Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🧃10:Juguito🧃

Pretender que todo está bien siempre era difícil, pero más lo eran los días viernes, cuando los pasillos estaban llenos de estudiantes alborotados y algunos no parecía tener prisa en marcharse.

Todos quedaron en silencio cuando él apareció. Jungkook tragó saliva y camino con la cabeza gacha por el pasillo, sabía que lo estaban mirando, algunos ya riendo por las notas que llevaba pagadas a su espalda, otros se quejaban de su fachada.

Jungkook solo se sentía la presa al asecho, y de alguna forma lo era.

Cuando estaba por llegar a su casillero, alguien en su camino hizo que resbalara y cayera al suelo de manera abrupta, regando todos sus libros y anotaciones por el suelo.

Las carcajadas no tardaron.

— Upss... — una voz femenina exclamó y con falsa mueca de preocupación adorno su bello rostro. — ¿Te lastimaste?

Jungkook se tensó al reconocerle, se apresuró a negar con la cabeza sin levantar la mirada. — N-No...

— ¡Oye! Tienes que ser más respetuoso con tu mayor. — le reclamó otra chica. — ¿Por qué no te estás disculpando, eh?

— Suni, tranquila, estoy bien. — Kang Se-hyung, más conocida por ser la "La Diosa Kang” capitana de porrista y líder de consejo de estudiantes. Todos amaba a esa chica allí. — Fue solo un accidente.

Suspiros y palabras bonitas se escucharon por todos lados, Jungkook trató de fingir que la ola de insultos hacia su persona no la oyó.

— Por dios, Se-hyung eres tan buena, no te merecemos. — Suni elogio, luego se giró para gruñir hacia Jungkook. — ¡Tú!, para la próxima deberías fijarte más por dónde vas, con tu tamaño casi acaparas todo el pasillo. Sé más considerado con las personas de tu alrededor.

Jungkook se apresuró a agachar la cabeza. — S-Sí, yo lo siento mucho.

Evitando cualquier contacto, se estiró con la intención de tomar una de sus hojas que había quedado cerca de la chica. Retrocede rápidamente cuando ve como su hoja de apuntes es pisoteada por el pie de Suni.

— Ash, maldito, gordo. — bufa la chica mientras sigue de pie sobre la hoja. — Tienes suerte que nuestra linda Kang sea tan amble, porque yo...

— ¡Suni, debemos que ir a la reunión! — Se-hyung apresuró con voz amable y calmada. — No podemos perder tiempo. ¡Las clases ya terminaron, los estudiantes deben irse!

— ¡Sí!, líder. — se escuchó al unísono y los pasillos comenzaron a vaciarse.

Comenzando a caminar, Kang Se-hyung espero que sus acompañantes se alejaran un poco y no haya nadie cerca, para mirar a Jungkook con una sonrisa de insuficiencia.

— Ah, que desperdicio.— se queja en voz alta pateando los libros del suelo. — Cierto, casi me olvido, mi hermano te envía saludos. — río antes de retomar su camino e irse.
                                                       
El rostro de Jungkook se tornó pálido, tragó saliva apretando los libros contra su pecho. Lo único que puede hacer es tomar sus hojas y libros del suelo. Saliendo lo antes posible de allí.

Kang observó todo con una mueca de rabia, después de todo ese omega tenía la culpa de ser el estorbo en su camino desde el primer día.

— ¿Líder, va a entrar? — preguntó uno de sus compañeros sujetando la puerta.

— Oh, sí, muchas gracias. — le sonrió batiendo sus pestañas haciéndole suspirar como tonto enamorado.

Quién Diría que tras ese rostro angelical, se escondía la principal activista de todos los maltratados dirigidos al pequeño Omega inocente.

[...]

Empujón tras empujón, Jungkook pudo llegar a hacerse el espacio para poder abandonar la escuela. Caminaba sin ánimo por las calles, solo queriendo llegar de una vez a su casa, el único lugar donde podía estar tranquilo.

— ¡Niño!

Jungkook no quiso detenerse, fingiendo que no escucho nada, apura el paso.

— ¡Hey!, Mocoso, ¿A dónde vas?

Había comenzó a trotar lo más rápido que sus pobres piernas maltratadas le daban. Hasta es detenido por el  brazo, justo en sus recientes hematomas.

— ¡Auch! — no pudo evitar quejarse Jungkook.

Kim al notar eso lo soltó de inmediato, algo confundido, no había sido brusco. — ¿Estás bien?

— Hum. — el omega solo se limitó a asentir, queriendo largarse otra vez.

— Hey, ¿Por qué escapas de mí?

Jungkook retrocede un poco y mantiene la mirada hacia el suelo. — N-No estoy escapando de usted, solo que estoy corto de tiempo.

Perseguido mira hacia sus costados, se pone nervioso al ver qué hay varias miradas en ellos. Eso solo significaba algo, "problemas".

— Mocoso, te estoy hablando. — un pequeño golpecito en su frente hace que reaccione. — Te pregunté por qué no has ido a la tienda estos días.

— Yo... no he tenido tiempo... — mintió mientras jugaba con las mangas de su suéter. —, ¿Y-Ya me puedo ir?

Jungkook se mordió el interior de la mejilla, ansioso por lo que pudiera pasar con el alfa allí. No quería verse más patético de lo que ya era.

Por otro lado, el alfa sentía que se estaba volviendo loco por su actitud. Su lobo gruño, queriendo la atención de esos grandes ojos, y a su parte humana tampoco le gustaba que el omega ni siquiera le mirara.

Después de días sin saber de ese niño y, tener que aguantar a la maldita de Hwasa quejándose, y ofendiendose por todo. Kim decidió que ya tenía suficiente de esa loca y de su lobo estúpido que se la pasaba gruñéndo por la falta de aquel aroma a uva, hasta el punto de no dejarlo dormir por las noches.

Irritado por sentirse así y molesto por la falta de sueño de estos días, Kim abrió la boca para decir otra estupidez: — Solo eran galletas, no deberías exagerar tanto.

Su lobo vibro alegre cuando Jungkook lo miró, pero ese sentimiento no duro mucho cuando nota que el único brillo que hay, son las pequeñas lágrimas que se acumulan en los extremos.

— ¿Exageré? — repitió con un hilo de voz. Kim se arrepintió al instante. — C-Claro, no importa. — negó mientras se limpiaba algunas lágrimas con rapidez. — Discúlpame, exageré las cosas. ¿Ahora me permite irme?, mi madre me espera.                             

«Mentiroso, nadie te espera, estás solo» Jungkook tuvo que cerrar los ojos con fuerza tratando de distraerse. No se iba a derrumbar allí.

Kim se alarmó cuando lo vio tambalear al dar un paso:

— Omega, ten cuidado.

Jungkook negó retrocediendo más cuando vio la intención del alfa de tocarlo. — E-Estoy bien, solo debo ir a casa.

— Te llevó. — propuso, sintiendo una punzada por el rechazo.

— No, hay problema iré caminando. Al final, un poco de ejercicio le vendría bien. — murmuró, y involuntariamente sus manos dieron hacia su abdomen.

Kim desconcertado por lo que veía, apretó la mandíbula y dijo lo único que sabía que podía retener al pequeño omega un rato más con él.

— ¡L-Lo lamento!

— ¿Qué?

Kim apretó los puños cayendo en sus palabras. Desvió la mirada lejos del Omega y haciendo un sobre esfuerzo continuó.

— Sí, yo... —se aclaró la garganta y rasco su nuca. — Me comporté como un idiota en la tienda y hace un momento, también. No exageras, fui un maldito y no medí mí mierda. Puedes... — costo, pero al final lo dijo. — Puedes darme otra oportunidad, ¿p-por favor?

Jungkook lo observo sin saber qué decir, había sido tomando de imprevisto y aún no dio respuesta cuando Kim extendió el casco en su dirección.

— ¿Hum? — miro con confusión el casco y luego al alfa que miraba hacia un costado como si fuera lo más interesante.

— Espero que aún quieras conocerme.

Al pasar los segundos y solo obtener la mirada fija del Omega, estaba comenzando a generar estragos en Kim que quería que la tierra lo tragara mientras se recriminaba lo malditamente estúpido que había sonado.

Pero cuando las manos temblorosas tomaron el casco, y pudo ver por fin los ojitos felices del omega, supo que a veces ser malditamente cursi estaba bien.

[...]

Jungkook tenía sus mejillas encendidas y, con timidez, observa desde lejos el lugar donde supuestamente irían. El alfa le había aviso que darian una pequeña parada dónde pasaba la mayoría de su tiempo, junto algunos amigos cercanos, y le mencionó que lo más seguro que Hwasa estaría allí.

El Omega se alegró, hace mucho no veía a la alfa, pero nunca espero que ese sitio fuera una fábrica abandonada. Bueno, tampoco esperaba que ese alfa se disculpara y mucho menos verlo tartamudear. Pero ahí estaban.

Esperaba no arrepentirse.

Se sobresaltó un poco cuando múltiples sonidos de bocinas se escucharon ante la llegada de Kim. Sin poder evitarlo se hizo más pequeño, aunque eso en verdad no servía de mucho, ya que, estaba al frente y seguramente todos habían notado su presencia. Cuando el alfa estacionó en un sitio con menos vehículos, al parecer exclusivo, las personas se amontonaron a su alrededor. Jungkook se abrazó, mientras veía algunos ponerle mala cara. Otros simplemente pasaron de él, inclinaron la cabeza hacia el alfa en modo de saludo, o levantaron una mano.

Indeciso si bajar por sus medios, o esperar, solo pudo chillar agudo cuando fue rodeado por detrás con unos brazos fuertes y luego levantado para ser dejado en el suelo.

— ¿Sucede algo?

Jungkook miró a la gente al rededor y negó rápidamente, tenso.

Kim observó la alerta en Jungkook y los nervios de este desde que llegaron al lugar. Desde el inició la idea era llevarlo allí para que viera su estilo de vida, como él era en realidad. Nada de un tonto vendedor de tienda.                               
Sabía que con esto el omega ya no lo miraría de la misma forma, y aunque lo negase, muy en el fondo sentía algo de ansiedad por su reacción.

Jungkook, por su parte, se quedó quieto, no queriendo mirar más allá de sus pies.

— ¿No te quitarás el casco?

Tener cerca al alfa en otra ocasión lo alegraría, pero ahora que sentía todos los ojos puestos en él, solo quería esconderse lo antes posible.

Al parecer el alfa era alguien muy popular, cosa que no le extraño tanto al Omega.

—S-Sí. — dijo bajito y sus dedos temblaron hasta tocar la correa en su barbilla, pero estaba muy nervioso como para lograr zafar el broche.

— Así no te lo quitarás nunca. — el alfa chasqueo la lengua.

Jungkook solo balbuceo algo, antes de aguantar la respiración cuando Kim se inclinó hacia él y comenzó quitarle el casco con delicadeza.

— Debemos practicar esto más tarde. — el alfa ajeno al revoltijo que sentía Jungkook, colocó el casco de su acompañante en el manubrio de la moto. — Vamos, hay alguien que nos espera.

Jungkook salió de su ensoñación y respiró para preguntar con el ceño fruncido. — ¿A mí? — se señaló incrédulo.

No tuvo respuesta más que ser arrastrando entre la gente por Kim. Afortunadamente, se mantenían alejados cuando pasaban.

El Alfa se dirigió dentro del lugar. Jungkook esperaba ver paredes destruidas, humedad, etc. pero se sorprendió a ver luces de colores, una pequeña barra y unas mesas con gente en ellas, jugando a una clase de juego. No logró observarlo bien, ya qué, Kim se detuvo delante de él. Soltando su mano y obstruyendo su vista de lo que hubiera adelante.

— ¡Hey, hermano! — se escuchó una voz bastante grave desde un punto. Un beta dedujo Jungkook a no percibir el aroma.— ¿Todo bien? — Kim asintió sin mucho entusiasmo, con su rostro serio de costumbre. — Pasaron meses desde la última vez que te vi por aquí.

— Cosas mías. — respondió de forma simple, sonando un poco tosco.

— Claro, entiendo. — comprendió el hombre como si nada y sonrió. — ¿Algo de tomar? Vamos a la barra.

Kim no dijo nada, pero cuando el hombre comenzó a caminar, él también lo hizo. Jungkook solo se quedó detrás del alfa, encogiendo en su sitio cada vez que alguien giraba a verlo. Cabizbajo evitando mirarlos a la cara, no quería hacer enojar a nadie.

— Alfa... — llamo bajito cuando se percató de feromonas más fuertes en el aire proveniente de otro alfa, que su zorro tomó como amenaza.

Kim ni tonto, ni lento, no tardó en fruncir el ceño y mirar aquel infeliz con su mirada más peligrosa. Lo cual hizo que el pervertido bajará la cabeza y quisiera estar muerto. Se alejo rápidamente.

— Espera. ¿Quién es este niño? — el beta que había hablado con Kim dijo mirando hacia Jungkook. — ¿Y por qué no me di cuenta de su existencia hasta ahora?

— Porque eres un despistado y... — Kim bufo no queriendo entrar en más rodeos. —, lo único que tienes que saber es que está a mi cuidado.

— ¿Es tu pariente?

— Algo así. — mintió el alfa.

Jungkook se mordió la lengua y miró con ojos acusadores al alfa. ¿Por qué estaba mintiendo?, ¿No podía decir que eran amigos?, ¿o por lo menos conocido? Obligó a tranquilizar a su inquietó zorro dolido que había una causa por la que el alfa lo trataba de esa manera.                

Aunque el era un zorro y el alfa un lobo, era obvio que no eran parientes en absoluto. Jungkook se sorprendió cuando el chico frente a ellos asintió y ninguna de las otras personas que lo había oído dijo algo al respecto.

El beta miró de nuevo hacia Jungkook sonriendo.

— Un placer, soy Chan EunWoo, colega de tu... pariente. Espero que nos llevemos bien, bonito.

Por la forma en que los músculos de Kim se tensaron cuando a Jungkook se le tiñeron las mejillas de rojo por el apodo, tuvieron a EunWoo con duda.

Kim que miraba de reojo a Jungkook. Gruñó llamando la atención del beta. — Sirve de algo y mejor dime, ¿Dónde está HoSeok y los chicos? — escupió las palabras con tono mordaz.

— El prez esta es el patio y los demás salieron hacia el oeste. — respondió como si nada.

Kim frunció el ceño y señaló a Jungkook una butaca, el omega entendió y fue a sentarse allí,

Jungkook miró como el alfa se acerca al beta, le dijo algo que no alcanzo a escuchar y luego le dio un empujón.

— Ya vuelvo. — se dirigió hacia Jungkook, lo suficientemente cerca para dejarle su aroma. — No te muevas de aquí. ¿Okey? — le susurro antes de irse.

Jungkook mareado por las feromonas, solo asintió y se quedó quieto cuando al parpadear el alfa ya no estaba por ningún lado.

— Hey, amiguito, ¿Te apetece un jugo? — le pregunto amable el beta. Jungkook no respondió y se tenso con temor. — Kim tardará unos minutos, ¿Te importaría quedarte un rato conmigo? Prometo que soy bueno.

Jungkook trató de tranquilizarse y asintió hacia el beta. — ¿T-Tiene jugo sin azúcar?

— Claro, bonito.

EunWoo rápidamente llamo a alguien y pidió el jugo. Jungkook tímido movió sus deditos mientras esperaba en silencio, deseando que ya vuelva el alfa.

[...)

En el pequeño patio de la fábrica, HoSeok fumaba mientras tenía el celular en mano. Parecía muy metido en su asunto, se sobresaltó cuando sintió una mano en el hombro.

— ¡Mierda!. — gruño a ver de quien se trataba, quitó la mano de la navaja que mantenía presionada en su pantalón. — No, cariño, no te dije a ti. Un colega apareció. — pausa escuchando lo que la persona al otro lado de la línea decía. — Sí, sí, te llamo luego.

Kim observaba con una de sus cejas alzadas como su presidente se despedía de la otra persona con voz amable y melosa. Aún no creía que ese fuera el líder de un grupo peligro de motociclistas.

— Esa Sweetie te tiene mal. — dijo serio.

HoSeok lo observo con mala cara y rodó los ojos. — Cállate. ¿Qué haces aquí?, Pensé que te había quedado claro que no hay carreras para ti. — le dio una calada a su cigarro. — No pienso que hayas venido a saludar porque nos extrañabas.

Kim se encogió de hombros. — Trabajo. Pero la paga es una mierda, y necesito más dinero que cubra mis gastos.

HoSeok rio ronco mientras negaba divertido. — Ni creas que te dejaré correr por esa mierda.

Kim se mantuvo en silencio, inconforme. — ¿Prefieres que lo haga por mis propios medios?

HoSeok apagó el cigarro. — Hey, jamás dije que no pudieras hacer algo más por el club. No puedes participar en carreras, pero sigues siendo uno de mis colores de más confianza.

— Abre el hocico. — Kim se cruzó de brazos dejándose caer contra la pared del local. No era lo que esperaba, pero dinero era dinero.

Media hora después, ambos alfas lograron establecer una charla llena de información que Kim se encargaría de verificar y, en casos solucionar, o destruir. Lo último le gustaba más.

— Yo que tú tendría cuidado. — aconsejo HoSeok, — Parece algo fácil, pero sabes como son los Red-full y de nada sirve tener una pelea por algo tan insignificante.

— Insignificante, ellos, y tú, si suponen que voy a quedarme como si nada cuándo ellos intentan hundir nuestros colores. — Kim gruñó en desacuerdo. — Deberían pesar antes de meterse en mi territorio.

— Kim...

Detuvieron la eminente discusión cuando dos chicos salieron tambaleándose, demostrado los ebrios que se encontraban.

— Vamos amigo, ya perdiste todo. —reía uno mientras arrastraba al otro que se apoyaba en su hombro.

Kim y Jung los observaron en silencio, parecía que no se daban cuenta de ellos.

— Joder, hoy era mi día. — se lamentaba el otro.

—Si, como no. Perdiste en primera ronda. Fue estúpido de tu parte apostar todo en una y, solo para alardear.

— Todo eso estuvo a punto de ser mío. ¡Obviamente fue un complot! — bramo. — Y esos jodidos idiotas me golpearon en el rostro.

— Te lo mereces por imbécil. No había razón para reaccionar así. —le contesto.

— ¡¿Qué carajos?!, ¡Debes está de mí lado!, — exclamo empujando a su acompañante. — ¿Quién mierda trajo a ese puto omega aquí? ¡Yo debí ganar, ¡Ese maldito zorro tiene la culpa!

Kim se tensó recordando que no había venido solo. — Mierda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro