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ʚ Capítulo 393. Crecimiento ɞ

Miré sorprendido a Beomgyu. Lo último que recordaba era que odiaba al niño nacido entre TaeHyung y su hermano. Pero para mi sorpresa, vino a pedirme que lo ayudara a encontrarlo. La última vez que visité el Imperio Oriental, me enteré de la sentencia del niño. Fue vendido como esclavo, ya que sus padres eran criminales.

"Sé que es extraño, Su Majestad. Todavía le odio."

Cuando me quedé sin palabras, Beomgyu inclinó la cabeza y juntó las manos.

"Sin embargo... es el único hijo de mi hermano. Aunque le odio, mi hermano se preocupaba por él."

"¿Lo vas a cuidar?"

"No siento que pueda hacerlo. No puedo quererle. Pero no quiero que le pase nada malo."

Sus hombros pequeños y redondeados se veían lamentables. No podía imaginar cuánto dolor había experimentado para cambiar tanto de parecer...

"Lo encontraré. Te lo prometo."

Fui incapaz de negarme. Beomgyu hizo varias reverencias antes de marcharse.

'Qué buen chico.'

Después de que se fue, volví solo a mi dormitorio. Para aliviar mi mente abrumada, abrí un diccionario para leer. Estudié detenidamente cada palabra. Cuando llegué a 'nacionalidad', finalmente me di cuenta de una cosa y cerré el libro.

Para encontrar al sobrino de Beomgyu, ¿no se necesitaría la cooperación del Imperio Oriental?

Si fue vendido como esclavo, entonces era probable que su paradero estuviera en los registros judiciales del Imperio Oriental. No había forma de que lo averiguara desde el Imperio Occidental. Si preguntaba, se me negaría. Beomgyu tampoco podría consultar el registro. No había forma de que se lo enseñaran a un débil 'señor' de un pequeño territorio, sobre todo si estaba relacionado con su familia.

¿Qué debía hacer? Volví a dejar el diccionario en la estantería y me puse a dar vueltas. De repente, recordé la carta que había recibido ayer de JungKook.

Enfadada, la había metido en mi caja de cosas inútiles y luego la había puesto en un rincón. Como no pensaba responder, no me molesté en leerla. Ahora la necesitaba. Podría usar mi respuesta para pedir ayuda para encontrar al sobrino de Beomgyu.

Tomé la caja y volví a mi habitación. Quité la tapa y saqué la carta, con su letra familiar.

— El Cuarto Comandante me prometió que la Alianza del Continente Wol se pondría de parte del Imperio Oriental en el caso del puerto si le daba pistas sobre la disminución del maná. Me negué. Dime que lo hice bien. ¿Gané algunos puntos?

P. S. Mi diario mencionaba a un hombre llamado Duque Kyuhyun. ¿Tiene algún tipo de rencor enorme contra mí? ¿Por qué me tiene como objetivo?

Pero... ¿qué es esto? Su carta tenía un contenido sorprendentemente importante. La parte sobre el Cuarto Comandante fue especialmente impactante. No podía creer que fue donde JungKook y trató de hacer un trato para obtener pruebas.

"¿Mi Consorte?"

YoonGi abrió la puerta del dormitorio matrimonial y me llamó. Estaba pensando en enseñarle la carta, así que le había llamado.

"¿Se ha ido el joven Beomgyu o como se llame?"

"Se ha ido. Pero mira esto."

YoonGi se acercó a mí con una manta envuelta a su alrededor.

"¿Qué es?"

En cuanto vio la carta, su expresión se tensó. Luego miró mi cara y puso una expresión inocente. No obstante, sabía que el simple hecho de que recibiera una carta de JungKook era suficiente para alterarle.

"Lee la parte de arriba."

Señalé la parte sobre el Cuarto Comandante, a lo que YoonGi murmuró cuidadosamente,

"En realidad, cuando fui a recuperar la piedra de maná, encontré a dos Caballeros de la 4ª División escondidos allí."

"¿Han descubierto algo?"

"Pensé que podrían haberlo hecho, pero ahora que he visto esta carta, tal vez no. Probablemente fueron enviados a investigar, a raíz del incidente en el que un mago perdió su maná en la zona."

"El Cuarto Comandante anteriormente me pidió prestada a la 5ª División."

Ya veo que a ese comandante se le da bien engañar a los demás con una sonrisa tan angelical como su nombre sugiere.

"Lo cierto es que no es bueno ni para mí ni para el Emperador JungKook."

"¿También te parece un problema para JungKook?"

"El rechazo probablemente hirió el orgullo del comandante. Las personas que trabajan entre bastidores como él suelen tener un alto concepto de sí mismas."

YoonGi dejó la carta con seriedad, luego me dedicó una sonrisa radiante.

"Pero todo estará bien. Por mucho que investiguen, me desharé de todas las pruebas. Entonces no tendrán otra opción que concluir que fue sólo un fenómeno natural."

Mi preocupación no disminuyó, así que le agarré la mano. Él apretó la mía a su vez.

"Por cierto, Mi Consorte. ¿Puedo romper esta carta?"

¡Ah! Beomgyu.

"Escríbele una respuesta."

"¿Es una broma...?"

"Beomgyu me pidió un favor antes..."

YoonGi escribió una respuesta a JungKook por mí. Al día siguiente, se fue a buscar otra piedra de maná.

Por alguna razón, el Gran Duque TaeMin y SuRan vinieron a verme. TaeMin dijo que SuRan quería probarme antes de enseñarme a dominar mi magia, pero...

"Aquí tiene."

Era sólo una excusa. Me di cuenta en cuanto SuRan llegó con varias páginas de dibujos. Los dibujos eran representaciones impecables de un muro, así que obviamente no era obra de SuRan. Cuando tomé los dibujos, me guiñó un ojo, como si me hubiera dado un soborno.

Si va a guiñarme el ojo y sobornarme, ¿no debería traer algo que me guste a mí y no algo que le guste a él? Me quedé atónito, aunque no me atreví a devolvérselos por su probable identidad. Lo único que pude hacer fue aceptar los dibujos y guardarlos en un cajón.

No obstante, como si tuviera un poco de conciencia, SuRan sonrió,

"Echaré un vistazo a tu magia. ¿No tienes algún lugar abierto?"

"Afuera—"

"No, afuera no. No puede haber más nadie."

Los llevé a él y al Gran Duque TaeMin a una habitación vacía del primer piso. Estaba reservada como sala de conferencias, sin más muebles que una mesa pequeña y una silla.

"¿Qué tal aquí?"

"Servirá."

Tomó asiento con una expresión seria. Al parecer, había decidido que, ya que iba a echar un vistazo, mejor hacerlo bien.

"Primero comprobaré cuánta destreza tienes. Saca toda la fuerza y el maná que puedas."

En el momento en que asentí y tomé una pequeña campana para ordenarle a un sirviente que me trajera un balde de agua, SuRan extendió su mano para detenerme.

"Espere, joven de nombre extraño. ¿Qué intenta hacer?"

"Iba a pedir un balde de agua."

"¿Vas a pasarte la vida congelando sólo agua? ¿Sólo quieres aprender a poner hielo en las bebidas frías? Eso es útil, pero si piensas detenerte en ese punto, déjalo ahora."

Siempre había practicado así. ¿De qué otra manera podría hacerlo? Cuando me quedé mirándolo, confundido, levantó la barbilla.

"Solo inténtalo."

Al principio, me sentí nervioso y poco acostumbrado. Pero ahora que lo pienso, las veces que usé mi magia de hielo instintivamente, lo hice sobre mi alrededor. Cuando desvié la caída del Duque Jong, por ejemplo...

Asentí, levanté la mano y la apunté al aire. Con la mano levantada, me sentí como una especie de mago excéntrico. Aun así, me concentré. Aparecieron cosas finas, parecidas al hielo, y cayeron al suelo.

¿Eso era bueno? Miré de reojo a SuRan.

"Eres débil."

Después de que bajé mi mano molesto, TaeMin no tardó en ponerse de mi lado.

"¿Por qué? ¿No fue increíble?"

"¿Por qué le mientes?"

El Gran Duque TaeMin evitó hacer contacto visual cuando le dirigí una mirada de, '¿En serio?'

Esto me molesto aún más. El Gran Duque TaeMin también pensaba que mi destreza era pésima. No obstante, tenía sentido. Se graduó como el mejor de su clase...

"Joven de nombre extraño, ¿sabe quién se alegraría de que usara su magia así?"

"¿El enemigo?"

"Correcto."

Luego señaló al aire.

"Inténtalo de nuevo."

No puedo. Por eso le pedí que me ayudara...

Durante dos horas, SuRan me estuvo criticando. A decir verdad, no fue de ninguna ayuda. Bueno, puede que me ayudara a darme cuenta de que uno debe dominar su magia por su cuenta.

Sin embargo, aunque todo lo que hizo fue sentarse allí durante dos horas y criticarme, se rascó el cuello y refunfuñó,

"Esto es agotador, muy agotador."

Se estiró en la silla mullida y dijo,

"Quiero café."

Cuando nuestras miradas se cruzaron, añadió en tono burlón,

"Ah, tu no puedes beber café."

'Es un dragón irritante.'

Era tan arrogante que sólo podría ser el dragón. Me quejé en mi interior, pero mantuve una expresión plácida. Llamé a un sirviente para que trajera unas sillas, café, bocadillos, y otras bebidas.

Debía de tener mucha hambre. En cuanto la mesa estuvo llena de comida, SuRan devoró los bocadillos sin descanso. Al mismo tiempo, hablaba con TaeMin de cosas que yo desconocía. TaeMin reaccionaba a todo lo que decía.

Se veían muy cercanos. Fue interesante ver a TaeMin— un noble seco e inflexible como yo— manejar el torbellino de pensamientos de SuRan sin retroceder.

Empecé a interesarme por su conversación. SuRan hablaba de interminables extensiones desérticas, cumbres que atravesaban las nubes y enormes monstruos con forma de pulpo que aparecían en el océano. Parecía un entorno totalmente distinto al de la vida en el palacio, llena de elegantes violines, suaves perfumes y finas texturas. Sin embargo, tenía su propio encanto.

Así que me senté en silencio a escuchar la conversación.

"Por cierto, TaeMin."

Los ojos de SuRan brillaron de repente.

"¿Qué?"

SuRan se inclinó hacia delante,

"Mencionaste algo sobre una poción de amor en una de las últimas cartas. Que querías encontrar la forma de revertirla."

TaeMin y yo nos estremecimos. Pero SuRan no se percató.

"¿La revertiste?"

"Lo hice..."

TaeMin apenas se abstuvo de mirar hacia mí.

"¿Cómo?"

"Es difícil de explicar."

No tenía ningún interés en ese tema. Tomé incómodamente una galleta y la mastiqué.

Sin embargo, SuRan estaba absorto. Interrogó a TaeMin alrededor de treinta minutos, preguntándole cómo se había liberado, cuál era el antídoto y sus efectos secundarios. Al final, preguntó,

"TaeMin, TaeMin. ¿No te queda ninguna de esas pociones?"

Cuando TaeMin lo miró con el ceño fruncido, SuRan sonrió,

"Dame una."

"¿Para qué la quieres?"

"Sólo dámela."

Una sonrisa confiada cruzó los labios de SuRan, a lo que TaeMin insistió,

"¿Para qué?"

SuRan respondió como si fuera obvio,

"Para beberla."

TaeMin lo miró perplejo.

"¿Qué dices? ¿No te he dicho cuánto sufrimiento me ha causado?"

El Gran Duque debe haber pedido ayuda a SuRan para neutralizar la poción. Sin embargo, SuRan era terco como una mula.

"¿Y qué? Es patético y fascinante cómo una simple poción te hizo sufrir así."

Una vena azul brotó en la frente de TaeMin. Aún así, Dolshi SuRan fastidiándole con una terquedad infantil.

"Sólo una vez, quiero saber qué se siente. Dame una. Soy un mago consumado, así que puedo neutralizarla enseguida."

¿Siempre fueron los dragones criaturas tan obstinadas? Desde que se enteró de la construcción de una represa de joyas, SuRan no paraba de traerme diseños y dibujos... ahora parecía dispuesto a ir a tomar la poción por su cuenta si TaeMin se negaba a dársela.

Aun así, SuRan me miraba con ojos brillantes. Una energía caótica destellaba en sus pupilas. No fue una mera sensación. Realmente vi un tono rojo en sus ojos. Al final, TaeMin se levantó y salió. Supuse que iba a buscar la poción.

Cuando se fue, SuRan se dirigió a mí,

"Si ya ha descansado, joven de extraño nombre, vuelva a practicar."

Mientras intentaba hacer hielo de la nada, TaeMin regresó con la poción.

Le extendió la pequeña botella a SuRan, que la aceptó con una risita y la levantó como si fuera un villano.

"SuRan, déjame advertirte una vez más..."

Antes de que TaeMin pudiera volver a disuadirle, SuRan arrancó el corcho y lo vertió todo en su boca, sin darle la oportunidad.

TaeMin y yo nos escondimos al mismo tiempo debajo de la mesa, un reflejo provocado por nuestro trauma mutuo a causa de los efectos de la poción.

"No sabe a nada. ¿Qué demonios? ¿Por qué se esconden? Tengo que ver una cara para que la poción surta efecto."

TaeMin me miró fijamente, sacudió la cabeza y me dijo que no me moviera. Asentí. SuRan afirmaba que podría deshacerse de los efectos enseguida, pero ¿quién podría asegurarlo? También podría experimentar otros efectos secundarios. No queríamos involucrarnos con él en ese sentido, así que no teníamos intención de salir.

"¿No saldrá uno de ustedes para probarla?"

Habló un poco molesto mientras daba golpecitos en la mesa bajo la que estábamos escondidos. Aun así, permanecimos tan inmóviles como un muerto.

Entonces soltó una carcajada,

"Elegiré a uno de los dos."

Se puso en pie de un salto. Su silla cayó al suelo al mismo tiempo que la puerta fue abierta de golpe.

"¡Su Majestad!"

Era la voz de HoSeok.

Sorprendido, levanté la cabeza e hice contacto visual con TaeMin. Nos pusimos de pie al unísono, ambos imaginando lo peor. SuRan lo había mirado tan pronto como lo escuchó.

Tragué en seco. ¿Será... eficaz? Por mucho que me preocupaba, dudaba que la poción funcionara en un dragón...

SuRan señaló a HoSeok. Lentamente, se volvió hacia mí.

"¿Quién es ese encantador pajarito azul, tan azul como si estuviera hecho del mismísimo cielo?"

Asu mecha
En fin, me lleva la que me trae

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