(6to Relato )

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/Un íncubo (del latín Incubus, in, ‘sobre’ y cubare, ‘yacer’, ‘acostarse’) es un demonio en la creencia y mitología popular europea de la Edad Media, que se supone se posa encima de la víctima durmiente, para tener relaciones sexuales con quien duerme, de acuerdo con una amplia cantidad de tradiciones mitológicas y legendarias./

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El viento soplaba con fuerza y el clima parecía cambiar bruscamente una temerosa joven caminaba por la calle en busca de un autobús o algo que pudiese acercarla hacía su hogar pero a esas altas horas de la noche ya nadie había por las solitarias calles.

Sus tacones resonaban por la acera, todo el día se había sentido muy extraña, temerosa y observada.
Llevaba un mes teniendo unas extrañas y recurrentes pesadillas, donde sus marcas aparecían en toda su piel, quemaduras, mordidas ya no sabía como ocultarlas y para ser sincera con ella misma, ya no podía con esa situación.

-- Estoy consciente, esto no me está sucediendo--

Se aferró a su chamarra y sopló sobre sus frías manos tratando de alguna forma encontrar calor en ellas y distraerse pero no funcionó.

__ Me temes?__

Aquella voz tenebrosa parecía haber resonado en las penumbras.
Todo era borroso por la neblina o quizás había sido solo en su cabeza, no lo sabría con exactitud pero de lo que estaba segura es que el pánico se había apoderado de todo su ser...

Corrió, sin querer mirar hacía ningún lado por el extremo temor, ya no podía encontrarse a salvo ni siquiera estando despierta.
Asustada y totalmente agitada se escondió en una cabina telefónica tratando de marcar al 911 pero en el vidrio de esta, unas garras, chillaron contra este, causando un sonido extremadamente agudo, haciendo gritar a la joven en aquel cubículo llevando sus manos hacia sus oidos inmediatamente.

__ Di mí nombre__

Kagome negaba con su cabeza y se sostenía sacudiendo esta una y otra vez, mientras gruesas lágrimas caían por su jovial rostro.

__ Dilo... __

La luz comenzó a titilar y se terminó cortando, haciendo que ella cayera totalmente al suelo.
Sentía el soplar del aliento de alguien que no lograba ver en su oído.
Sabía que no podría escapar, que ya no existía forma, asíque juntando valor abrió sus ojos en la oscuridad y lo último que divisó fueron unos afiliados ojos dorados que la observaban fijamente.

__Sesshomaru...__

Fueron sus últimas palabras....

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__ No!__ Exclamó, levantándose de golpe en la cama.

Miraba y parpadeaba una y otra vez para divisar en su habitación y tratar de enfocar, tocaba sus brazos, golpeaba un poco su rostro para despabilarse y caer en la realidad que había sido otro sueño más.

-- Estoy despierta, tan solo fue otra pesadilla más. --

Miró su reloj que marcaban las 9 a.m era su día -no laboral- asíque trataría de visitar a su amiga y dar un leve paseo por el parque que no estaba muy lejos de su nuevo hogar.

Colocó sus pantuflas aún sentada en su cama.
Se sentía muy adolorida extrañamente dolía su pelvis y su intimidad.
No recordaba haberse golpeado quizás el andar de aquí para allá en su adorada bicicleta había producido ello.
Ni bien se puso en pie, cayó totalmente desplomada en el suelo.

__ Oh por dios!__

Dió un grito de extremo dolor tomando su abdomen.
La azabache no sabía que es lo que le sucedida.

-- Quizás sea solo la comida, si debe ser ello --

Como pudo trató de ponerse en pie, sujetandose de una pequeña mesa de luz que estaba junto a su cama pero tenía un escozor extraño en su intimidad uno que nunca en sus 18 años de vida había sentido.

-- Infección urinaria?--

Pensó, caminando lentamente hasta llegar al baño de su habitación.
Sus ojos se abrieron de par en par viendo una gran mordida en la parte izquierda de su cuello.

Se veía reciente con rastros de sangre y cuando levemente presionó con sus dedos, un extraño líquido verde comenzó a salir de esta, no era abundante, era escaso y estaba mezclado con su sangre.

Cerró sus ojos tratando de recordar como se había hecho eso, más en su memoria no había apice de ningún recuerdo.
No podía ser cierto que una herida de esa magnitud se haya manifestado en su piel así como si nada de un día para otro.
Aunque si se ponía a pensarlo detenidamente.

-- Mis recurrentes pesadillas --

Sacudió su cabeza, claramente ella no estaba loca seguramente estaba por enfermar y debía ir al médico, debía de existir alguna enfermedad en donde se presentarán, hematomas, mordidas y rasguños en la piel.
Ella quería creer en su mente que había una explicación lógica y racional para todo lo que había venido aconteciendo ese último mes en su vida.

Lentamente se fue desvistiendo, quitándose su holgado camisón cerró los ojos ante lo efímero que se sentía y como su piel se erizaba.

Cerró sus parados y recordó unos afilados ojos dorados unos que la observaban a diario, los mismo que se presentaban en sus pesadillas y no la dejaban en paz.

Los abrió y trató de alejar aquellos pensamientos negando con su cabeza.
Bajó completamente su braga cayendo esta en el suelo y cuando vio aquella mancha roja en la tela de alarmó, solo habían pasado dos semanas de su periodo, cómo es que había sangre, entonces?.

-- Quizás me he golpeado.--

Mientras abría el agua de la ducha trataba de darle una explicación al dolor de su intimidad y esa mancha de sangre en la tela de su ropa interior.
Se metió a la regadera dejando caer la cálida agua por su cuerpo que dolía como si hubiese sido maltratado.

Acarició suavemente sus pechos, un calor interno nacía en ella y con las yemas de sus dedos comenzó a dibujar círculos sobre sus pequeñas y rosadas aureolas, sus pezones estaban duros asíque inconcientemente y guiada por un impulso que desconocida jaló un poco de ellos.

__ Ah..__

Kagome cubrió su boca con una de sus manos, sin poder creer lo que había hecho.
Ella era una joven inocente, virgen, no tenía experiencia en lo sexual y se reservaba ello para quien en futuro fuese su esposo.

-- Sigue, Hazlo.--

Kagome fingió no escuchar ello pero..

__ Oh... __

Echó su espalda hacia atrás contra los fríos cerámicos cuando sintió como sus senos parecían ser acariciados.
Totalmente desnuda agitada miraba hacia todos lados como buscando algo pero estaba completamente sola.

Qué era ello, entonces?

Mordió su labio inferior y tímidamente con dos de sus dedos fue bajando lentamente por su vientre hasta desembocar en su terso y pequeño pubis.

Se detuvo en el comienzo de su abertura y dió un largo suspiró sin querer avanzar pero deseándolo hacerlo.

-- El miedo te hace humana --

Parecía haber sido un sensual susurro en su oído, el baño comenzaba a llenarse de vapor y cada vez el ambiente se volvía más caliente.

__ Mnn.. __

Presionó con fuerza su intimidad estaba mojada y no se debía al agua que corría por su cuerpo sino más bien a algo viscoso que provenía de su interior, el morbo, la curiosidad y vaya a saber que otros cúmulos de sensaciones la llevó a mirar sus dedos.

-- Sangre y esto qué es?--

De su intimidad salían restos de sangre y mezclado con algo que nunca había visto antes, sí -- Semen --

( Mi esencia está toda dentro tuyo, Azabache.)

El vapor la estaba haciendo jadear e ignoró aquello que parecía resonar en el pequeño baño como un eco tenebroso.

En su piel las heridas de garras se hacían relucir algunas viejas y otras nuevas.
Un recuerdo fugaz de su sueño, aquel en donde se econtraba en aquella cabina telefónica se vino a su mente, haciendo que cayera lentamente deslizándose contra la pared hasta quedar tirada en el suelo.

__ Qué.. qué me sucede? Ah.. __

Comenzó a acariciar sus senos con desesperación, su espalda se curvaba en el suelo mientras se retorcía, algunos hematomas comenzaban a hacerse más visibles mientras cerraba sus ojos y mordía su boca, comenzó a sentir un peso sobre su cuerpo.

Sus piernas totalmente abiertas y su mano que se frotaba con fuerza contra su pequeña y lastimada intimidad.

Aquel siniestro ser, se relamió sus labios pasando de una manera obscena su extraña, fina y morada lengua.

__ Duele!__

Gritaba en modo de súplica, no sabía porque sus piernas estaban elevadas y sentía un gran dolor desgarrante en su interior, sangraba y el agua del suelo se había comenzado a teñir de un rojo carmesí.

__ Porfavor.. __ Gimió, mordiendo ahora su mano, sin saber a quien le hablaba o queriendo fingir no saber.

( Eres mía y tu alma también)

Sus pequeños senos rebotaban, el chapoteo del agua era incesante, su cuerpo golpeaba con extrema fuerza contra el suelo, los dedos de su pies se fruncían de dolor pero había algo inevitable para la inocente joven y era sentir extremo placer en tanto sadismo, en el algo que según ella era solo producto de su imaginación.

Inocenete alma pura desconosedora que su alma ya no le pertenecía a ella, sino era meramente de él, de aquel ser que habitaba en la oscuridad.

__ M.. más __

__ Kagome...__

Sintió como alguien sujetaba con fuerza su rostro y cuando cerró sus párpados totalmente rendida ante aquello que hacía "eso" a su cuerpo, su pequeña intimidad se contrajo espasmodicamente ante tanto maltrato y sintió un inmenso placer, uno que nunca jamás, había experimentado.

__ Di, mí nombre __

Sin fuerzas con su cuerpo dañando, sangrando y miles de marcas por doquier abrió sus ojos con lentitud.
Una tierna sonrisa en su jovial y angelical rostro se mostró.
Aquel ser demoníaco de ojos dorados que la tenía presionada contra el suelo la miraba fijamente con su mirada enrojecida para poder ver así, si es qu ella era consciente o no de su existencia y grande fue su sorpresa cuando de los preciosos labios de la joven, en un leve y dulce susurro se pronunció su legendario nombre...

__ Sesshomaru... __

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