Estos seres fueron vistos por primera vez alrededor del siglo III, son tres tipos los primeros conocidos como Úlfur, los segundos como Hexen y los terceros son los Upir, creados por los Elfen seres con la capacidad de crear algo donde nunca existió.

Úlfur

Los Úlfur Son hombres y mujeres provenientes de las culturas precolombinas donde fueron respetados y reconocidos, eran venerados algunos los llaman nahuales o wayop.

Eran personas con solitarias y reservadas, las cuales amaban las relaciones familiares. Valoran la liberta y proteger a quien crean que lo necesitan. Son astutos y estratégicos, en sus culturas eran los más feroces guerreros.

Sus habilidades están forjadas por la fuerza, el deseo y la muerte. Su habilidad para conectarse con la parte animal y no ceder ante sus instintos, los vuelve los mejores cazadores. Su labor radica en cuidar a los seres vivos, en especial a los humanos.

Estos seres tienen tres fases para demostrar su poder: como humanos tiene una fuerza superior, al hablar tienen un encanto del cual nadie escapa. En su segunda fase los Úlfur experimentan una metamorfosis parcial, adquiriendo rasgos lupinos sin perder del todo su apariencia humana. Su cuerpo se cubre de un pelaje grueso y sus ojos se vuelven más brillantes y fieros. Sus garras se alargan y sus colmillos se afilan, otorgándoles un aspecto intimidante. En esta forma, los Úlfur pueden caminar erguidos sobre dos patas, conservando cierta capacidad para hablar y comunicarse con otros. En su fase de lobo completa la transformación a esta fase es dolorosa y extrema. Los huesos de los Úlfur se rompen y reforman, su piel se desgarra y deja un rastro de sangre en su camino. Durante el proceso, sufren una agonía intensa, pero emergen como lobos completamente desarrollados. Estos lobos son mucho más grandes que los lobos comunes, poseyendo una fuerza y una ferocidad inigualables. Su manto oscuro y su mirada penetrante transmiten la sensación de que son los depredadores supremos de la naturaleza. Su pelaje denso puede variar de color y cubre sus enormes cuerpos musculosos, resaltando su poderío físico. Sus ojos brillantes, de un intenso color verde, irradian una mirada penetrante que revela una sabiduría ancestral y una fuerza indomable. Sus garras afiladas y colmillos pronunciados son armas letales capaces de destrozar a sus enemigos.

Los Úlfur también poseen la habilidad de utilizar su voz y sus palabras para manipular los deseos de otros. En su forma de lobo, pueden acceder a la mente de las personas, descubriendo sus más profundos anhelos y utilizando esa información para persuadir y controlar. Esta capacidad les brinda una ventaja táctica en situaciones de combate o negociación, pero también conlleva el peso de la responsabilidad y la tentación de abusar de su influencia sobre los demás.

Hexen

Los Hexen fueron hombre y mujeres provenientes de una estirpe de guerreros, astrónomos y comerciantes. Seres de gran serenidad y equilibrio interior. Han sido dotados con sabiduría ancestral, poseen una determinación y resiliencia inquebrantables. Son conscientes del inmenso poder que fluye a través de ellos y se esfuerzan por utilizarlo de manera responsable y justa. Sus habilidades tienen que ver con esas características, capaces de manejar la energía proveniente del equilibrio, destino y tiempo.

Sus compañeros hombres fueron privados de sus habilidades siglos después, lo que causo que las Hexen se han convertido en guardianas y defensoras de la armonía universal. Son sabias y cautelosas en sus acciones, comprendiendo que su responsabilidad va más allá de sí mismas.

Como guardianas de la energía universal y manipuladoras del tiempo, las Hexen han dedicado sus vidas a preservar el equilibrio en el mundo. Con su don para controlar la energía elemental, pueden tejer y manipular el destino, convocar y canalizar la energía elemental. Su conexión con el tiempo les permite desplazarse entre momentos y lugares, desenredando hilos de destino para corregir injusticias y preservar la armonía del universo.

Los Hexen, a pesar de su serenidad, también albergan una llama ardiente en su interior. Cuando el equilibrio universal es amenazado o la injusticia prevalece, se convierten en fuerzas imparables, desatando toda la magnitud de sus dones en una exhibición deslumbrante de poder. Sin embargo, siempre actúan con precaución y sabiduría, sabiendo que un mal uso de su don podría desatar catastróficas consecuencias.

Su legado se mantiene intacto y se consideran las protectoras del antiguo conocimiento y sabiduría de los Elfen.

Upir

Los Upir eran un grupo selecto de híbridos provenientes de las primeras tribus germánicas. Conformado por tres hermanos y dos hermanas, los Upir poseían habilidades y características únicas que los hacían seres enigmáticos y caóticos. Su forma de comunicación era extraordinaria, pudiendo compartir pensamientos y su visión entre ellos.

Los Upir basaban sus creencias en el honor, la justicia, el valor y la valentía. Sentían una profunda conexión con la naturaleza y su papel en el equilibrio del mundo. Sus dones les fueron otorgados en forma de vida, delirio y caos. Tenían la capacidad de canalizar el caos en fuerza física y resistencia, además de poder traer de vuelta a los seres de la muerte. También podían adentrarse en la mente de las personas y alterar sus pensamientos.

Los ojos de los Upir reflejaban un aura sombría y melancólica, poseían múltiples facetas y secretos, lo que los hacía impredecibles. Fueron los primeros híbridos en corromperse, desafiando la única regla que les fue impuesta, lo que resultó en una maldición de vida eterna y la imposibilidad de satisfacer sus instintos y procrear más vida. A lo largo de los siglos, vagaron en busca de redención, pero sin éxito alguno.

Los Upir desencadenaron la lucha entre seres sobrenaturales y humanos. Durante el siglo XV cansados de no encontrar redención, fueron responsables de instigar a los Hexen a atacar a los humanos, calificándolos como herejes y privarlos de sus habilidades.

Incluso fueron culpables de la cacería de brujas, donde muchas mujeres inocentes fueron quemadas vivas.

Además, crearon un clan de cazadores que obtenían fuerza sobrehumana a través de la sangre proporcionada por los Upir. Estos cazadores fueron responsables de exterminar a los Úlfur, ya que cansados de ser perseguidos y cazados se rebelaron lo que provocó la pérdida de sus habilidades y conexión con la naturaleza, dando origen a los hombres lobo.

Estos eventos tuvieron un impacto significativo en la relación entre los seres sobrenaturales y los humanos, desencadenando un ciclo de conflictos y venganzas que perduraron a lo largo del tiempo.