¿Lucharía el Emperador del Este en un duelo de vida o muerte con el Príncipe del Oeste? ¿Este último que fue invitado, con el amante del primero dividiendo a los dos?

Sería todo un espectáculo. Si se diera a conocer al público, las ya muy criticadas vidas de los nobles y las familias reales se convertirían en objeto de más burlas y chismes.

Por supuesto, con o sin los rumores, la lucha debe ser detenida.

"Cálmese, Su Majestad. Príncipe YoonGi, usted es nuestro invitado."

Les levanté la voz, y para mi gran fortuna no eran tontos.

"Por favor, tomen asiento."

Ambos se sentaron, y la comida continuó en silencio. Nunca he tenido una comida tan difícil en la víspera del banquete especial.

Se me revolvió el estómago. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Fue por TaeHyung o Jeon? ¿O quizás ambos?

Ya nadie estaba de humor para comer, así que finalmente dejé el tenedor y me limpié la boca con una servilleta. Después de solo media comida, me levanté para despedir a los invitados en lugar de ofrecerles el postre. Sería grosero mantenerlos en esta atmósfera incómoda, y nos reuniríamos de nuevo mañana por la noche en cualquier caso.

Me dirigí al pasillo y los invitados me siguieron rápidamente, dejando a Jeon y YoonGi en el comedor. Tan pronto como la puerta se cerró, la princesa Nayeon se me acercó y habló con el ceño fruncido en su cara.

"Espero que podamos hablar más mañana, Su Majestad. Esta noche no es propicia para conversar."

"Por supuesto. Yo también lo espero."

Conocer a la princesa Nayeon podría haber sido lo mejor que me ha pasado en esta celebración de Año Nuevo. Su naturaleza fuerte, divertida y amigable hacía que fuera un placer estar a su lado. La abracé y susurré una cariñosa despedida.

"Por favor, ven mañana."

La princesa Nayeon sonrió y asintió, luego se fue con sus caballeros. Me despedí de los otros nobles con más formalidad.

Cuando quedaba un puñado de nobles, vi a TaeHyung acercarse a mí. Pensé que tenía algo que decir, pero en vez de hablar se puso a mi lado. ¿Por qué estaba él aquí? Quería preguntárselo, pero el Emperador Yonghwa de Bohean Azul se acercó a continuación.

"Por favor, ven a ver a Tae mañana. Gracias por venir esta noche, Su Alteza."

Tan pronto como me incliné, TaeHyung me imitó, como si lo estuviéramos despidiendo juntos.

"Eh... sí."

El emperador Yonghwa respondió en un tono vacilante, y miró entre TaeHyung y yo, luego se dio la vuelta. Pareció creer que yo estaba haciendo una reverencia a él junto con TaeHyung.

TaeHyung se giró para mirarme y me preguntó con voz amable, "¿Estás bien, hermano?" Esta situación era absurda, pero no había ninguna convención o precedente que pudiera usar para detenerla.

Me separé deliberadamente de TaeHyung y me acerqué al marqués Samonew, uno de nuestros aliados. Sin embargo, TaeHyung volvió a seguir mis pasos y le sonrió coquetamente, haciendo reír al marqués. Continuó así hasta que solo quedaba el Gran Duque TaeMin.

¿Tenía el coraje de acercarse a él? Él se le acercó, hablando en voz baja.

"Mi Señor."

En ese momento, la piel se me puso de gallina. Su voz había cambiado repentinamente. Antes era brillante y juguetona, pero ahora su tono había adquirido un carácter más profundo. Estaba imitando mi voz. No era una recreación perfecta, pero estaba cerca.

"¿Asistirá al banquete especial de mañana?"

Sus palabras se evaporaron en el aire cuando el Gran Duque pasó en silencio. Fue más vergonzoso que TaeHyung intentara imitarme, que el hecho de que el Gran Duque TaeMin también me ignorara.

"Joven TaeHyung."

Sonrió y dijo con su dulce voz habitual, "Sí, Su Majestad." No fue la misma persona que me miró como si lo hubiera traicionado en el comedor. Reprimí mis sentimientos y hablé con la mayor calma posible.

"Planeaba preguntarle esto después de las celebraciones de Año Nuevo, pero ahora necesitó saberlo."

"¿Qué?"

"¿Por qué mentiste a todos y dijiste que te envié regalos?"

Las cejas de TaeHyung se levantaron en confusión.

"¿Mentir?"

Él esperó a que yo continuara. Su conciencia estaba pinchada, seguramente.

"Tae no mintió, Su Majestad. Es cierto que el Consorte envió muchos regalos a Tae..."

"No sé de dónde viene este malentendido, pero no hice tal cosa."

"¿Qué? ¿Estás enojado porque Tae dijo que él escribió las cartas...?"

Lo miré en silencio, y TaeHyung juntó sus manos mientras las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos.

"Pero la Vizcondesa Yewon dijo que el Consorte nunca se presentaría. De hecho, el Consorte se sentiría avergonzado por esto. Así que no quise decir nada. Solo intentaba jugar."

"¿Jugar?"

"Y también lo ayudé a usted, Su Majestad."

"¿Me ayudaste?"

TaeHyung parecía estar a punto de llorar de nuevo.

"No querías que nadie más supiera que eras el amigo de cartas. ¿Por qué siempre asustas tanto a Tae?"

Antes de que pudiera decir algo más, la puerta se abrió, y tanto Jeon como el Príncipe YoonGi aparecieron, con la cara rígida. Parecía que habían estado discutiendo entre ellos dentro.

"...Heueu."

Las lágrimas de TaeHyung finalmente brotaron. Jeon lo miró sorprendido, luego se acercó a él y le limpió sus húmedas mejillas con su manga.

"¿TaeHyung? ¿Por qué estás llorando?"

Jeon me miró con desprecio mientras él sollozaba con más fuerza.

"¿Qué pasó, Consorte? ¿Qué le ocurre a TaeHyung?"

"Le hice una pregunta."

"¿Qué le preguntaste?"

"Le pregunté por qué mintió cuando nunca le envié regalos."

La expresión de Jeon se tensó.

"¿Le preguntaste sobre eso?"

"Él ha estado diciéndole a la gente, así que por supuesto que lo hice."

¿A quién más debería haberle preguntado? Lo miré fijamente maravillado. Sus labios estaban muy apretados, y miró alternativamente a TaeHyung y a mí antes de suspirar.

"Si TaeHyung se equivoca, ¿no deberíamos dejarlo pasar?"

"No puedo permitir que mi nombre sea usado de esta manera."

"No tienes que enfrentarte a TaeHyung. Es mi culpa. Le envié regalos en tu nombre."

Mi cabeza dio vueltas. ¿Jeon le dio regalos en mi nombre? TaeHyung abrió bien los ojos y miró a Jeon, sus lágrimas se aferraron delicadamente a sus pestañas.

"¿Es eso cierto, Su Majestad?"

"Hubo un malentendido por mi culpa."

Jeon asintió y murmuró una disculpa, pero TaeHyung sacudió la cabeza.

"No, Tae está muy feliz. Lo hiciste por Tae."

Apreté el puño. Yo fui el que sufrió por el error de Jeon y TaeHyung. Y fue con TaeHyung que Jeon se disculpó, mientras que él pensó que era conmovedor.

Antes, me había distanciado de TaeHyung. Me dije a mí mismo que debía ignorarlo, que debía apartar la mirada, y que no me importaba. Pero ahora, claramente lo odiaba.

Y más que eso, odiaba a JungKook.

Hablé impacientemente.

"Si esto es tu culpa-"

Jeon, que había estado inmerso en el ambiente romántico entre los dos, giró la cabeza. Parecía sorprendido de verme, como si pensara que el asunto estaba resuelto.

Lo miré fríamente a los ojos.

"Tienes que asumir la culpa, Su Majestad. Admitiste la responsabilidad."

"!"

"No importa las circunstancias, no debes utilizar el nombre de otro. ¿No es así, Su Majestad?"

Jeon me miró desconcertado.

"¿De verdad tenemos que lidiar con eso aquí?"

"Sí. Ahora que has asumido la culpa, ¿no deberías hacerte responsable?"

"..."

La tez de Jeon palideció. Lo noté mirando discretamente entre TaeHyung y el Príncipe YoonGi. Su orgullo fue herido frente a un hombre distinguido y el hombre que amaba, pero el orgullo que quería preservar no era el orgullo de un emperador, sino el orgullo de un hombre. ¿Debería ayudarlo a proteger eso?

No.

"¿Qué es lo que quieres? ¿Quieres que llore como TaeHyung?"

"Quiero que te disculpes."

"¿Disculparme?"

"Por favor, discúlpese por usar mi nombre."

"Lo siento, ¿está bien?"

"Y como el Joven TaeHyung ha estado difundiendo información falsa, espero que se responsabilice y lo corrija."

"¿Por qué eres tan de mente estrecha? Nunca antes fuiste así, ¿verdad?"

"Debería decírtelo. Y no me hables descortésmente, Jeon."