Aunque no esperaba a la condesa Taeyeon, era aún más curioso que JiSoo estuviera aquí cuando esperaba las celebraciones de Año Nuevo. ¿Estropeé el ambiente? ¿Vinieron a buscarme porque me escapé?

Aun así, no quería que me consolaran, por extraño que sea. Fue mi orgullo el que resultó herido cuando mi esposo mostraba su amor a otro hombre. No había nada malo con mi reacción, pero fueron Jeon y TaeHyung quienes se mantuvieron dignos mientras me encogía. Ni siquiera podía explicar este vago sentimiento, así que no me atreví a hablar de ello.

Sin embargo, la forma en que Jeon se apresuró al lado de TaeHyung no parecía estar en sus mentes. La condesa Taeyeon rápidamente abanicó su cara, y JiSoo siguió tocando nerviosamente sus rizos.

¿Que está mal? Ahora que lo pienso, todas parecían estar bastante agitadas.

"Su Majestad. Vino un mensajero de la finca de Yewon."

La condesa Taeyeon bajó su abanico mientras hablaba, y yo me quedé ahí de pie, confundido.

"¿La finca de Yewon?"                 

"Sí."

"¿El mensaje es de la vizcondesa Yewon?"                  

"Sí su Majestad. El mensaje decía que la vizcondesa Yewon ya no puede ser la dama de compañía del Emperador Consorte."

Vizcondesa Yewon... ¿no le presté dinero hace unos días? En ese entonces parecía que tenía la soga al cuello.

"¿Estás segura de que era de la vizcondesa Yewon?"

La miré con desconcierto. Su hogar estaba endeudado masivamente debido a las acciones problemáticas del esposo y el hijo. La deuda no era suficiente para dejarlos en las calles, pero la mayor parte de sus ingresos se habían utilizado para pagarla. ¿Y ahora la vizcondesa Yewon estaba renunciando a su puesto de dama de compañía?

JiSoo continuó con ansiedad.

"Ella renunció con bastante prisa ¿Tal vez la vizcondesa Yewon peleó con su esposo o su hijo?"

Otra dama de compañía hizo una sugerencia con una mirada preocupada.

"Podría ser una buena idea enviar a alguien para verificar la situación."

"Supongo que sí."

Al día siguiente se demostró que nuestras preocupaciones sobre la vizcondesa Yewon eran innecesarias.              

En el segundo día no tenía la obligación de asistir al banquete con Jeon, así que me relajé un poco mientras iba al salón de fiestas. Allí había muchas mujeres nobles, entre ellas la condesa Taeyeon, JiSoo, y la princesa Nayeon del Reino del Sur. La princesa Nayeon era la típica sureña ideal, dulce, generosa y de hábil conversación. Por consiguiente, la atención de todas se centraba en lo que ella decía, cuando de repente miró por encima de su hombro y dijo, "Es él."

Me di la vuelta para ver, encontrando la figura de TaeHyung caminando solo, sonriendo a las personas que lo rodeaban... parecía aún más deslumbrante durante el día. Si nuestros ojos se encontraran, él vendría aquí y me hablaría como si fuera su hermano otra vez, así que aparté la cabeza.

"Oh, Dios mío."

Pero esta vez, JiSoo estaba mirando a TaeHyung.

"¿Qué pasa?"

No pude evitar mi curiosidad, y JiSoo respondió fulminando con la mirada a TaeHyung.

"La seda azul que lleva puesta, Su Majestad. ¿no es la que el gran duque Daehwi intentó regalarte?"

Miré hacia atrás y vi que JiSoo estaba diciendo la verdad. TaeHyung estaba vestido con un vestido de seda azul. Las damas chasquearon sus lenguas.

"El gran duque Daehwi es realmente increíble."                  

"Lo sé. Se dio la vuelta tan pronto como fue rechazado por Su Majestad."

Volví a girarme, y esta vez fue la condesa Taeyeon la que habló, con voz baja y confusa.

"Creo que la seda no es lo único que pasó del Consorte a él."

¿De qué estaba hablando?

Esto estaba empezando a ser una molestia, pero miré hacia atrás otra vez, y no pude apartar mis ojos.

La vizcondesa Yewon estaba de pie junto a TaeHyung, al día siguiente de que me informara que no podía ser más mi dama de compañía. No la vi al principio, ya que estaba tapada por otra persona, pero ahora podía verla claramente. La vizcondesa Yewon estaba al lado de TaeHyung. JiSoo había estado preocupada por ella toda la noche, y gritó fuertemente,

"No puedo creerlo. ¿Está loca?"

TaeHyung y la vizcondesa miraron en nuestra dirección, a la fuente del fuerte ruido y entonces, mi antigua dama rápidamente evitó mi mirada cuando me vio.

"..."

Pensé que el regalo de seda azul de Daehwi era divertido, pero esta vez estaba molesto. La dama de compañía estaba parada junto a el hombre que se llevó a mi esposo. Ella me había pedido prestado mucho dinero y no sabía de dónde venía el plan de la vizcondesa Yewon o cómo había cambiado de opinión, pero antes era quien más se burlaba de TaeHyung.

"..."

La condesa Taeyeon y JiSoo dijeron algo a mi lado, pero no las escuché, ¿qué debería decir sobre esto?, ¿estaba avergonzado?, ¿incrédulo?, ¿estaba el concubino aquí para quitarme todo lo que era mío?

No. Tal vez la vizcondesa Yewon no fue mi compañera desde el principio. Tal vez sólo estaba conmigo por dinero, pero no podía permitirme parecer nervioso. La princesa Nayeon chasqueó la lengua.

"No entiendo el sistema de concubinato. No existe un sistema tan extraño en el Reino del Sur. En términos educados, él es un concubino, pero ¿no es todavía un esclavo? ¿Cómo es que la ley le aprueba como concubino? Él mantiene la cabeza en alto sin darse cuenta de lo vergonzoso que es."             

"Es como tú dices. ¿No es extraño que pueda pasar por delante del Emperador Consorte con la espalda recta?"

JiSoo habló en mi defensa, mientras yo las ignoraba y escogía el champán más dulce. Ayer dejé mi asiento y hui, así que pensé en quedarme el mayor tiempo posible hoy, pero no sería fácil. Aunque aprecié todo lo que dijeron la princesa Nayeon y las otras damas, no quería hablar de ello en público.

Me pregunté cómo se difundiría la historia. Todos fingirían ser respetuosos en la superficie, pero pensarían poco en mí por enviarle regalos a TaeHyung y hablarían de mí a mis espaldas.

"¿Hablamos de otra cosa?"

Al final, indiqué indirectamente que no quería discutirlo. Afortunadamente, la princesa Nayeon no se ofendió y redirigió la conversación.

"Oh, escuché una historia interesante sobre el Príncipe YoonGi esta mañana."               

"¿Una historia interesante?"                

"Fue cuando estábamos comiendo juntos en el palacio del sur. Escuché que intercambió cartas de forma anónima con alguien del Imperio Oriental."     

"!"

"Dijo que quería encontrarse con la persona y que debería reunirse con él en el palacio del Sur. El chisme está por todas partes."