Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3. Señales

TW: Contenido sexual al inicio al capítulo.

Capítulo 3: Señales

La boca de Lukas solo se separó de Marcus, cuando sus piernas chocaron contra el colchón que tenía detrás, cayendo sobre la cama mientras que Marcus lo siguió de cerca, quedando encima de él, solo para volver a capturar sus labios.

Y luego, había unas manos en los botones de su camisa, desabrochándolos con descuido, dejando su pecho expuesto a la baja temperatura del cuarto.

Sintió una lengua empujar para meterse dentro de su boca y Lukas gimió ante la sensación, llevaba tiempo sin besar de esa forma e intentó ignorar la ansiedad que le generaba aquella idea. Dejó que sus manos viajaran por la espalda de Marcus, a diferencia de él, el otro continuaba completamente vestido. Quizás tendría que cambiar eso...

Él se apartó de Lukas, cuando un estremecimiento se apoderó de su cuerpo al sentir un pulgar rosarse contra uno de sus pezones. Y después, Marcus rompió su beso, siguiendo por su cuello y continuó bajando, por su pecho solo parando en uno de sus pezones.

Lukas echó la cabeza hacia atrás y se mordió el labio para reprimir su siguiente jadeo. Una parte de él aún no estaba segura de cómo había llegado hasta aquí; en un momento estaba en el baño del bar y al otro estaba en el auto de Marcus yendo hacia su casa. Y todo guiado por una extraña sensación de querer sacar a Marcus del lugar lo antes posible.

No tenía sentido.

— En verdad eres muy lindo.

Lukas cerró los ojos, aquellos labios sobre él se sentían extraños...creyó que debería de tomar algo de iniciativa, dejando que sus manos se metieran bajo la camisa del otro y sentir el contacto de su piel.

— Demasiado —susurró esta vez contra su oído, seguido de una respiración pesada, cuando una mano ajena viajó por su vientre introduciéndose debajo de sus pantalones.

La espalda de Lukas se arqueó cuando esa mano se encerró alrededor de su miembro mientras que la boca del otro aún no se alejaba de su oreja...Y, aun así, algo no se sentía...bien.

La mano comenzó a moverse, buscando bajar sus pantalones y exponer lo que llevaba debajo, cuando Lukas apoyó sus manos contra su pecho, sin encontrar fuerzas en primer lugar.

—Mar —fue cortado por otro beso, más brusco que antes.

Su mente volvió a divagar en cómo había llegado aquí, él había aceptado con tanta simpleza, sabiendo que mañana debía de madrugar, sabiendo que raros asesinatos andaban sucediendo en la ciudad. No se había parado a pensar que era su primera vez en la casa del otro.

—Marcus —jadeó, aun cuando su miembro reaccionó al contacto—. Espera...

Oyó el sonido de una bragueta bajar, y Lukas supo que no se trataba de la suya.

—¡Espera! —dijo, esta vez mucho más alto, con sus manos consiguiendo finalmente apartar a Marcus de él.

La atmósfera que habían alcanzado a construir se disipó con una velocidad palpable, destruyendo toda oportunidad de continuar con lo que habían iniciado.

Marcus parpadeó, extrañado, alejando sus manos de él. Lukas sintió como sus ojos se humedecían, sin saber por qué y, sin más, se sintió como un idiota.

— Lu... ¿estás bien?

— Sí, yo...debería irme, lo siento. —Intentó ponerse de pie mientras se acomodaba los pantalones, cuando una mano atrapando su muñeca lo detuvo.

— ¿Seguro? Se te va a hacer tarde hasta que llegues a casa, y vas a dormir mucho menos.

— No quiero molestar...

— No me molesta, puedes quedarte, te presto un pijama —dijo con suavidad al acariciar su mejilla.

Lukas vaciló, tendría que ir con la ropa que llevaba puesta al trabajo, y ahora mismo no estaba seguro si se había dejado algo en casa que debiera llevar al día siguiente.

— ¿De verdad no hay problema? —Hizo una pausa para ver a Marcus sacudir la cabeza—. Está bien entonces —susurró con duda y agregó con un jadeo—. Perdón por esto.

— No pasa nada, ¿no necesitas algo antes? ¿seguro que va todo bien?

—S-sí, solo lo que ya te dije, hoy fue un día...complicado.

Marcus besó su mejilla, y Lukas permaneció inmóvil ante tacto. El gesto se sentía como si fuera tan familiar, como si fueran una pareja desde hacía años, cosa que estaba lejos de ser así.

Luego, le pasó unos pantalones para dormir, Lukas acabó por quitarse su camisa. Quiso pedirle algo para usar arriba, pero se sintió muy avergonzado de hacerlo. Así que cuando Marcus le ofreció dormir en su misma cama, él tampoco se negó.

Contradictorio con todos sus pensamientos anteriores.

Se quedó dormido de todos modos.

***

Bip. Bip

Un celular sonó con fuerza, repitiendo su melodía una y otra vez.

Bip. Bip.

Un gruñido fue la única respuesta.

Pero el celular no dejaba de sonar.

Lukas bufó contra su almohada, dándose cuenta que ese molesto sonido no iba a cesar solo, por lo que se obligó, finalmente, a separar sus párpados y callar esa estúpida alarma—

Le tomó otro momento tomar conciencia de su entorno, concibiendo que esta no era su cama y las paredes a su alrededor no pertenecían a su habitación.

Los recuerdos le llegaron como una bofetada en todo su rostro.

Se giró, solo para notar que Marcus no estaba a su lado. Su corazón se aceleró y volvió a buscar su celular.

¿Qué hora es? ¿Qué hora e

Un suspiro de alivio fue su primera respuesta tras leer el número que le devolvía la pantalla. No se había quedado dormido, pero sino se daba prisa podría llegar tarde de todas formas.

Buscó su ropa y se cambió con rapidez, para luego dirigirse al baño y comprobar su aspecto... En realidad, no se veía tan mal, solo tenía que peinarse un poco y estaría todo en orden, de no ser por su ropa. No podía ir así. Alguna parte de su mente había considerado ese detalle cuando Marcus le había pedido que se quedara con él, pero Lukas no había tenido el estado de sobriedad adecuado como para que le importara lo suficiente.

Con suerte conseguía algún chaleco y así no parecería tanto como si acabara de salir de una gira nocturna.

— Marcus —decidió llamarlo, cuando creyó que ya estaba lo suficientemente despierto.

No hubo respuesta.

— Marcus —volvió a llamarlo, animándose a salir de la habitación.

Pero nadie respondió.

Caminó por el pasillo, pasando de largo unos cuantos cuadros de fotos de viajes diversos. Lukas tuvo que recordarse que ya había estado aquí antes, ayer para ser más exactos, pero se sentía como la primera vez.

Llegó a la cocina, aun sin señales del otro hombre. Dio unos pasos pausados, inspeccionando el lugar, hasta que notó un papel sobre la mesa, debajo de un florero, mejor dicho, era una nota, o eso pensó Lukas al notar la letra a mano. Sin mucha más cautela Lukas tomó el papel y leyó su contenido;

Lu,

Perdón, pero tenía que salir temprano hoy, no te quería despertar.

Hay café hecho y también tengo algo de budín, o puedes buscar otra cosa en la heladera.

Te dejé las llaves en el llavero al lado de la salida, después me las alcanzas no hay problema ;)

Marcus.

Lukas arrugó el ceño al dejar la carta de lado, según su celular no eran ni las siete y media todavía, se le hizo un poco extraño que el otro tuviera que salir tan temprano. Quizás quería evitarlo luego de...lo de ayer, que había sido de por sí incómodo, pero también había mencionado que estaría muy ocupado luego del jueves.

Ya que...

Buscó las llaves donde Marcus le había indicado y salió de la lujosa casa, mientras le enviaba un mensaje a Alicia. Con suerte su compañera hoy llegaría antes que él y podría tenerle listo el chaleco que necesitaba.

**

Alicia se encontraba de pie, apoyada sobre el marco de la entrada del departamento que daba directo a la calle. En otras circunstancias, luciría como la vecina metida de barrio queriendo enterarse de todos los chismes de sus vecinos.

Y, no se veía tan alejada de eso, cuando enfocó su mirada sobre Lukas -quien estaba llegando al recinto- y comenzó a reírse entre dientes.

— Buen día, Romeo —dijo, dedicándole una mirada sugerente—. ¿Cómo estuvo tu noche?

— ¿Tú qué crees? —masculló Lukas una vez que había llegado a la entrada.

— Creo que no te dejaron volver a tu casa. —No dejó de reír, ni siquiera cuando Lukas le arrebató el chaleco de sus manos.

Lukas apretó los labios, sin decir nada, mientras entraba a su departamento y se colocaba el chaleco. No quiso que Alicia notara como la vergüenza se plasmaba en su rostro.

— Bonita camisa.

— Cállate.

Sus caminos se separaron una vez dentro, con Lukas retomando su rutina dentro de su oficina. Comenzando otro día de cuenta regresiva para encontrar al asesino de Angélica.

Recordó las notas que Alicia le había enviado ayer sobre el caso de Elsa, se había frustrado un poco al no encontrar nada fuera de lo común, cuando el caso de por sí era extraño. Según dictaminaba el informe, la mujer había muerto sofocada por... una bolsa de plástico, los testigos decían que no habían visto a nadie entrar con la mujer a su casa, y de hecho la autopsia no demostraba signos de haber sido agredida.

Eso, y la ausencia de uno de los familiares más cercanos de la víctima, su hermano.

Sin embargo, tenía que recordar que el caso aún no estaba cerrado, y faltaba cierta información que todavía no había salido a la luz.

Por otro lado, estaba Angélica, ya se había entrevistado a su jefe y no parecía haber mucha más gente que haya visto a la víctima en su último día. Lukas había estado presente durante el interrogatorio a ese hombre, pero no había participado directamente, de eso se había encargado uno de sus colegas más experimentado...

Lukas se quedó mirando la pantalla de su computadora, cuando notó que su casilla cambió, notificándole de un nuevo mail.

Abrió el correo quedando inmóvil por un momento.

¿Qué se supone qué estás haciendo?

Lukas releyó el mensaje, y sintió como todo su cuerpo se tensó al comprobar que era el mismo mail de ayer.

Una parte de él supo que tenía que descartar aquella posibilidad de que todo fuera una coincidencia, por muy poco que le gustara la idea. Debería de bloquear ese correo, marcarlo como spam, o algo, pero por alguna razón, no optó por ninguna de esas opciones.

¿Quién se supone que eres?

Escribió en respuesta, tal vez no era la pregunta más acertada, pero fue lo que le salió bajo ese primer impulso. Se abstuvo de insultos, por más que ese mensaje se prestara para hacerlo, no creía obtener de todos modos—

No te puedo decir, no aún. Solo puedo decirte que te estás metiendo donde no debes.

Lukas parpadeó, y una media sonrisa se formó en su rostro. Con que a su nuevo amigo le gustaba jugar al misterioso, era una pena que no pudiera hacerle caso, él estaba haciendo su trabajo. Y su trabajo también implicaba encontrar a gente como él o ella.

Se apoyó contra el marco de su silla permaneciendo en silencio por otros segundos más y se levantó.

Ya sabía lo que tenía que hacer hoy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro