Querido diario:

Otra vez volví a hacerlo, llevaba cinco días sin hacerlo es solo que la tentación fue simplemente irresistible, al ver tanta comida, y tan grasosa, en aquel festival fue como si mi cuerpo hubiera adquirido mente propia y se desconectase del cerebro; cuando me di cuenta estaba devorando todo un costillar de cerdo ahumado, creí cerrar un segundo mis ojos para reunir las agallas y la voluntad de soltar esa comida, pero cuando volví a abrirlos devoraba aquella cosa de textura como de masa, literalmente se sentía la grasa en la que fue frita aquel menjurje cuyo nombre no quiero ni querré jamás saberlo, salí corriendo de ahí tras devorar otra vez, como veinte patas de cerdo asadas, de camino a casa compre en una farmacia un medicamento diarreico que, según el empleado es bastante potente; mientras corría a mi casa saque de la bolsa la caja con el medicamento, saque varias pastillas de la caja y sin titubear me las trague, bebí la mitad de la botella de agua que compre también en aquella farmacia, para cuando llegue a mi casa varios minutos mas tarde, creí sentir que el medicamento comenzaba a surtir efecto, me alegre, así que entre rápido a mi casa, para mi fortuna no había nadie, así que deje mis cosas en mi habitación y me encerré en el baño, nunca creí decirlo pero me alegre como nunca por defecar tanto, creo mi estomago ni siquiera pudo empezar a digerir lo que comí, pues creí ver grandes trozos de carne flotando en mi retrete. También me alegre por no tener que matarme tres horas haciendo ejercicio o haciéndome vomitar, eso definitivamente habría sido lo peor...

Testimonio anónimo tomado de un centro de tratamiento para anoréxicos:

Nunca creí que me pasaría eso a mi, siempre escuchaba que a otras modelos como yo les pasaba, y sus casos eran horribles, pero por estupidez o altivez me decía "eso nunca jamás me pasara a mi", si que fui una estúpida.

Todo comenzó hace unos cinco años creo, yo ya llevaba varios años de experiencia en las pasarelas, me sentía la reina del mundo, me comparaban con las mejores, apenas unos años mayores que yo, las del monton me envidiaban y las mas jovenes me admiraban, supongo eso fue lo que me cego, lo cual pudo evitarme tanto dolor.

Para aquella ocasión nos exigieron un peso máximo, yo intente con dieta y ejercicio llegar a aquel peso, pero no parecía funcionar por mas que me ejercitaba, una conocida me sugirió tomar un extraño menjurje para obligar a mi cuerpo a expulsar todo lo que tuviese adentro; la tipa me garantizo que me vaciaría las tripas, como una boba tome aquella cosa y si, mí cuerpo se vacío, pero por cuantos agujeros tengo. En fin, el punto fue que con esa cosa pude llegar al peso que me exigian, estaba bastante delgada, pero no tanto como aquellas de las que tanto escuchaba a diario.

Como estúpida creí que no me afectaría, que nada pasaría, pero si que paso algo y paso a lo grande. Sin importar que hiciera, veía (o mas bien, yo creía) que la aguja de la bascula en lugar de bajar o al menos de quedarse quieta, subía, ósea, en vez de adelgazar engordaba, ¿Como rayos era posible? Todos a mi alrededor me decían que si seguía adelgazando seria solo huesos y cosas por el estilo, como tonta creí que me lo decían para que no me deprimiera por estar gorda, sino que realmente me veían en los huesos, ¡Literalmente! Mama decía que antes de ingresar aqui, aun sin hacer nada podian verse mis costillas, y a contraluz hasta se podian ver mis huesos como los doctores a travez de esas tomografias o esa cosa de los rayos X.

Lo que obligo a mi familia a internarme fue cuando toque fondo, asi de simple, de verdad yo era un saco de huesos andando, incluso levantarme de mi asiento me dejaba agotadisima y jadeando como si fuera asmatica, pero yo embrutecida me veia como una mastodonte obesa, una bola de grasa andante, o mejor dicho rodante.

Ya llevo un año aquí y mi salud ha mejorado muchísimo, mi cabello ha recuperado su brillo y volvió a crecerme, los doctores de aquí taparon todas las caries que me provoque al vomitar tantas veces y aunque fue lindo ser modelo, he dejado ese mundo para siempre, y espero ser dada de alta algun día...