Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 34

Los días pasan y pasan, mi cabeza es un lío y aún me encuentro atrapada en medio de dos.

Tuve que pedirle a Dylan que me diera tiempo, que intentara mantenerse lo más alejado posible mientras yo decido qué hacer.

A pesar de que no quiero tenerlo lejos.

Sí, cuando Dylan estaba con Britt fui egoísta al haber pensado que él debía elegir así como así. Ahora que estoy en su lugar, me doy cuenta de lo difícil que es.

Jace y yo hemos estado un poco distantes los últimos días, lo cual no me extraña por el simple hecho de que él debe sentir que algo no anda bien. Sin embargo, le dije que fuese conmigo a la cena del elenco esta noche en un gran hotel y accedió.

¿Lo malo?

Dylan también estará ahí.

Termino de arreglar mi cabello, me levanto de la silla frente al espejo y me doy un vistazo, estoy a gusto con mi apariencia esta noche.

Suspiro, camino hasta la cama y tomo mi bolso antes de que mi celular vibre.

Dylan: No puedo dejar de pensar en ti (7:30 pm)

Kat: ¿Por qué haces esto? (7:31 pm)

Dylan: ¿Hacer qué? (7:32 pm)

Kat: Esto, decir estas cosas (7:33 pm)

Dylan: No creo que tengas idea realmente de lo que has hecho conmigo (7:34 pm)

Kat: Debo irme (7:35 pm)

Dylan: Supongo que te veré en un rato (7:36 pm)

Cierro los ojos con fuerza y suspiro antes de meter mi celular en mi bolso. Esta sin duda va a ser una noche difícil.

Bajo las escaleras, encontrando a Jace apoyado en la pared, sonriéndome en cuanto me ve.

Le sonrío de vuelta, acercándome a él.

—Hermosa, como siempre.

Sonrío de nuevo.

Gracias.

Jace besa mi mejilla y me toma la mano.

—¿Lista?

Yo asiento.

—Lista.

Dicho esto, apagamos las luces del departamento y salimos hasta subir al auto. Jace lo enciende y lo pone en marcha, aprovecho el sonido de la música como excusa para no decir ni una palabra, pero la verdad es que estoy bastante preocupada.

Él me mira por unos segundos, antes de devolver la vista hacia el frente.

—¿Estás bien?

—¿Ah?

—Que si estás bien, te ves algo preocupada.

Le sonrío, negando con la cabeza.

—Estoy bien, es solo que es gente importante.

Él sonríe, dejando una leve caricia en mi muslo.

—Todo estará bien.

Jace devuelve la mirada hacia el camino, convirtiendo el resto del trayecto en completo silencio, excepto por mis pensamientos que gritan más fuerte que nunca.

Llegamos al lujoso lugar, aparcando el auto en el estacionamiento privado. Jace baja del auto, lo rodea y me abre la puerta para ayudarme a bajar.

Enredo mi brazo con el suyo, entramos y ambos quedamos embelesados ante la belleza de aquél hotel. Nos acercamos a la recepción y en poco tiempo nos indican a dónde debemos llegar.

Cruzamos la puerta, saludo a todos mis compañeros y al director antes de sentarnos en una de las mesas. Mis nervios se ponen de punta en cuanto veo a Dylan sentado a la derecha y dos puestos más frente a nosotros, como es de esperarse, su mirada se clava en nosotros.

(...)

Han pasado un par de horas increíblemente incómodas, por lo menos para mí por sentir la tensión entre Dylan y yo. Jace ha logrado conversar con varios de mis compañeros, lo cual ha evitado que me sienta aún más incómoda.

Dylan está mirándonos, un vaso de cristal lleno de whiskey está en su mano. Jace lo observa y me toma de la mano, obligándome a mirarlo y sonreírle. Dylan le da un sorbo al licor, sin despegar su mirada de nosotros.

Está molesto, y lo sé por la mirada en sus ojos.

No soporto la incomodidad, asi que miro a Jace y me acerco a su oreja.

—Iré al baño. Ahora vuelvo.

Él asiente, no muy seguro al respecto. Sin embargo, me levanto y salgo del salón.

Apenas cruzo la puerta, suelto un largo suspiro y me quito el cabello de la cara. Me alejo lo más que puedo, con la intención de conseguir el baño, pero no tengo idea de dónde está y tal vez eso me sirva de excusa para no regresar en un rato.

Camino por los pasillos sin saber mi rumbo, distraída con las pinturas en las paredes.

—Kat.

Volteo al escuchar su voz, la cual hace que un escalofrío recorra mi cuerpo.

Sabía que no iba a poder alejarme de él.

—Dylan, ¿Qué haces aquí? Podrían verte.

—No me importa.

Frunzo el ceño.

—¿No te cansas de estarte arriesgando todo el tiempo? —pregunto, con cierta irritabilidad en mi tono de voz.

—No.

Niego con la cabeza y me doy vuelta para avanzar, pero él me toma del brazo y me voltea bruscamente antes de apegarme a él.

—¿Y tú no te cansas de esta farsa? —él pregunta, sosteniéndome por la cintura con la fuerza suficiente para que no pueda escapar.

—Tú sólo lo haces más difícil —contesto, con los brazos reposando en su pecho.

—¿Sí?

—Sí.

—Podría besarte aquí mismo sin ningún temor, lo sabes, ¿verdad? —él dice, aún más cerca de mi rostro.

Mi corazón comienza a latir acelerado, lo cual me molesta por no poder controlarlo.

—No lo hagas, por favor —suplico en un susurro, aunque más bien suene a que quiero todo lo contrario.

—¿Por qué te empeñas en negarte a ser feliz, Katherine?

—No es tan fácil, Dylan

Dylan abre los ojos, y entonces ríe de manera irónica.

—¿Ahora lo entiendes?

Frunzo el ceño, intentando zafarme de su agarre, pero fracaso.

—Sí, y no entiendo por qué me estás presionando si sabes por lo que estoy pasando —susurro con rudeza.

Porque yo dejé a Britt por amarte a ti, pero a pesar de que tú sabes que no lo amas no eres capaz de hacer lo mismo.

—Tú no sabes lo que yo siento.

—No lo amas, Kat. Me amas a mí, ¿sabías que te estás engañando a ti misma? Porque a mí no me engañas.

Mi respiración se vuelve agitada, e intento nuevamente alejarme, pero él no piensa dejarme ir. Dylan me toma el rostro con una de sus manos y apoya su frente con la mía.

—Por Dios, Kat, entiende que no soporto verte con él, no soporto que él pueda estar contigo y yo no —él susurra a centímetros de mis labios, mientras sus dedos dejan el rastro de una caricia por mi mejilla.

Mis ojos sienten la necesidad de cerrarse cuando siento su aliento rozando mis labios, muero por besarlo y casi lo hago, pero entonces decido volver a mis cinco sentidos y alejarlo con mis manos.

Suéltame, Dylan, Jace puede venir en cualquier momento, por favor —le suplico, él tensa la mandíbula y suspira antes de soltarme.

Me mira por unos segundos y yo a él, está dolido y eso me mata, pero no puedo darme el lujo de hacer tonterías en este lugar.

Entonces todo se complica.

¿¡Qué estás haciendo tú con mi novia!?

Oh, maldición.

Dylan voltea a mirarlo, Jace se acerca enfurecido hacia nosotros, y lo único que puedo sentir es pánico.

—Jace... —le llamo, pero me ignora.

¿Vas a seguir buscándola? ¿No entendiste que está conmigo? —murmura Jace, a paso acelerado hacia Dylan, quien no le responde y simplemente endurece sus facciones al mirarlo.

Entonces Jace empuja a Dylan.

—¿Te gusta todavía mi novia? ¿Ah? —él dice, empujando a Dylan de nuevo.

—¡Jace, para! —alzo la voz, pero en ese momento su mirada enfurecida se clava sobre mí.

—¡Tú cállate! —me responde.

—¡No le hables así! —contesta Dylan, ahora enfurecido y empujándolo de vuelta.

La gente empieza a acercarse por el escándalo, y yo no sé qué hacer para evitar que estos dos se maten aquí mismo.

Jace contraataca intentando golpear a Dylan, pero este esquiva el puño y lo empuja.

—¡Basta! —grito

Jace se levanta, respirando agitado y camina hasta Dylan, pero no concibo otra idea que ponerme en medio para que se detenga.

—¡Jace! ¿Qué te pasa? ¡Tú no eres así! —le grito, al borde de las lágrimas.

Jace se detiene, la furia en sus ojos se transforma en dolor cuando me mira, entonces no dice nada, simplemente se da la vuelta y sale del lugar.

Con las lágrimas en los ojos me volteo hacia Dylan.

—¿Estás bien? —pregunto con la voz quebrada, él simplemente asiente.

Entonces me doy vuelta y me dispongo a alejarme, pero él me toma suavemente por la muñeca.

—¿Vas a irte con él después de todo? —pregunta, el tono de su voz es bajo, denotando tristeza en él.

Volteo, me limpio una de las lágrimas en la mejilla e intento vocalizar adecuadamente.

—Sí, Dylan. Sabes que él no merece esto de cualquier modo, yo soy la que lo está haciendo actuar así. Por favor, dame tiempo, por favor —le suplico, Dylan suspira.

—Está bien.

Intento irme de nuevo.

—Sólo respóndeme algo.

Volteo y lo miro, su rostro está más serio que nunca.

—¿Qué?

—¿Me amas?

Su pregunta me hace soltar un leve sollozo, pero entonces respiro hondo y me seco las lágrimas. Él continúa mirándome, esperando una respuesta de mi parte.

—Sí, Dylan. Te amo, y por eso mismo es que estoy metida en este lío —contesto, pero me doy la vuelta y me marcho antes de que él tenga tiempo de detenerme.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro