El Vizconde Daesung se dirigió directamente al palacio para encontrarse con TaeHyung. Él lo saludó con su habitual mirada de desdén, pero él lo ignoró. No mataría a su gallina de los huevos de oro por un momento de enojo, mucho menos a una gallina que tenía al Emperador envuelto entre sus dedos.

Sin embargo, no importa lo impactado que estuviera el Vizconde Daesung por los nuevos acontecimientos, no estaba tan impactado como TaeHyung.

"¿Por qué se reunirá el Consorte con Beomgyu?"

TaeHyung exclamó sorprendido.

"No lo sé, pero vine aquí porque pensé que sería mejor informarte."

TaeHyung hizo balance de esta nueva información y murmuró para sí mismo.

"... El Consorte está investigando sobre Tae."

Estaba convencido de ello y nerviosamente se mordió el labio. Debería haber considerado que el Consorte husmearía, o que Beomgyu iría tras él. Sin embargo, no había mucho que pudiera hacer a pesar de su ira.

"Mantenlos callados. Tanto a Beomgyu como a Bogum."

Todo lo que pudo hacer fue presionar al Vizconde Daesung.

"Por supuesto."

El Vizconde Daesung había venido corriendo hacia él con noticias desagradables, y ahora tenía una gran sonrisa en su rostro. La ira de TaeHyung se encendió cuando la vio. Quería volcar violentamente todas las mesas y sillas de la habitación, pero el Emperador se enteraría si hacía algo así.

"¿Por qué todos molestan a Tae? ¡Tae solo quiere vivir una vida tranquila!"

Aunque el Vizconde Daesung no tenía nada más que decir, no se fue.

"¿No te vas a ir?"

TaeHyung miró fijamente al Vizconde Daesung. Usualmente le hacía demandas excesivas, ya fuera dinero, joyas, una gran mansión o dinero para contratar a más sirvientes. El hecho de que probablemente lo hiciera de nuevo hizo que su temperamento se elevara.

"Oh no. No te emociones demasiado."

El Vizconde Daesung sonrió y se acomodó aún más en su silla.

"No hay necesidad de apurarme."

"¿Qué más quieres?"

"Hablas demasiado rápido, TaeHyung."

"Eres demasiado lento, así que Tae tuvo que apurarlo."

El Vizconde Daesung se encogió de hombros y fingió mirar a su alrededor, luego le preguntó si tenía un calendario.

"¿Calendario?"

Él lo miró perplejo y él se echó a reír.

"La primavera es la temporada de debutantes, ¿no lo sabías?"

Él lo sabía, pero desconocía el por qué lo mencionó.

"¿Y qué?"

TaeHyung lo miró con un presentimiento y él sonrió de nuevo.

"Tengo un debutante esta primavera."

La expresión de TaeHyung se puso rígida. Podía adivinar a dónde iba esto.

Un debutante hizo su debut oficial en la sociedad en un baile, por lo que todos se vistieron de la manera más bella y costosa posible. El Vizconde Daesung debe estar esperando que él pague por un traje.

"¿Ya gastaste todo el dinero que te di anteriormente?"

TaeHyung hirvió de irritación. Ya había recibido una gran cantidad de joyas como regalos para su bebé, por lo que esta vez no tendría que pedirle dinero prestado al Duque Kyuhyun o al Barón Lyan. Sin embargo, ya sea que tuviera dinero o no, no quería ser amenazado, ni ser forzado a darle un traje a ese podrido de Beomgyu.

"No estoy pidiendo dinero."

"¿...?"

"Hay muchos diseñadores famosos que trabajan para sus clientes de alto perfil sin costo alguno."

"¿Y?"

"Así que pide tu propio vestido hecho a medida para mi hijo."

"..."

"Por supuesto, solo debes usar las telas y joyas más finas. No hay necesidad de desperdiciar todo ese dinero."

Es mi dinero, no el tuyo, TaeHyung echaba humo por dentro. No había nada más que quisiera hacer que matar a Daesung. Si pensaba en su futuro como Consorte... ¿no sería mejor hacerlo ahora?

Los ojos de TaeHyung brillaron, pero una sonrisa se extendió por el rostro del Vizconde Daesung.

"TaeHyung, por si acaso-"

"¿?"

"Ni siquiera pienses en ello."

Daesung se rió mientras él lo miraba desafiantemente.

"¿Pensaste que simplemente entraría al Palacio Imperial sin un plan de respaldo?"

"¿Qué quieres decir?"

"Si algo me sucede- ya sea que esté muerto o que no pueda actuar- hay personas aquí y allá que divulgarán su secreto en un solo día."

Los ojos de TaeHyung se abrieron de par en par.

Aquí y allá. ¿Cuántas personas conocían el secreto?

Mirando hacia un tembloroso TaeHyung, el Vizconde Daesung sonrió y se fue.

"¿El Vizconde Daesung visitó al Joven TaeHyung otra vez...?"

"Sí, Su Majestad."

"...Muy bien. Gracias por informarme."

Después de que Sir ChanYeol reportara las noticias del Vizconde Daesung, volví al libro sobre Rwibt que el Gran Duque TaeMin me había dado. Aunque el comercio con su país todavía estaba muy lejos, era algo que seguía investigando.

La Condesa Taeyeon ordenó a las sirvientas que estaban limpiando la habitación que salieran, antes de dirigirse a mí con una pregunta.

"¿Es porque Lord Beomgyu viene mañana?"

"Tal vez."

JiSoo la fulminó con la mirada y ella soltó un resoplido.

"Creo que están tratando de cerrar la boca de Lord Beomgyu de antemano."

"Tal vez."

Di la misma respuesta que antes y asentí. Las damas de compañía intercambiaron miradas ansiosas entre sí, pero volví casualmente a mi libro. Mi tranquila indiferencia no era para aparentar. En verdad, no esperaba que Beomgyu me hablara de TaeHyung de todos modos.

"Lo que quiero no es información del Joven Beomgyu."

Por supuesto, sería útil si pudiera conocer sobre el pasado de TaeHyung, pero no era necesario. Las damas de compañía me miraron con asombro, y lánguidamente pasé una página de mi libro.

'Todo lo que quiero hacer es darle a TaeHyung una advertencia.'

Si me reuniera con Beomgyu, TaeHyung se preguntaría por qué lo hice y se volvería frenético por la preocupación. Eso era todo lo que quería. Él tenía que saber que nunca podría estar en una posición digna y honorable.

Cerré los ojos. Él necesitaba ser más cuidadoso con su comportamiento.