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xɪɪɪ. ʜᴀ ɴᴀᴄɪᴅᴏ ᴜɴᴀ ᴇꜱᴛʀᴇʟʟᴀ

Carlos llega al restaurante tarde e inquieto, lo cual creo que resume a la perfección su personalidad. Apenas lo conozco, pero hay una serie de patrones muy repetitivos en su comportamiento.

- Por fin aparece la súper estrella – dice George cuando el madrileño toma asiento. – ¿Has visto los periódicos?

- He estado ocupado – murmura con una pequeña sonrisa.

- ¿Ocupado jugando al teto con Pablo Alborán? – Bromea Charles, sonriendo pícaramente.

Carlos no responde, y eso sí que me extraña. Sólo sonríe de un modo raro que no logro descifrar, y mira a Fernando.

- ¿Qué me he perdido? ¿Los periodistas se han portado bien, o...?

Es interrumpido por un camarero, que se acerca a tomar nota de la bebida. Cuando se va, seguimos la conversación por donde iba.

- Hemos recopilado los comentarios y titulares que más nos han gustado – interviene Alex, emocionado. Luego me mira a mí y suspira, negando con la cabeza. – Pero Lando ha recopilado algunos negativos también.

- Muchas gracias – murmura él con ironía, mirándome.

- Para que no te afecte al ego – comento. – Y que sepas que no lo has hecho todo bien.

- Estando tú aquí, ¿para qué necesito que nadie más me recuerde mis errores? – Pregunta, lleno de sarcasmo.

- Chicos – habla Fernando, notando que la cosa empieza a tensarse.

Los ojos de Carlos me miran con una seriedad atípica en él, y yo le sostengo la mirada, igual de serio e implacable. Ninguno parece dispuesto a ceder o a apartar la mirada, como si fuera una cuestión de orgullo o valentía. El camarero viene a traernos lo que habíamos pedido y seguimos sin romper el contacto visual, demasiado cabezotas como para rendirnos.

- Escucha esto Carlos. Este es mi titular favorito – la voz de Alex finalmente llama nuestra atención, y ambos le miramos. – "Formula Love hace temblar el Bernabéu como nunca antes, de la mano de su nuevo vocalista, Carlos Sainz, que demostró ser digno hijo de sus padres".

- "Digno hijo de sus padres" – repite él, distraídamente. – ¿Es un halago o no?

- Debe serlo – apunta Fernando. – Tenían mucho talento.

- ¿Qué les pasó? – Pregunta George.

Me fijo en cómo la mandíbula de Carlos se tensa. Y no me sorprende. Fernando me contó lo que pasó, y luego yo decidí investigar por mi cuenta. Tiene que ser duro para él vivir con esa carga en su espalda, y más ahora que está en el mismo mundo que ellos.

- Las drogas – contesta, secamente. – Eran de los mejores en lo suyo, pero... – chasquea la lengua y se encoge de hombros. – Se consumieron en sus vicios.

- Lo siento mucho – dice el que ha preguntado en un inicio. – No lo sabía.

- No tiene importancia. ¿Qué más dicen?

- Este también es muy bueno – sigue Alex. – "Contra todo pronóstico, un cambio de vocalista a mitad de gira resulta en un éxito absoluto para Formula Love: Carlos Sainz rompe el Bernabéu con una voz y carisma inigualables".

- Entonces, los periódicos me quieren. ¿Y los fans?

- Eso es más complejo – dice Fernando. – Hay de todo un poco. En general aceptan el cambio, algunos de buena gana y otros a regañadientes. Pero siempre hay una minoría tocapelotas.

- Escucha esto – dice Charles, entre risas. – "Podría haberme puesto un audio de ovejas berreando y habría salido más satisfecho que del concierto de anoche. Esta banda lleva en decadencia desde el segundo disco y este nuevo cantante es sólo la guinda del pastel. Se nota que ha sido apresurado y ni siquiera han podido tomar una decisión coherente. Carlos Sainz es lo peor que le ha podido pasar a la industria musical".

- Vaya – se ríe el aludido. – Menudo contraste.

- Como ese hay pocos – lo tranquiliza Alex. – Este comentario me pareció muy mono, mira: "Fui al concierto dudando y con mucha tristeza, pues el anterior cantante era mi absoluto ídolo. Pero amo a esta banda desde que salió su primer single y tenía confianza en mis chicos. A pesar de todo, una vez más han conseguido enamorarme, y en esta ocasión es Carlos Sainz quien ha robado mi corazón. Nunca había visto a nadie desenvolverse así en un escenario. Y qué voz tan maravillosa. Estoy deseosa por verlo cantar en más ocasiones y verlo interactuar con el resto de la banda en vídeos promocionales. Ahora que sé de su existencia, quiero saberlo todo de él".

- Qué cucada – murmura en español, sonriendo. – Me alegra ver que no todos están decepcionados conmigo.

- Te repito, Carlos, que los "decepcionados" son una minoría – insiste el mánager. – Has sido todo un éxito.

Para demostrarle que así es, Alex le enseña la lista que contiene todos los titulares y comentarios que han recopilado. Yo sólo puedo recordar algunos de ellos, porque la verdad es que son muchísimos. La sonrisa en el rostro de Carlos es permanente mientras lee, y aunque me parece genial animarlo y hacerle ver que hizo un gran trabajo, también creo necesario ayudarlo a mejorar, y eso implica oír también las críticas constructivas.

- "Ha nacido una estrella" – Lee en voz alta, con una sonrisa genuina. – Me gusta cómo suena eso.

- Y a nosotros – concuerdo yo. Cuando me mira, no parece muy convencido. – Al departamento de marketing también – agrego, cosa que parece confundirlo.

Él mira a Fernando, esperando que él le dé las respuestas que busca.

- Están pensando en cambiarle el nombre a la gira. Nos ha gustado cómo suena y esta mañana llamé al jefe de marketing. Le encanta también. Están pensando cómo puede hacerse sin que afecte demasiado a la publicidad. De momento, parece que lo más fácil sería agregarle a su título actual, "Prayers", un subtítulo, que sería "A Star Is Borned".

- Suena bien – opina Carlos, asintiendo con la cabeza.

- La discográfica también tiene planes para ti – le informo, y cuando me mira con una ceja enarcada, añado algo. – Aunque eso es culpa mía, no de Fer.

Todos me miran con curiosidad, porque eso no lo sabía nadie excepto yo. Fer parece ligeramente molesto por no hacérselo dicho, sobre todo porque él odia que pasemos por encima de él, sin consultarle primero.

- ¿Qué has hecho, Lando? – Inquiere George.

- No podemos ofrecerles a los fans una cosa en directo y otra en casa – eso no parece aclararles nada, así que intento explicarme mejor. – Si yo fuera fan de la banda, me tocaría los cojones escuchar a Carlos en los conciertos y luego no poderlo escucharlo en mi casa. Así que les he preguntado a los de la discográfica si ven plausible volver a grabar los discos y los singles, pero con Carlos. Y ya de paso mejorar algunas canciones.

- ¿Quieres hacer como Taylor Swift? – Se ríe Alex. – ¿Como un Carlos' Version?

- Lo de Taylor es diferente. Ella graba de nuevo sus discos para que su vieja discográfica no pueda seguir beneficiándose de sus canciones, de las cuales perdió los derechos. Nosotros lo hacemos porque tenemos un nuevo cantante – razono yo, aunque lo que dice Carlos a continuación, debo admitir que tiene sentido.

- Si grabamos las mismas canciones, pero conmigo, al final estás evitando que el anterior cantante se beneficie de las canciones, porque la gente escuchará las nuevas.

- Eso tiene su lógica – opina George, riéndose. – Y viéndolo así, la idea de regrabar todas las canciones con Carlos me gusta aún más.

- A mí también – concuerda Charles, que alza su copa. – Por Carlos.

Los demás le imitan, ante el sonrojo de Carlos, que parece avergonzado y orgulloso a partes iguales.

- Y que le den al hijo de puta de Lewis – murmuro yo, tomando un sorbo de mi vaso de agua.

Ese brindis también lo secundan todos.

Los viajes en la furgoneta siempre son entretenidos y agotadores a partes iguales. Llevamos al menos tres horas aquí metidos, y todos están durmiendo, salvo Fernando, que está de copiloto. Si me asomara ahí delante, seguro que está dándole cháchara al chófer.

A mí me cuesta conciliar el sueño. No soy una persona que se duerma con facilidad, y además las condiciones de la furgo no son óptimas, por decirlo de alguna manera. Sólo hay que ver cómo están durmiendo mis compañeros. Alex tiene el cuello tan torcido que cuando se despierte le va a doler como siete infiernos, y George está hecho una bolita, con la cabeza en su regazo. Con lo larguirucho que es, es imposible que esa postura sea cómoda. Charles está apoyado contra la ventanilla, y no entiendo cómo no se despierta con las vibraciones del cristal. Por último, Carlos...

Espera.

Él no está durmiendo.

Aparto la mirada en cuanto veo que sus ojos marrones están bien abiertos y mirando en mi dirección, y vuelvo a hundir la cabeza en mi libreta, garabateando un dibujo de un ángel.

- Al final no me has enseñado las críticas que has recopilado – habla él, logrando que lo mire. – Soy todo oídos.

Frunzo el ceño, sin estar seguro de si me está tomando el pelo o no. Me extraña bastante que me pida que le lea críticas sobre todo lo que pudo hacer mal anoche.

- ¿Lo dices en serio o sólo te burlas de mí?

- Sé que no lo hice perfecto – replica, encogiéndose de hombros. – Sería una locura pensar que no cometí ningún error en mi primer concierto ante 65.000 personas. Que también era mi primer concierto a secas. Me gustaría saber qué cosas puedo mejorar.

Sus palabras parecen honestas, así que asiento con la cabeza y cojo mi teléfono, buscando las capturas de pantalla.

- Quiero que sepas que no son comentarios de haters sin sentido. Son críticas de profesionales que me parecieron acertadas – aclaro antes de comenzar a leer. Cuando asiente con la cabeza, empiezo. – "Aunque el carisma y la voz son excepcionales, le falta práctica, tanto a nivel coreográfico como vocal". "Una voz peculiar y única, aunque algo desentrenada". "Si un artista se compromete a tocar un instrumento en público (como un piano, en este caso), debería al menos hacerlo bien" – me detengo ahí, encontrándome con una mirada perpleja de su parte. – Te equivocaste varias veces, pero con el piano de Pablo era difícil darse cuenta. Yo apenas lo noté.

Vuelve a asentir con la cabeza, así que continúo.

- "Tiene la voz y el ritmo necesarios, sólo necesita práctica". "No llega a los mismos agudos que el anterior cantante, y en vez de hacerlos de forma deprimente, debería buscar la manera de bajar el tono de la canción para que no se saliera de su registro". "No debió involucrarse con los bailarines si no podía seguirles el ritmo" – la lista sigue, pero es más de lo mismo, de modo que decido que es suficiente. Ya no está tan sonriente como en el almuerzo, mientras los chicos le regalaban el oído con titulares positivos y comentarios empalagosos. – Los he escogido porque concuerdo con ellos, hasta cierto punto.

- ¿Crees que no hice nada bien? – Pregunta en voz baja, y parece más afectado de lo que me esperaba.

- Yo no he dicho eso – niego enseguida, serio. – Mira, Carlos... Tú y yo no nos llevamos bien, pero me tomo muy en serio mi trabajo, y sólo quiero lo mejor para la banda. Porque esta banda es mi vida, ¿entiendes? – Asiente con la cabeza y yo sigo hablando. – Anoche hiciste un muy buen trabajo, de veras lo pienso. Pero se nota que no te dedicabas a esto antes. Quizá como hobby, pero nada más. Y realmente pienso que el potencial está ahí – lo señalo al completo, y él sonríe levemente, – pero tenemos que trabajar en ello para que algo "decente" o "bueno" se convierta en algo "perfecto".

- ¿Tenemos? – Esboza una sonrisa divertida y algo sorprendida.

Yo frunzo el ceño. ¿Es lento o simplemente imbécil?

- Tú solo no vas a mejorar. Necesitas profesores, clases, y en general, ayuda. Charles puede enseñarte a tocar el piano, y George con la voz y la pronunciación.

- ¿La pronunciación?

- A veces se te nota el acento español cuando cantas. Tienes que evitarlo a toda costa. No suena bien – digo con firmeza, a lo que él asiente. – Y bueno, de ti depende si quieres mejorar tu baile o mejor no bailar más.

- Me gusta bailar, pero no me gustaría pasarme todo el concierto haciéndolo.

- No importa si lo haces media hora, una hora, o dos horas. Si lo vas a hacer, lo haces bien.

- Está bien – parece algo abrumado por todo lo que pretendo que haga, pero tiene que ponerse al nivel. – ¿Algo más?

Hay algo que no sé si debería decir. No tengo la suficiente confianza para hablarlo con él, pero es algo que quiero decirle porque lo último que necesitamos es a otro Charles. Decido aprovechar que estamos teniendo una charla civilizada para decírselo con suavidad.

- Tienes que dejar de acostarte con otros artistas o gente que trabaje con nosotros.

Vale, no ha sido lo más suave que he dicho nunca, pero... No sabía cómo ir al grano sin ser brusco.

- ¿De qué estás hablando? – Se hace el loco, y eso sí que no lo soporto.

- Sé que te fuiste en un coche con Pablo, no finjas – bufo, poniendo los ojos en blanco. – Te digo esto igual que se lo he dicho a Charles en otras ocasiones. Si te lías con un artista, y luego hay mal rollo con él, quizá no quiera trabajar con nosotros en el futuro. No quiero que eso pase, nada más.

- Dices eso como si dos miembros de la banda no fuesen literalmente novios – replica, pues parece que no le ha hecho gracia lo que le he dicho.

- Eso es distinto. La relación existe desde antes de la banda, tienen prioridad – le resto importancia, negando con la cabeza. – La industria musical ahora es tu trabajo, Carlos. Todos los que forman parte de ella son potenciales socios. Y nunca se mezcla el trabajo con el placer. Nunca – reitero, hablando completamente en serio.

- ¿Me vas a decir que tú nunca lo has hecho? – Se ríe, como si para él fuera extraño que alguien pudiera ser mínimamente profesional.

- No, nunca – contesto con simpleza.

- En realidad, tampoco me sorprende – musita, y sé que su comentario viene con una dosis de crueldad.

Puede que yo no haya sido siempre muy simpático con él, pero él tampoco está poniendo de su parte. Me cae mal, pero pensaba que al menos podríamos comportarnos como adultos unos pocos minutos. Al parecer no se puede. Porque al parecer ya me ha tocado los cojones y no pienso seguir siendo amable.

- Cuando he dicho que me tomo en serio mi trabajo y que quiero lo mejor para la banda, no estaba bromeando, Carlos. Así que no me jodas con tus bromitas e insultos – me cruzo de brazos, porque no sé qué hacer para no lanzarle la libreta a la cabeza. – No es mi puta culpa que no seas capaz de controlar dónde la metes y dónde no, pero para mí eso es un problema y si no lo cambias...

- ¿Qué harás? – Me corta, sonriendo de forma arrogante. – ¿Despedirme? El contrato dura hasta el final de la gira, y para entonces, aunque me despidas, ya seré famoso y podré seguir por mi cuenta – su prepotencia me hace querer matarlo, pero sé que tiene razón. – Ahora formo parte de esta banda, y también me lo tomo muy en serio – añade, cambiando su expresión a una muy seria. – Quiero triunfar con vosotros, porque se ve que son buena gente – mira a los chicos, y sé que me excluye a mí de ese conjunto. – Pero no voy a tolerar ni que me digas a quién puedo follarme ni que me amenaces a la mínima – su tono es duro y seco, y comprendo que lo he subestimado. No es tan bueno y tierno como aparenta. – Yo soy muy amigable y leal, pero si me jodes, olvídate de eso. Vas de chulo, prepotente y cabrón, pero yo también sé jugar a ese juego, Lando. No quieras jugarlo.

Realmente no sé qué contestar a todo eso. Comprendo deprisa que discutir con él es como hablarle a una pared, así que resoplo frustrado y cojo de nuevo mi libreta, siguiendo con el dibujo de antes. Está claro que no podemos ser civilizados el uno con el otro, así que quizá deba delegar este tipo de charlas a Fernando, que ha hecho migas con él bastante rápido.

Sea como sea, me toca las narices. Porque Carlos no me respeta, y eso es algo que no tolero. En esta banda el respeto y la lealtad son claves, y yo no puedo confiar en que Carlos sea leal si ni siquiera nos respetamos. Sabía que aceptar a alguien tan deprisa acarrearía riesgos, pero pensaba que sería más sencillo. No imaginaba que tendría que lidiar con un chulo idiota y cabezón.

Lo escucho suspirar, y rebusca algo en su mochila de viaje. Veo de reojo que tiene un libro digital en las manos, y vuelvo a mis asuntos, comenzando a escribir una partitura que dejé a medias el otro día.

Va a ser un viaje muy largo.

Muy, muy, muy largo.

Nota de la autora:

¡Hola chiquis! Ya echaba de menos actualizar por aquí. ¿Qué tal el inicio de año? Yo de momento voy bien, y me estoy esforzando por tener una mentalidad positiva y abierta. Con suerte, eso se refleje en mi frecuencia de actualizaciones JAJAJAJ.

Finalmente se ha revelado quién era el anterior cantante. ¿Os lo esperabais o no? ¿Qué pensáis al respecto?

Y creo que en esta historia aún no he preguntado, pero ¿qué os parece? ¿Os gusta? ¿Qué expectativas tenéis sobre la relación de estos dos? ¿Alguna teoría conspiranoica en mente?

Os leo, no me dejéis hablando sola AJSJAJSJAJSJS.

Os ama,

A💛.

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