(Se escuchan pasos con rumbo desconocido, de pronto se detienen, un click apenas audible se percibe segundos después, se escucha un instante después lo que parece ser una grabadora reproduciéndose, mientras el aparato emite las palabras, el constante sonido de un teclado siendo presionado se percibe)

Diario profesional, fecha: 19 de Enero de 2000.

Dentro de algunos minutos trataré de ayudar a una cliente que acudió a mi hace unos días pidiéndome ayuda, dado que mi especialidad medica es psiquiátrica, es obvio que su problema es de tipo mental, psicológico casi. He aquí los pocos datos que me son de relevancia profesional: sexo femenino, aetat 14 años... (La grabación es interrumpida debido a unos ruidos semejantes a golpes, se escuchan unos pasos alejarse, se escucha una puerta abrirse, tras ello ininteligibles murmullos, tras unos minutos se escuchan varios pasos regresando)

—... De cualquier modo señora, llegan ustedes temprano. Son las primeras palabras legibles que se escuchan

—Solo quería agradecerle, de nuevo por atendernos con tan poca antelación

—Ya le dije que no es nada, bueno dime jovencita, ¿Como estas?

—Nada bien. Se escucha una voz infantil, notablemente cansada

—Bueno, empecemos...

La grabación se interrumpe abruptamente, se escucha algo de ruido de estática, como si hubieran apagado el aparato y después lo volvieran a encender, en ese momento una voz masculina se escucha

—Por cuestiones éticas y de confidencialidad apague la grabadora de mi diario profesional, aunque nada me impide explicar brevemente el caso sin mencionar ninguna información sobre la persona.

Diario personal

El día de hoy recibí por mi cumpleaños una linda muñeca hecha de tela, quizás por nuestra posición económica (como he oído decir a papá) no debería tener juguetes así, pero a mi me parece bastante mona...

Días después

Es la quinta noche seguida que no duermo bien, he tenido esos extraños sueños, no me atrevo a contárselos a mis padres, ni siquiera se como describirlos, parecen escenas de una de esas películas de terror que me tienen prohibido siquiera mencionar.

A la mañana siguiente

Otra noche sin dormir bien, papa ha traído doctor tras doctor pero parece que ninguno sabe lo que tengo, el ultimo que vino a verme le comento algo lejos de mi cuarto, al parecer en voz muy baja pues no alcance a escucharlos por mas atención que puse.

Unas horas mas tarde

Papa me cuenta que ese doctor le sugirió consultar con alguien especializado en la "mente" (puse las comillas pues papá las hizo al pronunciar la palabra mente), me cuenta todo eso mientras nuestro chofer nos lleva con un neurólogo.

Fue extrañamente divertido, el doctor me hizo subir a un extraño aparato, dijo que con el veria mi cerebro, pero que para verlo con claridad debía quedarme quietecita, para conseguirlo el doctor me hablaba sobre muchas cosas y me preguntaba de mi, la escuela, lo que me gusta, etcetera.

Varios días después

Papá dice que ese "charlatan" no encontro nada malo en mi cabeza, hasta ese momento mamá había estado callada, llorando pero esta vez hablo, sugirió llevarme con alguien llamado siquiatra (no se si esta bien escrito, jamas habia oido ese nombre).

Dos días después

Mamá me lleva con siquiatra, y me explica que no es su nombre, sino su titulo, como doctor, le pregunto que qué hace un siquiatra, me dice que en pocas palabras , ayuda a las personas cuando se sienten muy tristes. 

Llegamos donde siquiatra, realmente es como con los doctores que me llevo a ver papá, esperamos poco tiempo en unos sillones muy cómodos, una señorita le dijo a mamá que podia pasar, estuve sola esperando unos quince minutos sino es que mas tiempo, empezaba a bostezar cuando mamá abre la puerta y me llama.

En el consultorio

—Muy bien pequeña, antes de llamarte, hable un rato con tu madre, por lo que me cuenta te despiertas gritando en las noches, y no puedes dormir rico, ¿Verdad? La niña solo asiente con la cabeza. -Muy bien, lo que hare sera hipnotizarla, para averigüar que sueña —Acercándose a la madre le susurra —Así confirmaré si se trata de algo psicológico. La mujer apesadumbrada solo asiente con la cabeza. El doctor procede a hipnotizar a la niña, tras algo de esfuerzo, el objetivo es logrado, tras pedirle rememorar sus sueños, responde con voz adormilada:

Me encuentro en lo que parece ser una isla, aunque por el nivel de luz deduzco es de día, todo esta oscuro, lúgubre, demasiado, la atmosfera cae en lo aterrador, a lo lejos oigo gente hablando, a pesar de de lo hacen en un idioma que no entiendo, tengo el irrefrenable deseo de dar media vuelta hasta la orilla de donde sea que este y llamar con toda la fuerza de mis pulmones a esas personas.

Por alguna razón alguna misteriosa fuerza o impulso me obliga a quedarme donde estoy, e incluso me hace caminar tierra adentro, a cada paso siento que orinare del miedo, de pronto a unos metros de mi, veo algo pequeño tirado en el camino, me sorprendo mucho al descubrir que es la muñeca que me regalaron mis padres, corriendo voy en su ayuda, la levanto con mucho cuidado, con igual cuidado, y no menor esmero intento limpiarla, su carita esta llena de tierra, así como su ropa y cabellos.

Tan de repente que no puedo describirlo, aparece la luz del día, tan repentino fue, que tuve que cerrar mis ojos varios minutos, igual que cuando enciendo la luz en un cuarto oscuro.

Mi ceguera temporal fue solo el principio, aunque con mas luz, el paisaje seguía muy lúgubre y tenebroso, noto con pesar la gran cantidad de sombras en el paisaje, me tranquiliza un poco notar que gran cantidad de arboles son los responsables de tanta sombra.

Mi garganta emite un gritito, que no es de miedo ni nada parecido, es de sorpresa, al notar que en los muchos arboles que me rodean hay cualquier cantidad de muñecas de plástico, hay varios modelos, creo distinguir barbies, nenucos, otras si despiertan mi curiosidad, como unas que note estaban atadas a muchísimos hilos, y estos terminaban en una especie de palos, no da mi cabeza para adivinar que hacen esos hilos.

Conforme avanzo, me sorprende y entristece la enorme cantidad de muñecas en los arboles, pero mas me entristece que muchas de ellas están en terrible estado, además de maltratadas, están desnudas, manchadas de tierra, algo rojo que parece sangre; intento acercarme a una que fue cruelmente clavada al tronco en el que yace, estoy tan ocupada usando todas mis fuerzas en quitar a la pobre de ese lugar que no noto que las cabezas de varias muñecas se mueven para verme, cuando lo noto me invade un gran desasosiego, ¡Rayos! Incluso mi muñeca parece verme fijamente con sus ojos de botón (los cuales mamá arreglo quitandole unos botones a unas camisas de papá demasiado viejas, hasta para regalarlas). En medio de mi temor, me las arreglo para tomar mi muñeca e intentar huir de ahi. 

Salgo corriendo, pero me distrae el sentir algo en mi brazo, creyendo es un bicho intento aplastarlo con mi mano, pero solo esta mi muñeca, antes de poder discernir que pasa, vuelvo a sentir algo en mi brazo, esta vez veo claramente como la muñeca intenta safarse de mi mano con intenciones que no puedo ni quiero adivinar, aterrada sigo mi instinto y la arrojo con todas mis fuerzas para despues correr, a cada paso siento mi corazon palpitar tan fuerte que juraria se saldra de su lugar o explotara, tras casi veinte minutos de carrera llego a una orilla de la isla, intento con todas mis fuerzas llamar la atencion de cualquier embarcacion que pueda verme, mi corazon se vuelca al notar que en el agua no hay ni un alma, impotente, siento brotar las calidas lagrimas y las siento bajar por mis mejillas, en eso oigo ruidos aproximandose, con horror distingo las pequeñas siluetas de las muñecas que ahora se acercan hacia mi, el regalo de mis padres lidera la diminuta muchedumbre; desesperada busco cualquier cosa para defenderme, encontrando una barra metalica, con ella golpeo a varias de esas cosas, pero finalmente logran amordazarme.

Como si se tratara de gigantestas hormigas, forman dos filas y cada una tira de una de las cuerdas que me aprisionan, las demas empujan mi cuerpo, y un puñado trepo por mi cuerpo sirviendo como algun tipo de guardias o centinelas...

La hipnotizada chica despierta abruptamente, marcando asi el final del sueño...