Dan Reinsd

     Altras, era el príncipe que se reveló hacia su padre, sus recuerdos despertaron en mi, como una reencarnación. Pero yo no era él, mi nombre seguirá siendo Dan Reinsd.

     Empuñé mi espada con fuerza, bajo la resolución de salvar a todos mis seres amados. La deslicé hacia un lado en un corte horizontal directo al cuello de mi corrompido padre.

     —"¡¡¡Rey de Vientos!!!" —Impuse toda mi voluntad en ese corte. Geral lo evadió sin problema alguno.

     Aparecí a una velocidad infranqueable en su costado y le lancé una fuerte estocada directo a su corazón. Apenas logré hacerle un rasguño con ella.

     Gerald se giró hacia mí y me lanzó un bestial piñazo directo al rostro. A pesar de ver como el destructor golpe se acercaba no pude evadirlo, mi velocidad no era suficiente.

     Recibí el impacto de lleno en la cara, sentí como mi cráneo se cuarteaba, mientras salía expulsado contra un gigantesco trozo de piedra, desangrándose. Tras reventar la roca a mi pasó con mi cuerpo, logré levantarme. Sostenía mi espada con problemas. Delante de mí estaba él, apenas lo veía borroso.

     "Vaya". Mis manos temblaban—. ¡¡¡Ahhhhhhhh!!!—. Pero mi temple continuaba infranqueable. En un grito de guerra arremetí con todo.

     Nos desplazamos a gran velocidad por el campo de batalla, en cada golpe de espada que le lanzaba preocupaba identificar mi poder. Gerald bloqueaba mis cortes con solos sus puño.

     Deslicé mi espada a un lado, y le lancé nuevamente otro espadazo cargado de tormentosas rafagas de viendo en su hoja.

     Nuevamente me fui en blanco, Gerald apareció detrás de mí, intenté colocarme frente a él en un ágil movimiento de piernas. Alcé mi espada y bolví a arremeter.

     Gerald lanzó un descomunal golpe con su mano derecha con la intención de cortarme el cuello. Usé toda mi fuerza para desviar su ataque, para vivamente ser traspasado de lado a lado en el pecho por su otro brazo.

     Me lanzó a unos diez metros de donde estaba él, con un agujero en el pecho.

     Mensaje emergente: Peligro, columna vertebral críticamente dañada, se recomienda atención biogenerativa, inmediatamente.

     "No me digas algo que ya sé". pensé tras ver con dificultad el mensaje de alerta de de la interfaz de mi destruida armadura.

     "Tienes que levantarte". Escuché una peculiar voz, supe que era la de mi gran amigo Erwin. "Está vez vinimos todos a ayudarte"

     "¿Cómo lo vencemos? Es realmente fuerte, nunca pensé que conocerias a tu padre en esta cituación". dijo Mells. Sentí que estaba perdiendo la conciencia.

     "Vamos Dan levántate, ahí viene" dijo Sae, parado delante de mí padre.

     "Nunca te hemos abandonado y aunque ya no estemos siempre seguiremos aquí" aclaró Erwin.

     Sin darme cuenta ya me encontraba de pie, idealizaba a Erwin sosteniéndome por mi brazo derecho mientras Mells me ayuda desde el otro lado.

     "Ves que si puedes levantarte" dijo alegremente ella.

     Abrí los ojos, solo estábamos yo y Gerald uno delante del otro.

     —Si no es un sueño haré que se convierta en uno—. Intuitivamente moví mi espada a un lado bloqueando un estruendoso piñazo por parte de Gerald que reventó el suelo debajo de nosotros aún más. Dirigí mi atención a él viéndolo a los ojos, contraataque deslizando mi espada hacia su pecho le iré un gran corte que lo hizo salir expulsado medio kilometro expandiendo el suelo debajo de él al punto de convertirlo en una gran zanja.

     Volé hacia Gerald a una velocidad que rozaba el límite físico.

     —¡¡¡Muere!!! —Me disponía a lanzar un último corte, uno definitivo.

     ...

     "Está espada me acompañó desde hace mucho tiempo, se conoce muy poco acerca de las armas divinas, ellos me dijeron que tuve suerte al ser elegido por una espada indestructible"

     La hoja de mi espada verde al impactar contra él se rompió en miles de pequeños pedazos.

     Gerald me tenía agarrado por el cuello, intenté soltarme pero por mucha fuerza que ejerciera no podía, sentí como era mi fin, su puño cargado en un miasma de oscuridad se acercaba a mi rostro.

     En un combate los acontecimientos pueden, para bien o para mal, cambiar en el último momento.

     Apreté con mi derecha el antebrazo con el que Gerald me asfixiaba al punto reventarselo, con la izquierda detuve su puño sin complicación. Me preparé para contraatacar. Envolví mi puño dominante en rafagas de viento y golpeé su pecho desencadenando un poder enorme y demencial que lo hizo salir expulsado e impactar contra el propio espacio.

     "Si muriera no podría recordarla, 'ella' también moriría" pensé en Axtrid, mientas veía a mi padre incrustado en el propio espacio, como si fuera en una pared de cristal rota, sus trozos caían al suelo y desaparecían.

     —Dan. —Tras escuchar la voz de Axtrid detrás de mi me giré rápidamente, no había nadie, pero sentí su voz tan real.

     Me volví a mi padre nuevamente, su cuerpo desapareció en haces de luz en dirección al lo que quedaba de cielo, en este planeta destruido.

     ...

     El trabajo estaba hecho, mi padre, hice que dejara este mundo.

     Sabía que era lo siguiente que devia hacer, me teletransporte a Dhermier, para mí no fue sorpresa aquel planeta que antes estaba cubierto por una espesa capa de nieve y hielo ahora estaba cubierto en llamas. Las calles estaban cientos transitadas por no muerto, estos fueron los jóvenes que Aristell teletransporto aquí después de que Dryden se los pidiera.

     Tenía que liberarlos de su miseria, apenas 15 minutos me tomó limpiar todo el lugar, no quedaba uno solo en pie. Estaba cansado sin darme cuenta terminé delante de la casa de Axtrid, me acerqué a ella y entré.

     Para mi sorpresa Zara estaba ahí sosteniéndo el cuerpo sin vida de Aristell.

     —¿Dan? —Me miró llorando—. Es una suerte que estés aquí. Intentamos escapar pero Aria los convirtió en no muertos a todos.

     —¿Dónde está mi hermana? —le pregunté. Zara me miró asombrada, quizás creyó que lo que dijo no me había importado—. ¿Rose, dónde está ella?

     —No lo sé. —Tras escucharla di media vuelta. —¡Espera! No me dejes aquí, yo también soy tu hermana... Pude recuperar todos mis recuerdos como Souverän, mi verdadero nombre es...

     —Iriell, eres la hermana de Altras, mi nombre es Dan Reinsd, mi hermana se llama Rose Reinsd.

     Desaparecí teletransportandome a otro lugar, seguía el rastro de Daewinm. Aparecí en Axalon 03n, el planeta de origen de ella y de Azasell, este era el reino elfico.

     En el castillo de la gran ciudad olvidada, Azasell esperaba.

     —Tuve la sensación de que vendrías —dijo él—. Peleamos hasta el final en Fhensel, los perdí a todos, no pude salvarlos...

     —Ambos lo perdimos todo, perdiste a tu reino yo perdí a mi familia —le explicaba—. El día de hoy quedamos muy pocos con vida.

     —Vine aquí a mi planeta natal con la intención de vivir una vida.

     —Sería solitaria.

     —Daewinm me acompaña —protestó sutilmente—. Ella es la mejor de las compañías. Dime algo Dan, ¿vienes a amenazar eso? Ya no me queda nada más.

     —El deber de un soldado es proteger a la humanidad bajó cualquier costo, el deber de un padre es proteger a sus hijos, incluso a cambio de su propia vida. Tu y yo somos dioses debemos recuperar todo lo que nos fue arrebatado.

     —Ese ideal es un sueño que no podemos cumplir.

     —Azasell vine a por tu poder, entregámelo.
     
     —¿Qué harás una vez que lo tengas? ¿Nos salvarás a todos?

     —Si... Lo haré.

     —Sabes que Daewinm te odiara por eso.

     —Tendré que vivir con ello, un pequeño precio.

     —Tómalo

     Tras escuchar a Azasell no dudé un solo segundo en deslizar mi mano hacia el creando una espada y separarle la cabeza de entre sus ojos con un preciso corte horizontal.

     Miré mi espada ensagrentada con frialdad y la dejé caer en el suelo, mientras la sangre proveniente del cuerpo de Azasell entraba a través de las grietas en mi armadura.

    Sistema: Soñandor # 2311: Dan Reinsd, usted a trascendido su poder divino, "Omni Dios Donner de la Destrucción" vinculado a "Omni Dios Donner de la Creación" Evolucionado a "Dios" En este sueño podrás manejar la realidad a conveniencia. ¿Desea Aceptar la evolución?

    Aceptar

    Denegar

     Advertencia: Seres humanos restantes con vida 6 (incluyendote) Tiempo restante para la extinción total de la humanidad: 17 minutos.

     —Gran noticia —dije tras ver la ventana al frente de mí.

    Caminé hacia uno de los miradores del castillo ahí estaba Daewinm mirando el abandono reino, mientras sostenía un cuchillo, con miedo y desesperanza.

     —Cuando Azasell me teletransporto a Fhensel pocos segundos después todo Sactum Garden también apareció allí, sentí tanto alivio por el hecho de que nos distanciaran del peligo. —Al escuchar sus palabras me invadio una gran tristeza—. De niña me paraba aquí y pensaba en que tipo de reina me convertiría y ahora miranos ¿Aún siguen quedando personas con vida allá afuera? Dan, ya a estas alturas nada importa.

     —No, pero yo lo recuperaré todo. Al final de cuentas este mundo no es más que un sueño.

     —Cuando despiertas ese sueño desaparece, ¿pasará lo mismo con nosotros? —Tras preguntar hizo una pausa y acercó ese cuchillo, que con dudas sostenía, en dirección a su cuello—. Ya no tengo miedo, me da gracia "¿Para que presentarnos si al final vamos a morir todos?" ese día tenía razón pero hoy me alegró de haberlos conocido.

     Daewinm deslizó el cuchillo en su cuello hasta crear un corte fatal, vi con detalle la escena, nisiquiera me moví hasta que comenzó a caer en el piso, la agarré y la sostuvo entre mis brazos.

     —Yo los salvaré a todos. —Toqué el pecho de Daewinm mientras la veía respirar con dificultad, necesitaba acceder al poder de ella como Portadora de Vida.

     —Por favor... salva–nos, —suplicó dejando su último aliento.

     Advertencia: Seres humanos restantes con vida 5 (incluyendote) Tiempo restante para la extinción total de la humanidad: 15 minutos.

     Tras ver la ventana reaparecí en otro lugar, recordando que mi añorada amiga Kiliam me había pedido lo mismo.

     Me levanté del suelo en el que me encontraba desplomado. Después de usar el poder de Daewinm para reiniciar el mundo aparecí en un extraño lugar desértico, del tormentoso cielo no dejaban de caer rayos.

     A lo lejos se divisaba una torre, sin saber que hacer seguí mi intuición y caminé hacia ella.

     —¿Puedes escucharme hermano? —escuché la voz de Rose a travez del comunicador.

     —Si, te escuché.

     —Qué alegría —por su voz supe que estaba llorando al otro lado de la transmisión—. Me alegra mucho saber que estas bien me encuentro  junto a Elizabeth y Ander... Dan, Kiliam está muerta, ella y su esposo lo estan, nos compraron tiempo para que lográramos escapar. Nuestra madre, no la pude conocer de una manera peor... Dime dónde estás.

     —Aún no lo sé, ¿y tú donde estás, estás bien?

     —Dan... —Tras responderme no volvió a decir otra palabra.

     —¿Rose, aún estás ahí?

     —Hermano creo que ya no podemos volver a hablar.

     —¿¡Qué quieres decir, qué está pasando?! —Desde el otro lado demás de la interfencia se escuchó un fuerte estruendo.

     —Hermanito... —la trasmisión se cortó.

     —¿¡¡Rose?!!

     Advertencia: Seres humanos restantes con vida 2 (incluyendote) Tiempo restante para la extinción total de la humanidad: 7 minutos.

     Me teletransporte hasta la torre aun sin saber que encontraría allí decidí dar un salto de esperanza.

     Aterricé sobre un piso de piedra en lo alto de ese lugar en ella se encontraba un extraño artefacto con forma de báculo, pude reconocer que era la Tejedora.

     —¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté.

     —Concediéndote un deseo —respondió ella.

     —Crelleron que me lo podían arrebatar todo.

     —Lamentablemente lo hicieron.

     —¿Qué tanto tuviste que ver tu con esto?

     —Yo solo aportaba las indicaciones, intenté ayudar a muchos Soñadores cómo tú pero ninguno pudo percatarse del gran poder que les estaba brindando, al final de cuentas esto solo era un juego de dioses en el que terminaron muriendo.

     —¿Así de simple?

     Advertencia: Seres humanos restantes con vida 2... 1, logró alcanzado: Último sobre la Faz.

     Tiempo restante para tu muerte: 4 minutos.

     Supuse que Zara también había muerto tras ver ese mensaje emergente.

     —Hice por la humanidad todo lo que pude, ese sistema que te ayudó llegar hasta aquí te lo ofrecí yo, si hoy estás aquí es gracias a mí. Ya posees el poder para pedir tu deseo. ¿Qué desearás Dan?

     —Quiero despertar.

     "Esa chica, no pude llevarla a un lugar seguro, dijo que yo era su lugar seguro"

     Aparecí nuevamente delante de la casa de Axtrid, era de noche y la nieve tormentosa caía sin cesar. Pude ver a un chico de cabello blanco tirado en su portal. Ese era yo hace 20 años.

     Me acerqué a la ventana del frente de la casa de Axtrid y pude verla por un breve momento, se veía taciturna mientras preparaba la cena, rápidamente se volvió hacia mi con preocupación, me aparte para que no me viera.

     —¡¿Cómo pude dejar la ventana abierta?! —escuché quedarse.

     Momentos después salió de su cabaña vistiendo una armadura liviana y se acercó al desplomado cuerpo del otro yo tumbado en la nieve.

     —¿Está muerto? —se pregunto a si misma con dudas.

     Ventana: Tiempo restante para tu muerte:  7s

     —Axtrid. —Vi como mi cuerpo comenzó a desaparecer por completo.

     Ventana: 3 segundos...

     ¿Cuál fue mi deseo? "Todos queremos un cambio feliz, pero algunos nisiquiera podemos llegar al final. También tuve un sueño, ser un héroe, pude reconocer ese ideal realizado después de todo"

     Ventana: 2s... Error...

Una historia original de Ruber Pantoja Rodríguez. Todos los Derechos Reservados. 21/7/2024.

Espero hayan amado esta historia tanto como yo amé escribirla.

Fin.