1
- Clichés -
El pasado verano fue increíble, inexplicable, pero no acabó del todo bien. Quién diría que terminaría sin mejor amiga, con novio y encerrada en un baño público. Para entenderlo, hay que remontarse a julio.
Hacía sol y un calor insoportable, salí de casa para recoger a Julia, mi mejor amiga, mi compañera de vida y a quien le confiaba todo. El plan de hoy era ir a la playa y luego al club nocturno con su novio y sus amigos. Era un buen plan, pero tenía clara una cosa, no quería sujetar ninguna vela. Así que mi mentalidad era otra; ligar.
La playa fue un completo desastre, había medusas y el único contacto que tuve con algún desconocido fue un hombre mayor que quería que le vigilásemos las cosas. La noche iba a ser mejor, tenía que serlo, iba a ser mi noche.
Saludé a todos, y Julia besó a Marcus, su querido novio. Que envidia, ojalá yo, pensé. La fiesta acababa de empezar. Estuvimos bailando y bebiendo como nunca, y luego salimos fuera.
"Juguemos al juego de la botella, que decís?" Dijo Julia en un tono alto, ya iba algo subida, aunque después de dos cubatas no me extrañaba.
Nos sentamos en círculo, y uno de ellos puso una botella vacía en el medio. Yo estaba tensa, no estaba acostumbrada a estas cosas.
"Gírala Hayden" Dijo Marcus a uno de ellos. Yo aún no me había memorizado los nombres.
La botella giraba, y mientras lo hacía todos soltaban comentarios cuando pasaba por cada persona, esperando que la botella se detuviese. Al final lo hizo, y adivinad a quién le tocó. Efectivamente, a mí. Todos gritaron de emoción, y pude ver alguna que otra mirada que se posaba en mí. Ahora quedaba ver con quién me tocaba. Yo en el fondo quería que me tocase alguien concreto de ese grupo.
La botella giró de nuevo, y se posó en Marcus. En ese momento, paniqué, no quería besarme con el novio de mi mejor amiga.
"No podemos hacer esto" Miré a Julia.
"Viv, no me importa, de verdad, estamos aquí para divertirnos!" Se rio ligeramente. Definitivamente, se había pasado con la bebida.
Yo seguía en desacuerdo, pero al fin y al cabo era un juego y no había razón para tomarlo como algo serio. Además, no podía quejarme de la persona que me había tocado...
"Vamos allí detrás, no miréis pervertidos" Se rieron. Estaba nerviosa, no creí que me iba a pasar esto, fue demasiada casualidad y yo no estaba preparada.
Cuando ya nos alejamos del grupo, Marcus se paró.
"Estás muy guapa hoy, Vivian"
"Gracias, tú también" Se rió. No entendí a que vino ese comentario, ¿tal vez estaba aclimatando la situación? Me pareció algo lanzado, pero no le di demasiada importancia.
Se acercó y puso sus manos en mi cadera, yo a la vez en el cuello. Se iba acercando y finalmente me besó. Duró unos segundos, pero debo admitir que se sintió muy bien. Nos despegamos y él me sonrió. Acto seguido, volvió con el grupo. Me quedé algo sorprendida de lo que había pasado, pero al fin y al cabo era un juego y él estaba mucho más experimentado que yo.
La noche continuó, y besé a algún otro chico del círculo, incluso terminé liándome con Julia. La verdad es que me lo pasé genial, y me sentí integrada, algo que no me pasaba desde hacía mucho tiempo.
Eran las 4;55 de la madrugada, así que nos fuimos yendo. Algunos chicos se fueron primero, luego Marcus y Julia se fueron juntos, y en ese momento supe que me quedaba sola. Pero no fue así. Sean, uno que me había estado echando miraditas durante toda la noche, me dijo que me acompañaba a casa. Fue muy amable por su parte, estuvimos hablando durante el trayecto y ya sentí que lo conocía más. Me dijo de quedar algún día los dos y me dio su número, luego se fue, sin beso de despedida ni nada, lo cual me pareció muy bien. Era un chico interesante, pero por suerte o por desgracia, ya estaba pensando en otra persona. Una no correspondida, pero no podía evitar pensar en él.
Al estirarme en la cama, me llegó un mensaje. Pensé que sería quién esperaba, pero no lo fue. Era Julia enviándome mensajes sin sentido que no entendía.
Hizo videollamada, y le respondí.
"Viv no te lo vas a creer acabo de ver a Harry Potter. Te lo juro, estaba en mi portería" Iba muy borracha. Pude ver como Marcus le cogía el móvil y la acomodaba para dormir.
"Perdona Vivian, tú más que nada sabes como sé pone" Me sonrió y yo me reí.
"Lo sé, lo sé. Ya duerme?"
"Está dormida, si. Oye, te quería hablar de algo" En ese momento mis nervios volvieron a la escena.
"Dime" Dije, intentando camuflar mis nervios.
"Ha estado muy bien el beso" No sabía qué decir. "¿Sabes? Deberíamos quedar algún día juntos, quiero decir, siempre que nos vemos es por Julia, pero podríamos llevarnos mejor por ella. Que me dices?"
Analicé lo que me había dicho de nuevo en mi mente. "Claro, quedemos algún día" Idiota. Fui idiota al pensar que lo que estaba haciendo estaba bien. Un chico me dice que le ha gustado el beso y que quiere quedar y se supone que no irá con unas intenciones?! No quería hacerle daño a Julia, así que me prometí no cagarla con él, no pasarme. Aunque no os fiéis de mis promesas.
Julia se iba el finde con sus padres a una boda de un familiar. Así que Marcus y yo decidimos quedar. No iba a acabar bien, yo lo sabía, pero lo ignoré por el momento. Mal hecho.
"Hey" Marcus me saludó. "Vamos?" Me había invitado al cine, a ver una película de terror. Yo nunca digo no a las pelis de terror, aunque me asuste por nada.
Compramos las palomitas y la bebida y entramos en la sala. Había varias personas, pero estaba bastante vacío.
"Y dime, tienes novio?" Por poco no escupí la Coca-Cola.
"Perdón?" Dije en tono de risa. "No tengo, no. Por qué preguntas" Esbocé una mirada insinuante.
"Nada, solo preguntaba" Hizo como si nada y siguió comiendo palomitas. Aunque tenía claras sus intenciones.
Las luces se atenuaron, y luego se apagaron del todo. Marcus y yo nos miramos, sin decir nada, y empezó la película.
Estuvimos atentos a la película la mayoría del tiempo, había momentos en qué yo me asustaba y gritaba y ambos reíamos. Incluso le cogí de la mano del miedo. En un momento dado, hacia el final de la película, Marcus me susurró. No lo oí así que me acerqué a él. Gran error.
Sin casi darme cuenta, estábamos besándonos. Allí, en los cómodos y ruidosos sillones del cine. La verdad es que fue muy agradable, y el hecho de que fuera allí en el cine también fue un factor causante he de decir. Nuestros labios seguían presionándose, y delante nuestro aparecieron los créditos. El beso acabó, pero no con él lo que sentía yo por él, o él por mí, supongo. Le dije que me iba al baño, y fui, pero no para asearme. Me senté en uno de los baños, y sentí mis ojos llorosos cada vez más tristes. Esta no soy yo, pensé. Nunca le haría daño a Julia, ella ha sido siempre tan buena conmigo. No podía hacerle esto.
Salí del baño decidida a decirle a Marcus lo que pensaba de esto. Y ahí estaba él, sonriendo y mirándome como si hubiera visto un ángel. Me lo ponía muy difícil.
"Marcus..."
"Ya sé lo que vas a decir, y tienes razón. Pero los sentimientos no se van así como así, por mucho que duela, y lo sabes." Me había leído la mente. Pero no podíamos dejar las cosas así, que quería hacer él? Debía preguntárselo.
"Marcus, ¿qué va a pasar ahora? No quiero hacerle daño a Julia, pero tampoco quiero que esto se acabe" Lo que teníamos acababa de empezar, tal vez era fácil de olvidar. Pero luego lo pensaba y no me veía capaz de hacer como si nada hubiera pasado.
"Yo tampoco le quiero hacer daño, la quiero mucho. Y aun así, no puedo evitar esto."
Nos quedamos en silencio por unos instantes, pero este no duró mucho. Nos besamos de nuevo apasionadamente y llegamos hasta uno de los baños. Marcus cerró la puerta detrás de mí. Estábamos cada vez más cerca, podía sentir su respiración a pocos centímetros de mí. Pero me aparté.
"Qué pasa?"
"No lo entiendes? Así no solucionamos nada, y estoy igual de tensa que antes. No me gusta hacer así las cosas y menos a escondidas." Dije yo, ajustándome el top.
"Se lo diremos. Quieres decírselo no?"
Me quedé callada. Lo aparté e intenté abrir la puerta, que para mi desgracia no abría. Se había quedado atascada, en el mejor momento.
"Se lo diremos." Dije al fin. Llamamos al staff del cine para que nos abrieran, y tardaron bien poco. En ese tiempo Marcus y yo hablamos de como se lo diríamos. Me dolía mucho tener que confesárselo, pero no había otra opción, o al menos a la tonta de mí no sé le ocurrió.
Y así fue, por la tarde quedamos los tres y se lo dijimos. Se enfadó, y mucho, con razón. Nos echó de su casa. Actualmente, el veintisiete de octubre, seguimos sin hablarnos. Marcus y yo seguimos juntos, cada vez hay más confianza y estoy feliz de como nos están yendo las cosas. Por otra parte, siento que me falta una parte de mi al no ver a Julia ni hablar, la echo de menos. Pero no puedo hacer nada más por ahora, después de disculparme miles de veces, creo que lo único que haría que me perdonaría sería dejar a Marcus. Pero eso no va a pasar de momento. Lo que siento por él no es pasajero.
___
Espero que les guste!!
Palabras: 1670
:))
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro