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¿Estoy dejando que me retengas o estoy aferrándome a ti?
Leí que hoy sería un mal día para mi, lo predijeron los astros con un eclipse lunar, me previne pensando en que debía relajarme, en que no debía pensar en nada y por sobre todas las cosas no debía alterarme.

No contigo, no otra vez.

Pero ¿por qué?
Es que acaso, después de haber aclarado algunos puntos entre nosotros y que yo me sintiera finalmente en tierra firme, ¿decidí que eras una pieza importante (por el momento) en mi tablero?

O quizás es mi comodidad el querer mantenerte cercano, el querer seguir escribiéndote a cualquier hora, contándote mi día y escuchando tus preocupaciones y tus anhelos. El salir contigo y divertirme porque estoy cómoda, porque me haces reír y me has dado buenos momentos.

¿Estoy aferrándome a ti?
No quiero dejar de ver todos tus puntos malos, no quiero dejarte pasar las cosas, ni quedarme en mi zona de confort porque como dijiste: estamos bien, estamos porque queremos.

Estoy aferrándome a pedazos de sueños que sé que no tienen lugar en este mundo de los dos, estoy molesta porque sigo esperando que no cambies a diario, que te involucres como yo y que no sea yo la que da más de lo que debería.

No quiero cambiar mi manera de querer, mi manera de apreciar, no quiero cerrar mi corazón, no quiero dejar de ser intensa, porque esa es mi manera de dar.

Pero sigo preguntándome si eres tú quién estás tratando de retenerme con poca delicadeza o soy yo quien se aferra a ti y a lo que alguna vez me pensé que me gustaba de ti.

La idealización se cae a pedazos y me doy cuenta de que te inventé, colaboraste, pero eres producto de mis anhelos, no eres realmente lo que necesito y saberlo me hace sentir extraña.

Los astros predijeron que debía dejar ir a quién no me hiciera bien y yo pensé automáticamente en ti.

Y me pregunto si pese a eso, sigo aferrándome a ti, intentando encajar en alguien completamente diferente a mi.

Aún así, pese a todo, te quiero conmigo, todavía.

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Ay chingus, nunca sean como yo.
Me molesta enamorarme porque soy un desastre cuando lo hago.
Siento demasiado, pienso demasiado y al final no tengo absolutamente nada.