🔥Capítulo 16🔥
Me gustaría verte intentarlo
Alexandra
Horas antes...
Luna y yo entramos a mi casa, Alex está en el sofá jugando Mortal Kombat.
-Buenas- saluda Luna.
Alex se percata de nuestra presencia y se pone una mano en el pecho -Creí que era la rara de Ariadna, solo es la periodista- dice aliviado.
Luna lo mira con confusión y yo solo siento cólera por las idioteces de mi hermano -¿Y si fuera ella qué?- le pregunto.
-Sabes lo que pienso de ella- contesta -nos es normal.
-¿Y tú si lo eres?- le pregunta Luna a mi hermano.
Antes de que mi hermano diga alguna tontería y Luna reaccione mal, decido hacer lo importante -Luna vamos a hacer la tarea, no le hagas caso.
Subimos las escaleras y llegamos a mi cuarto, nos instalamos y decidimos comenzar. Nosotras decidimos la mitología Nórdica.
Cuando terminamos el trabajo, decidimos hablar un rato.
-Pronto volveré a casa y eso me aterra- informa Luna.
-¿Por qué? ¿Sigues teniendo problemas con la sed?- pregunto.
-No- responde -Pero eso no evita que tenga miedo de lastimar a mi padre, él es todo mi mundo.
-No lo harás- le digo -Los Miller y yo te ayudaremos, no estás sola periodista.
-Cambiemos de tema- pide -¿Qué tiene tu hermano contra Ari?
-Tiene sospechas de que es especial, cree que puede hacernos daño.
-Si puede, pero no lo hará o no intencionalmente.
-Lo sé- digo -Ariadna nunca ha tenido amigas Luna, ella le cuesta decirnos los problemas y eso solo la afecta, no es bueno que siempre se guarde las cosas.
-¿Y qué podemos hacer para que confié totalmente en nosotras?
-No sé, realmente no lo sé- confieso -le han hecho mucho daño.
-Debemos estar para ella porrista, como ella nos está ayudando.
Seguimos hablando por un rato sobre el tema.
Acompaño a Luna hasta la casa de los Miller, al entrar esta Roxan en su computadora, no hay rastro de Steven desde que hizo el numerito de hermano mayor.
-Hola Roxan- nos acercamos.
-Hola chicas ¿Hicieron toda su tarea?- pregunta.
-Si- responde Luna.
Puedo ver atreves de las ventanas a Steven, solo en el enorme patio está mirando el atardecer.
-¿Qué tiene?- pregunto señalándolo.
-No me quiso decir- responde Roxan -Seguro es por lo que paso con Ari.
Decido salir al patio por una extraña razón, me acerco -¿Steven?
El alza la cabeza para verme -Hey- saluda.
-¿Estas bien?- interrogo.
El menea la cabeza y yo me siento a su lado.
-Es por lo que paso con Ariadna y mi escenita de hermano mayor- admite, su tono es desanimado muy diferente al Steven que conozco.
-Si fuiste un idiota- le doy la razón.
-Lo sé.
-Vamos, cuenta me- pido animándolo -tal vez puedo ayudar.
-Siempre he velado por el bienestar de mi hermana- comienza -La amo con todo mi corazón, es lo mejor que tengo. Y la he visto tantas veces destruida, la he visto llorar, la he visto explotar, la he visto en todas las facetas de alguien roto.
Escuchar lo decir eso, me hace recordar cada maldita luna llena. Como tengo que dejar a Alex encadenado en árboles mientras se le rompen cada uno de sus huesos.
Mi gemelo
-Siento que algún momento no podrá más, no podrá levantarse- me dice -Y por eso trato de evitar su dolor. Porque si un día simplemente no se puede levantar, dudo que yo lo haga.
-Ella es una guerrera Steven, ella siempre se levantara- trato de calmar su angustia, diciendo lo obvio.
-Ari nunca se ha enamorado, y sé que este chico puede hacer que eso pase. Yo con mis propios ojos he visto lo que causa ese tipo de amor- se voltea y mira a su madre -Podrás verla fuerte y reír, pero una parte de ella murió con mi padre, Alexa, y todos los días que despierta sin él son un recordatorio de ello.
-Tu madre es una mujer fuerte, y tu hermana también- tomo su mano y me mira -Recuerda les que las amas y tu serás su motor para levantarse.
El aprieta mi mano -Gracias por estar aquí, Enana- me dice.
-No tienes que agradecer. Pero ¿Por qué me dices Enana?
-Alexa es obvio... eres diminuta.
-Steven Miller, no es mi culpa que seas un Poste.
-Yo no soy un Poste- se defiende.
-Steven eres estúpidamente alto ¿Cuánto mides 1,80? ¿1, 85?
-1,92- admite.
-¡POR DIOS! ¡YO APENAS MIDO 1,64!- exclamo.
-Ves, eres una Enana- sonríe.
Sigue burlándose de mi y mi baja estatura mientras me defiendo. A su rostro vuelve esa sonrisa común en él, alivio al verlo sonreír llega a mí.
Y nos quedamos viendo el atardecer.
Ariadna
¿Recordó? ¿Habrá recordado?
No lo sé, pero no pienso decir nada de lo que paso a nadie.
Steven entra y cierra la puerta -¿Qué es eso?- me pregunta señalando la bolsa de papel.
-Me lo regalo un el camarero que nos atendió ¿Creo que le guste?
-Obvio que le gustaste- me dice en su típico tono bromista -Deja me ver que no tenga nada.
Toma la bolsa y la lleva a la isla, abre un cajón y toma la poción Limpus para desinfectar el producto, le hecha una gota al delicioso sándwich de jamón y queso, la gota se evapora dando a entender que nunca estuvo infectado por algún hechizo u otra sustancia.
-Listo- me entrega mi cena.
-¿Y mamá?- pregunto.
-Otra emergencia en la oficina- responde y asiento con la cabeza.
Tengo mis grandes sospechas de que realmente no va a la "oficina".
-Voy a comer mi sándwich- lo pongo en un plato -Y dormir porque estoy agotada.
El asiente, me da un beso en la frente y se va.
Yo decido ir me a mi habitación, cambio mi ropa por mi pijama de flores.
Si, todavía tengo ese tipo de pijamas
Como mi sándwich y escucho música hasta dormir.
🔹🔥🔹
Estoy en la playa, siento la arena en mis pies descalzos y el viento soplando.
Hay una flor en el medio del todo, es hermosa.
Al tocarla un montón de imágenes llegan. Fuego, destrucción, dolor, odio, venganza, muerte, al soltar puedo ver que ahora está marchita.
-No tengas miedo- pide una voz detrás de mí. Me volteo para enfrentar a la persona que sea.
-¿Papá?- Esteban Miller está frente a mí, ese hombre que he visto en fotos tantas veces, ese hombre que lucho hasta que ya no pudo.
-Mi querida niña ¿No piensas darme un abrazo?
Corro desesperadamente hacia él, logro estrecharlo entre mis brazos, el miedo que sentía hace unos minutos se fue, ahora me siento en casa.
Él toma mi rostro con sus manos obligando me a mirarlo -Eres más hermosa de lo que un día pensé, eres tan o más hermosa que tu madre. Mi flor.
Ahí lo entiendo todo, esa flor hermosa, esa flor que ahora está marchita era yo -Papá no quiero ser como esa flor, no puedo- le suplico entre llanto.
-No lo serás mi amor, nunca lo serás- me abrasa fuerte, sin querer soltar me y yo tampoco quiero hacer lo, pero debo -Lucha, nunca pares de luchar. Tan hermosa y delicada como una flor...
Termino por el -Pero tan fuerte como sus raíces.
En ese momento despierto, mi respiración entre agitada y lágrimas rodando por mis mejillas. Veo la hora en mi teléfono, son la 4am. Me levanto y salgo al balcón de mi cuarto, limpio mis lágrimas y trato de tranquilizar me.
Siento a alguien mirando me y se perfectamente quien es.
-Tardaste mucho en hacer presencia, anciano- digo en un tono frio y molesto. Al darme vuelta está Harry, esos ojos verdes, su cabello pelirrojo, su pequeña barba, no ha cambiado en nada.
Me ve de arriba hacia abajo, para él debo ser otra persona. Cuando me vio por última vez no era ni la mitad de lo que soy ahora -Sí que cambiaste Ari- me responde con una sonrisa.
Por mi parte le doy la mirada más fría que puedo.
-¿Qué quieres?- le pregunto -¿Tuviste que obligar a un pobre mesero a regalar me un sándwich y a que me vigilara toda la tarde o solo que ese es tu nuevo pasatiempo?
-No dejarías que me acercara- se excusa -El chico que estaba contigo, iba a explotar de celos.
-Al grano- le pido, sin darle importancia a su comentario.
-Tú tienes algo que es mío, Prinz...
Lo interrumpo -Ni te atrevas a llamar me así Harry. Mi nombre es Ariadna.
Entro a mi habitación tomo su brazalete, salgo y se lo lanzo. Él lo atrapa sin dificultad -Rompiste tus promesas... Ya puedes irte- exijo.
-¿Hasta cuándo vas a estar así, fría y distante de la familia?- pregunta.
-No somos familia, una familia no se asesina entre ellos, ni se engañan.
-Tú no asesinaste a nuestro padre Ariadna.
-Tuvieron que dejarnos ir cuando tenían la oportunidad.
-¡Era un ejército, no iban a poder!
-¡PERO PAPÁ ALFONS SEGUIRIA VIVO!- siento la cólera en cada parte de mi cuerpo, mi cabello esta en llamas y mis ojos supongo que naranjas.
El recuerdo de Alfons me hace sentir culpable, me hace sentir un dolor en el pecho que me carcome.
Harry da dos pasos hacia atrás, y alguien abre la puerta de mi cuarto. Es Steven, este sale corriendo hacia el balcón -Ariadna respira, respira- me pice mi hermano tratando de reconfortar me -¡Vete de aquí Harry!
-Yo no...- El pelirrojo trata de hablar.
-¡QUE TE VAYAS HARRY!- Le grita. Harry desaparece en la oscuridad, y yo ya me estoy calmando.
Veo hacia mi puerta, mi madre tiene ve la situación y maldice, Luna solo es una espectadora más.
-¿Qué mierda paso?- me pregunta mi hermano.
-Tú ve una pesadilla, salí a tomar aire, apareció y peleamos- le explico.
¿Qué mierda hará Harry en Guilthestown?
-Ahora tú- señalo a mi madre- Me vas a decir que estas planeando junto al pelirrojo.
Bajamos a la sala, mi madre nos explica con lujo de detalle su plan con Harry.
Piensan infiltrar a una bruja, para que se gane su confianza. Cuando esta logre encontrar la flecha dorada que tienen, la traerá y habrá una batalla a muerte.
-¡ES QUE ES TU ESTAS LOCA!- Le grita mi hermano a mi madre. Luna está en su cuarto, pero seguro está escuchando todo, mi madre ni siquiera quiere vernos a la cara, y yo simplemente digiero la información.
-¡No puede ser que vayas a causar una batalla a muerte!- reclama Steven histérico.
-Eso no se compara ni a la mitad de cosas que ellas han hecho- se justifica mi madre.
-¡No me importa!- grita mi hermano -Mamá estas arriesgando tu vida.
-Lo sé- responde Roxan -pero no pienso parar, esas personas han hecho suficiente daño.
-¡Y yo no pienso perderte!- le alza la voz -¡Carajo mamá te dije que esto no era un buena idea!
Espera un segundo ¿qué dijo?
-¿Tu sabias que ella estaba trabajando con Harry y no me dijiste nada?- le pregunto a Steven, el baja la cabeza y ahora en la sala abunda el silencio -¡Responde Joder!
-Si- responde, sin mirar me -Si sabía.
-¡Y no se te ocurrió decir me!- le reclamo. Me siento traicionada, mi hermano, mi confidente, mi amigo, la persona en la que más confió no me dijo que mi madre planea una masacre.
-Ari...
-¡No! ¡Ahórrate tus justificaciones!- le grito, levantando me del sofá -Y a ti- señalo a mi madre -¡Si el idiota de Harry se acerca de nuevo a mí, lo quemo vivo!
Subo las escaleras hasta el cuarto de baño, tengo que bañar me para ir a la escuela.
Escuela... Noah.
Ahora que Noah sospecha de mi voy a tener que esconderme en los recesos para que no me haga las miles de preguntas.
¿Por qué todo tiene que ser complicado?
Después de arreglar me, desayunar y llegar a la escuela (por primera vez en la vida llegamos temprano). Estamos Luna y yo sentadas solas en el salón, nadie ha llegado aún -Mañana volveré a casa- me informa Luna.
-¿Estas segura que ya puedes volver?- cuestiono.
-Eso espero- contesta -No quiero que mi padre siga solo, no le gusta la soledad.
-Bueno sabes que siempre puedes contar con nosotros- le digo -te traeré todos los días sangre y puedes ir a casa cuando quieras.
-No sé cómo agradecerles.
-No tienes que periodista.
En ese momento entran unas tres chicas, una pelirroja, otra pelinegra y una rubia pelo pintado, la cual reconozco por haber molestado a Luna mi primer día de clases.
-Miren quienes tenemos aquí- dice la rubia -las raritas del salón.
-¿Qué quieres Fernanda?- le pregunta Luna.
Esta se acerca a mí y me toca el pelo, su mirada es de superioridad. Esta chica puede colmar mi paciencia.
-¿Te crees mucho?- me pregunta -Porque yo solo veo a una chica que necesita que la bajen de las nubes, porque te crees superior y a su amiga la mustia.
Yo me levanto de mi puesto, soy un poco más alta que ella -Uno, somos mucho mejor que ustedes 3 juntas, estúpidas - como diría mamá... "Si quieren ser arrechas, tú sé tres mil veces más arrecha".
Mamá y sus expresiones latinas
-Dos, yo solo veo a una chica que se ha pintado tanto el pelo, que se le quemaron las neuronas y además se cree mucho para la poquita cosa que es. ¿A quién crees intimidar? Solo das pena.
Trata de levantar la mano para cachetearme, pero la atrapo a tiempo y ejerzo presión -¡Suelta me!
-Vuelves a levantar me la mano y te va ir muy mal.
-¡Me estas lastimando!
-¡Ariadna! ¡Suelta la!- pide Alexa entrando a el salón junto a Alex y Noah.
-Ella no vale la pena- me dice Luna.
La suelto de un tirón, doy dos pasos hacia al frente y ella retrocede.
-¡Estás loca!- exclama frotándose la muñeca.
-Tú vuelves a meter conmigo o con cualquiera en esta escuela, y tu linda cabeza oxigena por la declaración ¡Quedara Calva!- advierto.
Y las tres chicas salen del salón a casi corriendo.
-¿Se puede saber que paso?- pregunta Alexa.
-Se querían meter con nosotras, pero Ariadna se defendió- explica Luna.
-No les hagan caso, ellas son así siempre- dice Alex -se creen las dueñas del mundo y no son la mitad de lo que se creen.
-Si ya lo note... No dejaría que me hablaran así, pero si le hubieran dicho algo a Luna le volaba los dientes- digo.
Luna me sonríe y le devuelvo el gesto.
-¿Estas bien?- me interroga Noah.
-Ellas no me pueden hacer nada- respondo.
-Alexa tenemos que hablar contigo- habla Luna.
-¿Qué pasa?- interroga la porrista. Yo la tomo del brazo y llevo al final de la sala.
-Harry está aquí- revelo en un susurro.
-¿El pelirrojo buenísimo?- pregunta.
-Si Alexa, ese mismo- dice Luna.
-¿Y que hace aquí?
Yo miro hacia donde están los chicos, nos miran confundidos.
-Solo te diré que mi madre y él estan trabajando juntos.
-Me explicas los detalles luego- me pide. Volvemos a nuestros asientos y vemos como poco a poco el aula se llena.
Noah está detrás de mí, puedo sentir como se acerca para hablar me al oído -Tu y yo tenemos una conversación pendiente- me dice en un susurro.
Su aliento en mi nuca hace que mi piel se ponga de gallina -No sé de qué hablas- me hago la desentendida.
-Sabes perfectamente de lo que hablo- responde -No podrás evitar me siempre.
El profesor Freites entra a el aula -Buenos día, la clase acaba de empezar.
Estuvimos todo el día entre clase y clase, hasta la hora del almuerzo. Yo realmente no quería salir, ya sabía que Harry me había seguido el día anterior y conocía muy bien lo límites de ese hombre.
Ninguno.
-¿Vamos almorzar?- pregunta Alexa.
-Las alcanzo luego- miento. Ellas me dan una mirada dudosa, pero no insisten y salen del salón.
Me quedo sola por unos minutos me pierdo en mis pensamientos, las mentiras de mi madre y hermano, Harry, mi padre, las brujas locas, Noah.
Noah... ¿tendrás miedo de mí?
¿Por qué ha de importarme si me teme?
¿Tal vez porque el chico me gusta?
¡NO!
El sonido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos, el chico de ojos azules y cabello negro en el que estaba pensando, esta recostado del marco de la puerta viendo me fijamente -No podrás escapar siempre de mí- me dice Noah.
-No estoy escapando- vuelvo a mentir.
El entra, cierra la puerta y se sienta enfrente de mi -¿Qué eres?- me pregunta.
-Un ser humano normal, ¿Qué eres tú?- le voy a da la vuelta a esto, lo confundiré.
-No me vengas con eso, tú y yo vimos esos recuerdos ayer... Esa niña eras tú.
-No, claro que no.
-Dije tu nombre.
-Hay muchas chicas a las que les puedes decir "Ari".
-Esa niña tenía tus ojos.
-Muchas niñas tienen los ojos grises- justifico levantándome de mi puesto para escapar como una cobarde.
Así no me crio Alfons... El me enseño a enfrentar el problema.
Pero me resulta imposible en este momento enfrentar este miedo... Miedo a que me tema.
Noah me detuvo tomándome de la mano, dándome la vuelta para que lo enfrentara -Dime que eres- me pide, con una voz fría, que en ese momento me pareció irresistible.
Baje la cabeza ya no podía sostenerle la mirada -Una chica común y corriente.
Él toma mi mandíbula entre sus dedos para que lo vea a los ojos y acorta la distancia entre nosotros, su mano nunca dejando la mía. Puedo sentir su respiración y ver perfectamente esos ojos azules que me fascinan.
Sí, me fascinan. Ya lo admití ¿Felices?
-No quiero tener que usar otros métodos para convencerte y que me digas la verdad- su tono es pícaro, para luego esbozar una sonrisa que desarmaría a cualquier chica.
Pero Ariadna Miller no es cualquiera.
-Me gustaría verte intentarlo- lo reto.
Él se acerca más su rostro al mío.
¿Mi primer beso?
Pero el sonido de la puerta nos interrumpe -No sabía que ya habrían alumnos esperando me- interrumpe una voz molesta.
-¿Qué haces aquí Harry?- le pregunto.
🔹🔹🔹
¡HOLA, HOLA!
Capítulo 16 😱
¿Estamos seguros que solo fue una pesadilla?
Harry arruinando el momento 😑
Papi Miller 😏😍
Lástima que está muerto 😭
Nos veremos pronto...
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