Mi cachorro
Luego de esa charla las cosas volvieron a tomar su curso. Solo que ahora con los mayores habían tenido que posponer su salida, que sus trabajos de verdad les estaban demandado tiempo.
Takeo tuvo que contratar empleados de medio tiempo para que le ayudarán con algunos arreglos, a Black le pidieron investigar a un político importante por lo que tuvo que salir de la ciudad indefinidamente, Ren por otro lado no paraba de cotizar encargos, los pedidos eran tan abundantes que obligó a sus amigos a quedarse con él hasta altas horas de la noche.
Fueron en total díez días de completo caos y desesperación. El jashinista estaba de verdad cansado, todo lo que deseaba esa mañana era poder dormir en su oficina.
Cerró los ojos esperando que su deseo se hiciera realidad, pero entonces la voz de Anko lo regresó a la realidad.
-Inutil, despierta, que ya tienes un cliente- dijo la amantes de los dangos mientras se tallaba la cara, demostrando que ella también estaba harta de la vida.
-Eso no es posible, les dije claramente a todos que no recibiría a nadie sin hacer la cita primero- murmuró el creyente.
-Pues dice que es una emergencia y que eres el único que lo puede ayudar- la chica se retiró indicando que haría pasar al sujeto.
Ren apretó los puños furioso de que no respetarán sus deseos. Y en un acto impulsivo sacó de su escritorio un afilado cuchillo con la intención de demostrarle a su invitado que nadie debía tomar sus palabras a la ligera.
Pero al momento de ver de quién se trataba el mayor se quedó completamente quieto.
-Buenos días, pido disculpas por presentarme de este modo, pero en serio necesito de su ayuda, señor- el hombre de grandes ojeras hizo una reverencia demostrando respeto.
Ren sonrió ante la presencia del menor.
-Vaya, vaya, pero si es el secuaz de ese maldito hijo de perra que me quitó a mi bebé, Uchiha Itachi- señaló el jashinista, dejando de lado su arma.
El menor alzó una ceja por aquella descripción, pero igual decidió no hacer un alboroto por eso, sabía muy bien que la rivalidad entre su jefe y ese religioso era complicada.
-Espero no molestarlo, Deidara mencionó que ha estado un poco ausente por el trabajo-
Ren abrió su chaqueta para tomar de está una cajetilla de cigarros.
-No te preocupes por eso, ahora dime, ¿cuál es la emergencia?- preguntó el mayor degustando su tabaco.
-Verá, mi hermano y su mejor amigo decidieron que harán un viaje juntos, al parecer recorrerán gran parte del país en motocicleta, pero me preocupa, y pensé que usted podría modificarlas, ya sabe, para que sean más seguras-
El creyente escupió el humo para empezar a hablar.
-Debo decirte dos cosas, la primera es que estoy impresionado de lo mucho que te preocupas por tu familia, es admirable, y lo segundo es que el trabajo que me pides no es fácil de realizar, es algo que se hace desde cero, incluye piezas costosas, sin mencionar mi tiempo-
El Uchiha agachó la mirada comprendiendo que era una petición demasiado ambiciosa.
-Lo entiendo, gracias por atenderme- el menor estaba por abandonar el lugar cuando sintió que una mano se colocó sobre su hombro.
-Por está vez haré una excepción, bajemos al taller y veamos qué modelos son los adecuados para esta aventura- dijo Ren guiñandole un ojo al Uchiha, haciendo que este se pusiera nervioso.
-Gra-Gracias- contestó Itachi.
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Una vez que seleccionaron la mercancía, el religioso tuvo que aislarse de los demás para empezar a hacer su labor.
Itachi que no quería perderse del proceso llamó a Kakuzu para pedirle el día libre, por suerte para la comadreja moreno le dijo que sí, con la condición de que se quedaría en la oficina todo el fin de semana para reponer las horas perdidas.
Para eso de las cinco de la tarde el pedido estaba más que listo.
Del cansancio Ren se dejó caer al suelo, sus manos tenían pequeños cortes por la aplicación de las herramientas, sin mencionar que toda su ropa estaba cubierta de aceite.
Itachi al ver el estado del mayor se le acercó para auxiliarlo, aunque al dar los primeros pasos los empleados trataron de jalarlo para que no se le acercara a ese demonio.
De algún modo, el chico se las ingenio para zafarse, para ir al lado del religioso, haciendo que este se apoyará sobre él para así ponerlo nuevamente de pie.
Cosa que asombró a todos, ya que las únicas personas que ese fanático permitía que lo tocaran eran sus hijos o sus mejores amigos.
Agradecido por el gesto del hombre de negocios, Ren invitó a Itachi a su casa para que pudieran firmar los papeles de compra y de paso beber algo de café.
El Uchiha aceptó la invitación, sabía que a pesar de todo, en el fondo ese religioso era una buena persona, por lo que no había nada que temer.
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-Hogar, dulce hogar, por favor pasa- dijo Ren abriendo la puerta principal de su hogar.
-Compermiso- el Uchiha avanzó por el pasillo hasta dar con la cocina y la sala.
-Ponte cómodo pequeño, en un segundo estoy contigo, solo quiero cambiarme de ropa- avisó el mayor mientras subía las escaleras.
Itachi recorrió la planta baja, deteniéndose en un estante que contenía las fotos de Ren con sus hijos.
Con cuidado sujetó uno de los portaretratos, examinando detenidamente la imagen, en dónde el jashinista abraza con fuerza a los músicos.
"Se nota que son una familia feliz" pensó el menor para colocar el objeto en su lugar.
Las pisadas de aquel peligroso hombre, lo pusieron alerta.
-Toma asiento, en seguida te llevaré algo de beber- dijo Ren, poniendo en marcha la cafetera.
-Está bien-
Itachi esperó unos minutos hasta que el jashinista le pasó una taza, y colocó sobre la mesa de centro un recipiente con leche y azúcar.
-Prepáralo cómo más te guste, en lo personal yo lo tomó oscuro- se sentó al lado de la comadreja para también disfrutar de unos minutos de paz.
Itachi estuvo en silencio un buen rato, hasta que las dudas lo obligaron a hablar.
-Señor Ren, ¿por qué es tan amable conmigo?-
-Podría preguntarte lo mismo, creí que me odiabas-
-¿Qué?, ¿por qué lo odiaría?-
-Bueno, tal vez porque traté de asesinar a esos paganos adictos al dinero- dijo el mayor recordando aquella vez que luchó cuerpo a cuerpo contra Kakuzu y Sasori.
-Admito que sí me molestó saber lo que les hiciste, pero todo eso quedó en el pasado, mis compañeros te perdonaron, no tiene sentido recordar aquel incidente-
-Entiendo, eres de esos chicos que viven en el aquí y el ahora-
Con calma, Itachi dejó el recipiente sobre el mueble, tratando de armarse de valor para confesarle algo importante al hombre de gran altura.
-Para ser honesto señor, yo de verdad lo admiro mucho-
Eso bastó para llamar por completo la atención de Ren.
-Sabe, crecí en un entorno algo complicado, madre solía ser callada, y mi padre era algo duro con la crianza, siempre tenía reglas demasiado estrictas, sobre todo conmigo, sin darme cuenta me convertí en su proyecto-
El jashinista frunció levemente el ceño, imaginando la clase de persona que era aquel Uchiha.
-Nunca pude salirme de sus parámetros, lo que usaba, comía o vestía debía ser aprobado por él, cuando salí de la preparatoria pensé que por fin sería capaz de seguir mi sueño pero decidió acomodarme en una buena universidad, para que pudiera tener un puesto importante en el mundo corporativo-
Itachi miró al frente donde reposaban impresos esos valiosos recuerdos.
-No odio mi vida, he logrado muchas cosas siendo lo que soy, pero cuando escuché las historias de Hidan y Deidara no pude dejar de sentir celos, ellos crecieron con una padre que los amo tal y como eran, un padre que siempre les demostraba afecto sin importar el lugar y los apoyó en sus metas sin importar lo locas que estás fueran-
El Uchiha tomó aire tratando de no perder la compostura, pues a pesar de ser un adulto, era una herida que todavía no lograba sanar en su totalidad.
-La razón por la que me siento cómodo a su lado señor, es porque me hubiera gustado tener un padre como usted-
Y entonces pasó algo increíble, Ren se había lanzado sobre el chico para poder capturarlo en un fuerte abrazo, cosa que de verdad aterró a la pobre comadreja.
-¡Pobrecito bebé, me parte el corazón saber que pasaste por cosas tan horribles, pero no te preocupes, capte tu mensaje, y por supuesto que la respuesta es sí!-
-¿De qué habla señor?-
-Con gusto aceptó ser tu nuevo papá-
Esa respuesta dejó a Itachi pálido, que trató con todas sus fuerzas de liberarse pero le era imposible, el jashinista lo tenía bien agarrado.
"¿Acaso es un oso!?" pensó el menor quedándose sin fuerzas, ahora comprendía porque los músicos siempre gritaban cómo locos al ser asfixiados por los enormes brazos del creyente.
-¿Cuál era tu sueño?- preguntó Ren sin soltar al Uchiha.
-Que-Quería ser policía, aunque a estas alturas eso es algo imposible, no tengo la condición física, ni los contactos adecuados- dijo Itachi para volver a retorcerse.
-Si todavía deseas hacerlo, yo puedo ayudarte-
El chico de las ojeras dejó de forcejear para levantar un poco la cabeza y mirar al mayor.
-Varias personas que están involucradas en la ley, me deben favores, si todavía lo deseas puedo hacer que te acomoden, también puedo entrenarte-
-¿Lo dice en serio?, ¿haría eso por mi?-
-¡Por supuesto, yo haría lo que fuera por mis niños adorados!- dijo Ren con una cálida sonrisa.
El menor se fue relajando hasta que decidió disfrutar del contacto.
Y en un acto algo infantil, el creyente comenzó a frotar su rostro contra el cabello del chico, algo en su aroma le resultaba familiar y nostálgico.
"Huele bien, es como una mezcla de lavanda y pino" cerró sus ojos, visualizando una fresca montaña, que lo guiaba hacia esa fragancia.
Ren abrió los ojos, soltando una extraña oración.
-Mi lindo cachorrito-
Itachi soltó una risita por las ocurrencias del padre sobreprotector.
-Lo siento, no sé porqué dije eso, solo salió de mi boca- confesó el fanático que no estaba seguro de dónde sacó ese nuevo apodo.
-Está bien, es algo lindo-
Con cuidado Ren liberó al chico para acercar se rostro a él, y descansar sobre la frente del Uchiha.
"¿Y si esto era parte del destino?"
Aquel tierno momento se apagó, ya que de golpe la puerta principal nuevamente fue abierta, pero ahora por los hijos de Ren, que llevaban en las manos grandes bolsas de plástico.
-¡Papá, trajimos la cena, helados y muchas películas de terror!- gritó Hidan con mucha alegría.
-¿Estás listo?, porque nos vamos a desvelar, hm-
Pero los menores quedaron en shock al ver aquella escena, en dónde su padre parecía estar demasiado cariñoso con el novio del bajista.
Itachi tragó saliva presintiendo que esto iba a terminar muy mal.
-¿Estamos muertos?-
-Me temo que sí- contestó Ren.
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Lo siguiente que pasó, es que los chicos problemáticos cargaron sobre sus hombros a la comadreja para luego arrojarla sobre el pavimento.
Itachi rodó un poco hasta que su cara detuvo el impacto.
-¡ALÉJATE DE NUESTRO PADRE, ASQUEROSO PERVERTIDO!- gritaron al mismo tiempo los músicos, para volver a dentro de su hogar.
El Uchiha se levantó del suelo, sintiendo que de su nariz escurría algo de sangre.
"¿En qué lío me he metido?"
Aquí les traigo el capítulo nwn ❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️✨❤️ espero les guste.
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