13 | Soñador
Tuve un sueño, no lograba recordar todo lo que ocurrió en el, era uno de esos sueños en los que incluso vivir dolía pero...
Dan Reinsd
Volaba a varias decenas de veces la velocidad del sonido, mientras agarraba por el cuello a Azasell.
No sé qué ocurrió con mi cuerpo, el poder que fluida por mis venas era muy diferente, muy superior.
En mi mano derecha hice aparecer una espada y la blandí tan fuertemente contra el rostro de él que lo hice salir expulsado contra un rascacielos de la antigua ciudad abandonada de los dioses.
Impactó contra el edificio y no se detuvo hasta reventar decenas de ellos en su camino. Frenó bruscamente.
Mi ataque no le causó ningún efecto, al parecer su cuerpo le recubria una fuerte barrera que lo protegia. Aparecí encima suyo, la ira no cabía dentro de mí, nuevamente le lancé otro espadazo concentrando toda mi fuerza.
Mi hoja de espada se encontraba a pocos centímetros de su cuello acercándose a una velocidad abrumadora, para mí desgracia al impactar contra el rostro de Azasell, mi arma se desintegró en mil pedazos.
Sentí que que había perdido toda oportunidad, Azasell me miró y sonrió, tras verlo directamente a los ojos su cuerpo expulsó un aura plateada absurdamente poderosa y corrosiva a tal punto que al chocar contra mi, destroso mi armadura y quemó mi piel junto a mi cabello.
El daño fue severo sentí cómo si fuera a perder la conciencia.
"¿Qué podría hacer para derrotarlo?" Pensé, mientras salía expulsado por el choque de su aura, hasta que finalmente caí en el suelo golpeándome fuertemente la cabeza con un obelisco en el centro de la ciudad.
Vi a Azasell aparecer entre los rascacielos. Tenía que enfrentarlo, hacer tiempo para que mis amigos y mi hermana huyeran. Era desesperante por que no podía hacer nada mi cuerpo estaba paralizado.
—Él otro dios al que enfrenté era más fuerte. —Quizás Azasell refería a Dryden, por supuesto Dryden Greends era mucho más fuerte.
—Tu también eres un Dios, pero decidiste usar ese poder para enfrentar a la humanidad —le dije.
—¿Enfrentar a la humanidad? Mira a tu alrededor señor dios, ¡este reino, está hechos pedazos por la propia negligencia de los Dioses! Cada uno de los Seis Mundos También están en crisis. Me convertí en un dios de la Creación, tal vez por pura suerte pero... —Se acercó a mi y me agarró por el cuello. Comencé a sentir la falta de oxígeno, a pesar de ello no podia mover los brazos para defenderme—... haré lo que haga falta para reiniciarlo todo. No evitarás que me lleve a la portadora de Vida.
—Suéltalo —Iré a mi derecha, era Axtrid. No sabía que era lo que estaba haciendo aquí.
—¡¡¡Vete!!! —le grité a Axtrid con la intención de que se volteara y se fuera lo más rapido posible. Azasell había dicho que necesitaba a la portadora de Vida, su objetivo era Axtrid.
—¿Quién eres para exigirme algo? —Azasell me soltó, apareció delante de ella y le clavo su puño en el pecho Axtrid. En ese momento sentí como mi alma se partía en trozos
Axtrid cayó al suelo muerta, mientras que Azasell daba unos pasos hacia atrás y se agarraba la cabeza fuertemente gritando—: ¿¡Ahhhhhh, hermano, por que me haces hacer esto?!
Con la poca fuerza que quedaba me arrastre hasta Axtrid, ella estaba muerta, en ese preciso instante no pensé en la misión, no pensé en nada más que ella, en este punto pocas cosas me importaban.
Su cuerpo sin vida estaba delante de mí. Las preguntas corrían por mi cabeza:
"¿Por qué" era un pensamiento irracional, no habían motivos. Azasell dijo que buscaba a la portadora de Vida pero acababa de matar. "Habíamos cometido un error"
Otro pensamiento invadía mi mente: "Tienes que matarlo"
Mientras pensaba en el poco tiempo que pasé con ella a mi mente vino un recuerdo:
Horas antes de que ocurriera todo, nos encontrabamos en nuestra cabaña estábamos uno al frente del otro sin decir una sola palabra. Solo acariciaba su rostro mientras su cabello se deslizaba entre mis dedos. Le pregunté:
—¿Sabes algo?
—¿Mhhh? ¡No!
—Eres hermosa. —Su rostro se sonrojó dejando escapar una sonrisa. Realmente era hermosa.
—Haré todo lo posible para llevarte a un lugar seguro.
—Tranquilo, tu eres mi lugar seguro.
Había fallado, le fallé a Axtrid, le fallé a mis amigos, hermana, le fallé a mis padres. Le fallé a la Tierra.
Ya no hay nada que perder, me hundí en mis pensamientos al ver el rostro de Axtrid sin su hermosa calidez. Su sangre comenzó a emerger de su cuerpo y recubrir el mío; mi piel desgarrada comenzaba a sanarse. No sabía que estaba pasando.
Me levanté y miré a Azasell, hice aparecer otra espada y arremetí contra él, quien se encontraba de medio lado.
Le lancé un descomunal espadazo, Azasell no hizo más que cubrirse con su mano derecha, se mostraba confundido de la cituación.
Su brazo cayó en el piso mientras clavaba su mano en mi pecho. No sabía que había pasado. Caí al suelo. Luego recibí el impacto de su puño de lleno en mi cara; el suelo a mi alrededor se expandió generándose un gigantesco crater de medio kilometro de largo, los edificios cercanos al recibir el choque de la onda expanciba se desbordaron.
—¡Estúpido! —escuche a Azasell, mientras yo perdía la conciencia. Él regenerada su brazo—. También te felicito, fuiste testarudo, no me dijiste tu nombre al final de cuentas.
Todo se volvió negro, estaba a punto de morír, esta vez si sentí que moriría. Bien, era lo que necesitaba.
Ventana: Fin Del Sueño
Me levanté, asfixiado, me encontraba en una extraña cápsula con un extraño casco puesto en mi cabeza que se encontraba conectado a un extraño artefacto. Miré a mi derecha a Dryden salir de una cámara igual que la mía.
Di unos pasos cubierto de un extraño líquido, me encontraba casi desnudo, sentía mi cuerpo diferente, todos se sentía diferente.
Estaba a punto de caer pero fuy socorrido rápidamente por una mujer, al percatarme de ella era Rose. En ese momento vinieron muchos recuerdos a mi mente.
—¿¡Axtrid?! —La lagrimas no dejaban de salir de mis ojos, me sentia desecho. El dolor era insoportable.
—¡Tranquilo, tranquilo Dan! —Rose intentaba calmarme, al fijarme bien noté que se veía diferente, su aspecto ya no era el de una joven de 18 años, parecía una mujer madura, tambien comenzó a llorar—. Es duro al principio pero ya lo asimilarás. Acabas de revivir los recuerdos que tuvimos hace veinte años. Hermano, Axtrid Feral murió hace 20 años.
Tuve un sueño, no lograba recordar todo lo que ocurrió en el, era uno de esos sueños en los que incluso vivir dolía pero... al estar al lado de esa persona hubiera preferido seguir soñando.
A dreamer.
¡Historia recién comienza! Dime que te parece en los comentarios. Lo valoro muchísimo. Muchas gracias por llegar hasta aquí. Saludos 🍇 Team Uva.
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