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🔥Capítulo 29🔥

Maratón

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Sueño con muertos (Parte 1)

Ariadna

Es lunes y esta tarde Kim tendrá su encuentro, estuve todo el día de ayer preparando con Steven lo que ella usara. Lo hice para distraerme, para no pensar en Noah, las palabras de Harry y quien soy. En estos momentos no necesitamos dramatismos y mucho menos peleas absurdas.

Respecto a Kim no es una persona de mi completo agrado, es una chica con un carácter fuerte pero diferente al mío, aunque mis sentimientos explotan gracias a mi poder soy bastante fría, ella es explosiva, controladora y hasta cierto punto metiche. Ella y yo hemos vivido situaciones similares y eso me hace querer darle el beneficio de la duda, pero en tan solo recordar como trato a Emily por un estúpido accidente, me hace querer arrancarle el pelo.

En este momento estamos en clase de química, dividieron a todos en grupos de dos. Y de nuevo me toco la muy mala suerte de ir sin alguna de las chicas, sentándome con un completo desconocido.

El tipo simplemente me ve como si me hubiera salido un tercer ojo, anoto cada uno de los pasos del procedimiento en mi cuaderno asegurándome de cumplir todo al pie de la letra.

-¿Vas a verme toda la clase o me ayudaras en algo?- pegunto una vez termino de escribir.

-¿Eh?- solo ese sonido emite.

Aguanto las ganas de reír por la expresión de sus ojos, los abre de par en par, pareciera asustado por mi hablar.

-¿Me vas a ayudar con el experimento o lo hago yo?- reformulo mi pregunta una vez me pongo los lentes de protección y guantes.

-Te ayudo- aseguro copiando mi acción.

-¿Sabes cómo hacerlo?- ni siquiera responde, solo me niega con la cabeza.

<<Ve preparando la mezcla de sulfato de cobre con el cloruro de sodio- mira la mesa confundido.

Dios dame paciencia

-El polvo azul con la sal- simplifico y se pone en marcha.

Veo hacia los lados para ver cómo van los demás, al parecer nadie ha comenzado aún. La profesora está revisando exámenes y demás.

-Aquí tienes- me entrega el recipiente he inmediatamente lo mezclo con el agua.

-Comienza a hacer bolitas de papel aluminio- le pido.

-Eres mandoncita ¿no?- comenta.

Introduzco la primera bolita de papel aluminio y visualizo como el aluminio se oxida y se consume.

Pongo los ojos en blanco -¿Tan rápido lo notaste?

-Linda e inteligente- halaga una vez termino y comienzo a escribir el resumen limpio para dárselo a la profesora -El combo perfecto.

Sus halagos solo hicieron que mi mente pensara en alguien más.

"Que tengas lino día, chica inteligente"

"Buenos días linda. No vayas a ser tan mala conmigo"

Su voz se repite en mi cabeza.

Busco con la mirada por todo el salón al pelinegro, encontrándome con sus ojos azules viendo directo hacia mí, estos fulminan al chico a mi derecha y se oscurecen de rabia.

¿Está escuchando lo que me dice?

-Ya me lo han dicho- le digo a mi compañero, sin quitarle los ojos a Noah. Veo perfectamente como Alexander le murmura algo he inmediatamente sonríe.

Lobo chismoso

-¡Profe terminamos!- ella se levanta y viene hacia nosotros, pide que le expliquemos cosa que hago sin problema.

-Muy bien joven Miller y Jake, tienes que poner más de tu parte- descubro el nombre de mi compañero -Pero aprobaste la evaluación. Pueden retirarse.

Comienzo a recoger mis cosas, he inmediatamente siento una mano tomando la mía y halándome hacia atrás.

-¡MUCHAS GRACIAS ARIADNA!- me agradece, pero no permito que siga tocándome. Le doblo los dedos de la mano izquierda obligándolo a soltarme, uno de sus dedos cruje por la presión que hago.

Lo analizo por primera vez en todo la clase, es uno centímetros mal alto que yo, su cabello es claro, su piel bronceada y sus ojos verde oliva. Lo suelto para ver cómo se toma la mano.

-No hay de que- digo para tomar mi bolso y salir.

Cuando por fin llega la hora nuestra salida, siento un alivio tremendo.

Al salir por la puerta principal de la escuela con Alexa y Luna, siento como unos brazos me rodean y me levantan del suelo. Yo me sobresalto y estoy a un segundo de atacar, pero escucho su voz que hace que mi cuerpo se haga gelatina -Hola linda- susurra en mi oído Noah, mi piel se eriza.

-Se te ha hecho una costumbre susurrar ¿no?- digo con sarcasmo, para evitar que note mis nervios. El todavía no me suelta.

-Si quieres lo dejo de hacer- responde de nuevo en un susurro, y no puedo evitar que mi piel se erice de nuevo.

Este chico me va a volver loca

El nota mi piel -Pero creo que no, quieres que lo deje de hacer- suspiro ante sus palabras -Chicas dejen me hablar con la señorita, se las regreso en un momento- pide a mis amigas.

Ellas intercambian miradas cómplices y con ese simple gesto sé que me dejaran sola con él. Se van las muy traidoras.

Noah me baja y se coloca frente de mi -¿Por qué me has evitado?- interroga -Y ni te atrevas a decir que no, hoy cuando nos vistes a todos juntos sentados en el comedor te echaste a correr y ni siquiera me has saludado, cuando te salude en la mañana.

-¿Qué quieres que diga?- me encojo de hombros -No hay nada de lo que tú y yo tengamos que hablar.

-Yo creo que si lo hay- replica -Como el beso que te di, el pico que tú me diste, y que significo.

El pico que yo le di a Noah fue impulso, una necesidad que surgió en el momento y no pensé dos veces. Con un solo roce de nuestros labios y volví a sentir todo lo que había sentido con el beso.

-Eso fue un error- suelto.

Su boca se abre en una gran "O" sus ojos muestran sorpresa ante mis palabras, pero no tarda en responder -¿Por qué piensas eso?

-Tu estas apunto de encontrar a tu chica, si no es que ya la encontraste- explico -Cuando ella aparezca todo tipo de fascinación hacia mi acabara, decidí cortar el problema de raíz antes de que haya algún mal entendido.

-Ariadna dudo mucho que sin importar quién me pongan enfrente que "mi fascinación" como tú le dices, acabe. ¿Qué tipos de mal entendidos podría haber?

<<A mí me gustas tú, me gustaste tú desde que te vi en el campo de béisbol, me gustas tú, tú frialdad, tú inteligencia, tus momentos amables y dulces, en general me gustas tú.

Mariposas en el estómago, mala señal

-Noah no hagas esto más difícil ¿sí?- pido -Hay alguien genial esperándote, y yo no voy a ser la revista que lees en la sala de espera- su cara se contrae ante mi ejemplo -Okay eso es un raro ejemplo, lo admito. Pero el punto es que yo no me voy a meter en el medio de tu destino.

<<Además yo no puedo tener nada con nadie, no debo sentir, ni merezco querer a alguien o que alguien me quiera a mí.

-¿Por qué no merecerías que a alguien te quiera?

Antes de yo poder responder su pregunta la bocina de un auto me interrumpe, los dos volteamos a ver hacia la derecha y vemos a Mérida conduciendo una camioneta roja -Busco a la señorita Miller, y una cuantas pasajeras más- grita, bajando el vidrio de atrás mostrando a Luna y Alexandra.

-Me tengo que ir- aviso tomando mi camino hacia el auto.

Toma mi muñeca, halándome hacia el -Tu no solo mereces ser querida, mereces que alguien te amé tanto que ponga este mundo de cabeza- acuna mi rostro -Si Jake, vuelve a tocarte... Lo hago mierda.

Besa mi mejilla muy cerca de mis labios, para luego dejar me ir con mi hermana.

-Que sepas que no me voy a rendir tan fácil- exclama, haciendo me ver hacia atrás -Ese no será el último beso que te de Ariadna.

Sus palabras causan un torbellino de emociones.

Demonios claro que quiero otro beso

Vuelvo a tomar mi camino hacia el auto sin hacer caso a sus palabras, subo al asiento del copiloto con la vista de todas en mí.

-Dime por favor, que no le estás haciendo caso a Harry- pide Meé. Yo solo me quedo en silencio

-¡Ariadna no escuches a Harry!- exclaman las tres.

-¿Qué haces aquí, Meé?- pregunto evadiendo el tema de Noah.

Mérida arranca el carro conduciendo hacia el centro.

-Vine a buscarte para tener un día de chicas, como antes he invite a las muchachas pero... Me encuentro con la sorpresa de que escuchaste al bobo de mi hermano menor- me responde.

-Ari no puedes creer lo que dice Harry- me pide Alexa.

-No creo que Noah sea un idiota- contesto.

-¿Entonces por qué lo rechazas?- cuestiona Luna.

-Porque no quiero sufrir ¿bien?- confieso -Harry tiene razón en al decir que yo nunca seré una opción para él, el nació para amar a alguien y ese alguien no soy yo. Además el no merece alguien tan inestable y malo.

-Eso nunca lo sabrás si no le das la oportunidad ¿no crees que mínimo deberías vivir el momento? ¿Al menos?- pregunta la periodista.

-Tú no eres mala, Ari, eres increíble y ya va siendo hora de que lo creas- me dice la porrista.

Tal vez si debería vivir el momento, tal vez si debería esperar y darle la oportunidad, pero el solo pensar en que sufriré hace que refuerce mis murallas de protección. Noah es un chico increíble y aun así fuera para mí, no creo que merezca alguien como yo, alguien que solo le puede dar dolor, preocupación, sangre, venganza. Definitivamente merece algo mejor.

-¿Qué tal si vamos a comer y después de compras? ¿les gusta el plan?- pregunta Mérida.

-Deberíamos pasar a nuestras casas por un poco de dinero- explica la rubia.

-¿Cómo creen? Noooo, yo las invito- espeta Meé.

-Claro que no, eso sería un abuso de nuestra parte- responde Luna.

-Tómenlo como un regalo, chicas- pide -A mí el dinero me sobra y no es ningún problema, con tal de que lo que compren sea de buen gusto.

-¿Te sobra el dinero?- cuestiona Alexa con un poco de desconfianza.

-Somos multimillonarias- respondo con tranquilidad.

-¡¡¿QUÉ?!!- gritan las dos pasajeras de atrás muy sorprendidas.

-¿Por qué les impresiona tanto? Viven en un vecindario costoso- justifica Meé.

-Si nuestro vecindario es C.O.S.T.O.S.O. ¡Costoso! ¡No de multimillonarios!- exclama la periodista.

Mérida y yo reímos ante su asombro.

-La casa de Noah es de millonarios, así que sigo sin entender- confieso.

-Igual es algo sorprendente, no todos los días tu amiga te dice tranquila ¡Soy multimillonaria!- exclama la porrista.

Llegamos al pequeño centro comercial del pueblo, Mérida se estaciona y nos bajamos.

-Necesito que me digan cual es la mejor boutique de este pueblo- pide Mérida.

-De eso si yo no sé- avisa Luna -No soy de las que compran ropa.

-Esto dejen me lo a mí- dice Alexa en un tono orgulloso.

Recorremos creo que todo el centro, Alexa nos explica que venden en cada Boutique y al final entramos a la tienda más famosa y grande de todas "Marilas".

Venden todo tipo de ropa, vestidos de gala, ropa casual, zapatos, trajes de baño, todo es muy bello y a la moda y los precios son accesibles.

-Tomen lo que quieran chicas- nos dice Mérida.

Comenzamos a recorrer la tienda, zapatos, camisas, pantalones.

-Este vestido te quedaría genial Ari- se acerca Meé con un vestido rojo largo, con una abertura para la pierna izquierda, ligero, con tirantes, de espalda descubierta. Es un vestido hermoso y de mi estilo a decir verdad.

Diablos mi cicatrices

El solo recordar tal escena, ese momento, ese lugar y personas, hace que me dé nauseas. Esas cicatrices en mi espalda son completamente horribles. Lo único bueno de ella es que me recuerdan que soy una sobreviviente, que gracias a arriesgar mi vida, muchos seres viven hoy y que gracias a ellas... Muchos también son leales a mí.

A pesar que no recuerdo todo, de esa horrible noche

No quiero que Mérida las vea, daría un grito al cielo y tendría que explicar cosas que no quiero ni cómo explicar.

-No puedo comprarlo- sus caras se tornan confusas ante mi respuesta.

-¿Por qué? ¿No te gusto?- pregunta la rubia.

-Es un vestido hermoso pero, no podría ponerme lo- me encojo de hombros -me quedaría mal.

-¿Te quedaría mal?- Luna esta incrédula ante mi palabras -Ariadna dudo que algo te quede mal en este mundo, tu eres completamente hermosa.

-Ay me hacen sonrojar- bromeo, abanicando me con la mano las mejillas.

No quiero tocar el tema con ellas, por algo siempre uso chaquetas. Tomo una minifalda negra de cuero muy sencilla pero realmente linda.

-Mira periodista esto te quedaría genial- le paso la falda y cambio el tema.

Ella toma la falda y la examina -¿Estás loca? ¡Con esto se me va a ver hasta el alma!- exclama ella.

-No exageres- pide Alexa -Te quedaría genial, arriésgate y prueba cosas nueva periodista.

-Tu eres hermosa Luna- le dice Meé -Todo te quedaría increíblemente hermoso.

Veo como nuestra tímida periodista se sonroja ante las palabras de Mérida, cosa que me sorprende. Luna se ve muy tierna sonrojada.

-Gra... gracias- tartamudea Luna.

Mi hermana le regala una sonrisa, hace esa peculiar mueca levantando sus cejas y bajando su mirada al notar los ojos de la morena en ella.

Le gusta Lunita

Después de 3 horas en el centro comercial, Mérida nos deja a cada una de nosotras en nuestras casas. Cuando iba a bajar del carro Meé me detiene, y sé que me va a dar un sermón.

Aquí vamos...

-¿A que le tienes tanto miedo? ¿Tienes miedo de volver a tener que escapar y dejarlo todo atrás como lo has hecho siempre?- me pregunta.

Yo la verdad no había pensado en la posibilidad de volver a tener que huir. Que irónico cuando llegue lo único que quería era irme y ahora el tan solo pensar en irme me causaba estragos.

-Yo no tengo miedo Meé- le respondo sin verla a la cara.

-Tú tienes especialidad en mentir y manipular, y en este momento realmente no te estas esforzando en mentir me- habla -Ariadna sé que lo que paso con nuestro padre te afecto.

¿Me afecto?

Yo nunca creí poder estar más destruida, pero uno siempre se puede sorprender. Su muerte me derrumbo, me atropello y destruyo parte de lo que quedaba en mí.

-Pero eso no significa que siempre pasara lo mismo. Ese chico se nota que le importas y no creo que sea justo cerrarte a la posibilidad de acercarte a él, eres joven, no es justo para él ni para ti.

<< ¿O es que sigues teniendo ese flechazo con Harry?- cuestiona entre risas -Recuerdo cuando me contaste sobre tu flechazo, estabas roja como un tomate, eras demasiado tierna.

Le doy un golpe en el hombro -Claro que no, la etapa por la que babeaba por el anciano se acabó- niego -Y sobre Noah... prefiero dejar las cosas como están ¿sí? Deja el tema.

-Bien. Pero él dijo que no se rendiría- me recuerda -Así que tendré mi esperanza en él- me abraza y nos despedimos.

Al entrar en casa la encuentro bacía, mamá debe estar con Kim y Steven debería estar aquí ya. Él sabe que salí con Mérida ya que le mande un mensaje, pero él no me dijo que saldría. Decido enviarle orto mensaje para saber que está bien.

Yo:

Ya llegue a casa ¿Dónde estás?

Decido hacer mi tarea, paso la tarde entre números, historia y fórmulas de química. Ya que no he dormido bien las últimas semanas caigo rendida en un profundo sueño.

Esta vez estoy sentada en un banco en la misma playa de siempre, viendo hacia el mar. Cuando volteo mi cabeza hacia la derecha, quedo petrificada con la persona que tengo delante.

Alfons

Esta igual que la última vez que lo vi, ese traje refinado, con esa pequeña sonrisa que no le regala a cualquiera, sus ojos oscuros, es el. Siento lagrimas rodar por mis mejillas.

-Prinzessin- dice, para luego acariciarme el cabello y secar mis lágrimas -creí haberte dicho que odio que llores- me recuerda.

-¿Prinzessin?- escucho la voz de Esteban a mi izquierda y me sobre salto -pensé que también le decías Flor.

-¿¡Ustedes se conocen!?- cuestiono alterada ante la presencia de estas dos personas.

-Claro que si hemos estado aquí mucho tiempo- me responde Esteban -Pero no te hemos traído aquí para explicarte cómo es que nos conocemos.

-Pero quiero saberlo- pido.

-Lo sabemos- toma mi mano Alfons -pero ahora no se puede y necesitamos que confíes en nosotros y en ti.

-Flor- toma mi otra mano mi padre llamando mi atención -necesitamos que vayas al sur.

-¿Al sur?- hago notar mi confusión -¿Al sur de dónde? No entiendo nada papá.

-Lo entenderás pronto- contesta -Solo no olvides lo que te digo.

-Okay, no lo olvidare- aseguro.

-Ya tienes que irte Prinzessin- me avisa Alfons.

-¡Esperen!- tomo sus manos con fuerza para que no se levanten -Lo siento... ustedes estarían vivos de no ser por mí, de no ser por lo que soy- pido perdón entre lágrimas -Yo... yo... yo los amo, de verdad los amo. No quiero que me dejen, no vuelvan a dejar me- suplico.

-Nosotros decidimos dar nuestra vida por Steven, por Roxan y por ti, Ariadna- me dice el vampiro.

-Y es gracias a ustedes que estamos en paz- confiesa mi padre biológico.

-Tu nunca estas sola, ninguno de los cinco- vuelve a secarme las lágrimas Alfons, noto en sus ojos humedad y cuando se refiera a "cinco" se que habla de los Hartmann.

-Nosotros siempre estamos viéndolos- me explica Esteban -No puedes sentirnos, ni vernos. Pero estamos ahí, siempre estamos ahí.

Soy yo la que me levanto tomando valor no quiero dejar de verlos, pero sé que los tengo que soltar para salir de este sueño.

Me volteo y logro ver que hay una gran neblina pero entiendo que tengo que caminar hacia ella. Vuelvo a ver a los dos de los tres hombres más importantes de mi vida -Los amo- les repito.

Ellos intercambian una mirada -Y nosotros a ti- me aseguran.

Antes de caminar hacia la neblina les doy un beso, a cada uno en la mejilla. Comienzo a caminar dejando los atrás, pero antes de poder entrar a lo desconocido me doy la vuelta un momento pero ya no están, solo hay polvo volando en el aire.

Vuelvo tomar mi camino.

Cuando logro salir de la neblina estoy en frente de una mansión al estilo victoriano, esta revestida con ladrillos, los arboles están completamente secos, las rejas son negras y están abiertas, me resulta familiar.

¿La Mansión de Fuego?

Me adentro en ella, a mi paso el césped quemado y los arboles secos comienzan a tomar vida, cosa que me sorprende; al entrar la puerta principal puedo sentir el calor de la chimenea. Recorro la enorme sala fijando me en cada pequeño detalle.

Veo dos puertas grades de cristal y decido abrirlas. Estás dan con un gran patio, al final de este se puede ver una cabaña grande y por alguna razón siento nostalgia. Comienzo a correr hacia ella sin parar, al llegar a la puerta dudo un momento si abrirla o no, pero me decido por la primera opción.

Al abrir la puerta puedo ver una cocina moderna y blanca, a mi derecha veo unas escaleras así que decido subirlas. Doy con un pequeño pasillo con tres puertas.

Cuando abro la primera doy con una habitación grande y la que supongo que es la principal, las paredes son de un color blanco y la cama es grande y sus cojines son azules. Me siento en ella y tomo el retrato que está en una de las dos mesas de noche.

Esta es mi casa

En la foto todos están muy sonrientes, aparecen mis padres cargándonos a mi hermano y a mí en el patio de esta mansión junto a dos personas, una mujer de tés oscura, ojos oscuros y una gran melena lisa y negra, ¿Ángela?; un hombre de traje de tés claras con el cabello oscuro, ojos marrones tiene cierto parecido con mi padre y es el hombre desconocido con el que no he podido hablar en ninguna de mis pesadillas.

¿Conozco a ese hombre?

Un ruido me saca de mis pensamientos y me pone alerta. Salgo lentamente con el retrato en mi mano derecha, bajo las escaleras y escucho sollozos. Me dirijo hacia la sala de estar, que si no fuera por la chimenea estuviera a oscuras. Hay alguien arrodillado en el suelo sosteniéndose la cabeza y llorando sin parar.

-¡Esteban o quien sea quien me allá metido aquí, sácame!- pide entre gritos y llanto -Ya entendí, en serio ya entendí... Sé que no los pude salvar pero dejen me de torturar, el vivir 16 años y los que me quedan, sabiendo que no los pude salvar es suficiente tortura.

Sus palabras me descolocan, pero decido quedarme callada para seguir escuchando ya que no se ha dado cuenta de mi presencia.

-Sé que no pude salvar a mi familia, sé que no pude salvar a mis nietos, sé que fue inservible pero ya fue suficiente, por favor- sigue llorando.

Yo también comienzo derramar lágrimas porque creo que ya sé quién es -¿William?- pregunto, y su respuesta es levantar la cabeza y mirar hacia atrás. Hacia mí.

William Miller frente a mí.

Mi abuelo.

¿Esto es un sueño o es que puedo hablar con muertos?

🔹🔹🔹

Hola, Hola
Parte 1 del maratón
Las muchachas ful Team Noriadna✨
Mérida siempre se preocupara por la princesa😌
El pasado siempre atormenta a las almas en desgracia... ¿Pero que pasaría si está alma en desgracia sigue viva?
De la neblina quiere escapar el pasado y nadie es capaz de detenerlo.

Nos vemos en unos segundos...

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