Desde lo sucedido en la comida los jóvenes comenzaron con taijutsu, siendo Ren la vencedora, para muy pesar de Tobirama, y después pasaron al ninjutsu en donde el peliblanco retomó su sonrisa de superioridad.

—¿Ahora con armas?—pregunto la azabache a lo cual el muchacho dio un asentimiento.

Ambos tomaron su equipamiento, para sorpresa de Tobirama la chica tenía muchas armas de buen ver, y fijaron un blanco para cada uno a la misma distancia.

—Hagamos un trato, bueno mejor una apuesta.—dijo la pelinegra poniéndose en una posición de descanso.

Oh no, eso nunca terminaba bien para Tobirama. Su hermano y padre eran conocidos apostadores, sobre todo Hashirama, y cada vez que apostaba con el, aún sin su consentimiento, algo salía mal.

—Te equivocaste de hermano, Hashirama es el de las apuestas. No yo.

—¡Oh vamos!–sonrió—¡Será divertido!

Tobirama lo meditaba, ¿qué podría salir mal? Las posibilidades eran infinitas.

—Bien, será un trato.—dijo ella rodando los ojos—Si tú ganas yo responderé cualquier duda que tengas o haré lo que quieras durante el resto de la semana.

Arqueo la ceja, bueno había algo que tal vez quería, es decir, ella lo venció en taijutsu con aquellos movimientos majestuosos, fuertes y precisos. Tal vez podría pedirle que le mostrará cómo hacerlo, sería algo útil en el campo de batalla.

—Esta bien, Ren.—dijo sorprendiéndola—. Si yo gano me tendrás que decirme  y enseñarme el tipo de taijutsu que usas.

La chica asintió enérgica, ese taijutsu, el loto, era algo representativo de su clan, no por nada su insignia era una flor de loto. Si se casaría con el no le veía algo malo a enseñarle aquella técnica; de cualquier forma ella sería una Senju y el un Chiba en alguna forma.

—De acuerdo.—le sonrió de lado y pensó un momento, ¿qué podría querer ella de Tobirama?—Aún no sé que pedirte...

—Piénsalo bien, no hago esta clase de tratos con nadie.

Eso la dejo sorprendida, estaba comenzando a pensar demasiado, ¿qué la entrenará? No, sería innecesario ya que había aceptado hacerlo de buena manera. ¿Qué abandonara el compromiso? Imposible, era un acuerdo entre clanes, no podía fallarle a su padre.
Necesitaba pensar en algo simple y accesible, algo de lo que pudiera sacar beneficio.

¿Qué podría pedir?

En eso sus ojos se llenaron de brillo y una sonrisa salió de sus labios.

Aquello claramente asustó a Tobirama.

—Si yo gano deberás de darte la oportunidad de conocerme y dejar que te conozca. Además deberás de darme Flores de loto durante toda la semana.

—¿Para qué quieres flores de loto?—pregunto extrañado, ¿qué tenían las mujeres con las flores? Recordaba haber visto a su madre decorando su cabello o incluso su hogar con ellas. Pero nunca entendió el valor que estas tenían, sobre todo cuando su padre le obsequiaba flores.

—Me fascinan, en mi antiguo hogar era muy difícil conseguirlas, o al menos eso me decía mi padre siempre.—murmuró—En fin, ¿listo para perder?

Una sonrisa socarrona se instaló en el rostro del muchacho.

—Eso debería de preguntártelo yo, ¿no lo crees?

Ambos se vieron de forma retadora y con media sonrisa antes de comenzar a lanzar armas a sus respectivos blancos.

(...)

Ninguno de los dos podía creerlo, ¿cómo demonios habían empatado? Es decir, si, aquello era posible pero... ¿Qué hubieran quedado exactamente de igual forma sus blancos repletos de kunai's y shuriken?

—¿Entonces qué pasará con el trato?

—¿Eh? ¿Aún sigues con eso?–su voz salió con un toque de perplejidad—¿Te preocupa el trato más que el hecho de que lanzamos igual?

—Por supuesto, en verdad quería conseguir mis flores.—suspiro desanimada tomando asiento en el suelo.

—Bueno... Podríamos hacer algo al respecto.—le informó el joven y ella lo vio esperanzada—. Pero que quede claro que sólo lo hago porque quiero aprender ese taijutsu, me sería muy útil en batalla.

—De acuerdo, ¿qué propones?

—Yo consigo tus flores durante toda una semana y tú me enseñas ese taijutsu.–dijo simple a lo que la chica frunció el ceño.

—¿Y dónde queda la parte de conocernos más?—en realidad era algo importante para ella—. Estoy cansada de que me mires con desagrado o me ignores.

—Bueno, ya no lo haré.—le informó con seriedad el peliblanco—. No lo haré porque no me desagradas, Ren.

La chica lo vio con los ojos muy abiertos y un asomo se sonrisa se hizo presente en sus labios.

—Y lo de conocernos... Supongo que se irá dando con el tiempo. ¿No lo crees?—pregunto y se dio la vuelta dejando a la muchacha sentada en el suelo.

—Supongo que si.

—Después de todo no eres una niña mimada.

Y sin más se fue rápidamente, pensando en qué tal vez la chica podría comenzar a agradarle en verdad, sin presiones de familia o por su compromiso. Sino por ser ella, por ser Ren.

La chica se levanto del suelo soltando un suspiro y comenzó a quitar sus armas de aquel blanco con una sonrisa en su rostro.

Tal vez podría llegar a llevarse bien con aquel frío muchacho. Tal vez no era tan malo... Tal vez, y solo tal vez podrían convertirse en amigos.

Y si las cosas no iban a ser de esa forma al menos obtendría una semana de flores de loto ilimitadas.

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¡Hola!
Solo a mí se me ocurre actualizar un sábado a las 3:17am😂

¿Qué les parece hasta ahora la fic? ¿Les gusta? ¿Le cambiarían algo si pudieran?

¡Hasta la próxima!