Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✩ 012

Febrero, 2021.

Una de mis manos acariciaba su pelo sedoso mientras que, la otra, se mantenía en su cintura en la que podía notar que no había adelgazado, cosa que me tranquilizó. Caminé casi quedando apoyados en la pared y, oí su risa por ese gesto que había hecho lo cual, fue uno de los mayores regalos del mundo, se oía tan perfecta como la recordaba. Estaba llorando por el mero hecho de por fin tenerla entre mis brazos, de tenerla como había soñado desde hace unos años. Bajé ambas manos para rodear su cintura mientras Haneul acariciaba mi espalda con cuidado tranquilizándome y seguramente tranquilizándose a si misma ya que lloraba como yo.

Con ese abrazo, sentía que todo lo que habíamos perdido en los años separados, se había recuperado y arreglado con ese gesto que olía a cariño y añoranza, un abrazo que había arreglado todos mis malos sentimientos dejándome con el mejor que tenía que era ella. Una de sus manos llegó hasta una de mis mejillas la cual comenzó a acariciar a la vez que limpiaba las lágrimas que salían de mis ojos. Sentía que, con cada toque que hacía en mi cuerpo, arreglaba cada pedazo que se había roto.

—No puedo creerme que estés aquí —admití sintiendo como reía ante esas palabras—. Así que tu sorpresa era esta, ¿eh? —Pregunté mientras Haneul se separaba un poco para mirarme a los ojos. Depositó ambas manos acunando mis mejillas mientras sonreía.

Estaba preciosa, incluso más de lo que recordaba. A pesar de tener los ojos rojos de llorar, se mantenían con ese color castaño que tanto me gustaba ya que sus ojos eran bastante grandes y bonitos, sus labios seguían igual de gorditos y rosados como los recordaba además de su típica manera de llevar el pelo suelto de ese color que tanto le favorecía, aquel castaño claro que resaltaba su piel. Su sonrisa seguía igual de perfecta, de esas que jamás dejarías de mirar.

—Quería que fuera una gran sorpresa —admitió mientras volvía a limpiar las lágrimas con sentimientos mezclados que salían de mis ojos. La abracé de nuevo provocando que riera y me abrazara por el cuello pegando más nuestros cuerpos.

—Y vaya que lo ha sido —añadí apretándola con fuerza entre mis brazos como si no quisiera que se escaparas nunca más de entre mis brazos. Sentí su respiración alterada en mi cuello ya que había apoyado su cabeza en mi hombro.

—Entonces he hecho bien.

Levanté la cabeza provocando que ella también la levantara conectándose nuestras miradas por un momento. Me sentía el hombre más afortunado del mundo por tenerla entre mis brazos, por poder mirarla, por de alguna manera, ser mía y no mía de pertenencia, mía simbólicamente. Sentí una conexión al mirarla tal y como la recordaba, una conexión que me dejaba totalmente sin palabras y aceleraba mi corazón de tal manera que pensaba que me daría un infarto. Volver a sentir eso, fue la mayor magia que podía haber sentido de nuevo. Sonreí al notar cómo medio zoológico revoloteaba en mi estómago y me recordaba lo cuan enamorado que estaba de Haneul.

Entonces por un instante, todos aquellos momentos que habíamos vivido juntos, se reprodujeron en mi mente sin previo aviso dejándome totalmente sin respiración, teniéndola aquí, incluso se sentían más cercanos y dolorosos. Acarició con sus dulces dedos mis mejillas una vez más en busca de eliminar aquellas lágrimas que aún las empapaban, sonreí por ese gesto tan bonito ya que, no solo lo hacía, sino que sonreía mostrando una brillante sonrisa digna de capturar en una foto. Quería inmortalizar este momento para siempre, quería que jamás acabara este abrazo que tanto tiempo había deseado, ese abrazo que, por fin, me había arreglado para toda la vida.

—Quiero que sonrías —susurró muy cerca de mí juntando su frente con la mía. Me preguntaba cómo no oía los fuertes latidos de mi corazón—. Después de tanto tiempo, lo menos que quiero es verte llorar —su voz era tan tranquila que me asustaba, seguramente, estaba calmada solo por el hecho de que ya venía preparada mentalmente para afrontar la situación.

—No lo mal interpretes —me separé para mirarla a los ojos—, lloro porque estoy demasiado alegre de verte, joder, no te imaginas lo mucho que me alegro...

Y bueno, creo que fue la interrupción a mis palabras que menos me importó y que mucho me gustó. Sin previo aviso sus labios se posaron sobre los míos y juro que fue la experiencia más dulce que había vivido en mi vida, ni una tableta de chocolate sería tan dulce como los labios de Haneul. Ni por años que pasaran podría olvidar la exquisita textura que tenían, ni lo cálidos que eran al besarlos, adictivos que podrían asemejarse a la droga y tenía clarísimo que a partir de ahora no iba a dejar de besarlos. Aunque el beso fue lento y tranquilo, consiguió con solo eso llevarme a otra dimensión en la que solo los dos existíamos y podíamos disfrutar uno del otro como en ese momento.

—No eres el único que se siente feliz de ver a alguien —admitió provocando que mi cabeza revolviera la suya en un acto cariñoso mientras reía. Me sentía lleno, sentía que nada podría faltarme si la tenía, aunque fuera repetitivo pensarlo.

Se sentía como cuando comes y sabes que no puedes albergar nada más en el estómago, quiero decir, es una comparación extraña pero, era lo que más se asemejaba para explicar lo que en mi interior sentía. Era una sensación de sentirse completo porque, durante estos años sentía que algo continuamente me faltaba y, ahora que estoy experimentando esta extraña sensación, ya entiendo porqué esos años me encontraba de esa manera. Ahora es cuando me daba cuenta de que, realmente, estaba enamorado de Haneul; el revoloteo de mi pecho cuando sonrió y lo acelerado que ha estado mi corazón durante todo este momento que la he visto, decía mucho.

—No te vayas jamás, por favor —supliqué con la voz entrecortada viendo cómo sus ojos empezaban a verse rayados mientras yo soltaba esas palabras. Negó con la cabeza.

—No pienso dejarte más, no pienso irme si no es contigo —murmuró y fueron las únicas palabras que necesitaba para sentirme tranquilo para toda la vida. Dejé caer mi frente con la suya tranquilo.

Me dejé llevar por su tranquila respiración para calmar la mía y creerme de verdad que no era un sueño lo que estaba viviendo. Acariciar sus mejillas después de tanto tiempo deseando hacerlo, era la mejor sensación habida en el mundo. Su piel seguía igual de suave como la recordaba indicándome que aún usaba todas esas cremas que tenía para cuidar la suavidad de su piel, realmente era algo alocado pero, lo agradecía porque me encantaba tocar esa suavidad además de la calidez que traían seguramente debido a lo nerviosa que se sentía aunque no quisiera mostrarlo.

Entre que yo continuaba sumido en mis pensamientos, robó un pequeño beso de mis labios y sonrió como una niña la cual roba un caramelo sin permiso de sus padres. Era imposible no devolverle la sonrisa con un gesto tan adorable como el que había hecho, recordándome, que ese aspecto de ella era uno de los que más me gustaba. Volvió a depositar otro pequeño beso sobre mis labios jugando conmigo a la vez que realizaba un recorrido de pequeños besos por toda mi cara provocando que riera como un tonto enamorado, porque para qué iba a mentir, lo que más deseaba en el mundo era eso.

Entre esos pequeños besos que aceleraban mi corazón cada vez más, decidió que era buena idea besar mis labios una vez más dejándome una gran oportunidad para tomar las riendas de la situación. Aproveché para profundizar el beso dejándola por un momento sorprendida. Sonreí sin poder evitarlo a la vez que besaba a Haneul y de nuevo volvía a tener esa sensación de estar completo. Volvía a ser un beso tranquilo, uno que soltaba por todos los poros lo tanto que nos extrañábamos mutuamente. Podía permanecer todo lo que quedaba de día así, besándola y disfrutando de todo lo que los años nos habían arrebatado.

No había algo más doloroso en el mundo que tener que dejar ir a una persona que amas tal y como si no la amaras. En la vida pensé que dejaría una relación por el impedimento de poder estar juntos por la lejanía de nuestros cuerpos, jamás pensé que tendría que madurar en tan poco tiempo para permitir dejar ir a una persona que no quería perder solo para que cumpliera sus sueños y fuera feliz. Solamente pensé que dejaría a una chica por el mero hecho de ya no quererla, por una infidelidad o simplemente porque ya la relación no funcionaba o no me daba lo que quería. Creo que jamás llegué a pensar cómo podría llegar a ser eso de querer a alguien y no poder tenerla, después de haberlo vivido, jamás se lo recomendaría a nadie pero, ¿cómo iba a vivir yo el día a día sabiendo que ella no había cumplido sus sueños por mi culpa? Eso si que jamás me lo permitiría.

—Te amo, Jungkook —soltó sin más dejándome sin palabras. Pensé que jamás volvería a escuchar aquellas palabras salidas de su boca. Mi corazón dio un vuelvo provocando que de mí saliera una gran sonrisa.

—Estaba deseando escuchar eso —rió con tanta sinceridad que mi corazón volvió a acelerarse. Negó con la cabeza para después besar mi mejilla.

—Pensé que volverías a pelear como acostumbrábamos a hacerlo, me alegra que no haya sido de esa manera —bromeó con los ojos cerrados para después mirarme con una amplia sonrisa. Dejé de rodearla por la cintura para tomar sus manos y acariciarlas a la vez que me daba cuenta de aquel lazo rojo que llevaba en la cintura provocando que riera.

—¿Y esto? —Pregunté entre risas tirando de aquello provocando que sonriera con una gran intensidad que jamás imaginé que volvería a ver.

—Mm, era una sorpresa, ¿no? Pues como las sorpresas son regalos, quería ser tu regalo —explicó media pensativa con bastante seriedad, cosa que casi me hace perder los nervios de continuar con la broma.

—Y vaya sorpresa —añadí tocando como un pervertido aquella parte del cuerpo provocando que se quejara y retirara mis manos de su cuerpo. Reí cual tonto enamorado.

—No dejas de ser un pervertido, ¿eh? Qué desperdicio —bromeó dándole énfasis a la situación pero sin evitar mostrar una sonrisa.

—Eres tú quién lo provoca... —admití borrando todo tipo de broma. Iba enserio y quería que lo notara, puso los ojos en blanco, bromista.

—¿Sabes lo mucho que te he echado de menos? —Preguntó mirándome a los ojos mientras hacía un mohín. Sus manos se paseaban por mis mejillas cosa que me obligó a cerrar por un momento mis ojos.

—Seguramente lo mismo que yo a ti —respondí esbozando una sonrisa al ver su reacción. Me dio un pequeño y corto beso en los labios para después mirar a su alrededor.

—¿Vas a enseñarme tu dulce morada? —Reí ante el repentino cambio de conversación haciendo que me mirara a los ojos. Negué la cabeza sin creerlo—. Era broma cariño —murmuró rodeando con sus brazos mi cintura pegando su cabeza en mi pecho.

Mi corazón se aceleró al oír ese cariño de sus labios y no me dio nada de vergüenza que lo notara, es más, quería que Haneul supiera lo mucho que provocaba en mí. Le correspondí al abrazo cerrando los ojos mientras sentía el contacto de su cuerpo con el mío. Seguía igual de pequeña como la recordaba, solo que con más edad y con un aspecto algo más adulto, que, sinceramente, me había vuelto un poco loco al verla. Seguía siendo tan agradable abrazarla porque, sentía que la protegía y eso, me hacía sentir útil para ella.

¿Acaso Haneul sabe cuánto añoraba esto? Me pasaba deseando todos los días verla, tocarla, tenerla conmigo, dios mío, estaba viviendo una sensación tan placentera ahora mismo que pensaba que me encontraba en el séptimo cielo solo con abrazarla y eso, para cualquier persona podría ser cursi, exagerado o del otro mundo pero, estoy seguro de que si no lo piensan, no saben lo que es realmente estar enamorado de alguien.

—Me alegro tanto de poder verte de nuevo, poder hablar contigo, sentir que te tengo aquí a mi lado... Es una sensación tan increíble —soltó sin más haciéndome pensar que había estado escuchando mis pensamientos. Era incluso más increíble la conexión que ambos teníamos aún pasen los años.

—Era justamente lo que estaba pensando —ambos reímos ante mis palabras. Levantó la cabeza para mirarme y sonrió.

—Sigues tan bonito como lo recordaba —suspiró provocando que por un momento mi respiración se parara—, me duele el corazón, maldito —reí ante sus palabras sin poder evitarlo. La abracé con fuerza sintiéndome el hombre más afortunado nuevamente.

—Gracias, pero jamás podría superarte, ¿sabes lo sexy que te has vuelto? Ay —bromeé provocando que riera sobre mi pecho.

—Eres tan bobito...

—Te amo Haneul —solté interrumpiendo sus palabras tomándola por sorpresa. Sonrió después de un momento y asintió con la cabeza soltando un pequeño ruido a través de sus labios.

—Yo mucho más que tú a mí, ya lo sabes —bromeó juntando nuestras frentes. No peleé, porque, por una vez, quería dejarla ganar este pequeño juego y disfrutar del momento.

—Aún no me creo que estés aquí, eres una mentirosilla —rió malvadamente ante mis palabras y yo la miré seguramente travieso. La abracé de nuevo sin previo aviso pegándola a mi cuerpo ansioso de tenerla entre mis brazos todo el rato, la necesitaba—. ¿Cuántas veces habré dicho lo mucho que te he echado de menos?

—Quizás unas mil quinientas pero no me canso de oírlas, cariño —soltó aquel apelativo de nuevo sin tapujos cosa que aceleró mi corazón una vez más. Necesitaba escucharlo, necesitaba que me llamara de esa manera.

—Cariño... —susurré atónito porque, realmente parecía un sueño. Me separé de ella en busca de encontrar su mirada. Le sonreí provocando que me devolviera el gesto con dulzura. Llevó sus manos a mis mejillas y las acarició.

—Cariño —zanjó con una sonrisa notando provocando que me volviera tímido mientras mis mejillas emanaban un calor extraño ante esa palabra que tanto decía.

Creo que jamás en la vida podría explicar con palabras lo lleno que me sentía al tenerte a mi lado, lo feliz que me sentía y lo afortunado que era por tenerte solo para mí, ¿cómo podría devolverte ese gran regalo que tú me habías hecho?


✩ Hola pequeñxs!! ¿Cómo están? Espero que bien. ESTOS NIÑOS ESTÁN JUNTOS POR FIN Y YO ESTOY QUE ME MUERO DE LA ALEGRÍA. La verdad es que estoy ansiosa de saber qué esperáis que pase y sobretodo cómo creéis que ha estado el primer contacto entre ellos. Igual espero que les haya gustado y lo hayan disfrutado.

Perdón por no subir hace un tiempo, estoy algo liada con cosas de clase así que bueno, además, decidí hace poco que ahora que están juntos se narre normal y no como antes que era en segunda persona, así que he tenido que editar prácticamente todo el capítulo así que por eso tuve que tardar más.

¡Volví a cambiar las portadas! Ay, creo que estas sí que sí, me da que voy a dejarlas un tiempo así porque quedaron realmente perfectas, me gustan demasiado y están geniales a pesar de haberlas hecho yo JAJAJA. Por cierto, les dejo por aquí la historia corta de Tae que publiqué hace unos días y mi cuenta de Pinterest dónde iré subiendo ideas sobre las historias que vaya publicando (como escenas, personajes, etc)

· Aquí dejo el capítulo desde la perspectiva de Haneul, amadlo también.

· Recuerdo que la es el símbolo de Haneul así no habrá pérdida con los capítulos y que el de nuestro Jungkook es ☆.

¡Nos vemos en el próximo capítulo bebus!♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro