Capítulo 10
Punto de vista de Jean.
Me desperté sobresaltado y ya no podía dormir, desde el accidente de Gia que no podía hacerlo una noche completa. No obstante no era eso lo que me mantenía con insomnio, tenía miedo, tenía miedo a no encontrarla a descubrir finalmente que me estaba aferrando a algo que no tenía ni pies ni cabeza, no quería aferrarme a un clavo ardiendo y me terminara quemando.
Me reincorporé en la cama y miré como Halsey dormía con su pelo castaño extendido por toda la almohada. Había querido dormir conmigo porque tenía miedo y yo acepté porque no había nada más que me gustara en este mundo que dormir con mi hija. Acaricio su pelo y dejo un beso sobre su frente, tras eso aparté las sábanas y me levanté.
Voy a oscuras por los pasillos y me froto la cara mientras bajo las escaleras bufando. Estaba harto de no poder dormir, estaba harto de no poder ser yo mismo desde hace nueve años.
Entro en la cocina y veo la figura de una mujer tras la barra, de a primeras me asuste porque vi la figura de Gia, de segundas me tranquilicé —más bien, me decepcioné— porque era Anna.
Llevaba una camiseta negra Mía y mi mente no dejaba de reproducir imágenes de Gia con ella puesta.
Su rostro estaba cubierto por sus manos y se notaba de lejos que estaba pensando en algo. Quería averiguar qué era ese algo, pero no lo lograría quedándome callado.
— Hola. — dije, ella estaba tras la barra y yo en la puerta.
— Hola.
— ¿Qué haces aquí? — pregunto poniéndome a su lado.
— Pues es que, no puedo dormir... ¿tú?
— Tampoco, desde la muerte de Gia no consigo hacerlo una noche completa. Y bueno ahora con todo esto, estoy muy confundido y asustado. — bufé. Era tan real eso.
— No te preocupes, es normal. — frota mi espalda y le mira a los ojos. Sus ojos claros eran tan idénticos a los del amor de mi vida que el único sentimiento que despertaba en mí era coger su cintura y comerle a besos, como si ella fuera a quien tanto yo había anhelado.
— Lo siento, Anna. — digo cerrando los ojos y volviéndolos a abrir. — Te veo idéntica a ella y solo pienso en besarte, joder.
Coge mi barbilla y me hace mirarle, No pasó ni un solo Segundo hasta que mis labios atraparon los suyos con una velocidad de La Luz y una furia incontrolable. Se notó mucho que ella al principio no sabía si debiera de responder o no, pero cuando nuestras lenguas rozaron debió de sentir la misma oleada de calor que yo porque sus labios se movían al compás de los míos.
La piel se me erizaba de tan solo sentir como sus manos se deslizaban por mi espalda y hacía un intento de clavar sus uñas en ella, acariciaba mi nuca y sus dedos se enredaban en mi cabello, era una sensación tan placentera. Hacia años que mi cuerpo no se sentía así, y por él reaccionar del suyo junto al mío, parecía que llevaban años buscándose y jamás se habían encontrado. Hasta ahora.
Pasó mi camiseta por encima de mi cabeza y mis manos en su caderas la hicieron sentarse encima de la encimera, sus piernas rodearon mi cintura y pude sentir como su cuerpo reaccionaba ante mi cercanía, me gustaba sentirla temblar, segundos después mi erección se sintió dura sobre su ropa interior dado que solo llevaba mi camiseta.
Estaba tan lanzado a hacerla Mía, que aunque sabía que debía de parar no quería hacerlo, y si ella no me decía que parase no lo haría por nada del mundo.
Pero cuando soltó un gemido, mi mente volvió en sí, rápidamente me separé y la miré, miré sus ojos y comprendí que aunque era idéntica a mi amor, no era ella. La culpabilidad me invadió, la sentí viajar por todo mi cuerpo y se detuvo en mi corazón presionándolo.
Observé sus labios rojos y vi la cara de confusión en su rostro, quería disculparme por ello, pero no quería hacerla sentir mal.
Tomé mi camiseta y salí de la cocina.
Sé que debí de darle alguna explicación, decirle que abrí los ojos y vi que no era la persona que yo más anhelaba, pero no me atrevía, así como Gia me llamaba un montón de veces, tenia razón. Soy un cobarde.
Regresé a mi habitación y Halsey seguía durmiendo como un bebé, bueno, ella de bebé no dormía mucho.
Sonreí cuando recordé que despertaba a la casa completa sus dos primeras semanas de vida y todos estaban durmiendo y venían a echar bronca.
La libré de todo el dolor que pudiera sentir en su vida, salvo del único que no pude librarme ni a mí mismo, la pérdida de Gia.
(...)
Al despertarme, Halsey ya no estaba abrazada a mí. Supuse que estaba en la sala ya desayunando.
Tomé una camiseta blanca y unos pantalones negros, mis vans negras y salí a la sala.
Orson y Mae estaban en la cocina, les saludé cogiéndome mi desayuno. Me dijeron que Libardo había salido muy temprano para hacer deporte fuera de casa.
En búsqueda de mi hija fui al comedor donde Christopher y Cris conversaban y en la mesa de centro se encontraban, Anna y Halsey muy animadas sonriendo.
— me caes bien. — le dice Halsey sonriendo. Anna le devuelve la sonrisa y le acaricia la mejilla.
— A mí tú también. — luego se dan un abrazo. Sentí mi cuerpo derretirse ante esa imagen.
Anna me miró y yo aparté la mirada de ella, no quería que supiera cuán avergonzado estaba por haber huido como un auténtico cobarde ayer.
Se levantó de donde estaba sentada y vino hacia mi.
— Hola. — me dice y le ofrezco una sonrisa.
— Hola.
— Tengo buenas noticias. En dos semanas podemos viajar a Miami, la casa de Zabdiel está disponible. — dijo Christopher murándonos a los dos.
— debería de llamar a Ralf. — dije.
— Yo debería de ir al hotel. — no iba a negar que saber que iba a volver al hotel junto con Erick, me causó bastante molestia pero no quise aceptarlo.
— Puedes quedarte aquí. — dice Christopher. — No tienes por qué volver con ese idiota.
— Es tu cuñado, Christopher, y tu mejor amigo.
— ese dejó de ser mi mejor amigo desde la primera vez que me colgó el teléfono.
— Voy arriba a recoger mis cosas. — Anna desapareció de nuestra vista.
— tiene que volver al hotel, con mi hermano, que es su novio. — dice Cris regañando a su novio.
— ¿Es que no lo entiendes?, Tener a Anna cerca es sentir que tengo a mi hermana conmigo, y si puedo tener ese sentimiento la quiero todo el día conmigo.
— Supera ya que tu hermana está muerta, Christopher.
— Cállate, Cristina.
— Anna, no es Gia. — dije yo. — ya basta de quererla comparar todo el tiempo con ella, le falta todavía mucha sopa para llegarle a los talones a tu hermana, y ni su cercanía ni nada más que el aspecto físico, la van a poder igualar. Gia siempre será mejor que Anna.
Por la cara de Christopher supe que Anna estaba detrás de mi, momento justo que me arrepentí de no haber medido mis palabras.
______
HOLAAAAA después de unos días acabo de volver.
Ya somos más de 15K es No Way, estoy tan contenta.
Naim se va de México 🥺
#MasamormenosHate.
Me han vuelto a mandar # son los siguientes:
#CrisTeOdioSinConocerte
#JeanDateCuenta
Me encanta 😂
LECTORAS FANTASMA NO 🖤
Voten y comenten 💗
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