🔥Capítulo 11🔥
¡¿Mierda que he hecho?!
Luna
El domingo en la noche antes de dormir envié el periódico del colegio, para que mañana estuviera listo a las 12pm.
El lunes me levante, arregle, desayune y recogí mis cosas. Ariadna estaba dando gritos a Steven para que se apurara- ¡Steven, quieres por el amor a Dios apurarte!- grito Ariadna. Cuando Steve por fin estuvo listo salió de la casa como un desquiciado.
En el camino, cuando personas se cruzaban por mi lado, podía percibir el olor de la sangre, podía ver las venas de las personas a lo lejos.
Me llamaban, el apetito era una tortura
Un oyó comenzó a crecer en mi estómago, era desesperante no sabía cuánto iba poder estar así, sin probar una gota de esa sangre fresca.
Decidí no decirle a los hermanos Miller como me sentía, ya iba a pasar la molestia; era algo temporal.
¿O no?
Tenía que ser algo temporal, además antes de salir de la casa había tomado un poco de sangre, y Roxán me había preparado un termo de sangre para el almuerzo. Esta familia me está ayudando, como nadie nunca lo ha hecho, no quiero darles más problemas.
Al llegar a la escuela, Steven se dirige a su aula de clases. Ari y yo nos dirigimos a la clase de matemáticas, con el profesor Freites.
Al llagar podemos ver que el profesor no había llegado aún. Y ya que ciertos capitanes de los equipos deportivos estaban en el salón, el ruido era mil veces peor; y con ciertos sentidos agudizados y el hambre que tenía.
Pueden deducir que era una mala combinación todo junto.
-¡Ey por aquí!- grito Alexa en el medio del salón. Nos había guardado unos puestos junto a ella.
Ella era la única porrista de nuestro salón, pero igual todo el mundo se nos quedo mirando sorprendidos. No era normal ver a alguien como ella, con chicas calladas como Ari y como yo.
A Ariadna no le importó nada, que todo el mundo la estuviera viendo y se acercó. Ella siempre tan segura, en cambio yo me acerque con miedo e incomodidad.
-Hola chicas- saluda Alexa.
-Hola porrista- devuelve el saludo Ari sentándose en su pupitre -Así que el profesor no ha llegado ¿ha?
-No para nada- dice la porrista -ese hombre llega tarde a todo- ella hace una pausa, y comenzó a mirar me, algo preocupada -¿Estas bien?
-Solo estoy un poco agobiada- respondo restándole importancia.
-Es normal, pero poco a poco te vas a acostumbrando a la presencia de... tú ya sabes a tu alrededor- Ari susurra, yo solo le respondí con una sonrisa.
Y por fin llego el profesor, 20min tarde pero esta vez llego -Buenos días alumnos, disculpen la demora. Y por favor Señor Roberts bájese de la mesa que va a comenzar la clase.
Y después de que Alex se bajara de la mesa a regañadientes, la clase comenzó.
Steven
Era hora del almuerzo, ya el periódico había sido publicado.
Quede de almorzar con las chicas, para ver como seguía el proceso de Luna, y bueno, burlarme un poco de ellas. Solo las conocía de unos días pero era divertido burlarse un poco de alguien más que no fuera Ari.
-Hola niñas- me acerco con mi almuerzo a la mesa para cuatro en la que me había sentado con Ari toda la semana pasada.
-Hola pesado- dice mi hermana. Y le sacudo el cabello para que vea, que tan pesado puedo ser.
Me siento al lado de Alexa, la cual sonríe y por alguna razón el corazón me bombea más rápido que nunca. Veo que Luna está muy sería, mira hacia todos lados desesperada.
Esto no me está gustando
-¿Que tienes?- le pregunto. Ella esta tan desesperada que ni siquiera contesto mi pregunta.
-Esta así desde que nos sentamos- me avisa Ari -¿te tomaste todo el termo?
Luna solo asintió a la pregunta de mi hermana. En ese momento se escuchó un estruendo en todo el comedor. Era un chico se le había caído la comido y tenía un ligero corte en la mano, nada profundo, pero lo suficiente para que brotara sangre.
Me voltee para mirar a Luna, sus ojos poco a poco se vuelve de un color carmesí, las venas se le marcan alrededor de los ojos y la respiración se le acelera.
Ariadna la tomo de la muñeca donde tiene las pulseras, por nada del mundo dejaríamos que se la quitara en ese momento.
Luna cerró los ojos tratando de respirar, para calmarse, pero no funciono. Trato de quitarle la mano de la muñeca a Ariadna, eso solo hizo que apretara más la muñeca.
-Trata de calmarte- pido yo -Cierra los ojos y deja que Ari te guie hasta el baño ¿okay?
Luna hace lo que le pido y Ariadna se levanta para llevarla al baño, Alexa hizo un intento de seguirlas, pero la detuve inmediatamente, tomándola del brazo. Ella se giró hacia mí, y saque una poción de mi bolso.
-Esto la ayudara a calmarla- le digo dando le poción -saquen a todas las personas del que no haya nadie ¿okay, enana?
-Sí, poste- contesta ella para salir corriendo en la dirección hacia el baño.
Vuelvo a sentar me en mi puesto.
Al parecer comerás hoy solito.
Al parecer.
Unos minutos después, 2 chicos se acercaron.
Uno era rubio, ojos color café; inmediatamente lo reconocí. Era el niño popular/perrito, pero me sorprendió ver quien lo acompañaba. Ese cabello negro desordenado, esos ojos azueles, esa mirada de chico bueno, que tanto me agradaba cuando era niño; pero ahora me daba jaqueca.
Noah.
-Hola- saluda Noah cordialmente -Vimos que estabas un poco solo, y pensamos que, tal vez no te haría mal un poco de compañía.
Alexander me miraba, como si yo fuera un criminal y él, el policía.
Yo sonrió con superioridad.
Cree que puede intimidar me
Ellos se sientan -Bueno ¿Cómo te llamas?- pregunta Noah.
-Steven, Steven Miller- digo yo con un tono de seguridad.
-Eres el hermano de Ariadna- agrega Alexander.
-Sí, ese soy yo- les confirmo al rubio -¿y tú? ¿Tú eres mi vecino del frente si no me equivoco?
-Si ese, soy yo- repite lo que dije en un tono odioso. Noah le da un codazo, en una costilla, castigándolo por su tono. Eso solo hace que yo ponga una sonrisa maliciosa.
-Bueno...
Interrumpo a Noah -¿Qué es lo que quieren muchachos?- los 2 ponen una cara de confusión.
Saben que los he pillado
-Si no quisieran saber algo no estarían aquí- hablo -¿Qué quieren?
-¿De dónde conoces a mi hermana?- pregunta el perrito.
-De la fiesta- respondo.
-¿Y tu hermana tan rápido se hizo su amiga?- interroga el pelinegro.
-Al parecer- contesto yo -Eso me alegra, mi hermana es un poco... Diferente.
Noah me mira de analizando me -¿Yo te conozco de algún lado?
Su pregunta me toma desprevenido, no pienso responder sus preguntas. Muy mal hago en hablar con el -Creo que se acabaron las pregunta, vuelvan por donde vinieron- suelto molesto.
Alexander se tensa -Solo quiero que tú y tu estúpida hermana, se alejen de Alexa- gruñe literalmente Alexander.
¿Dijo estúpida?
Sí.
Este perrito no sabe en donde se metió.
-¡Alexander!- Noah lo reprende.
-No vuelvas llamar así a mi hermana, perrito.
Me miran con cara de sorpresa, los ojos se le sale de orbito y Noah se pone pálido.
Lo sabe
-Tú no sabes con quien te metes, y si quieres mi opinión tampoco querrás saberlo- digo yo, puede meterse con toda la escuela si quiere. Pero a mí y a mi hermana, nos respetan -Si tanto quieres que Alexa se aleje de Ari, tú te encargas de eso.
-¿Cómo fue que me llamas...?
Lo interrumpo -Tú no eres el rey de una manada, y tu hermana puede hacer lo que se le venga en gana. Y tu Noah, deja de apoyar a tu amigo en todas sus pendejadas, creo tú también estas bastante grande como para venir a hacer me este show.
Los muchachos no pueden decir nada, solo está en shock.
-Adiós Noah- miro Alexander, en forma despectiva -Adiós...perrito.
Veo como su cara se pone roja del enojo, yo me levanto. Siento como sus miradas se clavan en mi nuca.
Y salgo de la cafetería.
Ariadna
Al entrar al baño con Luna, hay unas cuantas chicas. Nos ven como si fuéramos bichos raros.
Lo somos
-Afuera todas- exclama Alexa, entrando -¡Ahora que esperan!
Todas salen del baño apresuradas, cuando estamos solas Luna abre los ojos. Siguen corrompidos.
-Ten tu hermano me dijo que ayudaría a calmarla- la porrista me da un frasco Neiknis.
-Si servirá- Me acerco a Luna, precavida de que no me ataque y dejo el frasco a su lado -Bébela, te ayudara tranquilizara tus sentidos.
Luna bebe toda la poción desesperada, cuando vuelve a abrir los ojos poco a poco van volviendo a su estado natural. Suspiro de alivio.
-¿Puedes decir me que me acaba de pasar?- pregunta Luna.
-Te estas acostumbrando a tus nuevos sentidos, y a la sed de sangre poco a poco podrás controlar todos y enfocarte- le digo en un tono tranquilizante.
-¿Y si no pasa? ¿Y si no me acostumbro?
-Lo harás- dice Alexa -Tú no tienes ningún laso con la persona que te convirtió, ya que él está muerto. Eso ya es una ventaja.
-Exacto- doy la razón, pero me doy cuenta de algo- ¿Alexa como sabes lo del laso al transformarse?
-He tenido buenas charlas con tu madre- contesta -quiero ser lo más útil posible así que le pedí unos libros a tu mamá.
-Me sorprendes porrista- informa Luna.
-Soy más que una cara bonita, chicas- dice ella en un tono orgulloso.
-No lo dudo- digo.
-Bueno, ¿Qué hacemos? ¿Volvemos a casa?- cuestiona Luna.
-No, todavía falta una clase- respondo.
-Si, además nos mandaron unos trabajos- dice Alexa -¿podríamos ir a tu casa a estudiar Ari?
-Mamá estaría encantada- digo saliendo del baño.
Las chicas me siguen -Perfecto le avisare a mi madre- dice la porrista.
🔹🔥🔹
Después de la última clase, ya Alexa tenía el permiso de su madre para ir a casa. Íbamos saliendo cuando Luna recibió un mensaje.
-¡Aahg!- esbozo frustrada -Tengo que pasar por dirección a retirar algo sobre un anuncio, que quieren en el periódico.
Las 3 nos dirigimos hasta la dirección -Esperen me aquí- dijo luna entrando.
-¡Alexa!- grito alguien atrás, haciéndonos voltear. Era su hermano y Noah.
¿Acaso nunca podían separarse esos dos?
-¿A dónde vas?- le pregunta Alexander a su hermana. Me mira un momento como si yo fuera un parasito.
¿No sabe disimular mínimo?
-Voy con mi amiga a estudiar- le informa su hermana.
-¿Entonces ya tienes amigos?- me pregunta Noah. Nos habíamos desplazado a un lado, los mellizos estaban peleando.
Por un momento pensé en no responder, pero fue mucha la tentación -¿No me digas que te molesta no ser el primero?- le pregunto con sarcasmo -Lo siento, mis amigos son muy bien seleccionados.
-¿A sí? ¿Y que tengo de malo yo?- cuestiono en tono retador y pícaro.
-Creo que te lo deje claro la última vez ¿no?
-Y yo te deje claro que no iba a descansar hasta conseguir mi objetivo- me recuerda él. Comenzamos a hacer contacto visual, por un momento me perdí en el azul de sus ojos pero...
-¡BIEN!- grito Alexa a su hermano.
-¡BIEN!- él le devolvió el grito, y se fue muy molesto.
-Bueno chicas creo que esa es mi señal para irme- avisa Noah para ir con su amigo, sin antes despedirse de la chica a mi lado -Adiós, mi rubia.
-Adios, idiota- responde ella.
Le lanza un beso y me guiña el ojo, le saco el dedo de corazón y se ríe el muy sínico.
Me acerco a la porrista -¿Qué paso?- pregunto, tratando de olvidar la sonrisa del idiota ese.
-Te lo cuento en tu casa, ¿la periodista esta lista?- cuestiona.
-No, ya se tardó ¿no crees?- en ese momento abrimos los ojos de par en par y abrimos la puerta de la dirección con desesperación.
Cuando entramos, solo pudimos ver a Luna anclada al cuello de la secretaria, viviendo su sangre con tal desesperación que algunas gotas del líquido carmesí salen por las comisuras de sus labios.
Cierro la puerta con seguro
-¡Luna!- exclamo preocupada de que allá perdido el control. Escucho el jadeo de sorpresa de la rubia a mi lado, esta pálida pero respira tratando de controlar los sentimientos
Ella pareció reaccionar al escuchar nuestra voz, nos muestra su rostro el cual recupera su forma natural, puedo ver las lágrimas y el miedo en sus ojos. Ver aquello me partía el corazón.
Ella no tenía que estar viviendo esto
Tiro al suelo a la pobre secretaria -¡¿Mierda que he hecho?!- dice ella.
Sus manos tiemblan y la voz se le rompe.
🔹🔹🔹
¡Hola hola!😅
Disculpen de nuevo la poca actividad por aquí
Pero ya les traje nuevo capítulo
Lunita, Lunita... Esperemos que aprendas pronto a controlar tus instintos
Nos vemos pronto...
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