Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

31. Fraude


Besar a Nils se había sentido extrañamente familiar, por más que hubiera sido por un breve segundo, había alcanzado a sentir la sensación de sus labios sobre los suyos, suaves y hasta agradables diría. No hubiera esperado que el otro se apartara tan pronto, sin embargo, Lukas había alcanzado a tocar el bolsillo del pantalón de Nils, y para su desgracia, la llave que usaba siempre para encerrarle dentro de aquella habitación no había estado allí.

Aunque tampoco había contado con el tiempo suficiente como para intentar buscar un poco más, solo había tenido el factor sorpresa a su favor y bueno, ese extraño sentimiento de Nils hacia a él también debería de ayudar.

Al menos, lo dejaría tan confundido como para que no volviera a mencionar su tobillo durante el resto de la noche. Lukas no quería que se enterase que mientras él no estaba, había intentado más de una vez saltar sobre la cama para ver cómo le iba en alcanzar la ventana e incluso había considerado el subirse a la cajonera donde guardaba la ropa, pero le era difícil ignorar el detalle de que eso podía salir muy mal.

Ahora tenía una nueva fachada que mantener, si podía... convencer a Nils de que de algún modo reciprocaba sus sentimientos o de que la atracción era mutua, eso podría ayudar a que bajara la guardia.

Después de todo, era lo que Nils quería, ¿no? Lukas ya ni debería de tener que intentar iniciar más nada luego de aquel beso...

Sin embargo, nada pasó por el resto de la noche, Nils ni siquiera hizo ademán de pasar la noche junto con él y volvió a dejarlo solo para sus siguientes horas de sueño mientras que la oscuridad se adueñaba de su conciencia.

Los débiles halos de luz ingresando por la pequeña ventana fueron los encargados de despertarle. Sería la primera vez hasta ahora, el una vez tipo misterioso era el encargado de despertarle por lo general, cuando aún estaba oscuro, siendo que siempre quería alcanzarle el desayuno antes de marcharse al trabajo. Salvo que hoy ya debía de ser sábado, implicando que no pasaría el día tan solo a como venía acostumbrando.

De forma perezosa, se movió sobre la cama hasta alcanzar una posición sentada y se refregó sus ojos con la extraña sensación de haber dormido particularmente bien. Diablos, ¿cuándo había sido la última vez que había dormido así de bien?

Estaba mal. Y peor aun cuando su estómago rugió minutos después, cuando en un inicio solo había sentido un nudo y pocos deseos de comer, su cuerpo parecía no haber tardado demasiado en relajarse, abandonando aquel sentimiento de peligro constante.

Quiso culpar al hecho de que su captor no fuera una persona extraña a él, aunque eso solo debería de hacerlo más espeluznante, parte de su cerebro debía seguir creyendo que era el mismo Nils de siempre cuando no lo era y nunca lo fue.

Debía tener eso en claro. Siempre.

La puerta que le mantenía aislado no tardó mucho más en volver a abrirse y le mostró una figura ya conocida sosteniendo una bandeja con el desayuno listo.

— Buen día —le dijo con una sonrisa a la vez que se acercaba con la bandeja como ya le era costumbre.

— Buen día —masculló Lukas antes de ver como colocaba la bandeja sobre su regazo—. ¿Cómo dormiste?

— Bastante bien en realidad. —Se llevó su taza de café a los labios—. ¿Y tú, detective?

— Bien —dijo antes de imitarle y tomar su propia taza. Nils estaba sentado junto a él con total confianza, sin temor de que Lukas volviera a intentar algo como en su primer día. Lo tranquilo del panorama le invitó a seguir hablando—. ¿Dónde es que duermes exactamente? ¿Hay otro dormitorio?

— Duermo en un colchón en la sala de estar, no hay demasiadas habitaciones en esta casa —comentó con ligereza a la vez que se encogía de hombros.

— ¿Ósea que esta es la única cama de la casa? —Lukas vio al otro asentir—. Eso no parece justo.

Una sonrisa menos sutil se presentó en el rostro de Nils. —Eres mi invitado, a menos que estés sugiriendo otra cosa.

Lukas contuvo el aire por un momento al pensar que estaba frente a un posible escenario que podría aprovechar. Se mordió el labio, y añadió con un poco más de duda.

— Paso demasiadas horas solo aquí dentro.

— Y me encantaría cambiar eso —susurró al acomodar un mechón de su castaño cabello tras su oreja—. Pero no puedo arriesgar mi trabajo así, aunque no lo creas, me gusta. Debe ser el segundo trabajo real que tengo.

Aquello captó su atención. —¿A qué te refieres?

— Oh, nada, una larga historia. —Hizo un gesto con su mano—. No quiero aburrirte.

— No me molestaría, tenemos tiempo —dijo con timidez y se llevó la magdalena la boca.

Nils frunció el ceño. —Dije que no, Lukas. No hay nada que contar.

Eso hizo reavivar un poco de su hasta ahora templado temperamento.

— Ya que me tienes encerrado aquí, al menos tengo derecho a saber algo, como quién es la persona con la que estoy hablando.

Lukas estaba por arrepentirse de haberle soltado aquello, cuando denotó una mirada divertida por parte del otro.

— De verdad, es divertido hacerte enojar. —Se acercó un poco más hacia él, al punto que había sobrepasado esa difusa línea de espacio personal—. Y a veces me lo dejas tan fácil. —Hubo una breve pausa en donde la tensión creció entre ellos, solo hasta que Nils decidió hablar de nuevo—. De acuerdo, pregunta algo, detective.

Lukas parpadeó, sintiendo que salía de aquel trance al cual no recordaba haber entrado y puso un poco más de espacio entre ellos.

— ¿Qué es esta casa? —preguntó, siendo algo que le tuvo curioso desde el instante que oyó a Nils decir que este no era su propio hogar.

— Era la casa de mi abuela —contestó con rapidez.

No era la respuesta que esperaba, Lukas hubiera creído que tendría una explicación mucho más sombría.

Solo para recordar que seguía sin conocer toda la historia.

— ¿Y dónde está ella ahora? —Hubo un dejo de desconfianza en su tono.

— Muerta —dijo con simpleza—. Mi madre nunca apareció para reclamar la herencia, así que fue mía. —Observó la expresión de Lukas y añadió divertido— ¿No era la respuesta que esperabas, detective?

— De hecho, no. Creía que era algo más-

— ¿Turbio? ¿Ilegal? Temo decirte que es todo legal aquí dentro, solo que no venía demasiado hasta... ahora.

La declaración sí que le era sorpresiva, y se preguntó cuanta información estaría omitiendo el otro. Empezando de porque Nils preferiría alquilar un departamento antes de aprovechar una casa para él solo, a menos que escondiera algo más aquí dentro, o que no le gustara el sitio por otros motivos...

— ¿Y cómo murió tu abuela? —La pregunta se deslizó fuera de su lengua antes de percatarse del poco tacto que hubo en sus palabras, pero la ausencia de pena en el relato de Nils le había llevado a ello.

— Fue por causa natural, si era lo que querías saber. —Se puso de pie y le dedicó una mirada curiosa—. No pensaras que maté a mi propia abuela, ¿o sí?

Que la pregunta haya sido pronunciada en voz alta debería de ser razón suficiente para hacerle sospechar.

— Entonces-

— Suficientes preguntas por hoy, detective, superó su cuota diaria.

Fue el turno de Lukas de fruncir el ceño, antes de recordar que así no iba a convencer a Nils de... lo que sea que quería convencerle, por lo solo se limitó a dejar escapar un largo suspiro y apartó la bandeja de su regazo.

— Cómo sea, quiero ir al baño.

Nils le tendió una mano que Lukas no tuvo más opción que aceptar. A pesar de todo, su tacto no se sentía tan áspero.

Le vio hacer un ademán de tomar su brazo para ayudarle a que se apoyara en él, pero Lukas medio le frenó en el acto antes de sentir la necesidad de apartar su mirada.

— También pensaba bañarme —dijo con timidez y se apoyó sobre la mesita de luz que tenía a su lado.

Nils le sonrió. —De acuerdo, déjame alcanzarte-

No pudo completar la frase cuando Lukas tiró de su manga, frenando cualquier movimiento por parte del otro.

— Puedo buscar yo, digo, si te parece.

Al conseguir la aprobación que buscaba, no tardó en intentar desplazarse como pudo hacia la cajonera, que en realidad no estaba demasiado lejos de la cama, solo que su pie herido no le favorecía demasiado.

Abrió los cajones mientras sostenía su peso sobre su pie sano antes de realizar un rápido chequeo. Eligió una camiseta color verde que fue de las primeras que vio, mientras que su atención se desplazó rápidamente hacia otra prenda cuando creyó avistar una camisa que se le hizo demasiado familiar, pero con Nils mirándole sintió demasiada prisa por lo que solo se apresuró en tomar lo que venía a buscar; unos shorts.

Cerró el cajón cuando un pensamiento fugaz cruzó su mente, allí podría esconder algo cuando lo necesitara. Como las llaves que planeaba quitarle a Nils en algún momento.

— ¿Listo?

Lukas asintió y dejó que le ayudara para alcanzar el baño más rápido, mientras que con su mano libre sostenía la ropa que había escogido.

Nils entonces le ayudó para sentarse en la silla que tenía dentro del baño y procedió a abrir el agua caliente que llenaría la tina, para luego dirigirse hacia la puerta con intención de marcharse.

— ¿Ya te vas? —Un sonrojo involuntario se presentó en su rostro. Eso había sonado mejor en su mente.

— ¿Por qué? ¿Quieres que me quede? —le dijo con una sonrisa burlona. — ¿O debería volver a esposarte?

Su cara quemó aún más, pero eligió ignorar sus ganas de protestar, y en cambio volvió a usar ese mismo tono tímido que parecía de vez en cuando ayudarle un poco.

— Pensé que eso ya no haría falta.

La expresión divertida de Nils se disipó con pronta rapidez y fue reemplazada con algo similar a la confusión y al remordimiento.

— No, claro que ya no hace falta. —Nils levantó su mano vacilante hacia Lukas, pero al final, eligió no moverla y acabó por marcharse para que se bañara en paz.

Lukas se quedó mirando la salida con confusión que tardó en irse mientras terminaba de desvestirse. Esa reacción... había sido lo más similar que había visto desde aquel fugaz beso. Había sido la única vez que en verdad había tenido chance de ver a Nils confundido, lejos de toda esa seguridad que transmitía generalmente.

Se sumergió dentro del agua con un único pensamiento monopolizando su mente; quería ver más de esa reacción. Quería ver a Nils confundido de nuevo, que le diera tiempo en sacarle su llave o lo que sea que necesitase para salir del cuarto. O incluso podría sacarle más información, quien sabía—

Volvió a sentir el calor abrasando contra su piel, cuando se percató de lo lejos que estaba yendo con sus pensamientos. Tenía que repetirse que no conocía a Nils de verdad.

Pero podía hacer algo con lo que ya sabía.

Salió de la tina tras varios minutos en los que creyó que se había limpiado lo suficiente como para deshacerse de ese aroma a viejo que azotaba a toda la casa y procedió a vestirse. Por un momento había olvidado los shorts que se había escogido. Eras oscuros y le quedaban algo holgados, pero también debía de tener solo un par de centímetros demás para cubrir sus muslos.

Se acercó como pudo, dando saltitos hasta alcanzar la puerta del baño y no pasaron más de dos segundos en los que la abría que Nils ya estaba casi delante de él, para apoyar parte de su peso sobre él.

— Pero, ¿qué hacías? ¿Por qué no me avisaste que habías acabado? —le reprochó.

— No puedo estar siempre dependiendo así.

Le ayudó a caminar hasta la cama, de nuevo, y solo le soltó cuando ya se había sentado. Sintió entonces la mirada de Nils sobre él, casi que escaneándole de arriba abajo, pero no hizo comentario al respecto.

— Sabes que no me molesta hacer esto por ti —le dijo con seriedad—. Déjame ayudarte, prefiero eso a que te caigas y-

— Si, lo entiendo —suspiró y le miró entre los mechones de su cabello—. Lo siento.

Un toque sobre su mejilla fue lo que recibió en respuesta. Era el pulgar de Nils, que contorneó su pómulo hasta llegar a su mandíbula y justo cuando creyó que el tacto alcanzaría sus labios, se detuvo, y apartó su mano lejos de él, no sin antes dedicarle una sonrisa cálida.

— Confío que así será. —Sus ojos evitaron el contacto visual cuando volvió a hablar—. Tengo que irme un rato, para hacer unas compras.

Hizo un ademán en moverse, pero Lukas volvió a capturar su brazo y tiró de este, solo un poco.

— ¿Te vas? —preguntó con incredulidad.

— Solo será un rato, una hora a lo sumo.

Hora en la que no tendría nada que hacer y seguiría sin un modo de salir de aquí.

— Pero, Nils. —Lukas enfocó su mirada sobre su regazo, antes de volver a mirarle. El llamarlo por su nombre como rara vez hacia había captado su atención lo suficiente—. ¿No vamos a hablar de lo de ayer?

Sus palabras parecieron mantenerse sobre el aire por una cantidad notoria de segundos, donde lo único que vio fue la expresión perpleja en el rostro del otro.

— No sabía que querías hablar de lo de ayer.

— Pensé que tú no querías hablar de eso de nuevo, estuviste evitando el tema. —Soltó su agarre, solo hasta ahora se daba cuenta que no le había dejado ir antes—. Todo este tiempo.

— Evitando, ¿eh? ¿Y qué quieres hacer al respecto, entonces?

Hubo una pausa que envolvió a ambos, Lukas separó sus labios, pero la respuesta no llegó y solo pudo levantar su mentón un poco más para darse cuenta de lo cerca que estaban sus rostros, casi como en el desayuno, o más.

Y supo lo que el otro quería escuchar.

— ¿Qué pase de nuevo, detective?

Su corazón se aceleró sin que tuviera control sobre este, mientras que esos ojos verdes no dejaban de mirarle, sin dar lugar a otra respuesta.

— Sí —dijo en un susurro y luego sintió esos labios sobre los suyos de nuevo, sellando cualquier distancia que quedara entre ellos.

-----------------------------

Pido perdón pero me pareció un buen momento para terminar el capítulo D: 

Llevo la mitad del siguiente ya escrita y bueno, adelanto si van a pasar cosas jajaj

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro