02
¿En qué fallé? ¿En qué no fui lo suficiente bueno? Estoy seguro de que siempre fui el mejor para ella. La amé y la amo con todo mi corazón por eso es que no puedo entender por qué me dejó. No puedo y no quiero aceptar que se haya acabado.
Me detube frente a la puerta de su casa. Estuve allí por unas cuantas horas sin tener el valor de llamar. Estoy asustado de lo que pueda decirme, tengo miedo de que Tae tenga razón y ella ya no me ame como antes.
Cerré los ojos y suspiré antes de dar dos toques en la puerta de madera.
Quién me recibió fue su mamá, la Señora Seo me sonrió como siempre y me dejó pasar luego de saludarme. Actúa como siempre conmigo, supongo que SeungJi no le contó de nuestra ruptura.
— ¿SeungJi está? — pregunto por mi chica y ella asiente señalando las escaleras.
Eso es un permiso para que suba, le agradezco y mirando las flores que llevo en mis manos subo las escaleras con el corazón apretado. Es la primera vez que estoy en esta casa y me siento de esta manera. La puerta de su habitación está abierta así que me detengo en el marco y la observo sobre la cama con algunos libros esparcidos sobre ella. Está estudiando, los exámenes finales están cerca.
Llamo su atención con toques en la puerta y sus ojos se dirigen hacia mi. Frunció el ceño y me miró seria, supongo que preguntándose que hago aquí. Es tan diferente, antes solía sonreír y alegrase por mi llegada, pero ahora parece que le molesto y que soy la última persona que quiere ver.
— ¿Puedo pasar?
— Sí — se levanta y se para frente a mi cuando doy unos cuantos pasos para entrar.
— Te traje esto — le enseño las flores y le sonrío. Alzo mi mano para acariciar su mejilla pero me esquiva y se aleja.
— JungKook — dice mi nombre y la veo bajar la cabeza, parece que le cuesta hablar. O tal vez está buscando las palabras exactas — Terminamos, por favor deja de buscarme. No voy a cambiar mi mente.
— ¿Por qué? — pregunto con notable desesperación — Estábamos bien, ¿qué pasó? No entiendo.
La sentí suspirar y mis ojos se cristalizaron.
— Ya no me gustas, ya no te quiero.
Sus palabras me desestabilizaron, escuchar eso fue como una bomba para mi corazón. Mis manos cayeron con decepción y un nudo se atascó en mi garganta.
Salí de allí intentando escapar de sus crueles palabras hacia mi, la manera en que las dijo. Tan secas y cortantes destrozaron.
No puede ser, no puede haber dejado de amarme.
Por favor esto no puede ser real.
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