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Reactiva mi corazón


Nikki estaba recostado en el sofá. En su mano derecha sujetaba una botella de whisky de Black Label. El olor a cerveza, marihuana, y sudor impregnaban la habitación 217 del hotel Overdrive en el distrito de Brooklyn. Dentro se encontraban algunos de los integrantes de las bandas más famosas del heavy metal.

Visto desde afuera parecía que el sofá intentara tragarse a Nikki. Este seguía con la mirada perdida. Pensando en el concierto que él, y su banda, los Mötly Crüe, acababan de dar. Era el bajista y el compositor. Aunque llevaba más de tres meses sin escribir nada. Y fue a partir de ese momento, en que se enganchó a la heroína. Sus viajes al más puro estilo de Alicia en el País de las Maravillas eran cada vez más frecuentes. Estaba sumido en una espiral de autodestrucción. El descubrimiento de la heroína lo estaba llevando a una inexorable caída a los infiernos.

Nikki levantó su culo del sofá. Sus pies se trastabillaron con la alfombra que adornaba la habitación, y fue a caer de bruces al parquet. No sentía ningún tipo de dolor. Al final, las drogas tenían su parte buena, eran la mejor de las anestesias.

-Vaya hostia, tío -dijo un hombre con la nariz torcida y camiseta negra de tirantes. En su mano derecha sostenía un pequeño sobre transparente con una sustancia anaranjada.

Nikki trataba de sentarse en su nuevo sitio. Su cabeza giraba en todas direcciones, como un niño buscando a su madre entre la multitud.

-Eh...-susurró Nikki al desconocido-. Hace un momento estaba allí (señaló con el dedo índice el sofá), y ahora...

-Estás fatal, tío -dijo el hombre riéndose. Ahora tenía en su mano derecha una pequeña cuchara plateada, y un mechero azul en la izquierda.

Nikki lo miraba entre hipnotizado y sorprendido.

-¿Qué tienes en ese sobre?

-La última maravilla -dijo el hombre que agitaba el sobre frente a la cara de Nikki-. Esta es la heroína más pura que hayas probado, te lo puedo asegurar.

Nikki cogió el sobre de la mano del hombre, y se lo acercó a su cara. Sus pupilas se agrandaron, y su corazón latió más rápido.

Le devolvió el sobre.

El hombre se recogió su larga melena con un cinta elástica negra. Echó el contenido del pequeño sobre en la cuchara, y acercó la llama del mechero para calentarla.

Nikki miraba las diminutas burbujas saltar en la cuchara; su mente pronto viajaría a mundos mágicos y de fantasia.

El hombre dividió en partes iguales el líquido de la cuchara entre dos jeringuillas que había cogido de su cazadora de cuero, y le dio una a Nikki.

-Buen viaje, tío -dijo el hombre. Apretaba con la mano derecha y mordiendo con su boca un fino tubo negro a su biceps izquierdo. Nikki imitó el mismo gesto pero con una cinta naranja, y la apretó con fuerza a la parte de arriba de su antebrazo izquierdo. Ambos buscaron su vena más visible, y se chutaron.

Nikki cayó desplomado al suelo. Sus ojos parecían salirse de las cuencas. Sus pupilas estaban blancas, como dos huevos cocidos.

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Un hombre vestido con un uniforme blanco realizaba descargas con un aparato plateado y frío en el pecho de Nikki. Enfrente de él, se encontraba su jefe. Miraba a su ayudante, y movía ligeramente la cabeza a los lados. A su izquierda había varios compartimentos blancos atestados de medicinas. El ayudante suministraba la tercera descarga en el pecho de Nikki. Tampoco respondió.

El jefe miró a los ojos de su ayudante, y negó con la cabeza.

-Hora de la muerte, las 23:47 -dijo el jefe escribiendo en una libreta.

-Jefe, ¿acaso no sabes quién es este hombre? -gritó.

Él negó con la cabeza.

-¡Es el maldito Nikki Sixx! -dijo gritando más fuerte-. Y no va a morir en mi ambulancia.

Se abalanzó a uno de los compartimentos, extrajo dos jeringuillas de adrenalina, y se las chutó con fuerza al corazón de Nikki.

Nikki sintió una sacudida dentro de él, y la mitad de su cuerpo se propulsó como un resorte hacia arriba. La escena recordaba a cuando Vincent Vega clavó la aguja de la inyección a Uma Thurman en el corazón, en la película de Pulp Fiction. En ese momento de blancas luces, olor a medicamentos, a gel, y con su cerebro atrapado entre dos mundos, se le ocurrió el título de su próxima canción..."Kickstart My Heart".

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