Llega un momento en la vida de todo ser humano, en qué toca despedirse y cerrar los ojos. Algunos los cierran por vejez, otros por enfermedad y otros, como yo... Por decir mentiras.

Mi nombre es Elenia, y esta es mi historia. Una que tal vez, según vaya avanzando, la confundirán con un cuento.

Por eso empezaré aclarando la confusión desde el principio.

Había una vez un chico llamado Pinocho...

Ah, Cierto, la historia no comienza por el chico, sino por el padre.

Había una vez un carpintero llamado Giulio, si gente, no se llamaba Gepetto, como algunos dicen por ahí, aunque sí tenían razón al decir que era carpintero.

Entonces Giulio tenían un hijo, uno del que estaba extremadamente orgulloso por lo inteligente y brillante que era. Ese niño fue el fruto de un matrimonio lleno de amor.

Durante años, Giulio y su esposa habían intentado tener hijos, pero los resultados nunca fueron los esperados y ahí tienen otra parte del cuento que está mal, pero seguimos. Lo que, si es cierto, es que tanto el carpintero como su esposa amaban a los niños y estos los amaban a ellos.

Entonces, una despejada noche de invierno, la esposa de Giulio miró al cielo y rezo por un milagro.

Y ese milagro se fue concedido años más tarde con el nacimiento de su hijo, Hill, mejor conocido como Pinocho.

El chico era brillante, inteligente, vivaz y muy, pero muy buen estafador, tan bueno, que su fama subió el listón, convirtiendo el simple hecho del engaño en todo un arte.

Y se preguntarán ¿Cómo se convirtió Hill, el hijo de un humilde carpintero en el Pinocho el estafador? Pues fácil, digamos que nuestro protagonista iba a la escuela, pero no precisamente a estudiar

Al ser único hijo y su madre morir durante el parto, Giulio no tenía más familia que Pinocho, y Pinocho no sabía hacer otra cosa que engañar.

Y así el tiempo siguió su curso hasta que un día...

Hill se enamoró...

Nadie lo esperaba, nadie lo vio venir, pero el corazón de la chica comenzó a latir, nada más y nada menos que por Hill.

La joven era una de las criaturas más hermosa sobre la faz de la tierra. Tan delicada y talentosa, que no fueron pocos los hombres que se acercarón a cortejarla.

Y adivinen ¿De quién se enamoró? Exacto de Hill.

Entonces sucedió lo que ya muchos se imaginan, la historia cuenta que Pinocho recibió la oportunidad de ser un niño de verdad gracias al hada madrina. La realidad es que la chica se enamoró de Pinocho, el jugó con sus sentimientos, la engañó, e hizo trisas su corazón

Y es aquí donde empieza mi historia, la chica resultó ser un hada, una muy malvada, la cual no dudo en maldecir a su amado junto con toda su descendencia.

Y lejos de convertirlo en un niño de verdad, lo trasformó en uno de madera, si engañaba o decía lo que no era.

Entonces, cómo ya les contaba al principio, llega un momento en la vida en qué toca despedirse y cerrar los ojos.

Algunos lo cierran por veejez, otros por enfermedad y otros, como yo... portamos una maldición que pone el sello final de la vida, con nuestra primera mentira.
HadesRenteria
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