ʚ Capítulo 360. Alguien En Quien Confiar ɞ
El Barón Lyan levantó las manos torpemente con una expresión complicada.
Le había propuesto huir en un impulso momentáneo, ya que pensó en el inocente TaeHyung de los días de concubino, pero ahora estaba entrando lentamente en razón.
Todavía se compadecía de él, pero había demasiados factores a tener en cuenta como para actuar sólo por compasión.
Además, la situación era peor que cuando le propuso huir. El Vizconde Daesung se declaró culpable, y los Vizcondes Isqua soltaron una bomba que nadie previó.
"Su Majestad..."
"Por favor, Barón Lyan. Por favor."
Mientras el Barón Lyan dudaba, TaeHyung lo miró con ojos suplicantes como un cachorro.
Se veía tan lamentable que haría estremecer el corazón de cualquier persona. Sus ojos negros parecían los de un animal acorralado en un momento de desesperación.
"No puedo ayudarte del todo, pero... te ayudaré a salir de la capital."
Al final, el Barón Lyan cedió. Aunque podía hacer oídos sordos a la petición de TaeHyung, sentía que tendría pesadillas el resto de su vida si no lo ayudaba.
"¡Gracias! ¡Muchas Gracias!"
"Debemos salir de aquí de inmediato."
"Pero los caballeros me impiden salir del Palacio del Oeste."
"Puedo distraer a los caballeros por un tiempo. No es fácil hacerlo muchas veces, pero una sola vez es suficiente para tener éxito, así que date prisa y toma todo tu dinero."
A TaeHyung no le quedaba mucho dinero. Esto debido a que cuando les pidió a los Vizcondes Isqua que se fueran de este lugar, les dio la mayoría de las joyas que tenía porque se sintió apenado.
Nunca tuvo acceso directo a los fondos de los que disponía el Consorte, así que no podía utilizarlos.
"Espera unos minutos."
Aun así, TaeHyung comenzó a buscar en cada centímetro de la habitación. En un sitio donde no tendría conexiones, identidad ni parientes, lo único que podía ayudarlo era el dinero. Así que decidió tomar todo lo que pudiera ser usado como dinero.
"Me adelantaré para hacer los preparativos..."
El Barón Lyan recordó el carruaje que había preparado para TaeHyung hace unos días, confirmó su reloj y dijo,
"En 30 minutos haré que los caballeros abandonen sus puestos en la puerta principal del Palacio del Oeste. Sal por ahí, dirígete al corredor y sigue en línea recta."
"De acuerdo."
"Vístete como lo harías normalmente hasta llegar a la puerta principal del Palacio del Oeste. Una vez afuera, ponte inmediatamente una capa para cubrir tu ropa y tu cara."
El Barón Lyan salió de la habitación después de que le dio algunas explicaciones. TaeHyung todavía se movía afanosamente por la habitación, recogiendo joyas y objetos de valor. Al mismo tiempo, no se olvidaba de comprobar la hora.
TaeHyung dejó la habitación cuando faltaban 15 minutos. Consideró que sería mejor irse antes que quedarse sin tiempo.
Sin embargo, cuando pasó por el salón se encontró con Miriam, que parecía estar esperándolo. TaeHyung se detuvo sorprendido.
"¿No dijiste que... que ibas a lavar la ropa?"
TaeHyung tartamudeó y examinó a Miriam. La expresión de Miriam era firme, no su habitual expresión obediente e indiferente.
En cuanto TaeHyung vio esa expresión, supuso que Miriam había tomado una decisión importante.
'Es evidente que quiere delatarme.'
TaeHyung miró amenazadoramente a Miriam mientras su rostro palidecía.
Miriam le aconsejó como si estuviera preocupada,
"Su Majestad, huir solo empeoraría su situación. En vez de huir, es mejor enfrentarse a las acusaciones."
Pero a TaeHyung, estas palabras le sonaron falsas.
'¿Desde cuándo ella se preocupa por mí?'
Incluso cuando las sirvientas dejaron de obedecerle, Miriam, la más experimentada de las sirvientas, no las disuadió.
Si no hubiera sido por el artículo sobre que sustituía a sus sirvientas con demasiada frecuencia, TaeHyung habría asignado inmediatamente a Miriam a otro lugar o simplemente la habría despedido.
Le resultaba sorprendente que ahora hablara así.
"Su Majestad, si ha hecho algo malo, debe pagar el precio, y si no es así, debe defenderse. Huir no es lo correcto."
Miriam intentó disuadirlo de nuevo, pero TaeHyung respondió entre lágrimas,
"¡Dices eso porque no estuviste en la Corte Suprema, no sabes lo indignados que están todos! ¡No me escucharán!"
Miriam miró a TaeHyung en silencio por un momento, luego suspiró y dio un paso atrás.
"Entonces márchese rápido, Su Majestad. Haré como si no lo hubiera visto."
TaeHyung se secó las lágrimas mientras miraba a Miriam con asombro.
"¿Qué quieres decir?"
"Haré como si no hubiera visto huir a Su Majestad. ... Márchese rápido."
TaeHyung se quedó mirando a Miriam sin palabras.
'¿En serio? ¿Lo dice en serio?'
Encontró extraño que Miriam, quien acababa de decirle que no debía huir, de repente dijera, 'haré como si no lo hubiera visto, así que huya'.
TaeHyung se alejó vacilante, pero no apartó la mirada de Miriam.
"Gracias, gracias."
TaeHyung murmuró y caminó hacia la puerta. Aunque no sabía por qué la sirvienta cambió repentinamente de opinión, se sintió aliviado...
'No.'
Sin embargo, TaeHyung se detuvo con los ojos entrecerrados en cuanto agarró el pomo de la puerta.
'Miriam sólo actúa así para salvar su propio pellejo.'
TaeHyung recordó a quienes lo traicionaron. Todas las personas que consideró 'diferentes' lo defraudaron. Desde BoGum, a quien creía bondadoso, hasta JungKook, su salvador.
Miriam, con quien ni siquiera tenía una relación cercana, ¿ahora quería ayudarlo?
'Por supuesto que no. En cuanto me marche, irá directo a decirle a Su Majestad que me escapé. Es por eso que actúa tan obediente ahora.'
Después de pensarlo, TaeHyung sacó cautelosamente la daga que traía escondida y la sujetó con fuerza detrás de su espalda.
"Miriam... muchas gracias."
Luego se acercó lentamente a Miriam con lágrimas en los ojos.
Cuando llegó a la puerta principal del Palacio del Oeste a la hora indicada por el Barón Lyan, ciertamente no vio a los caballeros.
A juzgar por el bullicio que venía de no muy lejos, parecía que el Barón Lyan había utilizado algún truco para forzarlos a perseguir a otra persona.
En cuanto TaeHyung salió del Palacio del Oeste, se puso la capa holgada que había preparado de antemano y ocultó su rostro con la capucha.
Una vez que entró en el corredor cercano a la entrada del Palacio del Oeste, la luz del sol sobre su cabeza fue bloqueada y los alrededores se volvieron silenciosos en un instante.
Mientras caminaba en línea recta a un paso rápido, vio un pequeño carruaje estacionado al final del corredor.
"Por aquí."
El Barón Lyan lo llamó en voz baja desde el interior del carruaje. TaeHyung corrió rápidamente, abrió la puerta del carruaje y se sentó para recuperar el aliento.
Le temblaban las manos. La sensación de atravesar la carne aún permanecía en sus dedos.
"¿Su Majestad?"
"¿Si? ¿Sí?"
"Desprende un olor a sangre, ¿se encuentra bien?"
"Me descubrieron de camino aquí, así que tuve una pequeña pelea..."
Cuando TaeHyung habló con los labios temblorosos, el Barón Lyan no hizo más preguntas. En cambio, quitó la cubierta del asiento de enfrente.
TaeHyung observó las acciones del Barón Lyan mientras todo su cuerpo temblaba con los brazos envueltos alrededor suyo. En medio de esto, sintió un poco de curiosidad sobre por qué había quitado la cubierta del asiento.
"Su Majestad. Por favor, entre aquí."
"¿Aquí?"
Cuando TaeHyung preguntó sorprendido, el Barón Lyan respondió con un rápido "sí".
"JiMin debió utilizar este método para escapar. Parece sencillo, pero nadie busca aquí a menos que se realice una inspección exhaustiva del carruaje. Además, la mayoría de los carruajes no tienen el interior de los asientos huecos porque los asaltantes podrían atacar los carruajes por debajo."
"Está bien."
El espacio interior del asiento parecía estrecho e incómodo, pero TaeHyung se metió rápidamente y se acurrucó.
El Barón Lyan volvió a poner la cubierta del asiento. Al cabo de un rato, el carruaje comenzó a sacudirse levemente.
No era fácil permanecer encerrado solo en un espacio oscuro. Cada vez que el carruaje traqueteaba o escuchaba voces cerca, a TaeHyung se le encogía el corazón y se abrazaba con más fuerza a sus rodillas.
Para deshacerse de sus temores, se forzó a pensar en cosas divertidas y esperanzadoras.
'Si salgo de aquí... al menos no volveré a ser un esclavo, venderé las joyas que traje para comprar una casita. ¿Qué más puedo hacer...? Supongo que cualquier cosa. Eso si, no volveré a enamorarme. Tampoco confiaré en otras personas.'
¿Cuánto tiempo he estado así?
"¿Ya salimos de la capital?"
El Barón Lyan le informó en voz baja,
"Sí, hemos salido de la capital. Estamos a mitad de camino de nuestro destino. Puedes estar tranquilo."
TaeHyung suspiró aliviado. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y mojaron el piso del carruaje.
"Cuando lleguemos al próximo pueblo, me aseguraré de encontrar un cochero que lleve a Su Majestad a otro país y volveré enseguida. Si permanezco demasiado tiempo fuera de mi puesto, levantaré sospechas."
TaeHyung se acurrucó aún más y agradeció al Barón Lyan varias veces.
'¿Puedo realmente... confiar en el Barón Lyan? Es el secretario de Su Majestad JungKook. ¿No acabará sintiéndose culpable y le contará lo sucedido?'
Aunque la situación se volvió un poco más segura, comenzó a sentirse intranquilo de nuevo.
'JungKook confiaba en el Barón Lyan. Si el Barón Lyan era una persona en la que podía confiar, ¿está bien que sea una persona en la que JungKook también puede confiar?'
En ese momento, se oyó un repentino traqueteo y el carruaje se detuvo bruscamente.
'¿Qué está pasando?'
TaeHyung se quedó en silencio con los ojos bien abiertos. Pero los latidos de su corazón eran tan fuertes que no podía oír lo que ocurría afuera. Aunque parezca absurdo, así es como se sentía TaeHyung.
Lentamente, las voces circundantes se volvieron claras. El nombre del 'Barón Lyan' y el nombre del 'Duque HongBin' salieron a relucir en medio de la multitud de voces.
'¿Duque HongBin?'
No tuvo tiempo de sorprenderse por el inesperado nombre, ya que de repente sintió como si el carruaje se hubiera volcado. Sobresaltado, TaeHyung quitó las manos de sus rodillas y trató de sostenerse al interior del asiento con sus extremidades.
El carruaje, que se había volcado completamente hacia un lado, se detuvo tras un fuerte golpe. TaeHyung no pudo mantenerse firme y cayó de lado.
Se esforzó por utilizar ambas manos para quitar la cubierta del asiento. Sin embargo, había quedado en una posición más incómoda para moverse después de que el carruaje se volcara.
Aunque la cubierta del asiento estaba alta, abrirla no era difícil. El problema era salir.
Tenía que subir un poco para llegar a una altura en la que pudiera salir por su cuenta, pero el interior del asiento era tan estrecho que no tenía espacio para moverse.
Sin embargo, había demasiado alboroto afuera como para quedarse en el carruaje.
"¡He dicho que no hay nadie dentro!"
"¿No hay nadie? ¿Quieres decir que puedo atravesar todo el carruaje con una lanza?"
"¡No puedes tocar el carruaje de otra persona sin su permiso!"
"¿Desde cuándo se volvió tan ingenuo, Barón Lyan? ¿Eh?"
"¡No puedes hacerlo! ¡No puedes hacerlo!"
"Te pagaré por el carruaje. ¡Soldados, atraviesen todo el carruaje con sus lanzas!"
""¡Entendido!""
TaeHyung trató nerviosamente de salir del espacio estrecho con ambas manos, pero seguía resbalándose.
Le temblaban las manos... entró en pánico.
En ese momento, la afilada punta de una lanza atravesó la parte superior del asiento con un sonido chirriante.
"¡Aaah!"
TaeHyung gritó aterrorizado. No hubo la más mínima piedad en la lanza que atravesó el carruaje.
Tan pronto como esa lanza atravesara la parte inferior del asiento, estaba seguro de que sería apuñalada.
Sin tiempo para calmar su asombro, varias lanzas atravesaron el carruaje desde diferentes direcciones con una fuerza similar.
"¡Sáquenme! ¡Sáquenme! ¡Hay alguien dentro! ¡Sáquenme!"
TaeHyung gritó aterrorizado. Tan pronto como lo hizo, las lanzas que atravesaban el carruaje se detuvieron.
TaeHyung lloraba con la cara cubierta de lágrimas. Su cabeza estaba hecha un lío, no podía ni pensar en lo extraño que había sido que atravesaran el carruaje con sus lanzas, en vez de inspeccionar primero el interior del mismo.
Poco después, la puerta se abrió con un estruendo y varias manos grandes la sacaron del interior del asiento.
Cuando TaeHyung vio la situación afuera, todo su cuerpo se estremeció.
Soldados lo rodeaban por todos lados.
El Barón Lyan se encontraba tendido en el suelo. Por la forma en que se retorcía, parecía haber sido golpeado mientras intentaba detener a los soldados.
Pero el más llamativo de todos fue el Duque HongBin con una sonrisa cruel en su rostro.
"Perdí a mi esposo por tu culpa. He estado esperando el día en que pudiera vengarme desde que descubrí lo que hiciste, TaeHyung."
TaeHyung se puso pálido y retrocedió tambaleándose.
"Déjame ir... ¡Déjame ir!"
"¿Cómo está Miriam?"
"Hice lo mejor que pude para tratarla, pero... su estado es delicado porque fue apuñalada en los pulmones."
"Tienes que salvarla."
"Lo haré, Su Majestad."
"Por si acaso, busca a Yuna. Escuché que esa chica posee magia de curación."
"Entendido."
El mago de la corte se fue al terminar su reporte. Poco después, JungKook salió de su oficina. El Marqués Jaehyun y unos caballeros le siguieron.
De esta forma, JungKook se dirigió a una torre situada a un lado del Palacio Imperial.
La estrecha escalera de caracol hacía un ruido sordo con cada escalón que subían. A mitad de camino, la voz del Marqués Jaehyun se mezcló con el sonido de sus pasos.
"Su Majestad, qué bueno que decidió mantener vigilado al Barón Lyan."
Sonaba aliviado. JungKook no respondió, pero el Marqués Jaehyun suspiró y volvió a murmurar,
"No esperaba que Miriam intentara salvar a TaeHyung al final."
El tercer equipo de comercio también llegó con éxito a Rwibt desde otra dirección, e informó por medio de una paloma mensajera que había empezado a comerciar.
Con esto, todos los equipos que partieron de tres direcciones diferentes y llegaron a tres puntos distintos, comenzaron a comerciar correctamente.
Aunque en esta primera carta no se sabía cómo le fue al tercer equipo en el comercio, tanto el primero como el segundo equipo obtuvieron buenos resultados. Se esperaba que el tercer equipo de comercio obtuviera resultados similares, salvo sorpresas.
TaeMin cerró los ojos, dobló la carta y se la guardó en el bolsillo. Su deseo de establecer un comercio entre el Continente Wol y el Continente Hwa fluía como una vela con viento a favor.
'Pero, ¿por qué mi corazón se siente tan vacío? ¿Por qué mi alegría no es mayor cuando todos los que han trabajado en esto se acercan a mí con una sonrisa a felicitarme? A decir verdad, no tiene sentido que todavía me pregunte 'por qué'. Ya sé la razón, pero no encuentro una solución. Hay momentos en los que pienso si sería mejor que me fuera, pero eso tampoco solucionaría el problema. La última vez que me alejé de JiMin, no cambió nada. Por el contrario, sólo me causó más dolor.'
TaeMin había aprendido por el incidente de la boda lo que podía pasar si el dolor crecía demasiado. Incluso comenzó a pensar recientemente que mientras siguiera con vida podría volver a lastimar a JiMin.
Con un suspiro, TaeMin se levantó del asiento y se dirigió al amplio jardín situado en la parte más externa del palacio imperial.
'Tal vez pueda disminuir un poco este dolor si camino por un rato mientras tomo aire fresco...'
[Maldición. ¿Quién diablos salvó al Emperador Consorte con magia de hielo?]
Los pasos de TaeMin se detuvieron. Miró hacia atrás con una expresión rígida.
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