Capítulo 1
Hoy es uno de los días más emocionantes de mi vida, mis mejores amigas y yo, hemos conseguido cupos para la firma de autógrafos que tendrá lugar en el estado de California, una firma de autógrafos de nada más y nada menos que la famosa cantante Nyxel.
Desde que confirmaron el evento hasta que cerraron el plazo de admisión, el sitio web ha estado colapsando a cada nada y la verdad fue una suerte que las 4 lográramos clasificar cuando miles al igual que nosotras lo intentaban a cualquier y lugar con tal de alcanzar cupos sin poder conseguir nada.
Tal vez piensen que estoy exagerando pero nada más lejos de la realidad, Nyx, como suelo llamarla cariñosamente es mi heroína y ejemplo a seguir, porque ella al igual que yo ha sido víctima de abusos, maltratos, traiciones y golpes que la vida le ha dado a pesar de ser una buena persona.
Cuando leí la última entrevista que publicaron en una revista de moda pude sentir como la letra de sus canciones cobraba vida una vez más y solo un pensamiento se cruzó por mi cabeza ¡Lía María debes conocerla!.
Serian horas y horas en la carretera hasta llegar a California, para permanecer en la fila, varias horas más, hablar si acaso 10 minutos con Nyx y luego emprender el camino de regreso a casa, pero tanto mis amigas como yo sentíamos que valía la pena con tan solo poder ver o mejor dicho conocer a la persona que en más de una ocasión nos devolvió la alegría de vivir aun sin conocernos.
Las puertas se abren y la multitud comienza a avanzar de forma frenética, las personas encargadas de la seguridad hace un espléndido trabajo organizando a la ola de personas que no para de afluir a la entrada.
Son horas que se convierten en tan solo unos minutos para nosotras y en menos de lo que imaginamos ya la tenemos frente a frente
-¡Nyx!- dice Alana conteniendo el grito que debe estar punto de soltar- ¡Amo tus canciones!
Concluye riéndose mientras le entrega un disco para que se lo firme.
Poco a poco van pasando cada una de mis amigas hasta llegar a mí, que para no variar hoy también me toca ser la última.
No sé de dónde sacó el valor para preguntarle, pero antes de darme cuenta ya estoy conversando con ella como si fuéramos amigas de toda una vida, no me despacha ni me apura, al contrario es amable y se toma tiempo para responder, la verdad venir acá es un sueño hecho realidad.
Le pido su autógrafo, una foto y un video cantando juntas mi parte favorita de una de sus últimas canciones, ella accede a todo con una sonrisa.
Creo que se necesitaría más de un encuentro como estos para estar complacida y el hecho de que uno de los guardias entre para avisar que todavía queda una ola de fans enardecidas esperando en las afueras es suficiente motivación para despedirme de ella con un beso y un abrazo.
Mis amigas esperan afuera y soy la envidia de esta banda de conformistas que solo pidieron fotos y firmas cuando yo incluso pedí un video que pasara como reliquia familiar de generación en generación.
Las risas en el auto no se hacen esperar ya que cada una vivió la misma experiencia, de maneras diferentes pero todas compartimos la misma felicidad rumbo a casa.
Fin
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