Detestaba este lugar.

Él estaba tan acostumbrado al silencio de su trabajo, de su hogar, e incluso de sus momentos dentro de la casa de Lukas, solo para llegar a un lugar como este que iba en contra de todo lo que acostumbraba.

Sin embargo, no tenía muchas más opciones, no luego de enterarse de que Lukas estaría presente en La Parada durante esta noche. La idea sonaba muy mal desde su base, y no había forma en la que dejaría al chico solo expuesto a todo ese ambiente.

Trató de mantenerse alejado, por más que le gustaría ir directo a encararlo y decirle tantas otras cosas que desearía hacerle saber, lo mejor era permanecer lejos y no arriesgarse a que lo reconociera. No sería tan tonto de creerse que ambos habían decidido ir al mismo bar durante esa misma noche por simple casualidad.

Y, en realidad, también prefería llegar a pasar la velada sin tener que cruzarse con William

Por lo que tomó su rol de siempre, quedándose entre las sombras y mezclándose con la gente a una distancia segura.

Pero todo cambió en cuanto vio al compañero de Lukas abandonar su compañía para ir a hacer quien sabe qué. ¿Atrapar a William? Estaría tomando un camino equivocado de ser así.

En fin, ese no sería su problema, aunque, por otro lado, el chico con expresión de extraviado subía varios peldaños entre la lista de sus prioridades. Ahora más que nunca no podía quitarle la vista de encima.

No fue fácil seguirle de lejos luego de que comenzara a caminar a una velocidad considerable teniendo en cuenta el poco espacio con el que disponía para moverse, y se odió a sí mismo por tener que dejarlo ir en cuanto se metió en los baños, no había forma de que Lukas no lo viera si se metía allí dentro.

Por lo que esperó fuera, uno, dos, tres minutos que comenzaban a volverse tortuosos mientras que la ansiedad estaba cerca de consumirle...Juró que si Lukas no salía en ese mismo instante se metería y lo sacaría de ese lugar a rastras si era necesario—

Justo cuando vio entrar a un tipo cuyo rostro no se le hizo nada familiar, pero la forma en la empezó a tambalearse apenas cruzó la puerta fue suficiente para liquidar la poca paciencia que le quedaba...Y luego Lukas salió, lucía normal, algo cansado, claro, y con una expresión de decepción adornando su rostro.

Pero había algo más que no estaba bien. Lo sabía.

Y lo confirmó al segundo que vio a William acercarse a Lukas.

Él no sabía de donde había salido, había estado totalmente enfocado en Lukas que había pasado por alto lo que sea que pudiera estar haciendo William o el compañero de Lukas...

Solo sabía que la presencia de William cerca de Lukas era algo que no podía permitir.

Sus sospechas tras haberlo visto salir del baño se confirmaron en cuanto avistó la postura del otro relajarse frente al imbécil, y las risas...Conocía esas risas venidas de ninguna parte.

No dejó pasar otro segundo sin hacer nada en cuanto vio a Lukas tratar de ponerse de pie.

Atrapó a Lukas apenas logró acercarse lo suficiente y aferró su brazo alrededor de él sin ninguna intención de quitarlo pronto.

El cambio de la expresión de William de diversión a disgusto fue casi instantáneo y él gozó cada segundo de ello, aun cuando estaba deseando romperle la cara por atentar hacer lo que sea que estuviera pensando.

Sintió a Lukas reposarse contra su pecho, su cuerpo parecía carecer de estabilidad propia, y ya hubiera colapsado en el suelo de no ser por su brazo que continuaba sujetándolo por la cintura. En otro momento, se hubiera dejado distraer por lo tierno que se veía así, buscando su contacto. O lo sería, de no ser porque estaba actuando bajo los efectos de alguna droga.

— ¿Tú también te perdiste? —preguntó William con fastidio en su voz—. Estás interrumpiendo, ¿no ves qué estoy en medio de algo?

Inconscientemente, atrajo a Lukas más hacía él.

— Sí, lástima, pero hasta aquí llegaste, él se viene conmigo.

— Él ya nos vio, sabe demasiado. —La diversión había abandonado del todo su voz— ¿Y quieres dejarlo ir? ¿Estás demente?

— Ese es tu problema sino sabes guardar las apariencias, ahora...nos vamos —le dedicó una media sonrisa antes de intentar colocar el brazo derecho de Lukas sobre sus hombros.

— Si llegué a ese punto fue por tu culpa-

Oír eso lo hizo congelarse en su lugar por un momento, tensando todos sus músculos al unísono.

— Lukas no tiene que ver con esto —dijo entre dientes—, no lo metas en esto.

Una sonrisa volvió a los labios de William, y se giró hacia sus costados con rapidez antes de responder;

— Daniel Weir tampoco tenía que ver con esto y sin embargo está muerto. — William se detuvo para mirar a Lukas— y el chico sigue el patrón, es fácil.

Él juró que vio rojo por un segundo.

— Si le pones un dedo encima te juro que-

— ¿Que qué? —ladeó la cabeza, divertido—. ¿Vas a mandarme una amenaza por mensaje? Como si pudieras hacer otra cosa.

Él desvió su atención por un momento hacia bolsillo de Lukas, y con su mano libre buscó su teléfono, dando con lo que buscaba en el acto.

— Tiene el contacto abierto del otro policía —masculló al enseñarlo la pantalla de lejos—, podría llamarlo y estaría aquí en nada o puedes largarte de aquí y olvidamos todo esto.

— Si me atrapan puedo dar tu nombre. —A pesar de la amenaza, había ahora inquietud en su voz.

— Suerte que no hay nada que me vincule —respondió con confianza antes de posicionar mejor a Lukas contra él—. Ahora, muévete. No querrás hacer un escándalo, ¿cierto?

La cabeza de Lukas cayó hacia un costado como si no contara de soporte alguno. No le gustaba que estuviera así.

Al ver que William no se movió, él le sonrió satisfecho, sin soltar el celular de Lukas, sin soltar su tangible amenaza, y procedió marcharse con el peso de Lukas sobre sus hombros.

La idea de alertar al policía sobre William se sintió más tentadora de lo que creía, y su mano casi tembló en necesidad de arruinarle un poco más la noche a ese imbécil, de no ser porque él pasaba de cooperar con la policía y todo lo que conllevara el darles una ventaja.

William ya estaba atrapado de todas formas.

Y no podía vincularlo con las muertes.

Por supuesto que no, pero, en el más remoto de los casos en que llegara a suceder, se encargaría de desaparecer de su rango de búsqueda, no sin antes traerse a Lukas con él.

Conseguir un taxi fue fácil luego de ello, no hubo preguntas sobre el estado de Lukas en vista del lugar de donde salían, y él aprovechó para relajarse un poco durante el trayecto mientras que Lukas acababa por reposar su cabeza sobre su hombro y descansar en esa pose hasta que llegaran a su casa.

Entrar al hogar de Lukas tampoco fue muy difícil, había poca gente en su cuadra, y de lejos, solo se veía como si Lukas estuviera demasiado borracho como para caminar por su cuenta.

Trató de llevarlo hacia su cama manteniendo el firme agarre sobre su torso, no pesaba demasiado, pero tras estarlo cargando por tanto tiempo incluso a él comenzaba a molestarle los brazos, y, solo cuando estuvieron delante de su colchón acabó optando por levantarlo al estilo novia y posicionarlo sobre su cama.

Un leve quejido escapó entre los labios de Lukas cuando lo movió, alertándolo por un instante, solo para notar que continuaba en el mismo estado intermediario entre la conciencia y la inconciencia.

Retiró la sudadera negra y dudó por un segundo si hacer lo mismo con sus jeanes. Él odiaba quedarse dormido con esos pantalones, y supuso que Lukas debería de sentirse de igual manera con respecto a ello, si de todos modos iba a cubrirlo con sus mantas...

Aunque no pudo evitar el detenerse a observar la figura del otro por un par de largos segundos. No diría que se veía relajado, sí, su pecho bajaba y subía con suavidad, pero había algo intranquilo en su aura y él odió cada instante de ello. Aun así, no dejaba de lucir perfecto, con sus largas pestañas casi rosando sus pómulos, y esos labios rosados entreabiertos que dejaban escapar pequeños suspiros.

No había nada que quisiera más que acostarse a su lado y ser lo primero que Lukas viera en cuanto despertara.

Por desgracia, no podía hacer aquello, ni siquiera sabía cuánto duraría aquel efecto dentro del sistema de Lukas.

Supo que era hora de marcharse, pero no pudo resistirse en intentar despedirse de él, como si esperara que en alguna parte de su ser, Lukas pudiera sentirlo.

Dejó que su pulgar contorneara su mejilla, su mandíbula, mientras que él se inclinó para plantar un suave beso sobre su frente. Era la primera vez que sentía el contacto del otro de esa forma, aunque no estuviera con todos sus sentidos funcionando para poder contarlo verdaderamente como algo.

Intentó levantarse, pero la imagen del sereno rostro de Lukas no lo dejó ir, un poco más vacilante esta vez, volvió a inclinarse, solo que esta vez sus labios no fueron en sentido hacia su frente.

No fue más que un roce, un contacto de efímera duración, tan breve como si jamás hubiera pasado. Como si sus labios jamás se hubieran encontrado con los de Lukas...Quería que el otro estuviera consiente cuando sus labios se tocaran de una forma real.

Apenas si pudo sentir aquel contacto fantasma contra su piel, y, aun así, supo que no podría dejar ir aquella sensación por un largo tiempo.

— En verdad espero que empieces a tener más cuidado —le murmuró a la figura inconsciente que tenía delante, a pesar de que nunca se fuera a enterar de sus palabras.

Dejó a Lukas dormir en paz luego de ello.

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Este capítulo tardó poco porque en verdad quería escribir toda la escena de corrido, pero con la longitud del capítulo anterior y viendo que iba a cambiar de pov preferí dejarlo así.

Es la primera vez que escribo al stalker hablando además y su primer capítulo que supera las 500 palabras y por bastante 👀👀

Y ahora no puedo creer lo cerca que estamos de los 20 capítulos, lloro.