Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12-twelve

Taehyung había salido a correr aquella mañana de sábado, necesitaba despejar su mente y distraerse. No había nada mejor que correr bajo la brisa fresca de Seúl y sentir los músculos de sus piernas ceder hasta su punto máximo. Luego de unos treinta minutos había decidido volver porque sabía que alargar el encuentro con su amigo o SeokJin sería peor para su cabeza y tampoco tendría sentido. Él no tenía nada con el mayor, y ciertamente este no le debía fidelidad y mucho menos explicaciones, ahora con respecto a Jungkook la cosa quizás si cambiaba un poco, pero a la vez no tanto. Él sabía cómo era su mejor amigo, coqueto y promiscuo. Él siempre aprovechaba de tomar lo que se le pudiera dar y también sabía que Jungkook le había preguntado si a él le gustaba SeokJin y sin embargo Taehyung…

Lo negaste. Kook te preguntó y tú lo  negaste.

Abría la puerta con sumo cuidado, aún eran las ocho y media de la mañana, no quería despertar a nadie tan temprano un fin de semana. Así que entraba, se quitaba sus tenis y se dirigía directo al baño para estar limpio antes de un buen desayuno. Luego de un par de minutos salía dirigiéndose directo a la cocina para preparar café, lo suficiente como para dejar hecho por si alguien más deseaba tomar. En este caso Seokjin, quien solía consumir bastante a la mañana. Estaba muy ensimismado en preparar tostadas y aún las otras tres personas restantes no daban señales de vida, hasta que la puerta de la habitación de Jungkook se abría y el cuerpo de Taehyung se tensaba por completo.

Los pasos arrastrados de su mejor amigo le hacían medir la distancia que le restaba para alcanzarlo y llegar a su lado. Así que ponía su mejor sonrisa al tenerlo a pulgadas de palmearle su espalda.

—Buenos días, bella durmiente —exclamaba Taehyung.

—Buenos días, cosita ¿Saliste a correr sin mí? —preguntaba el pelinegro, tomando la leche del refrigerador y bebiéndola sin más.

—Si lo he hecho, como estabas con Rose no quise molestarte. Supuse que ya habías drenado suficiente energía —soltaba, forzándose a no dejar vagar su imaginación sobre Jungkook en la habitación de SeokJin.

Aquello le provocaba una extraña sensación en la boca de su estómago.

—Sí, quizás. Hubiera sido bueno despejarme corriendo… —replicaba Jungkook con un semblante algo decaído que llamaba la atención de Taehyung.

Notaba como éste comenzaba a preparar una gran bandeja con café, leche y todo tipo de cosas dulces.

—Rose quiere el desayuno en la cama —soltaba con esa sonrisa incomoda que Taehyung conocía muy bien. Sin mencionar que notaba las ganas que éste tenía de salir corriendo y de hablar de cualquier cosa menos de aquello que parecía estar carcomiendole la cabeza.

— ¿Sucedió algo de lo que quieras hablar? —se arriesgaba el azabache.

Jungkook se giraba a verlo con ojos abiertos y rostro consternado, ellos siempre hablaban de todo y se contaban hasta sus peores vergüenzas, pero justo ahora y en ese preciso instante, Jungkook no sabía si podía compartir con Taehyung lo que había pasado con SeokJin mientras le hacía un oral. Sacando aquel vergonzoso acontecimiento, el pelinegro sabía y no era ajeno a la conexión entre ambos hombres. Solo que su mejor amigo se lo había negado y SeokJIn no terminaba por decir ni sí, ni no. Joder, realmente sobraba en la maldita ecuación. Suspiraba y cuando estaba pensando en su respuesta, SeokJIn salía de la habitación.

Ambos amigos habían vuelto su mirada al mayor y notaban las bolsas y ojeras bajo sus ojos, éste definitivamente había tenido una mala noche, descansado muy poco y nada luego de haber soltado aquel nombre. Lo peor de todo era que ahora los tres sentían el aire sobrecargado de tensión, hasta que el azabache se ponía en el papel de aquel que no debía de saber el encuentro que habían tenido SeokJin y Jungkook aquella madrugada, y tomaba la palabra luego de ver la reacción de incomodidad de SeokJin hacia ambos y como Jungkook había bajado la cabeza al verlo.

—Hyung… ¿Has dormido bien? Te ves muy cansado —preguntaba con sinceridad.

Seokjin desviaba la mirada y asentía con sus ojos cerrados—. No he descansado en absoluto

— ¿Algo de lo que quieras hablar? —preguntaba Taehyung.

Jungkook abría sus ojos inmensamente, negándole a Seokjin aquella acción de hablar con Taehyung. Aquello había incomodado tanto al arquitecto que estaba más que seguro que la decisión que había tomado en las últimas horas era la correcta.

— ¿Hyung? —insistía Taehyung ya preocupado.

SeokJin suspiraba y se acercaba a ambos para hablar como debía, secando el sudor de sus manos en la tela chándal de su pantalón negro.

—Contacté a mi asistente, Lalisa ¿No sé si la recuerdan?

—La chica bonita de labios carnosos —soltaba Jungkook intentado parecer relajado. Pero a veces los nervios sacaban lo peor del pelinegro y su personalidad descarada no ayudaba en la situación.

Taehyung lo miraba de reojo, rodando sus ojos luego y SeokJin asentía con una mueca de incomodidad.

—Ella —replicaba—. Le pedí que se pusiera en la búsqueda de un hotel para mí mientras estoy en Corea 

— ¿Espera, qué? —Cuestionaba Taehyung de inmediato—. Quedamos en que te quedarías aquí. El doctor dijo que no debes estar solo

—Jin Hyung —soltaba Jungkook con suavidad—. No es necesario que te vayas —su tono era uno lleno de culpa, debido a los últimos acontecimientos entre ambos.

—Bogum dijo que necesitas estar acompañado y creo que aquí-…

—Le dije a Lalisa que averigüe por una enfermera, para estar vigilado como el doctor pidió —señalaba de inmediato.

Ambos jóvenes suspiraban desganados, Jungkook quería golpearse la cabeza y Taehyung sentía como sus latidos se habían acelerado en demasía. SeokJIn había notado el efecto que aquella noticia había tenido en cada joven.

—Lo mejor es que yo-…

Justo en ese instante Rose salía de la habitación de Jungkook—. Kookie, estoy esperándote con el desayuno ¿Necesitas ayuda? —Mencionaba ésta, totalmente ajena a la situación—. Tae-Jin, buenos días —saludaba sonriente desde la habitación.

—Lo siento yo-…

—Ve tranquilo Jungkook —soltaba SeokJIn—. Solo esa era la noticia, puedes seguir con tus asuntos —le sonreía de forma dulce al menor.

Jungkook suspiraba y tomaba la bandeja para salir en silencio de en medio de ambos, realmente no quería dejar aquella cocina y el debate en cuestión, pero tenía una demandante invitada pidiendo su atención. Cuando la puerta sonaba al cerrarse SeokJin volvía sus ojos a los de Taehyung, quien estaba más que expectante por más información respecto a su decisión.

—No me mires así, Boxy —suplicaba.

— ¿Por qué lo haces, Seokjin? —preguntaba—. Estas bien y seguro aquí. Estás cómodo ¿por qué irte?

—Porque estoy haciendo todo mal —respondía con honestidad. Tomando por sorpresa al azabache—. Estoy bien, pero ya no estoy cómodo

— ¿Es por mi culpa? —Preguntaba Taehyung con inocencia y permaneciendo ajeno a lo que fuera que haya pasado con su amigo y el arquitecto. Se apresuraba a hablar otra vez—. Lamento si te incomod-…

—Eres el último que debería disculparse aquí —SeokJIn se adelantaba y ocupaba rápidamente el espacio personal de Taehyung, acunando su rostro en sus manos y mirándolo de esa forma tan intensa y peculiar que hacía tastabillar a Taehyung—. Lo siento —se alejaba de inmediato—. Jungkook vino a mi habitación anoche.

Taehyung abría sus ojos de par en par, sorprendido ante aquella confesión.

—Si él no te dijo nada, no le digas que yo te conté —añadía SeokJin, bajando la mirada—. Necesito irme, Boxy. Estoy muy confundido y estar aquí no me está ayudando de la forma correcta.

Taehyung aún seguía asimilando la información dada, tragaba el nudo en su garganta y miraba a un punto fijo para luego volver su vista al mayor.

—Cuando te refieres a confundido ¿Lo dices por Jungkook y por mí? —preguntaba con preocupación.

—Hay alguien más en mi vida a quien necesito identificar y pareciera que mi cabeza lo relaciona a ustedes y yo no sé realmente lo que estoy sintiendo —admitía—. Anoche con Jungkook yo-…

—Oye, conozco a  mi amigo y no necesito detalles —mencionaba con ese malestar peculiar en su estómago.

—Tae…un nombre que desconozco salió de mi boca —se apresuraba a decir—. Mi subconsciente ni siquiera pudo reconocer con quien estaba realmente. SI eso hubiera pasado contigo yo-…

—Pero no paso —señalaba el azabache—. No necesitas explicarte conmigo, Hyung. Entre nosotros no sucedió nada.

Taehyung no quería sonar enfadado, pero tampoco quería sonar dolido al respecto. Todos eran adultos y hombres solteros o al menos él y Jungkook lo eran, de SeokJin no se sabía  mucho. Seokjin apretaba sus dientes y no podía evitar que las palabras fluyeran de su boca sin su consentimiento.

—Si pasó —replicaba SeokJin—. Pasó un beso que yo no puedo dejar de repetir en mi cabeza y quizás para ti un beso no significa nada, pero a mí me jodió la existencia

—Jin-…

—Déjame terminar —pedía—. Anoche cuando Jungkook vino a mi habitación, yo deseaba con todo mí ser que fueras tú-…

—Por favor, no sigas… —pedía Taehyung. Pero Seokjin no obedecía.

— Si hay alguien esperando por mí, no sé cómo debería manejar el hecho de que puedo asegurarte que no hubiera dicho su nombre estando contigo. Tampoco sé cómo debería sentirme respecto a ti yo…

—Por favor te lo pido —susurraba Taehyung—. Necesitas saber quién es esa persona —añadïa, notando la frustración del mayor.

SeokJin se maldecia, se maldecia tanto por estar en aquella situación, por haber caído ante el encanto de Taehyung y Jungkook  y por sentir que estaba jugando con ambos.

—A eso voy… —decía luego de unos segundos—. Voy en busca de un nuevo celular para el chip y la memoria.

Taehyung asentía, aún con aquellas palabras que SeokJin había soltado sin respirar, dando vueltas por su cabeza.

—Iré contigo —añadía—. Déjame estar contigo cuando lo averigües.  

Dios que tensión....o no? Amo la intensidad de todos jejeje ಠ‿ಠ
Buenos, adiós y besitos

Con amor Niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro