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Capítulo 16 || "Lo que esconde la oscuridad"


Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, nos ponemos nerviosos porque el cerebro activa una respuesta encaminada a reaccionar ante un cambio y lo consigue mediante hormonas y neurotransmisores que alteran el funcionamiento de ciertas partes del organismo, y supongo que esta es la explicación más larga que he ofrecido para no tener que admitir directamente que ver a Michael y a Jake acercarse a nosotras me pone los pelos de punta.

Desde aquella noche en la playa la actitud del correcaminos hacia mí ha sido mucho más serena, continuamos con nuestro pequeño juego en marcha pero la diferencia es que estamos dejándonos llevar por el proceso sin pensar mucho sobre victorias y derrotas.

Sus cuerpos nos cubren la brillante luz del sol que se proyectaba sobre nuestros rostros, estamos sentadas en los alrededores de la escuela esperando a que terminaran sus clases para dirigirnos hasta el centro de la ciudad y así conseguir ropa elegante para la fiesta que tendría lugar en nuestro instituto.

Se realizaría un evento para recaudar fondos y los estudiantes no tardaron en sacar ventaja de dicha situación para realizar una celebración por todo lo alto. Se supone que hay ir presentable, vestidos bonitos, tacones, trajes elegantes, esmóquines y todo ese tipo d tonterías, pero bueno, todo sea por el alcohol.

« Y por ver al bombón vestido de gala. »

En cuanto llegamos al centro comercial comenzamos a recorrer tienda por tienda esperando encontrar alguna con el tipo de prendas que necesitamos, veinte minutos más tarde estamos planteándonos abortar misión pero de repente notamos que varios chicos de la escuela pasan por nuestro lado con trajes en sus brazos, Jake va en busca de información y regresa diciéndonos que tiene el nombre de uno de los lugares donde podremos adquirirlos.

Casi vamos dando brinquitos cuando llegamos al local lleno de prendas elegantes, es bastante amplio porque se encuentra divido en secciones, una para la ropa masculina y otra para la femenina. Megan y yo nos proponemos encontrar el vestido perfecto así que revolvemos la tienda de arriba a abajo hasta dar con ellos. Con alrededor de cuatro vestidos en la mano mi mejor amiga se decide por un un conjunto de blusa corta de encaje rojo acompañada de una falda del mismo tono que cubría sus piernas con una caída suave, sus curvas se marcaban delicadamente sin llegar a apretarse en la fina tela y sinceramente se veía como una modelo de lo bien que lucía en aquella elegante ropa. Mi búsqueda no fue tan sencilla, pasado un rato seguía sin encontrar un vestido que se ajustara a mis gustos y estaba rabiosa con deseos de irme a mi casa por la frustración que me causaba.

Parte de mi rabieta era sentarme en uno de los amplios sofás a hacer pucheros y cruzarme de brazos mientras Megan revolvía toda la tienda para mi, me puse de pie dispuesta a decirle que no buscara más cuando de repente se volteó con un precioso vestido color plata con escote de corazón, dejaba los brazos libres al no tener mangas y una abertura en la suave tela con destellos dejaría a la vista toda la pierna derecha.

— Es precioso Meg— mi voz suena como un susurro y antes de que pueda notarlo estoy siendo empujada hacia un probador para comprobar que sea mi talla.

Me sumerjo en la delicada pieza y no puedo controlar la sonrisa que me cubre el rostro en cuanto veo lo bonito que me queda al ajustarse a mi como una segunda piel. La cabecita de mi mejor amiga se asoma por la puerta para ver qué tal y queda boquiabierta por cómo luce.

— Estaremos espectaculares esta noche— confirma y asintiendo dándole la razón mientras con cuidado retiro mi nueva adquisición.

Nos dirigimos a las cajas para pagar y los chicos ya tienen sus trajes ocultos bajo una tela para que no se ensucien. Caminamos hasta el auto haciendo bromas y disfrutamos del trayecto hasta mi hogar. Ambos prometen pasar por nosotras sobre las 9 y se despiden.

— No me has contado qué tal todo con Michael— curioseo.

— Fluye bastante bien la verdad— la sonrisa que dibuja su rostro me hace ver lo enganchada que esta con el pelinegro.

— ¿Son novios ya?— muevo mis cejas d manera sugerente.

— Sabes que no me gustan las formalidades Maddie.

— Pero están siendo exclusivos, ¿qué diferencia hay?—dejó de mecer mis cejas para unirlas en un claro ceño fruncido.

— Exacto, no hay diferencias, ¿por qué tengo que portar un título si simplemente puedo sentir sin necesidad de llevar nombre? Somos dos personas que se quieren, que se follan y que se respetan. Eso es más que suficiente— asiento comprendiendo su punto y quedándome pensativa, ¿acaso eso somos Jake y yo?

« No porque ustedes no follan. »

Déjame en paz.

Meg juega con el puchero que se ha formado en mis labios mientras decide que deberíamos comer algo antes de bañarnos para comenzar a alistarnos.

Una vez estamos en la cocina ella se encarga de prepararme unos tacos a la vez que yo permanezco en una silla disfrutando de balancear mis pies que no tocan el suelo, una notificación de mi móvil me saca de mi trance y lo tomo observando el mensaje:

Número desconocido: «Diviértete con tu tonto noviecito porque te queda poco a su lado. Disfruta mucho, porque el tiempo corre».

La confusión se posa en mi pecho porque no entiendo nada de este mensaje— «tal vez se equivocaron enviándolo»—sí, tal vez es eso. Mi sonriente amiga deposita su obra de arte frente a mi y nos dedicamos mientras ella charla animadamente de los preparativos para hoy.

Aún así una incertidumbre pesada me revuelve el estómago y me hace sentir pequeños temblores.

❤︎ ❤︎ ❤︎

Una vez estamos bañadas, vestidas, maquilladas, perfumadas e impacientes nos hacemos unos cuantos selfies para subirlos a nuestra historia de instagram mientras esperamos a que nuestros galanes pasen por nosotras. Diez minutos más tarde el timbre de la casa suena informándonos su llegada y en cuanto salimos nos encontramos a mis padres charlando relajados con unos increíblemente guapos Michael y Jake.

— ¿Sus padres saben que van por la vida rompiendo corazones con tanta belleza?— comenta Michael.

Es imposible controlar los nervios camuflados con diversión cuando los ojos de JeiJei me recorren de arriba d abajo mientras traga con dificultad.

— Estás...— suelta la respiración que ahora sé que estuvo conteniendo—. Joder, estás preciosa.

— Lo mismo digo— el rojo tiñe mis mejillas.

Michael recorre de pies a cabeza a Megan mientras ella se remueve nerviosa y la tensión sexual entre ambos es tan palpable que mi padre nos expulsó de la casa, de manera amable sí, pero a fin de cuentas nos estaba echando.

Me ubico en el asiento del copiloto porque la parejita decide ir junta detrás para besarse con tranquilidad.

— Kol creo que había oído a Mad comentar que Megan tenía una afección respiratoria— dice con total seriedad mi precioso correcaminos por lo que su amigo le dirige una mirada preocupada a Meg.

— No me habías dicho nada, ¿estás bien?, ¿has ido al médico?— el ceño fruncido de mi amiga no tarda en aparecer.

— Pero, ¿qué dices Jake? Yo estoy perfectamente, ¿Maddie que le andas contando a este tonto?

— ¡Oye yo no he dicho nada! Deja de inventar cosas Jake— lo observo disgustada y noto que está aguantando la risa.

— Por favor Megan de las Angustias deja de ser tan repelente, solo me preocupo por tu salud— la que se ríe soy yo al oír el nombre inventado que le inventó a mi amiga.

— ¡Mi salud está en perfecto estado Jake Guadalupe Domínguez!

— ¿Segura que estás bien?— Michael sigue sonando preocupado y yo estoy en un estado mental tan relajado que no puedo parar de reírme.

— ¡Maddison deja de reírte! ¿No ves que tu mejor amiga puede morir?— grita Jake y es tan obvio lo mucho que está disfrutando con esto.

— ¿Puedes morir?— las manos de Kol se posan en las mejillas de Meg mirándola con los ojos verdes muy abiertos.

— ¡No voy a morir Michael deja de guiarte por la vieja chismosa de pueblo!— responde Megan también en gritos.

— Tampoco hacía falta que ofendieras a Maddie— los largos dedos de Jake rozaron mi brazo como en un tipo de caricia al recibir el comentario ofensivo.

— ¡La vieja chismosa eres tú!— la indignación cubre los rasgos de mi correcaminos y es mi turno de pasarle la mano por la nuca jugando con los cortos pelitos de esta a la vez que digo:

— No lo maltrates, esta chiquito hay que cuidarlo— un puchero tome mis labios mientras mis cejas se contraen levemente dándome un aire aniñado.

— Protégeme de Cruella piojo— sus ojitos grises me derriten el alma y puedo sentir las ganas de abrazarlo y jalarle el pelo a Megan.

— ¡No maltrates a mi bebé Megan Moore!— la observo aún con el puchero en los labios.

— ¡Es él quien inventa cosas!— ahora es ella quien hace un puchero por lo que regreso mi vista a Jake.

— ¿Por qué inventas cosas JeiJei Morton?

— ¡Yo sólo quería decir "suéltala que es asmática" pero ustedes están locas!— todos estamos gritando, más que un auto parece una olla de grillos.

— ¡El loco es Michael que pensó que Megan iba a morir!— la mirada de todos se dirige hacia el acusado a ver qué respuesta tiene para nosotros.

— ¡Solo me preocupo porque no muera!

— ¡Todos vamos a morir!— el grito de Megan es ensordecedor.

— ¿Estás muriendo? Maldita sea estás muriendo—sus ojos se llenan de tristeza—. Megan bésame, quiero hacerte feliz en tus últimos días.

— ¡Voy a morir como todos Michael pero no ahora ni en un futuro cercano! ¡Cállate ya!— la molestia del ambiente se disipa cuando las carcajadas de Jake llenan el silencio y seguido de ellas las nuestras.

En medio de lágrimas ocasionadas por las risas llegamos a la escuela y nos encaminamos hacia el salón en el que tendrá lugar la celebración. Está adornado con pequeños bombillos blancos, hay mesas con aperitivos por todos lados, un DJ que se encarga de animar el ambiente, una barra con cantineros preparando bebidas sin alcohol y muchos estudiantes, maestros, directivos, patrocinadores, rectores de universidad y prensa.

Pedimos unos cócteles y a paso disimulado nos acercamos a el escondite donde nuestros compañeros habían decidido que esconderían el alcohol, vertemos un poco en nuestro trago y charlamos animadamente hasta que ponen una canción suave.

— ¿Me ofrecerías un baile?—. la mano de Jake está en mi dirección y con una sonrisa acepto mientras nos dirigimos al centro de la pista donde se encuentran varias parejas moviéndose de un lado a otro.

— Estás muy guapo esta noche— sentenció, y es verdad, lleva un traje de dos piezas negro que se ajustaba a sus músculos, había rechazado la opción de la corbata por lo que no perdía el aire sensual y juvenil, su pelo estaba ligeramente despeinado de una manera tan linda que parecía que se había dedicado horas a acomodárselo hasta lograr el efecto deseado y por no hablar de lo radiante que lucía su sonrisa con hoyuelos.

— No sé si seré capaz de ponerme a elogiarte sin babear en el proceso— comenta y una risa nerviosa escapa de mis labios, él posa su vista en ellos cortándome la respiración.

Tratando de calmar el acelerado pulso de mi corazón acomodo mi cabeza en su pecho, sus manos se encuentran en mi cintura y las mías alrededor de su cuello mientras nos movemos al ritmo de la música. Siento sus labios darme suaves besitos en la frente e inevitablemente levanto mi vista para encontrarme con una mirada muy tierna en sus ojos. Me hace girar sobre mi propio eje trayéndome de vuelta a su pecho y con una risa tonta le muerdo suavemente la curva del cuello sintiendo como me presiona más contra él.

Comenzamos una guerra de miradas a medida que acercamos lentamente nuestros rostros, ambas respiraciones se unen y estoy tentada a arrancarle el traje delante de todos pero una voz nos saca de nuestra realidad alterna.

— Maddie estás preciosa, eres toda una diosa— ambos nos giramos a observar a Noah y siento el agarre de Jake tensarse en mi cintura.

— Sí, es una diosa y ya tiene quien la venere— ni siquiera se inmuta en ocultar la molestia y yo poso mis manitos sobre las suyas lo cual hace que suelte un suave suspiro.

— Muchas gracias Noah, tú también luves muy bien— mi acompañante se remueve incomodo y no entiendo el por qué de su ataque de celos.

— Creo que a tu rottweiler personal no le hace mucha gracia— habla Noah y frunzo el ceño.

¿Por qué trata de molestarlo más? No necesito problemas esta noche.

«Porque es imbecil. »

Mucho habías tardado en aparecer.

«Estaba distraída comiéndome con los ojos al bombón»

Deja de mirarlo ya.

«Ponerte celosa de tu conciencia no es muy rockstar de tu parte. »

El gruñido que solté fue audible y es cuando decido darle fin a lo que puede acabar en una discusión innecesaria.

— Ha sido un gusto verte Noah— digo con mucha amabilidad y me volteo hacia mi acompañante con una sonrisa— Jake, ¿me acompañas a por un trago?.

— La duda ofende piojo— su agarre se relaja y posa un suave beso en mi frente a la vez que me encamina hasta la barra.

Pasamos un rato agradable bailando, riéndonos, robandonos besos tontos, tomando tragos que nos tenían achispadas a Meg y a mí hasta que de repente toda la música suave se evaporó para darle paso a la que no se debería poner en este tipo de eventos, pero ya habían acabado las recaudaciones con una cantidad de dinero por encima de la esperada y las personas ante las que debíamos mantener la compostura se habían marchado.

Mi mejor amiga y yo disfrutábamos moviéndonos junto con otras chicas de la escuela, algunos chicos se unieron a nosotras y entre ellos Noah que se dispuso a bailar conmigo. Era una canción de perreo por lo que acabó posándose detrás de mí para mover nuestros cuerpos pegados, disfruté el rato mientras sentía los ojos de Jake sobre mi y de repente comenzó a sonar por todo el lugar "I WANNA BE YOUR SLAVE", mi mirada se dirigió a él a la vez que me desprendía de quien sea que estuviese bailando conmigo porque quería disfrutar de esta canción con la persona que me había hecho tocarme con ella.

Una vez frente a él sus manos me tomaron fuertemente mientras me apartaba del campo visual de todos, comencé a mover mis caderas a la vez que sus manos me recorrían la cintura y susurraba la canción en mi oído que se me escaparan pequeños gemidos.

"Quiero ser tu pecado", definitivamente la letra no ayudaba con el calor que estaba sintiendo mientras sus dedos subían por mi pierna visible hasta rozar el borde mi pequeña ropa interior. Todo su cuerpo cubría la visión de los demás ya que estábamos de espaldas a ellos mientras sus manos y susurros me llevaban al borde del colapso mental.

Mi parte favorita de la canción llegó y elevé mi rostro quedando a milímetros de su boca, en un susurro cargado de deseo canté:

"And if you want to use me I could be your puppet"

Por lo visto fue todo lo que necesitó para que sus labios cubrieran los míos, su mano libre se posó en mi cuello mientras mordía mi labio inferior haciendo que escapara un gemido que tomó como la invitación necesaria para sumergir su lengua dentro de mí. Caminamos de forma descoordinada hasta el cuarto donde se escondía el alcohol y una vez dentro mis piernas se envolvieron alrededor de sus caderas acunando mi culo en sus manos.

Pegando mi cuerpo a la pared de detrás de nosotros y aún siendo sostenida por él alejó una de sus manos de mis nalgas para recorrer nuevamente mi pierna derecha adentrándose en mi parte más íntima, sus dedos rozaron mi zona sensible por encima de la tela y un gruñido escapó de sus labios a la vez que un gemido se acomodaba en mi garganta necesitando más, más su tacto, de su cuerpo, de él.

Apartó la fina tela de mi ropa interior invadiéndome con sus dedos dentro de mi sexo produciendo una oleada de placer que me obligó a cerrar los ojos y gemir con fuerza. Sus labios seguían sobre los míos y sus dedos se movían con agilidad llevándome a la locura, retorciéndome sobre él empecé a prepararme para la explosión de sensaciones que se acumulaba dentro de mí, demostrándome lo cerca que estaba el orgasmo cuando de repente paró.

¡PA!

¡RÓ!

— ¿Por qué jodida mierda te detienes?— quería sonar molesta pero parecía más bien que suplicaba porque regresara a lo que hacía.

—- ¿Sabes qué pasa piojo?— mi mirada confundida fue la respuesta que necesitó para continuar—. Te dedicaste a ponerme celoso, bailaste con cuanto adolescente desesperado se te acercó y tal vez ahora me esté cobrando venganza.

— ¿Me estás diciendo que vas a dejarme a medias por darme un tipo de lección para que me arrodille ante ti?— sus ojos brillaron con malicia.

— Estoy ansioso por verte arrodillada ante mí— Se acercó mucho más a mi cuerpo presionando su erección contra mi entrada—. Pero lo que en realidad me interesa es que entiendas que el único que te pone así—introduce nuevamente su largo dedo en mi canal— soy yo, así que no quiero que ningún niñato se crea que tendrá posibilidad de llevarte al orgasmo.

Sus dedos retomaron la actividad que habían detenido pero esta vez se movían lentamente, tan pero tan lento que más que placer era una tortura, frustrada traté de mover mis caderas pero su mano disponible me las apretó con fuerza causando un dolor placentero que colaboraba a que mi cordura desapareciera por completo.

Su cuerpo se apartó del mío, poniéndose de rodillas delante de mí, detallando como sus dedos jugueteaban con mi entrada. 

— ¿Para quién te mojas Maddison?— pregunta ralentizando el ritmo

— Para ti, Jake.

— ¿Quién te abre de piernas?— no respondo, solo gimo por lo que detiene el ritmo pero no sale de mi—. ¡Responde Maddison!

— Tú Jake, joder, tú— la autoridad en su voz me prende muchísimo más por lo que estaba literalmente goteando en sus dedos.

— ¿Quién te hace correrte piojito?— susurra acercando su cara a mi sexo.

—Tú si te dejas de tonterías y acabas de darme lo que quiero.m— la frustración en mi voz era imposible de esconder y con una sonrisa asintió.

— Respuesta correcta, princesa.

Lo último que supe es que me retorcía de placer en los dedos de Jake, con su lengua dándole atención a mi clitoris, el cual chupaba y presionaba. La luz que entraba por la ventana me permitía una visión completa de lo que hacía, el placer me golpeó con mucha más fuerza pero una sombra ocultó parte del resplandor así que dirigí mis ojos a ella y me encontré con unos un par de ellos mirándome desde la oscuridad. Me miraban con odio, me miraban con mil promesas en ellos, pero sobre todo, sabía que me habían mirado antes.

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Marico necesito contexto de esto.

¿Qué les pareció?

Se avecina desmadre y estoy feliz jujuuu.

Besitos

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