ʚ Capítulo 399. Nudo ɞ
¿Lo que dije ayer a Jungwon fue desconsiderado con el Príncipe Minho? Me sentí en conflicto toda la noche. Si el Príncipe de Whitemond se casaba con mi hermano, su unión beneficiaría tanto a Whitemond como al Imperio Occidental. Como Consorte del Imperio Occidental, me debatía entre haber cometido un error o no.
Pero cuando vi que a Jungwon se le iluminaba la cara al hablar de Lisa, no pude evitar decirlo. Me preocupaba la felicidad de mi hermano.
Antes de que me contara cómo había ido su comida con Jungwon, también había visto la expresión maravillada de ella. No paraba de murmurar sobre lo débil pero fuerte de voluntad que era mi hermano. Mi cara debía de recordarle a él, porque a veces me miraba de reojo y se ruborizaba.
No sé si sentían amor el uno por el otro, pero sí parecían estimarse mucho. Y si Jungwon siguiera adelante con el matrimonio de conveniencia en medio de todo esto... ¿no haría más daño ala Príncipe Minho con el paso del tiempo? Mi hermano haría sufrir al Príncipe Minho de la misma manera que JungKook me hizo sufrir a mí. Odiaba la idea.
Tener una amante no era nada que ocultar, pero los corazones de las personas eran otra historia. Por eso el amor causaba tantos conflictos. Los nobles se atacaban unos a otros por las amantes, incluso cuando tenían la suya propia.
Suspiré. Darle tantas vueltas me ponía más inquieto. Debería salir y dar un paseo. En realidad... no era propio de mí inmiscuirme en los asuntos de Jungwon. Entonces, ¿por qué dije eso ayer? ¿Será porque, como encontré el amor, quería lo mismo para él? YoonGi siempre me miraba con ternura.
"¿Su Majestad?"
El Gran Duque TaeMin bloqueó mi camino, así que de repente choqué con él.
¡Dios mío! ¿Cuánto escuchó? Había estado vagando sin rumbo desde que salí de mi oficina; en ningún momento noté su presencia.
Sonrió. Debió de oír la última parte de mis pensamientos. Evitando mi mirada avergonzada, se rió entre dientes.
"Lo siento. No quería asustarte. Sólo me pareció que estabas más relajado."
"¿Qué quieres decir?"
"En el pasado, te empeñabas más en parecer y comportarte como un consorte imperial."
¿Significa eso que ahora no parezco un consorte imperial? ¿Está diciendo que he perdido mi dignidad?
"Oh, no. No me refería a eso en absoluto."
El Gran Duque TaeMin hizo un gesto de disculpa.
"Por cierto, ¿le enviaste el pájaro a SuRan?"
"Sí, ya debe de haberlo recibido."
"Ya veo, espero que le guste."
Después de que nos separamos, caminé un poco más. Un caballero se apresuró a informarme de que el Imperio Oriental había enviado un emisario. Fui a mi oficina y encontré al emisario charlando con uno de mis ayudantes. No recordaba su nombre, pero reconocí su cara.
Tras un cortés intercambio de saludos, le pregunté.
"¿Qué ocurre?"
El emisario sacó un sobre bien sellado y me lo extendió.
"Esta es la respuesta a la carta del Emperador YoonGi."
Dado que la respuesta estaba siendo dada a mí en vez de a YoonGi, debían haber encontrado a Ahn.
"Gracias."
Como no había más noticias, abrí la carta.
"¿Lo encontraron? ¿Tan pronto?"
Como esperaba, la carta decía que Ahn había sido encontrado, junto con algunas tonterías adicionales. Beomgyu se apretó las mejillas cuando le di la noticia. No sabría decir si estaba sorprendido, contento o preocupado. Beomgyu no solía revelar sus sentimientos con claridad. Era la primera vez que lo hacía desde que supo lo del Duque Kyuhyun.
De hecho, después de enterarse de que el Duque Kyuhyun había llevado a Ahn al templo, Beomgyu pasaba los días como si hubiera caído en un pozo. Cada vez que hablaba de él, se le helaban los ojos, como si fuera presa de un gran resentimiento, agonía y venganza. No parecía un niño bondadoso e intachable. Aun así, las sombras nunca eclipsaron del todo su rostro. Buscaba fervientemente su camino en la vida, incluso después de que su padre y su hermano murieran juntos.
Últimamente me preocupaba que fuera a por el Duque Kyuhyun con un cuchillo, tal vez porque era como el enemigo final. Mi preocupación sólo crecía ya que el Duque Kyuhyun no era de los que se dejan vencer fácilmente por un cuchillo.
"Oh."
JiSoo, que estaba con Beomgyu, se sorprendió.
"¿Eso significa que ya volverás al Imperio Oriental?"
"No estoy seguro."
Beomgyu agitó las manos. Aunque se había propuesto cuidar del único hijo de su hermano, ahora que su encuentro era inminente, parecía asustado.
"Si trae a Ahn aquí..."
JiSoo se detuvo, luego suspiró y dijo,
"Bueno, supongo que no es posible."
Ahn era exactamente igual que TaeHyung. Los cortesanos del palacio habían visto su cara unas cuantas veces. Además, su rostro era fácil de recordar, incluso a primera vista. Si Beomgyu traía aquí a Ahn, todos sabrían que era su hijo. Ciertamente, JiSoo había tenido los mismos pensamientos que yo.
Era difícil saber qué decir. El niño no podía criarse en el palacio, así que podría darle una casa fuera de la capital. Sin embargo, para Beomgyu, que deseaba estudiar aquí, traer a Ahn era imposible.
"Por ahora lo buscaré."
Beomgyu continuó,
"Luego pensaré qué hacer. Estoy considerando llevarlo a Rimwell, pero me preocupa que otros lo acosen... tendré que pensarlo más."
JiSoo se desanimó al mirar a Beomgyu, que parecía deprimida.
"¿Entonces sí volverás al Imperio Oriental?"
"Mhm."
Beomgyu respondió en voz baja, luego juntó las manos y me miró.
"¿Puedo ir?"
"Es tu país, Beomgyu."
"Su Majestad..."
Al ver que su expresión se volvió rígida, cedí un poco.
"Lo siento, pero el niño no puede criarse en el palacio. Sin embargo, podría conseguirte una casa no muy lejos."
Ahn era el sobrino de Beomgyu, pero no era un noble. No tenía ningún papel en la sociedad. Aún era pequeño, así que si encontraba una gran mansión con un amplio patio, sería suficiente para que jugara. Una vez que creciera lo suficiente como para salir de la mansión, Beomgyu podría llevarlo a su territorio.
"Gracias. Le estoy muy agradecido. Siempre serás mi héroe, Su Majestad."
Beomgyu juntó las manos en señal de agradecimiento.
Sin embargo, yo no había hecho nada. Aún así, no lo mencioné. No porque fuera realmente el héroe de Beomgyu, sino porque en este momento él necesitaba a alguien en quien apoyarse. Él quería confiar en mí, así que aquí estaba yo, como un pilar sólido.
"Por cierto, ¿Joven Beomgyu?"
"Sí, Su Majestad."
"Tengo algo que pedirle."
"¡Sí! ¡Pídame lo que sea!"
"Aunque no has causado ningún problema, ¿podrías comportarte con mucha cautela mientras estés en el Imperio Oriental?"
"¿Perdón?"
Sus ojos se abrieron bruscamente. Su expresión decía, ¿no confía en mí?
"No es por ti, lo que pasa es que hay asuntos delicados. Los Caballeros Transnacionales estarán por allí."
"Pero no tengo nada que ver con ellos..."
"Lo sé. Es sólo por si acaso."
De hecho, no era sólo por los Caballeros Transnacionales. Me preocupaba su enemistad con el Duque Kyuhyun. TaeHyung estaba muerto, pero él y Beomgyu habían estado enredados de forma negativa desde el principio. Aunque Beomgyu había pasado por mucho sufrimiento, su odio por TaeHyung no había cambiado.
El Duque Kyuhyun sería un blanco tentador para su ira. Un enemigo ileso al que él querría golpear. No quería verla enredado con él en una búsqueda de venganza. Podría salir perjudicado.
Ajeno a mis preocupaciones, Beomgyu asintió con una sonrisa.
"¡Por supuesto! No se preocupe. ¡Iré y vendré discretamente!"
A medida que sus preocupaciones se acumulaban, más difícil le resultaba escribir. JungKook miró las sinuosas letras y cerró los ojos. Necesitaba encontrar un confidente. En cuanto se dio cuenta, se sintió rodeado de enemigos. Los que seguían al JungKook de la noche lo vigilaban, sacaban información y la compartían.
Eso le molestaba. No podía relajarse ni un momento.
Además, sus dolores de cabeza empeoraban. El médico del palacio le advirtió de que tomar demasiados analgésicos era perjudicial. Había recibido tratamiento de un mago de curación sin resultados. ¿Era psicológico su dolor de cabeza? Incluso conseguir pastillas para dormir no era sencillo. ¿Cómo iba a evitar que el JungKook de la noche se enterara?
JiMin... no vendrá él mismo a buscar a ese niño Ahn, ¿verdad?
Su única esperanza e ilusión, JiMin, vivía en una tierra lejana. Por más optimista que pensara, sabía que JiMin no vendría a buscar al niño. Sin embargo, mientras daba vueltas distraídamente a la pluma, una carta desagradable llamó su atención. JungKook dejó a un lado su carta y alcanzó la otra. Sintió que las letras se movían, antes de asentarse finalmente en patrones reconocibles.
'Es una petición... me piden que acepte a otro consorte, por el bien de la estabilidad del país y la prosperidad de la Familia Imperial. Si eso no es posible, entonces el hijo del Gran Duque Daehwi, el siguiente en la línea de sucesión al trono, debe ser traído al palacio y recibir educación acorde.'
"Éste no es el pájaro que yo quería."
Al día siguiente de que el Gran Duque TaeMin enviara el pájaro azul del Consorte JiMin a SuRan, éste lo volvió a meter en su jaula.
"Quiero el pájaro que vi."
TaeMin caminaba por un sendero cubierto de hojas caídas. Parecía agobiado por las huellas de un amor que aún no podía borrar. Pero cuando SuRan le abordó de repente, se molestó.
'¿Por qué tuvo que tomarse la poción?'
"¿Qué quieres que haga al respecto?"
Preguntó TaeMin con fastidio.
"Quiero ese pájaro."
El Gran Duque sacó otra poción de amor.
"Bebe esto primero."
Dolshi aceptó el frasco, desconcertado. TaeMin señaló al pájaro azul.
"Luego míralo. Se convertirá en el pájaro que quieres."
La cara de SuRan se arrugó como una hoja de papel.
"¿Me estás tomando el pelo?"
Aún así, se quedó mirando la botella, como tentado.
'Ese tonto dragón tonto.'
Molesto por tener que aguantar a SuRan, TaeMin siguió adelante.
SuRan miró a un lado y a otro entre la botella y la jaula. Luego siguió al Gran Duque.
"¿Qué demonios, ahora me evitas? ¿Por qué no me tomas en serio?"
'Calla.'
TaeMin se tapó los oídos. En ese momento oyó un pensamiento escandaloso.
'Quizá esos dos están enamorados el uno del otro.'
TaeMin dejó de caminar. SuRan se aprovechó de ello y comenzó a molestarle de nuevo. Sin embargo, los pensamientos internos de la persona a la que TaeMin oía era más fuertes y bullicios que el propio SuRan.
'El pájaro azul... es una excusa. Lo que de verdad le gusta al pelirrojo es ese hombre sexy. De lo contrario, la conversación no tiene sentido.'
Tras apartar a SuRan por reflejo, TaeMin se apresuró a buscar a la persona detrás de esos pensamientos.
'No pueden escapar de mi mirada perspicaz. Estoy seguro de que ese pelirrojo sólo está usando a ese pájaro azul como excusa para quedarse cerca de ese tipo sexy. Ja. Pero el chico sexy no se da cuenta. Todos los chicos atractivos son así. Realmente no se enteran de nada. No se dan cuenta de lo apuestos que son. '
Mientras tanto, los pensamientos internos eran cada vez más impactantes. Pero si bien el contenido en sí era desvergonzado, la voz interior sonaba tranquila e inteligente.
'¡Basta! ¡Deja de pensar tales cosas con esa voz tranquila!'
Gritó en su mente el Gran Duque mientras miraba a su alrededor. Era el diálogo interno más espantoso que jamás se había visto 'forzado' a escuchar. Deseaba que se detuviera.
"¿Qué ocurre?"
"Mantente a tres metros de distancia."
TaeMin le advirtió a SuRan. Acto seguido, encontró al culpable.
Debajo de un gran árbol había un joven que los miraba fijamente. Sostenía un pesado libro en una mano y llevaba gafas. El libro era un estudio en profundidad de táctica y estrategia.
'Ese hombre... se está entreteniendo pensando en otra cosa que no es su libro.'
No sólo su imaginación y el tema del libro parecían opuestos. La expresión del joven era tan austera y sabía que no parecía del tipo que pensara tales disparates.
Inconscientemente, el Gran Duque caminó hacia él. Se dio cuenta de que era el mismo lugar donde una vez había suspirado por JiMin. El recuerdo de un amor no correspondido vino a su mente, pero... el hombre estaba sentado allí descaradamente.
Sus miradas se cruzaron.
El hombre frunció el ceño y preguntó fríamente.
"¿Qué pasa?"
Al mismo tiempo, pensó,
'Vaya, qué galán. Está buenísimo. Es aún más apuesto de cerca. ¡La persona más sexy que he visto en mi vida! Si un tipo como él alguna vez dijera, 'Principe Minho, quiero tu amor', diablos. ¡Yo estaría en la luna!'
Las pupilas del Gran Duque TaeMin temblaron. Por primera vez, comprendió lo que significaba que alguien hablara de forma distinta a como pensaba. Había visto a personas sonreír amablemente mientras empuñaban una daga, pero nunca había visto a nadie tan serio con pensamientos tan fuera de lugar.
'¿Qué... por qué parece tan agitado? Vaya, ¿podría este tipo haberse enamorado de mí a primera vista? Tiene que ser eso.'
"No, no es eso."
Voy a tratar de actualizar en mis clases, me compro un pollito o me aguanto hasta más tarde?😩
Consejo porfa
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