"Entonces, ¿el número de magos en verdad está disminuyendo?"

"Sí, ha estado sucediendo durante casi dos décadas. El problema es que la tasa de disminución ha aumentado dramáticamente en los últimos años."

"¿Cual es la causa?"

"Todavía estamos tratando de averiguarlo."

Era medianoche. Jeon se recostó en el sillón mientras recordaba su conversación con el jefe de la oficina de magos. Juntó los dedos y los colocó debajo de su barbilla, pensando en las consecuencias que tendría la situación.

El número de magos preciosos estaba disminuyendo...

El Imperio Oriental todavía tenía una gran fuerza nacional, siendo su ejército la siguiente fuerza más poderosa a su disposición. Sin embargo, los magos los superaban por mucho en poder. ¿Qué pasaría si los magos desaparecieran? Otros países aprovecharían este vacío para fortalecer sus propias naciones.

"Tendremos que aumentar el tamaño y el presupuesto del ejército."

Tan pronto como tomó su decisión, sacó una hoja de papel y escribió una lista de directivas para entregar a sus funcionarios. Iba por la mitad cuando un sirviente se le acercó, informándole de la llegada de uno de los mensajeros del Marqués Jaehyun.

'¿Marqués Jaehyun?'

Jeon le ordenó entrar. El Marqués Jaehyun sabía que estaba ocupado en su viaje de inspección. El mensajero que entró en la habitación parecía exhausto, como si hubiera venido con mucha prisa.

"¿Qué pasa?"

Jeon se saltó el saludo y fue directo al grano, preguntándole sobre la causa de la urgencia. El mensajero se arrodilló y le tendió un sobre.

"El Marqués Jaehyun me ordenó entregarle esto a Su Majestad."

"¿Una carta?"

Jeon tomó el sobre y sacó el papel.

"..."

Los ojos de Jeon se posaron en la carta mientras la leía. Luego, en un momento dado, se congeló como una marioneta de madera.

El hombre que entregó la carta miró a Jeon con preocupación. ¿Qué era? Cuando la expresión de Jeon se volvió más oscura, el mensajero se sintió aún más incómodo. Finalmente, Jeon cerró la carta.

"Primero, salven al Vizconde Daesung, y luego confinen a Jungwoo en su casa."

El hombre miró a Jeon con sorpresa. No tenía ni idea de lo que contenía la carta, pero fue impactante que el hermano del Consorte fuera puesto bajo arresto domiciliario. Sin embargo, el mensajero no estaba en condiciones de expresar sus opiniones al Emperador.

"Sí, Su Majestad."

El hombre hizo una reverencia y volvió a salir rápidamente.

El Vizconde Daesung había dicho que visitaría el Palacio Imperial, pero aún no había regresado. Bogum, que había estado cuidando distraído al bebé, comenzó a preocuparse cuando su padre aún no había regresado al día siguiente.

'¿Paso algo?'

Inquieto, Bogum se vistió con su mejor ropa y se preparó para entrar en el Palacio Imperial. Era obvio con quién se fue a encontrar su padre.

TaeHyung.

Bogum le preguntaría sobre su padre, pero también quería volver a verlo.

Antes de salir de casa, le cortó un mechón de cabello al bebé, lo envolvió en un paño suave y se lo guardó en el bolsillo del pecho.

El Palacio Imperial tenía varias entradas, algunas de fácil acceso y otras no. El corazón de Bogum latía salvajemente luego de ingresar por una de las entradas de más fácil acceso, y esperó nerviosamente en el patio con el mensaje de que quería encontrarse con TaeHyung. Poco después, una sirvienta se acercó a Bogum y lo condujo a otro jardín pequeño y tranquilo. No estaba familiarizado con las áreas del Palacio Imperial, pero ciertamente este no era el lugar de TaeHyung.

TaeHyung apareció y Bogum sonrió reflexivamente cuando lo vio. Sin embargo, la expresión de él permaneció fría como una piedra.

"¿Qué sucede?"

Se detuvo a cinco pasos y habló en voz baja, pero aguda. Bogum se estremeció ante su hostilidad, pero después de un momento de vacilación sacó la tela de su bolsillo.

"¿Y bien?"

"Quería darte esto..."

"¿Qué es?"

"Cabello."

"¿Esto es una broma?"

"El cabello en el interior."

TaeHyung le dio una palmada en la mano y la tela cayó al suelo. La fina tela se desdobló, revelando un mechón de cabello plateado del mismo color que el de TaeHyung.

"Oh... lo siento. Pensé que te gustaría..."

"Ese niño es tuyo, no de Tae. ¿Por qué me gustaría?"

"Claro. Si. Lo siento."

Bogum se disculpó, pero no pudo reprimir la decepción que crecía en su interior. Pensó que el hecho de que TaeHyung les organizara una mansión en la capital significaba algo.

"¿Viniste aquí por esto?"

Miró a Bogum con la molestia escrita en su rostro. Cualesquiera que fueran sus intenciones, él consideraba al hombre que tenía delante una amenaza. Estar los dos juntos no se vería bien.

Bogum hizo un pequeño ruido al recordar su verdadero propósito de venir aquí.

"¿Te reuniste con mi padre ayer?"

¿El Vizconde Daesung? No."

TaeHyung frunció el ceño ante su respuesta.

"¿No vino?"

"¿Por qué?"

"Dijo que iba a verte, y no lo he visto desde..."

Bogum se apagó débilmente.

Después, TaeHyung ordenó a la sirvienta que escoltara a Bogum. Cuando él se fue, él apretó los labios con inquietud.

¿El Vizconde Daesung iba a visitarlo y luego desapareció? En cualquier otra circunstancia él habría asumido que simplemente cambió de opinión, pero Jeon le había dicho hace poco que alguien estaba detrás del vizconde. ¿Había una conexión? Jeon estaba fuera, y no había nada que él pudiera hacer aquí.

TaeHyung maldijo por dentro y estaba a punto de abandonar el jardín, pero se detuvo cuando vio la tela y el mechón de cabello en el suelo.

"..."

Miró a su alrededor, y luego se agachó para recoger la tela y el cabello. El cabello realmente era del mismo color que el suyo, pero era más suave, como el de un bebé. TaeHyung lo miró con ojos temblorosos, luego enrolló la tela y volvió a su habitación.

Esa noche.

El mensajero llegó a la capital y transmitió la orden de Jeon al Marqués Jaehyun, quien hizo los arreglos para rescatar al Vizconde Daesung de la mansión abandonada.

Se dejó en manos de la Guardia Imperial del Emperador el confinamiento de Jungwoo en su casa. Era difícil controlar a Jungwoo por pura fuerza física, así que se hizo con la autoridad del Emperador.

Jungwoo le contó a su amigo el Marqués Jinwoo lo sucedido con el Vizconde, quien escuchó su historia y lanzó alabanzas. Fueron interrumpidos por una conmoción afuera, y el Marqués Jinwoo salió a la escalera y observó el vestíbulo de entrada. Los guardias estaban informando a la Duquesa Park de las órdenes del Emperador. El Marqués Jinwoo se apresuró a volver a la habitación de Jungwoo.

"La guardia del Emperador está aquí. Te están poniendo bajo arresto domiciliario."

"Ja."

"Tal vez él sabe que amenazaste al Vizconde Daesung y quiere silenciarte."

Se escuchó el sonido de varias personas subiendo las escaleras.

"No me quedaré aquí. Iré a ver al Consorte y le contaré sobre esto."

El Marqués Jinwoo abrió la ventana y saltó.

"Su Majestad."

Estaba leyendo el último libro sobre Rwibt dejado por el Gran Duque TaeMin, cuando la Condesa Taeyeon se acercó y me susurró nerviosamente al oído.

"El Marqués Jinwoo ha venido a verlo."

"¿A esta hora?"

Mis ojos se posaron en el reloj. Era muy tarde.

'Algo malo está ocurriendo.'

Para que el Marqués Jinwoo viniera a visitarme en este momento, tenía que ser algo serio.

"Déjalo entrar."

Cerré el libro y lo puse en la ventana, luego me levanté para ir al salón. Un momento después, la puerta se abrió y entró el Marqués Jinwoo con una expresión ominosa.