14 | Intentemos
Dan Reinsd
—¿¡Axtrid?! —Las lagrimas no dejaban de salir de mis ojos, me sentia deshecho. El dolor era insoportable.
—¡Tranquilo, tranquilo Dan! —Rose intentaba calmarme. Al fijarme bien noté que se veía diferente; su aspecto ya no era el de una joven de 18 años, parecía una mujer madura. Tambien comenzó a llorar.
Tras despertar de ese largo sueño me sentía ausente de mi mismo, la manera de percibír las cosas a mi alrededor era diferente. Necesitaba aclarar las dudas de mi pecho.
—Es duro al principio pero ya lo asimilaras. Acabas de revivir los recuerdos que tuvimos hace veinte años. Hermano, Axtrid Feral murió hace 20 años.
—¿Dónde están los demás, están bien?
Rose hizo silencio por un momento, luego respondió con tristeza:
—Solo nosotros quedamos con vida, tu, Kiliam y yo, el resto del equipo Alpha Orixen cayó en combate.
—¿Y la niña... Daewinm... dónde está ella? —Mi hermana no la había mencionado.
—Azasell. No pude hacer nada para evitar que se la llevara, no sé por que nos dejó con vida.
—Tenemos que ir, a buscarla ¿Dónde está Azasell?
—Ya lo intentamos varias veses, por muchos escaneos que hicimos no logramos encontrarlo —respondió Dryden.
—Él dijo que buscaba a La portadora de Vida pero su objetivo era Daewinm, esa elfina, era realmente la portadora de Vida.
—Es correcto —tras escuchar esa voz indistinta, ya no me encontraba junto a Rose y Dryden.
Miré a mi alrededor, era una corredor extraño, frio y oscuro, estaba de rodillas y mi cuerpo recubierto con una armadura destruida, a mi lado mi espada verde. Era claro que Dryden la tenía, supe que esto no era más que una ilusión y estaba delante de
La Tejedora.
—Quiero de regreso los recuerdos de estos últimos 20 años. —Sabía que la Tejedora sería capaz de recuperar cada uno de ellos.
—Eso no será posible.
—¿Qué quieres decir?
—No hay recuerdos que restaurar; todo este tiempo estuviste durmiendo hasta hace 46 horas que comenzó la simulación. —Solo sentí una ligera sensación de decepción al escuchar sus palabras—. Luego la simulación que te hice a ti y a Dryden logré recopilar información. Axtrid Feral no era la portadora de Vida; sino una llave, que absederia al poder de la portadora de Vida
—agregó.
—¿Daewinm?
—Es correcto, hace dos décadas mis análisis fueron erróneos y por ese motivo realicé la simulación.
—Continúa.
—Azasell también es una llave. Cuando Axtrid murió su estado de llave te lo cedio a ti, debido a eso a pesar de que tus heridas sanaron en la camara bioregenerativa, tu conciencia siguió en transe, no hubo otra alternativa mas que mantenerte en sueño semi–suspendido, hasta que asimilaras ese poder.
—¿20 Años perdidos? Dime... cuando comencé la misión se me encomendó buscar a la portadora de Vida, ¿al final con qué objetivo?
—Evitar la Congelación, y destruir a los Reapers. En ese momento necesitaba analizar a la Portadora de Vida; para encontrar el modo de hacerlo, acción qué gracias a ti no pude realizar una vez que te la llevaste.
—Ambos sabíamos que se escondía en el Sector 2.
—Mi objetivo no es culparte. Debes saber que perdimos la guerra hace dos décadas, el motivo por el cual el 100 % de la raza humana no pereció ese día fue por que Azasell accedió al poder de las Portadora de Vida y aniquiló a todos los Reapers de los 6 mundos.
—¡Eso es absurdo!
—No, es un hecho. Ustedes pelearon contra él a pesar de que tenían los mismos objetivos; un error fue no haber dialogado, aunque ninguna de las partes estaba
dispuesta a tal acción, el estado metal de Azasellse encontraba comprometido.
Solo me enfurecí aún más, no podía creer lo que había dicho, caí de rodillas y golpeé el suelo de metal fuertemente, la impotencia en mi cada vez era mayor.
"Todos ellos murieron, Erwin, Sae, Mells, Axtrid, todos ellos... ¿murieron en vano?" ese era el pensamiento lógico que llegaba a mi miente.
—¿Desde un principio no teníamos oportunidad de ganar? —pregunté, quería saber la verdad.
—No, desde que comenzó la guerra hace 37 año no he dejado de realizar simulaciones, en cada una de ellas la humanidad pierde.
—¿¡Qué sentido tuvo pelear?!
—Ustedes son una raza muy curiosa Dan Reinsd, una raza testaruda, entre menos poder posees mayor son las cosas que pueden lograr, fue algo que no tardé en entender; la mayor arma de la humanidad, es la voluntad; una fortaleza que incluso puede alcanzar el mayor nivel de omnipotencia.
—Palabras.
—No solo son palabras. Mi misión es preservar a la humanidad bajo cualquier sircunstancia.
—Es extraño viniendo de una Inteligencia creada por nuestro enemigo.
—Es cierto... Necesito hacerte una pregunta; ¿estás dispuesto a seguir peleando?
Tras escuchar a La Tejedora miré el piso, a mi mente vinieron los recuerdos de cada uno de "ellos" se sentirían avergonzados de verme mirando hacia el suelo. Me levanté.
—Pelear es lo único que puedo hacer ahora, solo necesito saber donde está Azasell.
—Entonces te mostraré.
Pasaron varios minutos yo y Dryden nos econtrabamos en un corredor mirando a través de una ventana, no podia creerlo; El escudo de energía se extendia varios kilómetros con forma de domo, más allá de ese domo todo era un páramo desolado cubierto en hielo.
—¿Realmente perdimos?
Dryden hizo un breve silencio, tras eso respondió:
—Si. Actualmente el número total de sobrevivientes es de 88 personas.
A pesar de que no quería creer en sus palabras y hacer oídos sordos no podía, no debía mentirme a mi mismo y pensar lo contrario.
Vi a tres mujeres acercarse a nosotros, en cuanto me percate de que la del centro era Zara, mi intención asesina me hizo cambiar hacia ella. Repentinamente fuy detenido por la mano derecha de Dryden en un hombro, lo miré oscuramente diciendole:
—Sueltame.
—¿Qué vas a hacer Dan? —preguntó sereno.
—Sueltame.
Dryden me miró calmado, apretó mi hombro con tanta fuerza que no pude hacer nada más que caer de rodillas mientras el suelo debajo de mis pies se agrietaba.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Zara mientras las dos mujeres que la acompañaba, se detienen.
—Nada —respondió él.
—Analizamos los resultados de la simulación, ambos partirán a misión dentro de 9 horas. Solo tenemos una oportunidad.
—Oye... Zara, sé que es lo que debo hacer, —le dije con tono rebelde.
—Te contaré una pequeña historia Dan Reinsd. —Zara se acercó a mi—. Tu solo tenias 4 años cuando la guerra comenzó, tu hermana más pequeña, un año. Para aquel entonces yo pensaba que era humana pero despertaron mis recuerdos de cuando era Souverän, y como yo otros. Sabes qué dentro de ti hay sangre Souverän? Tus padres entendían eso perfectamente cuando les di la orden de ir a Sactum Primordium a matar a los mios.
—¿De qué estás hablando?
—Esta claro que no confías en mi por ser Souverän pero tu también lo eres.
—¿Qué dices?
—Mira Dan, dentro de 9 horas saldrás y traerás a la Portadora de Vida y tu con el poder que te concedió Axtrid restablecerá a su orden natural a este mundo, que es nuestro por la simple razón de haber nacido en él.
—Yo te aseguro que en algún momento habrá un ajuste de cuentas.
—Soy tan "humana" como tu. Y sé perfectamente que no es escusa para tapar el error de negarte la verdad.
—No me hagas una "pequeña historia" me lo contaras todo, ahora —le pedí con un fuerte carácter, ella solo sonrió.
—Todo sería más fácil si conociera toda la verdad de este mundo, pero no es así.
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