¿Qué haces para sanar? Seriamente ya estoy empezando a necesitar saberlo, porque ya he escuchado todos los consejos de mis amigos, me he leído esos post en internet e incluso he visto videos en tiktok que hablan sobre esta situación y aún así corre sangre por esta herida.

No mentiré en decir que no he aprendido nada, porque si hay ciertas cosas que me han hecho sentido y creo que  se quedarán en mí, algunas como que está es solamente una fase en mi vida y que de ninguna manera es un sentimiento permanente, también qué he superado muchas otras situaciones antes y entonces esta no tiene porqué ser la excepción.

¿Por qué nos sucede esto? Cuántas personas en el mundo se habrán hecho esta pregunta mientras estaban inmersos en su pesar, cuando los pasos hacia delante se hacían muy pesados y no encontraban la forma de que terminará, porque eso es lo que nos aflige y nos hace cuestionarnos cuánto más esto durará.

Duele y quieres gritar, lo que fuese por sacar ese dolor en tu pecho que no te deja en paz y aquí es donde pienso qué realmente he sido capaz de soportar toda esta aflicción y angustia ¿pensamos realmente en estas cosas? ¿O es que el dolor no nos deja reflexionar lo que hemos ganado? Damos vuelta en el dolor, nos refregamos lo húmedo de nuestras pestañas por mientras nos recordamos lo que perdimos, lo que no podemos controlar hasta estrujar esa herida.

En esta vida somos inexpertos hasta que nos toca experimentar, a veces el paso por esas experiencias no son muy deleitables y nos sentimos así. No es fácil el camino de la sanación, empezar puede ser lo más difícil incluso, es más, debemos saber que no volveremos a ser los mismos nunca, pero lo importante es que cada vez que sanemos nos convirtamos en una  mejor versión de nosotros mismos, una versión que sólo algunos tendrán el honor de conocer.