Días después

Ya era demasiado, Jisoo ya no aguantaba más, tenía que ir y hablar con Rosé, la necesitaba, tenía que hablar con ella o por lo menos verla una última vez, así que ahora mismo estaba frente al club pensando en si bajar o no del auto, recordando todo lo que le había dicho hace días la pelirroja.
Al final decidió bajar y adentrarse nuevamente al lugar.
Buscó entre la multitud tratando de encontrar a Rosé, pero no la veía por ningún lado.

- ¿Otra vez tú por aquí? - Se giró y miró a la misma chica que la recibió la primera vez que vino a el club

- ¿Otra vez tú recibiéndome? - Le dijo mientras tomaba asiento en el taburete de la barra

- Escuché por ahí que ya estás casada. - Le dijo la chica mientras le servía algo de beber. - Creo que ya no deberías de venir por aquí. - Jisoo solo la miraba y pensaba en lo entrometida que era. - Supongo que vienes por Rosé

- Supones bien, necesito hablar con ella ¿Sabes dónde puede estar? - Preguntó dando un trago a la bebida

- Yang Hyun Suk se la llevó de aquí

- ¿A dónde? - Su voz sonaba preocupada, durante su tiempo juntas ella le había comentado que odiaba estar a su lado, siempre la maltrataba y la hacia menos

- Eso si no lo sé, el viaja por todo el país

- Maldita sea. - Dijo esto dando un golpe a la barra

- Oye tranquila, deberías olvidarte de ella, es lo mejor

- No me digas lo que tengo que hacer

- Mira...no quería decirte pero creo que me veo obligada a hacerlo, hace unos cuantos días, aquí mismo yo escuché a Rosé y a una de sus amigas hablando sobre ti. - Eso llamó la atención de la mayor así que decidió escucharla

- ¿Qué decían de mi?

- Hablaban de un plan que trataba básicamente de enamórate, y como tú tienes dinero y poder pues...podrías sacarlas de este infierno. Y ahora que te veo aquí, creo que sí consiguió seducirte

- No, eso es mentira

- Yo las escuché, ella solo te utilizó, pero no sé porque no terminó de concluir con su plan

Lo que le había dicho esa mujer no dejaba de resonar en su cabeza ¿Y si era verdad? ¿Y si solo la estaba utilizando para su beneficio?
Jisoo de verdad había creído en sus palabras, de verdad pensó que la amaba con la misma intensidad que ella lo sigue haciendo. Nunca debió de confiar en ella, algo dentro de ella le decía que esa mujer no era de fiar, nunca debió de hacerle caso al corazón.

***

- Ésta es toda la mercancía que vamos a distribuir por la ciudad. - Dijo dando dos leves golpes en su hombro al moreno

- Está bien, yo te dejaré seguir pasando tus porquerías a la ciudad, siempre y cuando tú me des mi pago

- Claro Jongin, mañana mismo te depositaré el dinero. - Colocó un cigarrillo en su boca y lo encendió

- Veo que vienes acompañado. - Dijo señalando a la pelirroja

- Es mi zorra favorita

- ¿Qué es lo que llevas en el último camión?

- Nueva mercancía, ya hacían falta nuevas mujeres, ya sabes Jongin cuando quieras puedes ir al club...oh es cierto. - Dijo riéndose. - No recordaba tu pequeño problemita con las mujeres

- Mejor ya lárgate Yang

- Tienes razón. - Abrió la puerta de la camioneta y subió

- Ya di órdenes para que los oficiales no te revisen

- Te veo después. - El vehículo arrancó
Después de varios minutos conduciendo el hombre dió indicaciones de que ellos se encargarán de la mercancía. Tomó un rumbo diferente hasta llegar a un restaurante. Él bajó del vehículo, pero la pelirroja no quería, no tenía ganas de nada, no quería pasar ni un minuto más junto a él.

- Baja. - Le dijo firme, pero Rosé no le hacía caso. - Te estoy diciendo que bajes de la maldita camioneta

- No quiero, mejor llévame a descansar, estoy muy cansada. - De inmediato Yang bajo de la camioneta y caminó furioso hacia Rosé

- Te dije que bajarás estúpida. - La tomó fuertemente del brazo haciendo que saliera. - Vamos a cenar tranquilamente ¿Okey? No me hagas enojar. - Ya dentro sentados en su mesa, Yang comía mientras que Rosé ni un bocado había podido llevarse a la boca. - Rosé, come por favor maldita sea

- Te dije que no tengo hambre entiende. - Éste tomó su mano apretándola muy fuerte

- A mí no me contestes así zorrita, si lo vuelves a hacer no sabes de lo que puedo ser capaz de hacerte. - Fue soltando un poco su agarre. - Ahora trágate todo eso estúpida. - Rosé terminó por ceder ante sus peticiones, así que aunque no lo quisiera comió.
Todo transcurría tranquilo, terminaron de cenar, el hombre pidió la cuenta y antes de que se la entregaran observó a lo lejos a la esposa de su socio Jongin; Jennie Kim. Estaba acompañada por una de las hijas del empresario Yoon, era la otra, porque a Jisoo si la conocía, había ido un par de veces a su club. Pero ¿Qué hacia la esposa del alcalde con esa mujer en un lugar como éste?

- Su cuenta señor. - El mesero sacó de sus pensamientos a Yang. Tomó su dinero y pagó

- Vámonos. - Le dijo a Rosé tomando su mano, saliendo de aquel restaurante

***

Dahyun bajaba con cuidado las escaleras para abrir la puerta, caminó hasta la entrada y abrió.

- Hola Dahyun querida. - Le saludó su suegra Seohyun quién venía acompañada por su esposo. - ¿Qué tal el embarazo? ¿Todo bien?

- Todo bien suegra, cada día falta menos para conocerla. - Dijo acariciando su vientre. - Pero pasen por favor. - Se hizo a un lado haciendo pasar a los mayores los cuales tomaron asiento en uno de los sillones de la sala

- Dahyun ¿Puedes hablarle a Jisoo? - La chica se quedó extrañada ante sus palabras

- ¿Qué? Jisoo me llamó y dijo que estaba en la agencia, y que llegaría más tarde ¿Usted estaba con ella, no?

- Cierto, cierto, que tonto. - Habló nervioso. - La dejé en la oficina revisando unos papeles, la esperaré, por lo pronto hablemos en lo que ella llega

Dahyun preparó café para sus suegros y lo acompañó con una galletas, mientras platicaban de todo tipo de cosas. Pasó alrededor de una hora hasta que se escuchó como abrían la puerta de la casa.

- Mi amor llegaste. - Dahyun se levantó del sillón y fue a recibir a su esposa con un beso en sus labios

- Mamá, papá ¿Qué hacen aquí? Es muy tarde

- Hija yo tenía muchas ganas de verte, la verdad se te extraña en la casa. - Dijo su madre a lo cual Jisoo solo sonrió

- Mamá no seas exagerada. - Caminó hacia ella y le dió un fuerte abrazo

- Jisoo yo tengo algo muy importante que hablar contigo y no podía esperar hasta mañana

- Vamos a mi oficina

Los dos caminaron hasta la oficina, Jisoo entró pero el señor Yoon se aseguró de que su esposa y su nuera estuvieran hablando para poder él hablar tranquilamente con Jisoo.

- ¿Qué es eso tan importante que quieres hablar?

- ¿Sigues viendo a esa mujer verdad? Por eso es que apenas llegaste, estabas con ella. Ya toma conciencia por favor Jisoo

- Voy a seguirla buscando, tengo que hablar con ella y tú no vas a impedirlo

- Por favor Jisoo, no seas necia, esa mujer algo quiere de ti, de seguro solo te quiere por tu dinero, o tal vez busca algo más. - De inmediato a la mente de la pelinegra volvieron a vagar las palabras de la chica del club.- En visto de que no haces caso a mis peticiones, me veo en la necesidad de mandarte a Japón

- No, eso no, yo no me voy de Corea

- Lo vas a hacer Jisoo, te irás con tu familia a Osaka y te olvidarás de esa mujer ¿Entendiste?

- No creo que a Dahyun le agrade la idea de estar lejos de aquí, de sus padres, de su familia

- Pues ahora es tu esposa y debe de seguirte a dónde quiera que vayas. Te harás cargo de la pequeña empresa que estoy formando allá, si todo sale bien esa empresa pasará a manos tuyas. Eso es lo que siempre haz querido

- Lo dialogaremos mi esposa y yo, ahora déjame sola

- Te quiero hija, creeme que todo ésto es por el bien tanto tuyo como de tu familia. - El señor Yoon salió de su oficina, dejando a una Jisoo muy confundida, ahora no sabía qué hacer

***

- Mi amor ¿Estás bien? - Preguntó Lisa mientras observaba a Jennie recolocando su ropa

- Nunca voy a olvidar este momento que vivimos juntas. - La observó sonriendo pero pronto su sonrisa desapareció. - Se que no debió haber pasado ésto, no está bien, soy una mujer casada. - De inmediato Lisa se levantó de la cama y fue hacia ella

- Haber mi amor. - La tomó de la cintura y pego su cuerpo al suyo. - El amor no tiene culpas, simplemente se da, así sin remordimientos. Ahora que estuve contigo sabes...me di cuenta que yo nací para descubrir el amor a tu lado, te juro que fue lo más bonito que he sentido en la vida. - Le decía esto mientras acariciaba su cabello. - Yo no me arrepiento ¿Y tú?

- Tampoco. - Jennie acortó la distancia y dejó un corto beso en sus labios. - No sabes cómo hubiera querido conocerte antes y que fueras tú la mujer con que yo me casara. Después de sentir ésta felicidad, este amor...va a ser muy difícil regresar a la casa con Jongin y seguir esa vida tan fría y tan dura que llevo desde que me casé

- Entonces déjalo ¿No te das cuenta que esto para mí no es una aventura? Espero que tu también sientas lo mismo, tienes que dejar a tu marido, pídele el divorcio

- ¡No Lisa no es tan fácil! Jongin nunca me va a dar el divorcio y menos mientras sea el alcalde de Seúl él odiaría un escándalo así

- Ya, ya Jennie está bien, tranquila. - Dijo atrayéndola a ella para abrazarla y tranquilizarla