En ése momento recuerdo haber pensado lo genial que lucía, pero estaba molesta. Furiosa por asustarme de ése modo.

"¡CASI ME MATAS DEL SUSTO! ¡¿QUÉ HACE UN CAZADOR A ESTAS HORAS EN EL BOSQUE PRIMIGENIO?!"

Él no se inmutó lo que me hizo enfurecer mucho más.

"Yo me pregunto lo mismo, ¿qué hace una cazadora como tu a tales horas? Vamos, te llevaré devuelta a Astera."

Mi piel se herizo sin sentido alguno, su voz era fría y sus palabras tan secas, tan duras. Parecía como si él no sintiera nada, con solo decir algo como eso.

"¡Para tu información soy una cazadora nocturna!"

"Si, como sea. Andando." Dijo nuevamente con su increiblemente frio tono. Sin ninguna vergüenza, pero con una extrema delicadeza me levantó entre sus brazos y me llevó de camino al campamento más cercano con mi espada en su espalda.

"¡¡¡Espeeeeraaaa!!! ¡Mi tarro se quedó ahiii!!!"