TaeHyung se dio cuenta de que su vida pronto cambiaría por completo. La gente en el Palacio Imperial era generalmente amigable con él, pero en los últimos días, había sido en un grado excepcional. Cuando salía a caminar, los nobles se le acercaban discretamente para hablar con él, aunque el tema era a menudo sobre lo lamentable que era el Consorte. Era obvio que los nobles querían buscar el favor de TaeHyung.

El día de la corte de divorcio, TaeHyung dejó escapar una risita encantada al pensar en cuánto más cambiaría la gente cuando se convirtiera en Emperador Consorte. Era cierto cuando TaeHyung le dijo a JiMin que no lo odiaba- al menos no al principio.

Por supuesto, la aversión de TaeHyung hacia el Consorte creció en los últimos meses. Ahora que las cosas han llegado a esto, TaeHyung incluso sintió un poco de lástima por JiMin. Sin embargo, al final, TaeHyung se valoraba más a sí mismo que al Consorte. El hecho de que JiMin se encontrara en una situación trágica, no significaba que TaeHyung desperdiciara su buena fortuna.

"Esta es la era del Joven TaeHyung."

"¿Hmmm?"

"Cuando todos se reúnan, será para ti."

"¿De Verdad?"

"¡Por supuesto! Estoy muy orgullosa de trabajar para usted en estos días, Joven TaeHyung."

Yeji sonrió ampliamente, y TaeHyung le devolvió la sonrisa. En secreto, TaeHyung pensó que Yeji no tenía nada de qué jactarse. Era la primera vez que Yeji se desempeñaba como sirvienta, y no siempre hacía su trabajo de manera competente. Su único mérito era su personalidad, pero esa ventaja no podía ser utilizada por un Consorte.

'Junto con Yeji... debería hacer que la Vizcondesa Yewon también renuncie a su trabajo como dama de compañía.'

Sería impropio de un Consorte como él que una vizcondesa inferior le sirviera de dama de compañía. TaeHyung también dudaba de su lealtad, y a menudo la vizcondesa lo hacía sentir incómodo.

Mientras TaeHyung decidía qué ropa usaría para la corte de divorcio, el Duque Kyuhyun fue a visitarlo.

"No te he visto en mucho tiempo."

TaeHyung sonrió brillantemente al Duque Kyuhyun y lo hizo pasar a la habitación. Cuando entró, gruñó con exagerada decepción.

"No puedo creer que me hayas ocultado una historia tan importante. Estoy desconsolado, Joven."

"¿Eh?"

Los ojos de TaeHyung se abrieron de par en par en sorpresa. Parecía que el Duque Kyuhyun estaba molesto por no saber de antemano sobre el divorcio del Consorte.

"¿Cómo se enteró?"

Él lo miró sorprendido, y el duque mencionó vagamente que tenía una sospecha.

"¿Estás desconsolado? Lo siento. Su Majestad me dijo que lo mantuviera en secreto."

TaeHyung juntó sus manos en disculpa y le regaló su más dulce sonrisa.

"Bueno, no se puede evitar."

Afortunadamente, el Duque Kyuhyun no parecía tan molesto, y él sonrió.

"Todo el mundo tiene secretos."

"¿Tienes un secreto?"

"Sí. Ya debes haberlo visto."

"¿Yo? Oh, eso..."

TaeHyung recordó la extraña carta del Rey YoonGi y sonrió torpemente. El Duque Kyuhyun le devolvió la sonrisa, pero no estaba claro si era una broma o algo serio.

"Pero eso no es lo único que no le dices a Tae. No has estado en tu habitación los últimos días."

"Ah, es por ese pájaro de mal genio."

"¿Pájaro? ¿Ese pájaro azul?"

"Otro pájaro. Uno que me hace querer arrancarme el cabello."

"¿Te gustan los pájaros?"

"Un poco."

Dio una respuesta ligera, luego dirigió su mirada hacia los diversos trajes que TaeHyung colgó en el medio de la habitación. En su mayoría eran trajes blancos.

"¿Vas a ir a la corte de divorcio hoy también?"

"Sí, pero Tae todavía está decidiendo qué ponerse."

"¿Quieres que elija por ti?"

Los ojos del Duque Kyuhyun brillaron cuando le hizo la pregunta, y TaeHyung se rió y asintió.

"¿Eres bueno para elegir?"

"He visto muchos trajes."

Puso su mano en su barbilla pensativamente mientras estudiaba cada vestido, luego señaló el más brillante y glamuroso de todos.

"Ese es el mejor."

"¿Ese? ¿No sería mejor vestirme de forma más sencilla?"

"¿Por qué?"

"¿No es este un mal día?"

"Un mal día para el Consorte, sí, pero no para ti. Tienes que mostrarte a la gente. Es tu mundo ahora."

Cuando entré en la sala donde se celebraría la corte de divorcio, todo el mundo ya estaba presente. Los nobles, los funcionarios, mis padres, a quienes extrañaba mucho...

El Marqués Jinwoo también estaba aquí, tras haber regresado del Reino Occidental justo a tiempo. Su cara estaba pálida como si acabara de enterarse del divorcio. Cuando lo vi a los ojos, noté que se estaba mordiendo el labio inferior tan fuerte que casi sangraba. Los caballeros estaban firmemente a mi lado, por lo que no podíamos intercambiar palabras. Quizá después del divorcio, podríamos hablar tanto como quisiéramos.

Cuando me vestí hace un tiempo, la ansiedad hizo que mis palmas y las plantas de mis pies hormiguearan. Ahora que estaba aquí en esta enorme sala rodeado de todos, no podía sentir nada.

Miré delante de mí. Jeon estaba ahí arriba, y el lugar donde solía estar junto a él estaba vacío. Por otro lado, el Sumo Sacerdote estaba en medio de la plataforma.

Detrás de Jeon estaba TaeHyung, con un elegante traje blanco. Por lo general, prefería la vestimenta simple, pero hoy su vestido era tan ostentoso que podría usarse para la celebración de Año Nuevo. Me preguntaba qué tipo de consejo recibió. Era el momento y el lugar para este tipo de exhibiciones. ¿Nadie le dijo que se veía extravagante de esa manera?

'... No importa.'

La puerta se cerró con un ruido sordo y la habitación cayó en un silencio absoluto. Esto era solo el comienzo. Me acerqué valientemente al Sumo Sacerdote.

"..."

Nadie se atrevió a abrir la boca. Después de tomar mi lugar en la plataforma, el Sumo Sacerdote suspiró brevemente, miró los documentos que tenía delante y luego habló.

"Consorte JiMin... Emperador Consorte JiMin del Imperio Oriental. Su esposo, el Emperador Jeon, ha solicitado divorciarse de usted."

La voz del Sumo Sacerdote resonó claramente en la sala y penetró en los oídos de todos. Continué mirándolo en silencio.

"Consorte JiMin, si acepta el divorcio, ya no será Emperador Consorte, será despojado de todos los derechos como miembro de la familia real, y no se le permitirá usar el nombre de la familia."

"..."

"Los votos matrimoniales, que juraron ante Dios, serán anulados, y el estado civil del Emperador Consorte JiMin y del Emperador Jeon será el de soltero."

El Sumo Sacerdote se dirigió a mí, pero no dijo nada sobre la razón del divorcio.

"¿Aceptará el divorcio, Consorte JiMin? Si no lo hace, puede reclamar el derecho a presentar una demanda."

Respondí con la mayor indiferencia posible.

"Acepto el divorcio."