Sorpresa
Anko y Kakashi corrieron hasta el segundo piso con la intención de abrir la puerta del cuarto de su jefe, pero al girar la perilla notaron que estaba con seguro.
-Ren, por favor abre, necesitamos hablar de esto- pidió su amiga.
-No puedes esconderte ahí para siempre- dijo el enmascarado esperando una respuesta.
Durante los primeros 5 minutos fueron pacientes, luego decidieron usar la fuerza bruta.
-¡CON UN DEMONIO REN, ABRE ESTÁ JODIDA COSA!- la mujer tiró una fuerte patada con la esperanza de que eso tumbara la estructura pero para su sorpresa apenas y le hizo un rasguño.
-¿¡DE QUÉ DEMONIOS ESTÁ HECHA ESA PUERTA!?- exclamó el hombre de cabello blanco, ya que en el pasado había visto a su compañera destruir cosas con solo un poco de esfuerzo.
Fue entonces que la voz del demonio se dejó escuchar.
-Si siguen así se fracturan algo, la madera de mi casa es especial, traída desde Australia-
Eso dejó a los menores en shock, ahora entendían que este problema no se resolvería a golpes.
De forma rápida Anko sacó del bolsillo su celular para buscar entre sus contactos a los músicos.
-De acuerdo, lo haremos a la mala, si no abres la puerta a la cuenta de tres, llamaré a tus bomboncitos de chocolate y les contaré de todas tus aventuras-
Esa amenaza provocó que Ren abriera la puerta, sólo lo suficiente para dejar su rostro a la vista.
-Maldita bruja, juro que si lo haces te mandaré directo al infierno-
La mujer de cabello morado le dedicó una tétrica sonrisa antes de contestarle.
-Bien, nos vemos allá- cuando estaba por picar el botón de marcar, el padre del año salió de su escondite a una velocidad envidiable detuvo las manos de su amiga.
-¡NO LO HAGAS, TE LO SUPLICO!- por desgracia el mayor aplicó tanta fuerza que hizo que ambos perdieran el equilibrio, yéndose directo al suelo, arrastrando al pobre Kakashi que trató de agarrarse de las paredes, pero fue en vano.
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Por otro lado, un florista que se veía realmente cansado, llegó a su departamento empapado gracias a la lluvia y parte del mar.
Con calma se retiró los lentes para luego dejarse caer sobre su cómodo sofá.
Estaba a nada de quedarse dormido ahí sentado, pero los toquidos a su puerta lo hicieron reaccionar.
Con algo de temor se acercó a la entrada, pero al oír la voz de su mejor amigo se relajó y con calma le permitió pasar.
-Oye, ¿cuál es tu problema?, te deje cientos de mensajes y nunca los respondiste, ¿acaso no te importa el estado de tu linda y perfecta sobrina?- dijo Black indignado.
Apenado, Takeo sacó su celular para ver reflejado en su pantalla todos los recados del espía.
-¡Lo lamento mucho!, ¿¡cómo se encuentra tu princesa!?- no podía creer lo descuidado que había sido y todo gracias a la pequeña escena que vivió con el jashinista.
Black alzó una ceja para después soltar un gran suspiro.
-Ella estará bien, el doctor dice que solo necesita guardar reposo por unos días-
-Gracias a Dios, mañana le mandaré una canasta con frutas, apuesto que eso le dará gusto- dijo Takeo con una pequeña sonrisa.
El mayor frunció el ceño para después darle un pequeño golpe en la frente a su compañero.
-¡Auch!, ¿¡por qué demonios hiciste eso!?-
-Porque se que algo te está matando por dentro y te niegas a decirlo- contestó el dragón con seriedad.
El hombre de cabello rosa se talló la cara sintiéndose derrotado, los poderes de Black eran más fuertes cuando su humor estaba por el suelo.
Takeo respiro hondo y con las mejillas sonrojadas escupió aquello que le daba tanta pena admitir.
-¡Ren y yo nos dimos un beso!-
Pero el espía no reaccionó en lo absoluto, solo le dedicó una sonrisa burlona, para después contestar.
-¿Y está es la parte en que debo fingir sorpresa?-
Esa oración dejó en shock al chico de las flores.
-Quita esa expresión, cualquiera al verlos juntos sabría que tarde o temprano, pasarían la línea de la amistad- señaló Black.
La cara de Takeo se tiñó de un fuerte color rojo, casi parecía que iba a explotar.
-¡A MI NO ME GUSTA REN, ADEMÁS, ES UN HOMBRE!-
El mayor colocó una de sus manos sobre la cabeza del más bajo, cómo tratando de calmarlo.
-La vida es muy corta para limitarte a las tontas reglas de la maldita sociedad, el amor simplemente llega, ese sentimiento va más allá de un simple género, es algo del alma, y si tú quieres estar con ese hombre tenebroso, con gusto te apoyo-
Esas palabras le dieron a Takeo una gran sensación de paz, tanto que su respiración se moderó, su cuerpo se relajó y el caos en su cabeza se despejó.
Black al ver el estado de su amigo decidió hacerle la pregunta.
-¿Te gusta Ren?-
Hubo una breve pausa, hasta que la voz del florista se dejó escuchar.
-No lo sé-
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Al día siguiente y por insistencia del espía, Takeo caminó hasta el taller de Ren, con la intención de disculparse por lo que le dijo en la playa y también rescatar su relación.
Se quedó unos segundos contemplando el lugar, ya que a comparación de otros establecimientos de motocicletas, el sitio del jashinista era enorme.
Y antes de que pudiera avanzar, una fuerte voz lo hizo dar un brinco.
-¿Necesitas ayuda?- preguntó Anko que llevaba varios papeles cargando.
Nervioso, Takeo se dió la vuelta para darle la cara a la chica que de inmediato lo reconoció.
-¡Oh, pero si eres el florista!- dijo la mayor sorprendida.
-Y tú debes de ser la mejor amiga de Ren, he escuchado mucho sobre ti- el menor le dedicó una pequeña reverencia.
La mujer de cabello morado estiró su única mano libre a modo de saludo.
-No seas tan formal conmigo, me haces sentir como una maldita anciana-
De forma rápida Takeo aceptó el gesto.
-Si estás buscando al inútil de mi jefe, me temo que llegaste un poco tarde, salió a ver un cliente, pero puedes esperarlo en su oficina, acompáñame, tomaremos un poco de café- y así la chica guió el camino.
Al llegar al cuarto el menor se podía ver ansioso.
-¿Esto no le molestará a Ren?-
-Para nada, además dudo mucho que ahora tenga energía para pelear- dijo Anko en un tono burlón recordando como gran parte de la noche su amigo no paró de gritar, maldecir y correr por la casa, como un verdadero demente.
-De acuerdo- el chico tomó asiento y casi de inmediato su bebida fue servida.
La mayor se sentó en frente de él y en un intento por hacerlo sentir bienvenido comienzo con una agradable charla. Y a la hora ya podían bromear y contar una que otra anécdota del religioso.
Takeo colocó su taza sobre el escritorio y sin querer derramó un poco de ese oscuro líquido sobre unas carpetas.
-¡Ahhhhh!, ¡de verdad lo siento!- Takeo las levantó y sin querer varias hojas se desplomaron sobre el piso.
Anko se aguantó la risa al ver aquella torpeza, ese joven tenía un gran encanto.
-No te preocupes, son solo las cuentas de Ren, información de lo que gana, ya sabes, cosas aburridas-
El florista mientras ordenaba su desastre, se detuvo en uno de los documentos, ya que la cifra llamaba mucho su atención.
-Entiendo, esto es lo que Ren gana en un año-
-No, eso es lo que ese idiota gana en un mes-
Hubo un largo silencio, hasta que el menor soltó un grito tan fuerte que asustó a todo el personal.
-¿¡ES UNA MALDITA BROMA!?, ¡SI ESTO ES CIERTO, QUIERE DECIR QUE REN ES RICO!-
-Me sorprende que no lo hubieras notado antes, ¿cómo crees que tiene esa casa, dos perros que comen como lobos, motocicletas de último año y el taller más grande de la ciudad?-
-¡Es que dijo que le daba asco el dinero!- se defendió Takeo, que no quería verse como alguien tan ingenuo.
-Es difícil de explicar, digamos que todo empezó cuando quiso darle una gran vida a sus hijos, invirtió y trabajo duro para llegar a esta posición, pero una vez que sus bebés fueron independientes, Ren decidió solo tomar lo necesario para llevar una vida cómoda, sin caer en la avaricia-
-¿Y qué pasa con el resto del dinero?-
-Yo me encargo de administrarlo, una parte lo tengo ahorrado y la otra se va a los trabajadores, ya a estas alturas debes de saber que mi jefe es un horrible demonio, pero aquí las personas pueden ganar el triple de su salario, por eso están dispuestos a aguantar la ira de esa mamá gallina- contestó Anko con una sonrisa.
Takeo estaba sin palabras, su amigo parecía una caja de sorpresas interminable.
La chica terminó su café, escuchando unas fuertes pisadas subir las escaleras.
-Prepárate, ahí viene tu amor-
Dos trabajos y cuidar de 13 mascotas, ya casi no me da tiempo de escribir, así que aprecien el capítulo por favor, que no se cuándo volveré a actualizar.
P.D: Esperó les guste ❤️✨❤️✨❤️✨
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