo Skyler pavoneandose.

-Creí que nadie podría tener más ego que el rubio, hasta que te conocí-Dijo Tori sonriente negando con la cabeza, Theo y Blaise asintieron apoyando lo que la castaña había dicho.

-No me dejan ser-Rió Skyler-Mejor ya vamonos a las mazmorras, toca pociones con Snape.

Se levantaron de la mesa, para encaminarse a las mazmorras, durante el camino Skyler pudó observar que la gran mayoría de estudiantes que caminaban por los pasillos traían la dichosa insignia que Draco había repartido. Al llegar al aula de pociones, ya estaban esperando afuera los estudiantes de Slytherin y los de Gryffindor. Para la suerte de Draco, Potter iba llegando.

-¿Te gustan, Potter?-Pregunto Draco con voz alta para que todos los que se encontraban alrededor escucharán. El rubió le mostró la insignia-Y eso no es todo, ¡mira! -Apretó la insignia en su pecho y el mensaje anterior desapareció para ser reemplazado por otro que emitía un reesplandor verde: POTTER APESTA.

Los Slytherin estallaron en risas. Todos apretaron su insignia para que apareciera el mismo mensaje que el de Draco. El rostró de Potter estaba rojo de la furia.

-¡Ah, muy divertido!-le dijo Granger a Pansy Parkinson que estaba muriendose de la risa con su amiga Millicent Bulstrode.

-¿Quieres una, Granger?-Le dijo Draco, ofreciéndosela-Tengo montones. Pero con la condición de que no me toques la mano. Me la acabo de lavar y no quiero que una sangre sucia me la manche.

- Auch-dijo Skyler mirando a Granger con una sonrisa burlona.

Potter furioso levantó su varita y se acercó amenazadoramente al Rubio, pero antes de que pudiera hacer algo, alguien se puso en su camino.

-Mejor ni lo intentes, Potter-Dijo Skyler con expresión neutral-Creo que sabes muy bien que no te conviene hacerlo.

-No, está bien Skyler-Le dijo Draco-Es hora de darle una lección.

-Si tu lo dices-Dijo la pelinegra con inseguridad,y Se pusó al lado de Blaise.

-Adelante Potter-Incitó el rubio-Ya no tienes a Moody para que te cuide el trasero.

-¡Furnunculus!-Gritó el chico de gafas.

-¡Densaugeo!-Gritó Draco. De las dos varitas salieron unos chorros de luz, que chocaron en el aire y rebotaron en ángulo. El conjuro de Potter le dió a Goyle en la cara, y el de Draco a Hermione. Goyle chilló y se llevó las manos a la nariz, donde le brotaban en aquel momento unos forúnculos grandes y feos. Granger se tapaba la boca y emitía gemidos de pavor.

-¡Hermione!-Chilló Ron Weasley acercandose a su amiga. Potter giró a verlos y cuando el pelirrojo retiró las manos a Granger de la cara, pudieron observar que los dos dientes superiores de Hermione, que ya de por sí eran grandes, ahora lo eran más, ya que le crecían a una velocidad alarmante. Se parecía más y más a un castor conforme los dientes alargados pasaban el labio inferior hacia la barbilla.

-¿A qué viene todo este ruido?-Preguntó una voz baja y seria. El Profesor Snape acababa de llegar a la escena. Apuntó a Draco- Explícalo tú.

-Potter me atacó, señor...

-¡Nos atacamos al mismo tiempo!-Lo interrumpió Potter.

-Potter está mintiendo señor, el atacó a Draco-Dijo Skyler.

-Y le dió a Goyle, miré-Draco apuntó el rostro de Goyle.

-Ve a la enfermería-Dijo Snape después de examinar el rostro de Goyle.

-¡Malfoy le dió a Hermione!-Exclamó Weasley-¡Mire!

Obligó a Granger a que le enseñara los dientes a Snape, ya que ella hacía todo lo posible por taparlos. El Profesor de pociones miró a Hermione fríamente y luego dijo:

-No veo ninguna diferencia.

A Granger se le empañaron los ojos, dió media vuelta y salió corriendo de ahí.

-Muy bien-Tomó de nuevo la palabra-Cincuenta puntos menos para Gryffindor. Y Weasley y Potter se quedarán castigados. Ahora entren al aula, ya iniciará la clase.

-Hey Potter-Skyler lo llamó-Dile a Granger que tiene unos dientes muy bonitos.

Los Slytherin rieron para después entrar al aula.

[...]

Skyler se dirigía al baño de mujeres, sus amigos la esperaban en el lago negro junto a Shadow. A unos cuantos metros de llegar al baño, la pelinegra pudo ver que en el muro al lado de la entrada de los sanitarios, se encontraba recargada Ginny Weasley quién estaba platicando con una chica de cabellos oscuros el cuál Skyler no sabía su nombre. Al estar más cerca, La menor de los Weasley se dió cuenta de que la Slytherin se acercaba, y junto a su amiga le bloquearon el paso a los sanitarios.

-¿No ves que bloqueas la entrada al baño, niña?-Preguntó Skyler.

-Tú no entrarás a este baño-Dijo con indiferencia la chica pelirroja.

-¿Y eso como por que?-Preguntó con una sonrisa burlona-Sólo es un baño, ni que tuviera mucha importancia.

-Aquí no entrará ninguna tramposa y mentirosa-Respondió.

-¿Te refieres a lo del torneo?-Sonrió. Ginny Weasley asintió.

-¿Qué? ¿Estás celosa porque tu no pudiste entrar y yo sí?-Skyler soltó una risa que hizo molestar más a las dos chicas frente a ella.

-Ni siquiera deberías estar aquí-Habló por primera vez la amiga de la pelirroja.

- Y luego ¿Donde mierda piensas que haga mis necesidades? Tonta-Dijo mirandola obvia.

-No me refiero al baño, me refiero a que no deberías siquiera estar en Hogwarts. Deberías seguir encerrada en Azkaban, nosotras no creemos en que eres inocente-Dijo con resentimiento aquella chica- los seres queridos de Alexander están sufriendo por tu culpa. Sólo eres otra sucia serpiente.

-Y dime ¿Por que te importa si sus seres queridos están sufriendo?-Sonrió burlona-¿Acaso era tu amigo?-La chica sólo la miraba-¿Tu novio?-Ahora la chica bajó la mirada.

-Oh, Así que el Chico Swan era tu novio...

-No era mi novio-La interrumpió la chica.

-Entonces sólo era el chico que te gustaba ¿Verdad?-Se burló.

-Alexander era un chico increíble, era caballeroso, respetuoso, amoroso...-La chica soltaba lágrimas y bajo la cabeza.

-Es una pena que ya no este con nosotros-Dijo Skyler con simpleza.

-¡Tu lo mataste!-Le gritó con odio, mientras seguía soltando lágrimas-¡Tu me lo arrebataste!

-No te pude arrebatar a alguien que nunca tuviste.

Ginny Weasley y su amiga se quedarón sin palabras.

-Vamonos de aquí, Jane-Le dijo Ginny abrazandola por los hombros ayudandola a caminar.

-Cuando quieras te invito a tomar el té y platicamos mejor querida-Se rió Skyler y se fue de ahí.

-No puedo creer que sea así-Sollozó Jane.

-Es malvada. No le importan los demás, sólo sabe lastimar a las personas-Le dijo Ginny Weasley-Algún día, pagará todo lo que ha hecho.