Axtrid Feral

     Nos encontrabamos en el reino de los Dioses de la Tierra, aparentemente eramos los unicos en todo el planeta. A la distancia solo se podía apreciar la destrucción, nos encontrábamos en un pequeño lugar lleno de vegetación, sobre un gran acantilado. Dan cargaba un contenedor de un metro cuadrado, al parecer su contenido era de agua potable.

     Estaba sentada sobre un tronco, el silencio se rompió al Rose bajar de la puerta trasera de la nave.

     —¡¿Eh ey ey que se supone que estamos haciendo aquí!? —Ella perseguía a Dan un tanto histérica.

     —Nos quedaremos por el momento —dijo Dan mientras colocaba el contenedor en el suelo en un espacio bastante limpio. De él se generó una cabaña con haspecto militar.

     —¡Explícate! —exclamó Rose.

     —Lo descubrí —Respondió Dan—. Cuando regresé de la misión en Fhensel, la directora Zara me ordenó que fuera a Revisión, lo hice. Supe que Alpha Orixen habia desertado hace 7 horas.

     —¿Qué? ¿Nuestros amigos desertaron, por qué no me dijeron nada? ¿Erwin, Mells? —Rose continuó con su incertidumbre.

     Yo no sabría de que hablaban, solo prestaba atención a cada palabra.

     —Erwin, se comunicó conmigo y me dijo cómo confirmar mis sospechas, sobre que los directivos de la Coalición son Souverän. —Explicó Dan—. Fui al Sector 2, no tienes ni idea de lo que encontré allí.

     —¡Pues dime! —Rose parecía perder la calma.

     —Miles de Reapers en capullos de hibernación, eso solo quiere decir que hace 17 años; nuestro enemigo se infiltró en nuestra casa viendonos la cara de idiotas. La Tejedora, la IA que apareció de la nada en aquel combate la trajeron los Souverän, el motivo por el cual dejaron de atacar fue por que ellos lo decidieron. Tal vez esté equivocado en lo segundo, pero tal vez no.

     —¿Estuvimos —Rose hizo una pausa y luego continúo con su pregunta—, condenados a morir todo este tiempo? ¿Todo nuestros sacrificios fueron en vano, la muerte de papá y mamá fue en vano?

     Rose, lloraba muy desalentada, conocía ese sentimiento de desesperanza .

     —Todavía no entiendo, ¿por qué buscan a los supuestos Portadores de Vida? —se pregunto Dan—. Cuando estuve en Fhensel un Reaper me atacó, solo era uno, si estaba bajo el control de los Directores de la Coalición, ¿por que obstaculizarian mi misión? Si el objetivo de ellos era que yo les llevara a la Portadora de vida.

     —¿Qué quieren ellos de mi? —le pregunté a Dan.

     —No lo sé —respondió.

     Me levanté y comencé a caminar en dirección a la selva.

     —¿A dónde irás? —me preguntó Dan.

     —No sé, solo quiero despejar tantos pensamientos en mi cabeza —respondí mientras me alejaba de ellos.

     Aún se escuchaban las quejas de Rose. En cambio yo me sentía arrastrada a otro problema aún mayor.

     Escuché historias sobre Antiguos Dioses y Dragones en Fhensel hace 200 años antes del Frío Eterno, si realmente existieron no dudo que también hayan muerto. Ahora me encontraba aquí, sin tener idea de adónde me llevaría el destino.

     Continué caminando, los árboles eran gigantescos en esta parte de la ciudad que aun permanecía en pie. Era hermoso e inmaculado. Cálido, hubiera deseado tanto que ellos hubieran estado aquí, más ahora que no se que hacer, o a dónde ir. El mundo no dejaba de lado su crueldad.

     En el cielo dos naves se acercaban desde direcciones diferentes. Corrí rápidamente hacia donde estaba Dan, el junto a su hermana estaban a la espera. Una nave ya habia aterrizado, las compuertas se abrieron y bajaron cuatro chicos con armaduras muy extrañas y un monograma en la coraza, situado en la parte izquierda que decía Alpha Orixen.

    —Capitan Erwin —dijo Dan viendo al chico de cabello rojo del centro.

     —Dan —le respondió el pelirrojo.

     No podia evitar recordar a Baxter cuando lo miraba.

     —Supongo que estamos metidos todos en un buen lío —intervino la chica de cabello plateado y ojos dorados como los de Dan, me miró, y preguntó–. ¿Ella es la Portadora de Vida?

     —Si, lo es —Dan le respondió.

     —¿Esa no es la Invictus del Coronel Dryden? —expuso el otro chico del equipo de Alpha Orixen, mientras veíamos hacercarse la otra nave.

     El sonido de sus turbinas era fuerte, tras unos momentos, de ella se bajó un imponente soldado de cabello blanco, acompañado de una chica, joven y de orejas alargadas.

     —Dan, y el escuadron de Élite Alpha Orixen reunidos en un mismo lugar —dijo aquel hombre, de ojos carmesíes cual ruví.

     —Me alegra que estés aquí Dryden, —Dan le respondió.

     —Quiero que me expliques algo, —dijo Dryden, luego preguntó—: ¿por qué la Coalición te quiere muerto?

     —La Coalición es una farsa, son Souverän —respondió Dan.

     —¿Qué dices? —preguntó Driden con leve asombro, daba la sensación que era una persona con un caracter extremadamente fuerte y sereno.

     —Es lo que es, Coronel —intervino Erwin.

     —Capitán Erwin, Mells, Sae, Kiliam, ¿el equipo Alfha Orixen también está involucrado en esto? —preguntó Dryden.

     —Si, Coronel —respondió Erwin—, y es cierto, Los Directivos de la Coalición, Zara, son Souverän, y podemos probarlo.

     —¿Cómo? —Dryden continuó esperando aclaración.

     —En el Sector 2 —respondió Erwin—. Encontré miles de Reapers, el Sargento de Primera Dan puede corroborarlo.

     —Oye, oye —Intervino el otro chico que llegó con Erwin—. Creo que los Rangos ahora mismo no importan, somos "alzados", da igual muchas cosas en este momento, lo que yo se es que en la Tierra hay 34 millones de personas que pueden perder la vida en cualquier momento.

     —Sae —Dan, mencionó el nombre de aquel chico.

     —Tengo razón, no perdamos tanto tiempo —dijo Sae.

     —¿Qué propones Sae, ir directo a la casa de nuestro enemigo, tocarles la puerta y esperar a ser recibidos? —intervino Rose.

     —Eso sería estupido, pero te equibocas en algo muy importante —le responde Sae, mostrando un poco de enojo—. No es la casa de ellos, es nuestra casa —agregó mientras daba suaves golpes en la coraza de su armadura con su mano derecha.

     —Iré personalmente a la sede, confirmaré lo que me dicen —dijo Dryden.

     Miraba atentamente a cada uno de ellos, gestos, expresiones faciales, a simple vista parecian personas en las cual se podía confiar, aunque Erwin y Mells me generaban una extraña sensación al verlos.

     Dirigí mi atencion a la otra chica del equipo Alpha Orixen, desde que llegó no habia dicho una sola palabra, solo se alejó y caminó en dirección al borde del precipicio en el que se encontraba este gran bosque, giró su cabezaa un lado cómo si hubiera visto algo extraño.

     —¿No confías en nosotros? —le preguntó Dan a Dryden.

     —Sí, mi misión era matarte y recuperar a la portadora de Vida, pero aquí me ves hablándo. —Fue la respuesta de Dryden—. Escuchen todos atentamente, en este momento los Directivos de la Coalición son nuestra segunda preocupación...

     La joven elfina que estaba al lado de Dryden se paró al lado de la chica que se separó del grupo, mirando hacia el exterior.

     —... Fracasé en mi misión, el Portador de vida que se me encomendó buscar se convirtió en un Dios, uno poderoso —agregó Dryden.

     "¿Otro Portador de Vida?" Pensé, Rose habia mencionado que yo no era la unica.

     —Ese sujeto, dijo que se llamaba Azasell, tengan mucho cuidado —Dryden da la espalda y comienza a caminar en dirección de su nave—. Dan ven.

     Dan siguió a Dryden.

Hola, gracias por llegar hasta aquí. Me dejas tu opinión en los comentarios? Sería de muchísima ayuda. Se que es una historia complicada pero, que te va pareciendo el su desa, la entiendes sin dificultad? Si no es así me dices OK?

Dan.