🔥Capítulo 34🔥
Maratón
1/2
Apodos (parte 1)
Noah
Estoy sentado en el borde de la piscina mientras hablo con Alex, quien está nadando. Mi amigo esta tenso y nervioso ya que mañana habrá luna llena.
Siempre un día antes de la fecha se pone nervioso ya que según lo describe, es extremadamente doloroso. Esta será la primera transformación con el brazalete lunar, y eso al parecer lo tiene peor. Tiene miedo de que no funcione y que esto solo sea una ilusión.
-Alex todo saldrá bien, no tienes de que preocuparte- le digo por quinta vez desde que llego a mi casa.
-Eso tú lo puedes decir con ligereza ya que no sabes cómo se siente que cada hueso de tu cuerpo se rompa, mientras te llenas de pelo y pierdes todo conocimiento- me dice.
Touché
-Si tanto miedo tienes ¿Por qué no te acompaño en la transformación?- cuestiono -Así no estarás solo si pasa algo.
-¡No! Si pasa algo y te lastimo, tú débil y torpe cuerpo humano no soportara.
Le lanzo agua con el píe, mientras el ríe. Aunque es cierto, yo no podría soportar que me hiciera algo.
-¿Has recordado más?- pregunta.
Es el único al cual le dije la verdadera identidad de la reencarnación de Maribel, también se lo hubiera dicho Alexa ya que ella es quien me da o daba consejos con las chicas. Pero corro el riesgo de que le diga a Ariadna.
Asiento con la cabeza.
-¿Qué has recordado?
-Recordé el primer coqueteo, si así podemos llamarlo, de Caleb hacía con Maribel- comienzo a revelar los recuerdo del rey que llevo dentro -También recordé su primer beso y algunas pequeñas charlas.
-¿Y no recordaste el día que Maribel le quito la vida a su amado?- interroga.
-No- contesto -Y no sé si quiero recordar ese momento- confieso.
-Ella lo traiciono, hay de dos, o Caleb realmente era un desgraciado o la desgraciada era ella.
-¿No me digas que estas volviendo a desconfiar de Ariadna?- entro al agua y para no tomar tanto frio me hundo y salgo inmediatamente, mojando me por completo.
-No, solo que aquí hay algo que me preocupa- esta vez es el quien se sienta en el borde.
-¿Qué?
-Ahora que se conocen, ¿Podrían estar el uno sin el otro?
<<Maribel se quitó la vida por el recuerdo de Caleb ¿Pero si hubiera sido al revés? ¿Si la que hubiera muerto fuera Maribel? ¿Caleb también se hubiera quitado la vida?
-¿Por qué tantas dudas? Quién se supone que las deberías tener soy yo- respondo un poco abrumado por el cumulo de dudas que acaban de surgir en mi cabeza.
-Si algo le pasara a Ariadna ¿Tu lo soportarías?- se detiene un momento y traga grueso -¿O la historia se repetiría?
Esas preguntas me dan un golpe de realidad.
¿Yo lo soportaría? ¿Se repetiría la historia pero esta vez conmigo?
El amor de Caleb y Maribel fue tan fuerte que ella no pudo vivir sin él, sabiendo que el cuerpo de su amado estaba a metros bajo tierra, que sus pulmones no recibían oxígeno y su corazón no latía.
¿Algo así nos podía pasar?
¿Aquello que sentíamos ella y yo podía ser tan fuerte?
Supe la respuesta al pensar he imaginar el cuerpo inerte de Ariadna sin vida, con la diferencia que no despertaría.
Si
Mis sentimientos podían ser tan fuertes como los de aquel rey poderoso y los de la bruja sifón.
-No lo sé- respondí para no alterarlo.
-Eso que Maribel y Caleb sentían no era sano- dijo.
En eso le daba la razón, aquello era dependencia emocional. Pero yo no los juzgaría ya que yo podría llegar a sentir lo mismo.
Estuvimos un tiempo más hablando de temas triviales, pero aquellas preguntas no dejarían de rondar por mi cabeza hasta tener respuesta. Y solo había dos formas de conseguirlas.
Cuando salimos de la piscina nos sentamos en el patio a esperar escurrirnos, el sonido de llamada del teléfono de Alexander hace que nuestra atención se dirija hacia él.
Él contesta -¿Qué pasa?... Aja... Aja... Aja... ¿Okay?... Alexa nos va a matar su hermano... A mí sí me importa solo tengo diecisiete... Pero Alexa, Alexa- mira su celular -¡ME COLGO!
-¿Qué pasas?- cuestiono.
-Bueno no te alteres- comienza a hablar -Pero vienen para acá Luna, Alexa y Ariadna.
Lleno mis pulmones de aire -¡¿Qué?!- cuestiono alterado.
-Es un plan absurdo de Alexa y Luna para que hables con tu chica.
-Primero ella no es mi chica y segundo ¿cuando llegan?
-Primero será tu chica, segundo pero no está en casa y tercero deben estar por tocar- responde, cuando suena el timbre de casa.
Me paro inmediatamente de mi asiento todo alterado -¿Qué hago? ¿Voy a mi cuarto a cambiar me? ¿O me quedo así?
Veo como Emily les abre la puerta y como el estúpido que soy, me lanzo a la piscina.
¡Si me lanzo a la piscina!
¿Puedo ser más idiota?
Lo dudo
-Gran plan que te vea sin camisa y mojado- se ríe Alex y yo solo le saco el dedo del medio.
Ariadna
Estoy caminando con las locas de mis amigas a un sin destino alguno, después de la conmovedora escena de mi hermano y Alexa.
Decidimos ver una película, cuando fue hacer las palomitas las deje solas por un momento pero cuando volví se les antojo salir. Así que deje mis deliciosas palomitas saladas con mi hermano mientras las devoraba todas.
Suertudo
-¿A dónde vamos?- cuestiono.
-Te va a gustar el lugar donde vamos a ir- responde Luna.
-Así que deja de quejarte- pide Alexa.
De repente se detienen he inmediatamente me doy cuenta que es lo que quieren -No, no, no, no y no.
-Si, si, si y si- dicen las muy descaradas al unísono.
-¿Qué hacemos aquí?- interrogo.
-Alex y Noah nos invitaron- revela la rubia con una sonrisa inocente.
-¿Por qué no te creo?- uso el sarcasmo.
-Oh vamos Ari, ni que Noah te fuera a comer viva- me regaña Luna.
Lo pienso unos segundos ¿Qué es lo peor que podría pasar?
-Está bien, pero solo un rato- sedo.
Caminamos hacia la entrada de la casa, las maños me comienzan a sudar y los nervios aumentan.
Calma
Inhalo y exhalo en un intento de calmar los nervios. Alexa toca la puerta con una sonrisa, a la cual yo solo respondo con mala cara.
Emily nos abre la puerta a la cual yo si respondo alegre.
Emily es demasiado dulce y buena, ella no merece nada de lo que le ha pasado. A su edad ya yo me había vuelto una persona fría, una persona difícil de tratar, aquella la cual le gusta que le teman, aquella la cual se quejaba y se queja de su vida. Pero ella a pesar de todo el dolor y la soledad que ha pasado, sigue sonriendo, sigue teniendo ese brillo de bondad el cual yo perdí hace mucho.
La envidio un poco
-Hola chicas, pasen por favor no se queden ahí- pide.
Rein llega a mis pies una vez entro, mueve su pequeña colita emocionada. Y yo no puedo evitar darle amor a tan bella cachorrita.
-Buenas tardes Alexa... y chicas.
Una voz femenina llama mi completa atención dejándome estática una vez la detallo.
-Hola Victoria- responde Alexa -Te presento a mis amigas, Luna y Ariadna.
Asentimos con la cabeza. La mujer enfrente de nosotros es alta y esbelta, tiene una mirada felina de ojos verde opaco y una melena oscura. Era una mujer hermosa, transmitía calidez y amabilidad.
Igual que Emily
-Un gusto, muchachas- nos ofrece su mano de manera gentil -¿Tú eres la hija de Richard?
-Si- afirma un poco extrañada Luna -¿Usted conoce a mi padre?
-Lo conozco por la junta de padres en la escuela- le revela aclarando las dudas de mi amiga -El siempre habla de ti, y he leído alguno de los periódicos escolares. Tú los redactas ¿no?
-Sí, esa soy yo.
-Haces un excelente trabajo. Te felicito.
Sus ojos me escanean. Al tocar mi mano siento como una corriente de nervios me recorre el cuerpo y ella parece afectada de la misma manera que yo -Tu...
Trago grueso cuando me habla...
La memoria nunca olvida en su totalidad
Mierda
-¿Nos conocemos de algún lado?- me cuestiona. Los recuerdos de mi madre y ella hablando, riendo y estando juntas llegan a mi mente.
Luego que crecí, siempre espiaba a esta familia a través de las redes de Noah. Y muchas dudas surgieron en mí con el paso del tiempo. Tuve la teoría que mi madre llego a confiar en esta mujer en algún momento y ella ya sabía quiénes éramos antes del accidente, después descarte aquello porque mi madre no confía ni en su sombra.
-No- contesto -Primera vez que la veo- miento.
-¿En serio? Tus ojos se me hacen tan familiares- sigue viéndome pero ahora me sonríe -Me recuerdas a una amiga.
-¿Así?- mis nervios se disparan y volteo a ver a las chicas, Luna y Alexa están a punto de morderse las uñas y Emily esta serena -¿A cuál?
Ella se queda en silencio, su cabeza parece maquinar tantas cosas en un minuto. Vuelve a verme -Tal vez... solo estoy pensando demás y me confundí. Disculpa me.
Suspiro aliviada -No hay nada de lo que tenga que disculparse, Señora Victoria.
-Mamá- la llama su hija -Ella es la chica que te comento Noah.
-Tu eres la famosa Ariadna- se cruza de brazos pero su mirad no deja la calidez en ningún momento.
-No sé qué tan famosa sea- le sonrió -Pero espero que de mí, solo haya escuchado cosas buenas.
-Eso tenlo seguro cariño, mi hijo te adora- quedo congelada ante tal confesión, me rasco la nuca nerviosa.
¿En serio Noah le habla a su madre de mí? ¿Qué le ha dicho específicamente?
-¿Necesitan algo muchachas? Porque voy de salida- no pregunta.
Negamos -Estamos bien así, muchas gracias.
-En ese caso, Emily en la nevera está el queso y el jamón para los sándwiches de la cena. Cuida que tus hermanos no hagan un desastre.
-Si mami- le responde se acerca a ella y la abraza -Te quiero.
-Yo más mi cielo- le da un beso y toma su cara, antes de salir por la puerta -Fue un gusto conocerlas, y espero verlas más seguido.
Sale por la puerta y volteo a ver a Emily -¿Ella...?
No termino la pregunta cuando responde -No te recuerda, tranquila.
-¡Ya te ganaste a la suegra!- chilla alegre Alexandra.
-¿En serio conoce a mi padre de la junta de padres?- interroga Luna a Emily.
-Si... Algo así- sonríe Emily -¿Están aquí para que Noah y Ariadna se vean?
-¡Exacto!- exclama Alexa.
Alexander aparece en traje de baño y con una bebida en la mano -¿Cómo están mis chicas favoritas?
-Pensé que yo era tu chica favorita- reclama con falsa molestia Emi.
-Yo pensé que era su chica favorita- les sigue el juego Alexa.
-Tú eres mi hermana favorita- se defiende el rubio.
-Soy la única, zopenco.
-Por eso- ríe el rubio, esquivando el cojín que su hermana le lanza.
<<Noah está en la piscina- me revela Alex. Yo inmediatamente le doy una mala mirada y el reacciona levantando las manos haciendo me entender que quiere paz.
Como si no supiera que quieren hacer
-¿Ari por qué no vas a la piscina con Noah mientras aquí las chicas me ayudan con unas bebidas?- sugiere Emily.
-Yo no voy a nadar, así que no entiendo porque iría a la piscina- trato de evadir la sugerencia.
-Ariadna Stefania Miller Márquez, ve a la piscina- me pide en un tono molesto Alexa.
Busco apoyo de Luna pero esta con sus ojos me da la misma orden que Alexa.
Yo suspiro frustrada y les hago caso a los muy intensos.
Tú puedes
Se supone que no debería dar me miedo hablar con un chico. Yo peleo contra brujas, vampiros, hombres lobos y otras especies y aun así el hablar con Noah me pone los nervios de puntas.
Se reconocer cuando son sus ojos los que me ven, se reconocer su aroma y presencia, ya que cuando está cerca por alguna extraña razón me siento... ¿En un hogar?
Esa sensación y calidez que solo sentía cuando estaba con Steven y mi madre, con la familia Hartmann y ahora por muy extraño que suene la siento con él. Me siento segura, protegida y eso es gracioso ya que Noah no podría protegerme de lo que me acecha. El sentirme así me alerta ya que por experiencia la mayoría de cosas o personas a las que amo me son arrebatadas.
Al salir al patio, voy con Rein siguiéndome la cual se lanza una vez que está afuera.
Puedo ver como Noah nada de un extremo a otro en la piscina, nada muy bien la verdad. Cuando para inmediatamente se da cuenta de mi presencia.
-Tienes la mala costumbre de espiarme- dice el todavía en el agua.
-Tú fuiste quien me invito a tu casa, así que no te quejes- respondo -Aunque ahora tengo la teoría que a ti te encanta que te observen.
-Solo si son tus ojos los que me ven- se acerca al borde de la piscina.
Mi corazón vuelve a acelerarse.
-¿El agua es tu elemento?- pregunto con gracia -Siempre te encuentro con la intención de nadar.
-Diría que disfruto de todo un poco- revela -La tierra en mis pies, el aire en mi cara y el fuego...- me mira de arriba hacia abajo. Sus ojos azules son capaces de desnudarme con la mirada y erizar cada vello de mi piel -Ese lo dejo para otras cosas.
Provocador
Dejo mi bolso en la mesa y me acerco al borde la piscina, me agacho para poder verlo más de cerca.
Azul contra Gris
Mar contra Tormenta
Paz contra Destrucción
Esos eran nuestros ojos teniendo un batalla para ver quien desviaba la mirada primero, él no se rendía y yo tampoco... Pero sabía que me haría ganar esta lucha absurda.
-¿Qué será que tienen tus ojos que son tan lindos?- coqueteo.
Inmediatamente su mirada se desvía y ríe por nerviosismo -¿Te gusta provocar me?
-Yo solo te devuelvo un poco, de tu propia medicina- confieso, con una sonrisa maliciosa.
Con sus manos se impulsa hacia arriba dejando su rostro a centímetros del mío -¿Entonces no puedes temblar de frio?- pregunta.
-No- respondo su extraña pregunta.
-Bien- se queda en silencio por unos segundos -Porque el agua está realmente fría.
En un rápido movimiento jala una de mis piernas haciendo que mi torso se mueva hacia adelante, me toma de la cintura y me lleva con el hacia el agua.
-¡¡¡NOAH!!!- grito de enojo antes de entrar al agua.
Al sacar parte de mi cuerpo del agua veo su estúpida y bella sonrisa coqueta, sigue tomándome de la cintura.
-¡Estás loco!- golpeo su pecho de rabia.
-¡Ey, ey! ¡Para!- me detiene -No quería hacerte molestar, solo quería mostrarte que los entrenamientos están siendo de provecho.
-¡Pues podrías haberlo hecho en los entrenamientos!- le reclamo.
Con fuerza lo empujó hacia abajo, para hacerlo tragar agua. Cuando se zafa de mi agarre me toma de la cintura y junto con él nos hunde bajo del agua.
Abro mis ojos bajo el agua, y al igual que él. Me acerca y mi besa. Pierdo todo el aire que guardaban mis pulmones, pero poco me importa una vez tengo su labios junto a los míos.
El besarlo me produce vigor, una forma de recargar energía y olvidarme de las cosas. Un placer que poco a poco me vuelve egoísta, porque sus besos no me pertenecen, pero una parte de mi me grita que son míos.
Y que de alguna manera esto me pertenece
Esto a diferencia de nuestros otros besos, es algo fogoso, el con esto está reclamando algo de mí y yo de él.
Algo que no puedo ponerle nombre, pero disfruto
No sé cómo terminamos en uno de los bordes de la piscina, con Noah tomándome por las piernas y yo aferrada a sus hombros.
Creo que incluso le enterré las uñas
Él me había quitado la chaqueta y estaba prendado de mi cuello, chupaba y mordía con demencia, estaba perdida en ese cúmulo de sensaciones que el provocaba. No encontraba salida para aquello, hasta que una voz rompió el momento.
-¡Noah! ¡Ariadna!- la voz de Mateo llego a nuestros oídos, acabando con esa neblina de deseo que había.
Nuestras respiraciones, aceleradas. Nuestros cuerpos, aferrados el uno al otro. Nuestras miradas, conectadas.
¿Qué mierda estoy haciendo?
Logro zafarme de su agarre y literalmente salgo corriendo de la piscina, tomo mi bolso y entro a la casa chorreando. Me doy cuenta que Mateo se ha unido a los demás, los cuales al darse cuenta de mi presencia abren los ojos como platos y sus bocas caen al suelo.
Ciento la presencia de alguien detrás de mí, se quién es y me voy a vengar. Cuando siento la mano de Noah tratar de tomar mi hombro, la tomo he inmediatamente la llevo a su espalda haciendo una llave. Traía mi chaqueta la cual ahora cae al suelo, mojada.
-Creo que los entrenamientos no están yendo tan bien como creías- le digo sarcástica al susurrador.
Suelta quejidos de dolor y trata de zafarse pero no lo logra. Los demás nos ven preocupados de que le rompa el brazo, pero solo lo quiero asustar.
-Ari fue suficiente- pide Emily con una mirada compresiva.
Lo empujó hacia adelante soltando lo. En el lago le deje pasar el jueguito ya que estábamos él y yo nada más, nadie tendría pruebas de que fui débil pero ahora todos lo notarían. Tal vez si estaba exagerando, pero tenía que volver a tomar el control de la situación.
-Ven vamos- dice Emily acercándose a mí y entregando la prenda que cayó en el suelo -Deja que te busque algo de ropa seca, y poner está a secar.
Me guía al piso de arriba hasta una habitación, tiene las paredes de un azul marino hermoso, está decorada con posters de los Florida State League, también bien algunos poster de animales, hay repisas con libros y trofeos. El escritorio logro ver libros sobre anatomía animal y una laptop.
Es el cuarto del susurrador
Cuando voy a decirle a Emily algo sobre el cuarto donde me traído ella habla -Antes de que te molestes por la habitación, es que mi cuarto lo pinte y huele a pintura y no creo que sientas cómoda en el cuarto de Mateo o en los de mis padres.
Ella ahí tenía un buen punto.
Medium astuta
Ella se acerca a una cómoda y saca unos shorts, unos pants y dos camisas, me entrega los shorts y una de las camisas la cual es excesivamente grande.
-¿Esto es de Noah?- pregunto viendo lo ancho de la camisa.
-Sí, se la regalo papá hace algunos años, pero como vez es muy grande.
Abre otra de las gavetas y saca lo que logro ver son un bóxer, inmediatamente volteo.
Una cosa es verlo sin camisa otra es ver su ropa interior
-Sigue me- me pide, y me guía hasta el baño del pasillo -Espérame aquí- avisa dejándome sola. Al volver me entrega unos productos para el cabello y un jabón recién abierto -Ese es mi champú y acondicionador, ojala te sienten bien.
-Eres un amor- le digo sin pensarlo mucho y me sonríe.
-Le diré que se cambie en el baño de abajo, y dejas la ropa húmeda aquí y yo vendré a buscarla para secarla.
-Olvide mi bolso, en el cuarto de Noah- le aviso al notar que me falta.
-Vas por el luego- deja una bata de baño un paño en el lava manos -Ella sale dejándome sola.
Me aseo con lo que me entrego, saco el cloro de mi cabello y mi piel. Me seco al salir y me visto con la ropa que la joven Bryant me entrego. Me veo en el espejo.
Definitivamente me queda grande todo.
La camisa me llega a más de la mitad de los muslos, rosando mis rodillas. El cuello de la camisa me queda holgado y las mangas son el triple de grandes que mis brazos.
¿El padre de Noah no sabe su talla o qué?
Noah está marcado y tiene la exacta masa muscular que necesita por el deporte que practica. Pero esto no le quedaría ni en un millón de años.
Me fijo en la entre mi cuello y la clavícula, notando una mancha bastante de color rojiza...
Mierda me dejo un chupetón
Lo voy a patear en las bolas.
Salgo del baño encontrándome a Emily quien esta tranquilamente sentada viendo su celular.
-¿Todo bien?- pregunta antes de levantar su mirada, sus ojos azules van directos a la mancha en mi piel -Okay, se pasó de la raya.
-¿Sabías que esto pasaría?- cuestiono un poco enojada.
-Sí, pero no que te dejaría un chupetón.
Suspiro cansada y resignada. No quiero bajar y que todos vean.
-¿Puedo quedarme sola un rato?- le pregunto apenada.
-Sí, ve al cuarto y baja cuando estés más tranquila.
Me acerco y le dejo un pequeño beso en la frente. Ella queda sorprendida ante mi acción.
-Gracias, pequeña. Por todo lo que has hecho desde que llegaste a nuestras vidas- ella me sonríe.
La dejo en el pasillo y me dirijo hasta la habitación en la que estaba.
He de admitir que Emily ha ayudado a todos. Si no fuera por ella tal vez muchos seguiríamos solos.
De alguna manera ahora nos tenemos unos a los otros...
Ahora somos este extraño equipo
Al llegar a la habitación vuelvo a fijarme en todo. Esta perfectamente organizada, me fijo en la foto de su mesa de noche.
En esa linda foto están, Los Roberts con él; el rubio tiene la lengua afuera mientras Noah carga Alexa sobre sus hombros. Al lado de ella una con sus hermanos, parecen estar en el cumpleaños de Emily porque tiene un gorro de cumpleaños y los tres están embarrados de pastel.
Acostadas en la superficie de la mesa hay dos, las cuales tomo en mis manos.
Las fotos que le di...
Sonrió involuntariamente
¿Qué voy hacer contigo Noah?
Noah
Verla subir por las escaleras con mi hermana, toda enojada, me hace sonreír.
-Estás loco- habla mi hermano mayor -La chica casi te rompe el brazo y tu sonríes como si hubieras logrado una gran azaña.
Poco caso le hago, salgo de mis pensamientos una vez Alex me lanza una toalla.
-¿Por qué mejor no vas al baño y te arreglas?- cuestiona -Y por favor, arregla tu problemita.
No entiendo lo que dice, pero escucho las risas de Alexa y Luna quienes se voltean a otro lado para no verme. Bajo mi mirada y encuentro el problema entre mis pantalones.
-Mierda- murmuro, cubriéndome la cintura con la toalla -Lo siento muchachas.
Todos se ríen de mí y yo también lo hago.
Subo las escaleras con rapidez y mi hermana me intercepta, me lanza unos pants, un bóxer y una camisa.
-Cámbiate en el baño de mi cuarto, Ariadna está en tu cuarto- me pide y le hago caso.
Me dirijo al baño. Al bañarme coloco el agua fría resolviendo mi problema.
Trato de no pensar en lo que paso en la piscina, pero es simplemente imposible. Sus manos son tan cálidas, producían un escalofrió en mi al contrastar con la temperatura de la piscina.
Al salir de la duchar me coloco la ropa interior y los shorts. Siento algo arder en mis hombros y al mirarme en el espejo, veo arañazos rojizos, lo cuales poco a poco se están borrados por mi curación.
Son bastante, por eso tardan...
¿Y eso cuando paso?
Despeino mi cabello y salgo del baño.
Emily viene bajando y la intercedo -¿Dónde está?
-No quiere bajar- responde. Cuando trato de subir por las escaleras me detiene -Esta avergonzada ¿sí?- se acerca a mí y me murmura -Le dejaste un chupetón.
Mierda
Me va a patear las pelotas.
Ignorando lo que me ha dicho subo las escaleras y la escucho decirme...
-¡No hagas que te mate! ¡Por favor!
Entro al cuarto y cierro la puerta con seguro.
La veo parada frente al espejo, ella peinaba su cabello antes de que yo llegara. No voltea a mirarme, solo se queda ahí de pie.
Mientras me acerco ella va bajando en peine.
Al estar detrás puede verme a través del espejo. Lleva una camiseta la cual tenía guardada al final de closet, su cabello sigue empapado y lacio por la humedad. Detallo el cómo le queda la camisa, esta es gigantesca por donde quiera que la veas, pero esa curva en su trasero se nota a la perfección y más aun estando recargada en una sola pierna.
Me acerco y la tomo de la cintura. Aparto un poco el cuello de la camisa, y detallo ese punto de tonalidad morada en su piel.
La veo sentada en mi escritorio peinando su cabello, no se ha dado cuenta de mi presencia esta absorta en sus pensamientos.
Me aproximo a su oído, y tomo un mecho de su cabello y coloco atrás de su oreja. Suspira de una manera temblorosa y cierra los ojos.
-Me gustaría decir que me arrepiento, pero no es así- le confieso.
Sin darme momento de pensar o defenderme, ella en un movimiento rápido me empuja hacia la cama y toma mis brazos inmovilizándome, y apoyando una rodilla en mis testículos, aplastándolos... Creo que está molesta.
Me va a matar, tuve que haberle hecho caso a Emily
-¿Te divierte esta mierda?- señala su piel, sonrió y mueve su rodilla provocando más dolor -Pues a mí no ¿Quién te dijo que puedes marcarme como ganado? ¿Acaso estás loco?
Jadeo cuando se afinca más. Al estar así me doy él cuenta del pequeño detalle de que no se nota ninguna prenda de la parte de debajo de su cuerpo.
¿Qué tendrá abajo?
Cuando veo la intención de levantarse. Ya que esta distraída y no me sujeta con fuerza, levanto mis caderas para desestabilizarla y la tiro a un lado de la cama cambiando nuestra posición, ahora yo estoy arriba de ella. Sujeto sus dos manos por arriba de su cabeza.
A pesar de que ella es más hábil la sigo superándola en fuerza.
-¿Sigues opinando que los entrenamientos no funcionan?- le pregunto con picardía -Entiendo que enojes, pero... ¿Por qué te quejas? Parecías haber disfrutado mientras te lo hacía.
Se remueve debajo de mi tratando de zafarse pero no logra nada, con mis rodillas aprieto sus piernas para que no las mueva, y sigo sosteniendo sus manos pero ahora con una sola mano.
Con la mano libre le acaricio el mentón y acerco mi rosto al hueco de su cuello absorbiendo su perfume. Ella suspira como si mis accionen la aliviaran.
-Hueles a chocolate- susurro, viendo cómo se estremece por mi aliento.
No me resisto a tal exquisitez, rozo mis labios con su piel logrando que su cuerpo vibre. Mis besos se van repartiendo hasta llegar al cuello de la camisa, donde encuentro un pequeño lunar.
-Susurrador- dice entrecortadamente, me toma del cabello.
Susurrador
Si el apodo de beisbolista me encantaba, ese me desestabiliza por completo.
Al notar ella el impacto de su palabra, no sé como pero logra volver a la posición inicial, ella arriba de mí solo que esta vez su ante brazo esta en mi cuello, en vez de tener su rodilla en las bolas, su rostro está muy se aproxima del mío, trago duro.
-¿Te comió la lengua el gato?- pregunta con la respiración acelerada.
Miro sus labios rosados, sus pecas, sus ojos grises... Joder la quiero besar pero mi posición no me permite hacerlo.
Ella suelta su agarre de mis brazos, pero se queda encima de mí.
Como si fuera una necesidad mutua yo levanto el torso de la cama y ella baja el suyo, encontrándose en el camino nuestros labio en un beso explosivo.
Con una de mis manos sostengo su cuello mientras que la otra la llevo a su espalda baja, ella tiene sus manos en mis mejillas profundizando el beso.
El primer beso que nos dimos fue tierno e intenso, pero este es explosivo, pasional, de esos besos que te hacen perder la cordura y ten incitan a pecar. Mi lengua juega con la suya y viceversa, sus labios son dulces y obsesivos, mis manos quieren vagar por su cuerpo mas no la quiero incomodar...
Maldición cuanto había querido besarla y por fin podía hacerlo de nuevo
Cuando necesitamos aire nos separamos, pero ella me provoca tanto que no puedo ni quiero despegar mis labios de su cuerpo. Como si pudiera leer mis pensamientos es ahora ella quien baja sus labios a mi cuello, comienza a desperdigar besos por cada gramo de piel que logra tener a su alcance.
Yo meto mis manos por debajo de su camisa y la acerco todo lo que puedo a mí, el olor a chocolate vuelve llegar mis fosas nasales -Vueles tan bien- susurro.
-Susurrador- jadea.
Tomo su mentón y me separo de ella un momento -Si sigues diciéndome así en esta situación no solo te voy a robar besos- dejo un beso en su mentón y me dejo caer en la cama con ella en mi pecho.
Definitivamente ella es un sueño
Ciento un zumbido en mis oídos y nuevas imágenes llegan a mi cabeza.
*Recuerdos de Caleb*
Me asomo por la pequeña abertura de la puerta, ella está ahí con su vestido lila. Besa las frentes de los hijos de Caleb los cuales ya están dormidos, la veo dirigirse hacia la puerta así que me aparto y la espero afuera.
Cierra la puerta y al verme se sobre salta, no me mantiene la mirada... Es muy diferente a Ariadna.
-Su majestad- hace reverencia con nerviosismo.
-Señorita Maribel, buenas noches- saludo.
Sus mejillas se sonrojan al darse cuenta que la miro fijamente.
-¿Necesita algo su majestad o puedo retirarme a mis aposentos?- cuestiona.
-Si- respondo -¿Podría usted acompañarme a cenar? Usualmente lo hago con los príncipes, pero ya que están dormidos no planeo molestarlos, pero tampoco quiero cenar en soledad.
Sus ojos brillan con sorpresa y dulzura, cosa que no hacen los de Ariadna. Los de mi sueño brillan con ferocidad, seguridad y sobre todo con valentía.
-No quiero ser grosera su majestad, pero yo ya he cenado con los príncipes- revela.
-Puede sentarse conmigo a la mesa sin comer.
Ella asiente al pedido, y camina junto a mí hasta el comedor.
Me siento en la silla más grande y ella a mi lado derecho. El cocinero pone mi plato en la mesa -Gracias.
-Maribel ¿usted desea algo de comer?
-No, muchas gracias- contesta, y el cocinero se va.
Comienzo a comer, pero no veo venir la pregunta que sale de sus labios.
-¿Por qué siempre agradece?- interroga.
-¿A qué se refiere?- cuestiono.
-Usted siempre dice "por favor", da los buenos días o buenas noches, agradece. Se supone que usted es el rey y nosotros sus servidores, ellos tienen que cumplir sus órdenes sin necesidad a que se las pida con amabilidad o les des gratitud.
Esbozo una sonrisa por las palabras de la joven.
-Un hombre o una dama de bien y respetuoso, pueden ser lo que sea. Un héroe, un villano, un padre, un asesino, un pobre o hasta el más grande rey.
<<Sin las personas que sirven para mi yo no podría habitar en paz, no podría comer ya que no soy bueno en la cocina, no dormiría tranquilo ya que sin mis guardias estaría en peligro. Y si, ellos tienen como recompensas sus pagos, pero ¿Que me cuesta decir palabras tan básicas, como un "por favor" o un "gracias"?
Me levanto de mi puesto y me pongo detrás de su asiento, colocando mis manos en sus hombros sintiendo como se eriza su piel y suspira de forma entre cortada.
Tan diferentes pero tan iguales
-Si puedo pelear, descuartizar y asesinar a mil hombres, y salir sin un solo rasguño- recojo un mechón de su cabello y me inclino un poco para hablarle en el oído, en un susurro -¿Por qué no podría ser tan respetuoso? Ser un rey con habilidades sobre humanas, no significa que los demás sean más o menos importantes en este mundo.
Ella voltea conectando sus ojos con los míos, las emociones de Caleb me inundan. Se siente una electricidad que me recorre todo el cuerpo, desde las puntas de los pies hasta las hebras de mi cabello.
*Fin del recuerdo*
Estrecho más a la chica de hermosos ojos grises que esta sobre mi pecho y por alguna razón ha comenzado a temblar, aquella que fue destinada para mí.
Mi destino es ser suyo, como así el de ella es ser mía
Al parecer en las otras vidas también fui tu susurrador, mi sueño
🔹🔹🔹
HOLA HOLA
Capítulo 34
Un cap muy Noriadna a mi parecer
Esd pequeños problemitas que sufre Noah😅
¡ARIADNA SE ENCONTRÓ CON LA SUEGRA!
Susurrador y Mi sueño... Esos son los apodos de mis niños 🔥🥺
Alexander siempre fijándose en todo chamo... ¿Que pasaría si Noah perdiera a Ariadna?
Ahora una pregunta mejor... ¿Que pasaría si Ariadna perdiera a Noah?
Solo el tiempo podrá respondernos.
Me la marcaron como ganado 🤣🤣🤣🤣
Nos vemos pronto... Y la verdad que si, ya voy a publicar la otra parte 🤗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro