🔥Capítulo 25🔥
Comenzó el juego.
Ariadna
-¿Nunca puedes dejar de meter tu nariz donde nadie te llama?- le pregunto a Harry.
-No voy a volver a repetir la pregunta Ariadna- exige el pelirrojo.
-Ella no te tiene que darte explicaciones- habla Noah.
-No estoy hablando contigo mocoso, estoy hablando con ella.
Noah me suelta de entre sus brazos, ya extraño sentirlos a mi alrededor pero entiendo que no es el momento.
-No le hables así- le advierto al pelirrojo -Y él tiene razón yo no tengo porque darte explicaciones.
-Tal vez a él no- dice mi hermano asomándose por la puerta -Pero a mí sí. Hola Noah- saluda con alegría sospechosa -Los estábamos esperando.
El chico a mi lado y yo compartimos una mirada dudosa, y entramos. Todos están ahí, los hermanos Hartmann, los hermanos Roberts, los hermanos Bryant, Luna, mi madre y Steven.
-¿Nos volvieron a secuestrar?- me cuestiona Noah en el oído.
Su pregunta me da gracia, aunque en realidad no sé la respuesta.
-¿Qué hacen aquí?- interrogo.
-Te lo dije, hoy se infiltra Kim- me recuerda mi madre.
-Sí, pero ¿Por qué todos están aquí?- vuelvo a preguntar.
-Les dije que éramos un equipo ¿o lo olvidas?- espeta Emily.
-Ya va, ¿me están diciendo que todos van a trabajar en este maldito plan?- Asienten -¡¿ACASO ESTAN LOCOS?!
-Ariadna...- trata de hablar Alexa.
-¡No!- la interrumpo -¡¿CÓMO SE VAN A METER EN UN PLAN TAN PELIGROSO Y CON ESAS PSICÓPATAS?!
-Porque somos tus amigas- responde Luna.
-¡¿Y solo por qué son mis amigas arriesgaran su vida?!- grito -¡¿Si yo me tiro de un maldito cerro también se tiran por qué son mis amigas?!
Ellos no pueden hacer esto, ellas no tienen piedad y si sale mal, nosotros no seremos los únicos que tendremos que huir si se involucran.
-Alexander puedes por favor hacer a tu hermana entrar en razón- le pido.
-Yo estoy de acuerdo, con ayudar- me informa.
-¡DIOS! ¡¿QUÉ MIERDA LES PASA POR LA CABEZA?!- grito -¡SI ESTO SALE MAL TENDRAN QUE HUIR! ¡NO VOLVERAN A TENER UNA VIDA NORMAL!
-¡No tenemos una vida normal, Ariadna!- me grita Alexa.
-¡No harás que cambiemos de opinión Ariadna, así que ahórrate tus comentarios!- exclama Luna.
-¡¿Ustedes están permitiendo esto?!- le pregunto a mi madre y hermano -¡Respondan!
-Ariadna cálmate- me pide Mérida, acercándose a mí.
-Ni te atrevas a meter te Mérida, ya no estamos en la época que evitabas los problemas- le advierto -¡¿Acaso no aprenden?! ¡Primero papá, William y Ángela, luego Alfons! ¿Ahora quien va morir? ¿Luna? ¿Alexa? ¿Mateo? ¿Emily? ¿Noah? ¿Alexander? ¿Quién se va a sacrificar en la hoguera de la muerte?
Siento la cólera subir por cada parte de mi ser, quiero explotar de rabia, ellos no entienden a que se enfrentan. No quiero llevar más muertos en mi conciencia y mucho menos si son personas que no se lo merecen.
Mis manos me piden a gritos que saque mi rabia y poder, mis ojos se están calentando y yo solo trato de contener al monstruo que quiere salir.
-¡Ariadna ya fue suficiente!- pide Harry.
-¡Tu padre murió en tus brazos Harry y sigues aquí! ¡Hazte el favor de abrir los ojos he irte!
-¡Y tu hazte el favor de callarte la boca!- responde.
Mis ojos deben estar completamente naranjas, no pienso bien mis acciones solo sé que me acerco a él con la intensión de partirle la cara. Pero en mi camino se interpone Noah, sostiene mi cara con sus manos y busca que lo mire.
-Ya es suficiente Ari- me susurra Noah.
Mi respiración acelerada comienza a disminuir igual que el naranja de mis ojos.
-Bien, así está bien- sigue susurrando y acariciando me el cabello. Yo me concentro en sus ojos para poder calmar mi ira, me sostengo de sus brazos he incluso clavo mis uñas en su piel, pero no se queja -Sube y date un baño, cuando estés más calmada vuelves, por favor- me pide.
Tiene razón con la ira no puedo hablar, solo podría lastimar a alguien. Así que hago lo que me pide.
Subo las escaleras contando números en mi cabeza para relajarme, cuando entro al baño azoto la puerta. Me veo en el espejo, los mismo ojos naranjas llenos de rabia me juzgan; juzgan dejar me llevar por el dolor y la rabia. Estos luego vuelven a mi gris natural, solo que esta vez llenos de tristeza y frustración.
¿Por qué mi vida no puede ser normal? ¿Por qué no puedo sentirme todos los días como me sentí en el lago? ¿O cuando bailaba con Alfons en el gran salón? ¿O cuando Harry y yo leíamos toda la tarde? ¿O cuando veo y hago cualquier cosa con Steven sin preocuparme de mí alrededor?
¿Por qué tiene que ser así?
Luego de tomar un baño, voy con mi bata de baño hacia mi cuarto, cuando entro puedo ver a mi madre, Mérida, Emily, Alexa y Luna.
Mi mirada fría y hostil es la que reciben -Creí que ya había dejado mi opinión clara- rompo el silencio.
-Sí, pero no nos dejaste dar la nuestra- dice Mérida.
-No vengas con democracia en este momento Meé, lo que ustedes quieren hacer es un suicidio.
-Ariadna yo vi todo esto en mis visiones. Estaremos bien- confiesa Emily.
-El futuro siempre puede cambiar, el pasado no, si alguno de ellos mueren no van a revivir.
-Correremos el riesgo- informa Luna.
-Ariadna nadie los está obligando a estar aquí- me dice mi madre -Están aquí por voluntad propia, ellas quieren ayudarnos. No las alejes por ello.
-Cada persona que entra en esta vida siempre sale con una cicatriz- advierto. Todas las presentes me miran seguras de la decisión que están tomando -¿No hay nada que pueda hacer para que cambien de opinión?- niegan con la cabeza -Bien- acepto frustrada -Pero si en cualquier momento quieren alejarse, retirarse o cualquier cosa, pueden hacerlo nadie las juzgara.
-Trato hecho- afirma Alexa.
-Bueno voy a ver las galletas ya que todo quedo solucionado ¿Vamos Emi?- pregunta mi madre a la más joven. Ella asiente y salen del cuarto dejándonos a Mérida, Alexa, Luna y a mí.
Ellas me dan una sonrisita picara que me confunde -¿Qué?- pregunto.
-No te hagas la mensa como cuando te comías los bombones a escondidas- me regaña Mérida.
-Todos aquí sabemos que te besaste con Noah- me dice Alexa.
Mi rabia había bloqueado ese recuerdo completamente de mi cabeza.
Mi primer beso fue con Noah Bryant, fue dulce, tierno, intenso, fue con él y no puedo estar más feliz por ello.
Fue simplemente increíble.
-¿Te sonrojaste?- cuestiona la morena -¡Te sonrojaste!- señala mis mejillas.
-¿Fue el mejor beso que te han dado en tu vida?- Alexa levanta sus cejas de forma rara.
-Es el único beso que me han dado en mi vida, porrista- respondo.
En un movimiento rápido las tres se levantan de sus asientos -¡¿QUÉ?!- chillan al unísono.
-Noah me dio mi primer beso- confieso sin pena.
Se crea un silencio que me resulta incómodo, ellas solo me ven con los ojos como platos y la boca abierta.
-Se les van a meter moscas, si no cierran la boca- rompo el silencio nuevamente.
Ellas reaccionan y comienzan a caminar en círculos.
-No pudo creer que nunca habías besado a nadie- exclama la periodista.
-¿Por?- pregunto.
-¿Acaso tú no te vez? Eres absurdamente hermosa- agrega la porrista -Si fuera del otro bando yo ya te hubiera manoseado.
-¿Por qué nunca habías besado?- pregunta Meé.
-Porque nadie me gustaba y los que trataban les rompía la mano, por mensos.
-¿Por qué Noah es la excepción?
Yo no respondo, solo las veo y ellas esperan mi respuesta.
-Mejor salgan que tengo que cambiar me.
Ellas ríen, pero salen del cuarto para dejar que me cambie.
¿Por qué Noah es la excepción?
Esa pregunta se repite una y otra vez en mi cabeza.
Solo le encuentro una repuesta y es que ese chico me encanta, me encanta su sonrisa, cuando me coquetea, como me ve, como me hace sentir, sus pasa tiempos, su determinación. Recuerdo perfectamente que se sintió estar en sus brazos, sus labios en los míos, lo tierno e intenso que fue, lo increíble que fue conmigo hoy. Eso hace que ponga una sonrisita tonta.
Pero no puedo evitar sentir miedo de la realidad, él no se merece alguien como yo, hay alguien en este pequeño mundo que lo espera y yo no seré lo que se interponga.
Después de arreglar me comencé a imprimir las fotos que tome hoy, ya que aún no estoy de humor para bajar a enfrentar esa realidad. Todas quedaron muy bien.
La foto de Noah distraído quedo increíblemente bien, decido colgarla en mi muro de luces, ahí tengo todo tipo de fotos. Coloco la foto entre una de Alfons y otra de mi papá.
Dan dos golpes en la puerta -Pase- doy permiso, mientras retoco una imagen en mi computadora, logro ver como colocan un plato de galletas en mi escritorio -Gracias mami ¿Cuándo Kim vaya a entrar me avisas?
Mi silla se voltea para poder ver a Noah apoyado con una rodilla en el suelo, este acaricia mi mejilla y me da una sonrisa coqueta que me paraliza.
-Quiero escuchar algo primero, y tiene que venir de tus labios- yo alzo una ceja ante su petición -¿Te gustó tu primer beso?
Noah
Después de cambiar me, con la ropa que trajo Mateo salgo del baño, pero soy interceptado por Harry.
-¿Qué pretendes?- me pregunta.
-Te podría preguntar lo mismo, pero yo no voy por la vida haciendo preguntas obvias- alza una ceja -Es obvio que a mí me encanta Ariadna y es obvio que tú te mueres de celos, y no como los celos de un hermano o un padre. A ti también te gusta.
-Estas diciendo babosadas ¿te das cuenta?
-Si yo estuviera diciendo babosadas como dices tú... No estarías aquí preguntando cosas obvias- contesto -Con permiso- digo pasando por su lado y golpeando su hombro apropósito.
Me siento con Mateo y Alexander, vemos como Emily y la Señora Miller bajar las escaleras.
-Si allá arriba solo están las chicas, deben estar hablando del besote que le diste a Ariadna- dice Mateo.
-Ni siquiera voy a preguntar, como saben eso- exclamo.
-¿Quieres que agudice mi oído y escuche?- me pregunta Alex -Este brazalete está lleno de sorpresas.
-Eso es invadir su privacidad- regaño.
Mateo me da un golpe en la cabeza -Hazlo- y le pide a Alexander que escuche.
Es malo escuchar conversaciones ajenas, pero mentiría si digo que no quiero saber lo que piensan.
Alexander cierra los ojos, y toma del vaso de agua que está enfrente de él. Este mismo hace una expresión de sorpresa y se ahoga con el agua, tomo una de las servilletas de la mesita de café del frente y se la paso.
-¿Qué escuchaste?- le pregunta mi hermano.
-Amigo tú fuiste su primer beso- me dice.
¿Su primer beso? ¿Yo fui su primer beso?
Sonrió de par en par al saber que solo yo he besado esos labios y he tenido el placer de ser el primero y único.
-¿Le gustó?- pregunto.
-No respondió- dice Luna bajando por las escaleras con Alexa y Mérida.
-Alexander recuerda que tú no eres el único que puede escuchar a lo lejos- le recuerda Mérida -Y además que es de mala educación.
Levantamos nuestras manos en forma de rendición.
Emily sale de la cocina con un plato de galletas y los pone en la meza, todos los presente toman una y cuando yo voy a hacer lo mismo, recibo un manotón de parte de mi hermana.
-Roxan quiere hablar contigo- avisa.
Me levanto del sofá yendo a la cocina.
-¿Necesita algo Señora?- cuestiono al llegar.
-¿Me haces el favor de llevarle ese plato de galletas a mi hija?
-Si claro- contesto tomando el plato. Pero ella toma mi muñeca evitando mi salida, hace la presión suficiente como para que duela y me mira con una sonrisita inocente.
Comienzo a sentir miedo ante sus acciones y forma de mirar.
-Eres un buen muchacho Noah, creo en tu hermana y en mi hijo. Pero sin importar lo que diga el futuro, te recomiendo que trates como un caballero a mi hija- me advierte. Yo solo asiento con la cabeza a todo lo que dice -Y no me digas señora cariño, no soy una anciana.
-¿Puerta?- pregunto, refiriendo me a la habitación.
Si de alguien realmente se debe tener miedo en esta casa es de esta mujer, pero aun así también impone respeto.
Igual que su hija.
-La segunda puerta, tiene unas calcomanías de Pucca y Garu- informa.
Salgo de la cocina y subo las escaleras, llego a la puerta que tiene las calcomanías.
Muy ruda pero con calcomanías de Pucca y Garu.
Doy dos golpes en la puerta -Pase- da permiso, abro la puerta y logro ver su habitación.
Las paredes son blancas, su cama es matrimonial con una cabecera de madera oscura, tiene en una pared con luces de navidad, con fotos colgadas en ellas, un espejo con luces led en tono rosa, un librero repleto y un escritorio azul con una silla rosa giratoria en la que está sentada. Mientras retoca una imagen en su computadora no se ha dado cuenta de mi presencia.
Coloco el plato de galletas en su escritorio -Gracias mami ¿Cuándo Kim vaya a entrar me avisas?- dice.
Volteo su silla para que me pueda ver, me agacho y afinco con una rodilla en el suelo para quedar a su altura, acaricio su mejilla y aunque su rostro no muestran sorpresa, sus ojos sí.
Mi lado coqueto se activa -Quiero escuchar algo primero, y tiene que venir de tus labios- alza una ceja ante mi petición -¿Te gustó tu primer beso?
-¿Cómo sabes que fue mi primer beso?- me pregunta.
-Digamos que hay un lobito chismoso, entre nosotros- respondo.
Ella pone los ojos en blanco, su expresión me parece tan tierna que solo me dan ganas de besarla otra vez.
-No has respondido mi pregunta- le recuerdo.
-¿Tu qué crees?- cuestiona, mientras toma una de las galletas del plato y la lleva a su boca.
No me tientes
-Yo creo que te fascino- respondo con picardía.
Ella se levanta de su silla y va hacia la pared con fotos -¿Te gusta mi nuevo modelo?- señala una fotografía.
Me levanto, voy hacia ella y me coloco detrás. Se refiere a una foto mía rodeada por dos fotos.
Al lado derecho tiene la foto de un hombre castaño claro, barba, de piel blanca, ojos grises, tiene una niña residenciada entre sus brazos y parece haberse tomado en un hospital; al lado izquierdo la foto de un hombre de sin cabello, piel oscura, robusto y un rastro de barba, el hombre tiene una postura rígida y una leve sonrisa.
Ella parece notar donde está mi atención -Este es mi papá Alfons- señala la foto de la izquierda, con una sonrisa triste -este es mi papá Esteban- señala la foto de la derecha, solo que esta vez le costó más pronunciar las palabras -Y este es el bobo que me dio mi primer beso- señala mi foto, en donde salgo sin camisa y con mi guitarra.
-En ese caso no me arrepiento de ser un bobo- admito.
-¿Y sabes lo peor?- enarco un ceja -Que me gusto el beso de ese bobo.
Y ahí está lo que quería escuchar.
Pongo una mano en su cintura y la acerco a mí, su espalda choca con mi pecho.
-No comiences que esta vez si te rompo la mano- me advierte.
-Va valer la pena.
-No creo, porque ya confirmamos que en esta casa todos son unos...- deja en suspenso -¡CHISMOSOS!- grita dándose la vuelta.
Escuchamos como todos comienzan a bajar las escaleras con velocidad, comenzamos a reír.
-¿Cómo sabias que estaban ahí?- pregunto.
-Porque son unos chismosos- repite.
Ella se acerca a su escritorio toma una galleta y una foto, me la entrega.
-No puedes tener una foto mía, pero sí de nuestros píes- ríe.
-Que romántica- bromeo y me empuja un poco -Está junto a la otra son mis tesoros más preciados.
Y no digo mentiras si son mis tesoros.
No logro darme cuenta del movimiento ni del momento, pero si siento una leve presión en los labios. Cuando reacciono puedo ver cómo sale de la habitación con el plato de galletas y a toda velocidad.
¿Me beso?
Hago una pose de victoria brinco y salto feliz, para luego salir de la habitación, al bajar las escaleras veo a la mayoría menos, Harry, Steven y Jacob.
-¡Ya llego!- grita Jacob desde el sótano y todos bajamos.
Todos bajamos las escaleras con rapidez, al llegar al sótano podemos ver las calles a través del monitor, y a la supuesta Kim caminando por ellas.
-Kim nunca apagues el hechizo- le pide Harry.
Gracias a la bocinas podemos escuchar su voz -Como si pudiera... La única forma de apagarlo es muriendo.
Todos nos sentamos en la mesa, viendo el monitor.
Llega el momento de la verdad el desenlace, comenzamos a ver como varios hombre la rodean sin dejarle escapatoria.
-Kim mátalos- pide Steven al micrófono.
-¡¿QUÉ?!- preguntan muchos en la sala.
-Así son las cosas aquí- nos dice Ariadna -Todavía están a tiempo de salir del juego.
Vemos como la chica rompe el cuello de los hombres con solo un movimiento de mano, esto parece sacado de una película de miedo.
Alexa suelta un chillido, Alex cierra los ojos, Luna voltea la cabeza, Emily hace una mueca y Mateo abre los ojos de par en par, pero para mi sorpresa yo no me inmuto ante la acción.
Vemos como un hombre se acerca a Kim a paso lento paro firme.
-Tienes talento chiquilla- al escuchar la voz del hombre la familia Miller se tensa.
-Erick- dice sin aliento Roxan.
¿Quién es Erick?
-Veamos cuáles son tus limites- exclama el hombre.
De repente todo en los monitores se ve oscuro, no se escucha nada.
-¿Kim? ¿Kim?- pregunta Steven en el micrófono.
-Comenzó el juego- dice Ariadna sin quitar sus ojos de la pantalla ganándose la mirada de todos. Ella sonríe y niega con la cabeza, toma una galleta del plato -No digan que no se los advertí.
🔹🔹🔹
¡HOLA, HOLA!
Capítulo 25
Se rompieron algunos cuellos, pero así son las cosas en este juego
Noah no se inmuta ante tales imágenes... En el fondo sabe sus orígenes👑🦁
🧡Los ojos naranja te juzgan🧡
🖤Pero los grises estan llenos de tristeza🤍
Comenzó el juego... Y solo los más fuertes sobrevivirán⚰️
¡CHISMOSOS!🤣
Nos veremos pronto...
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