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Miradas

No sabía muy bien que hora del día era, después del entierro y de que todo el protocolo terminará, mi humor no estaba para hablar con nadie más que tal vez max. Me quedé allí mirando aquel lugar por un largo tiempo.

Max a mi lado estaba en silencio también.

Los demás acompañantes estaban en la salida. Bastante lejos de nosotros. Dándonos el espacio y el tiempo.

- me hará mucha falta zack , no más reuniones, ni cenas - dijo max

- no más consejos ni abrazos- completé.

- solo podemos agradecer el haberla tenido a nuestro lado el tiempo que fue- fueron las palabras de mi mejor amigo.

Asentí dándole un abrazo a max.

- ¿Piensas quedarte?- me preguntó refiriéndose a la propuesta de don Antonio de quedarnos unos días en su hacienda.

-¿Sabes que no sé hacer nada?, ¿Verdad?- le pregunté intentando aligerar el ambiente.

- le harás el día a todos, incluso al viejo, yo me quedaré unos días contigo sí decides quedarte. Tengo entendido que Tomilson y los suyos se quedarán con los Jeferson así que tendré cerca a Carl. No nos vendrían mal unos días lejos de la ciudad-

No respondí a las palabras de max, aún lo estaba pensando.

- envía a tus chicos a descansar, Dam e Ian se encargarán del bar , incluso el gordo tendrá todo listo. Estamos de luto a fin de cuentas -

Medio sonreí.

- odio cuando me convences tan fácilmente - le dije tomando camino a la salida con max a mi lado.

- es mi don - respondió mi amigo.

Cuando llegamos a la salida , decidí enviar a mis chicos tal y como había propuesto max. Esta vez sí tuve que aceptar el auto de los lobos. ¡Dios me ayude!

Compartiría el viaje con Tomilson, Dalí su pareja y Damián. En el otro auto nos seguirían Carl , max y Evans.

- iremos primero a la hacienda de los Jeferson, don Antonio sabe que te enviaremos justo después de la cena - fue el aviso de Tomilson.

Solo alcé mis cejas.

- ¿Y como para saber...pensaron en darme la noticia cuando ya me había subido para que no escapara o estaban seguros que diría que si? Porque aún puedo escapar- le pregunté al alfa . Alzandome las gafas y acercándome a los dos asientos delanteros.

Donde estaba Tomilson y el lindo doctor Damián. A mi lado se encontraba Dalí la pareja de Tomilson. El solo sonrió con burla mirando al lobo que frunció el ceño. Ya me caía bien el chico , aunque la verdad es que no había dicho mucho.

-¿Escaparías?- me preguntó el alfa

Solo alcé mis hombros.

- no , odio caminar - respondí tranquilo. Tomilson solo nego con la cabeza antes de encender el auto.

Dirigí mi vista a Damián por algún motivo se veía pálido.

- Doc ¿Se encuentra bien? - le pregunté.

- si , zack estoy bien- respondió amablemente, aunque podía jurar que lo notaba nervioso.

Dios que parecía un oso enorme de felpa.

Esta vez fue mi turno de girarme completamente hacia él, literalmente estaba casi sobre el espacio entre los dos asientos. Puede que no soportara mucho a los lobos pero ya que estaba aquí ,no sería tan mierda con el doctor. Me caía solo un poquito mejor que el resto.

Podía hacer una pequeñísima excepción.

- no le creo, ¿Ha comido desde que atendió a mi abuela ? - le pregunté plantandole con un poco más de fuerza de la pensada mi mano en su frente. Damián se quedó estático.

- no ,no lo he hecho - respondió - ha sido un día largo y no he tenido cabeza para ello, mi error y usted zack ¿ Ha comido algo ?- me preguntó de inmediato, con sus ojos fijos en los míos.

Retiré mi mano de inmediato.

- no creo que tenga fiebre - respondí en un susurro. Pensando seriamente en qué el doc se veía enfermo.

- zack - Damián volvía a llamarme suavemente.

-¿Qué?- pregunté distraído.

Esta vez Damián amplio un poco más su sonrisa.

¿Porqué diablos siento hormigas en el estómago? ¡Que me saquen esto de inmediato!, ¡Quemenlas!

-¿Has comido algo en todo el día?- volvió a preguntar.

- ¿Comer ? Eso no es de humanos , no lo hacemos - le respondí con diversión.

Tomilson suspiró con fuerza a un lado.

Lo miré mal.

- concentrado lobo en la carretera- le dije regresando mi atención a Damián de nuevo.

Sí el alfa gruñó molesto no lo volví a mirar estaba concentrado en otra cosa .

Dios que Damián sonreía muy lindo.

- sé que es difícil, por toda la situación del día, pero lo mejor es que al menos consumas algo ahora ¿Lo intentarías?-
Me preguntó.

- haré mi mejor esfuerzo- respondí como un idiota.

- zack podrías ponerte el maldito cinturón ¿Por favor?- fue el regaño de Tomilson. Creo que él hacía un buen rato estaba repitiendo lo mismo pero mi cerebro no estaba escuchando.

-¿Para qué? Por estas lejanías no se ve ningún otro auto , y mira esas planicies -

Dalí soltó una carcajada y Tomilson esta vez me miró muy mal.

- podrías hacerlo por favor - fue esta vez Damián quien habló - sí se atraviesa algún animal , no quiero que te lastimes -

Me quedé en automático solo asintiendo hacia Damián y abrochandome el cinturón.

- claro , si, tienes razón- respondí.

Oficialmente estoy pendejo.

- gracias zack - dijo el médico .

Me alejé de los asientos y me acomode en el mío, el calor me estaba subiendo al rostro. ¡Que ridículo estaba siendo!

¡Mente ! ¿Es que acaso no estás funcionando?

Por el resto del camino preferí no hablar mucho, me sentía como una bola estúpida. Pero es que mi mirada se iba cada cierto tiempo hacia el médico, era imposible no hacerlo.

Y el muy desgraciado lobo tenía una pequeña sonrisa en la boca, efectivamente ya no se veía tan pálido.

¡Zack no!, ¡Enfocado en el odio hacia los pulgosos, enfocado !

Solo unos cuantos minutos más y llegamos a la propiedad de los Jeferson. Una enorme pero muy agradable hacienda. El olor era tan particular. Hierba, animales, fuego de la leña. Era bastante agradable.

Al descender todos fueron muy amables en atendernos, principalmente Elena fue mi favorita. ¿Cómo odiarla aún si era una loba? Era una mujer super dulce y agradable, además que tenía un carácter que me saco varias sonrisas. Manejaba a todos con una palabra.

Yo tenía mis motivos personales para no ser el fan #1 de los cambiaformas, pero conocía su existencia desde hace muchos años y aunque no todos eran unos odiosos, sabía que no podían pagar unos por los pecados de los otros. Era algo que incluso max no sabía.

Pero aún era un tema delicado para afrontar. Cada año me decía a mi mismo que hablaría con max y Carl. Si, ya incluía al lobo calvo en los planes , como no hacerlo sí sabía que amaba a mi hermano del alma. Eso sí nunca se lo iba a decir. Pero a la hora de la verdad no podía decírselos. Por el momento había lo que había.

La cena se llevó a cabo en el comedor exterior, pues éramos realmente muchos los presentes. Muchos.

No podía saber el nombre de todos, y aunque se presentaron era imposible recordarlos todos.

Pero de alguna manera se los agradecía, no me sentía solo en un momento tan delicado como este, porque era bastante seguro que de estarlo , estaría encerrado llorando sin consuelo en un cuarto tal vez por un par de días. Pero ahora simplemente me sentía tranquilo.

Mi apetito no era demasiado, así que solo le pedí a Elena una porción pequeña. Max y Carl a mi lado , también optaron por esa opción.

De vez en cuando , buscaba al doctor el cuál siempre me regalaba una sonrisa cada vez que me atrapaba observándolo. Y si, dejaba que me atrapara, no estaba para esconder a quién miraba, al que no le gustara que me dejara malditamente en paz. Yo observaria al objeto de interés las veces que fuera necesario.

Que más daba , si me sonreía así no era que le molestará mucho al médico.

Aún así la cena se llevó en un ambiente tranquilo, con historias del día, anécdotas de la casa.

Al terminar max ,Carl y yo nos despedimos de los anfitriones, agradeciéndole por sus atenciones. Era hora de ir hacia la hacienda vecina, pues don Antonio nos estaría esperando.

Mientras Carl y maxi organizaban los planes con el alfa. Fue el mismo Damián el que se acercó a mi.

-¿Vienes a despedirte?- le pregunté con burla sin dejar de mirar el horizonte. Que bonito era todo por aquí.

- si , a eso venía- fue su declaración.

Esta vez lo miré detenidamente con una pequeña sonrisa saliendo de mi boca. No sé qué tenía Damián, pero...me sentía a gusto. Sin presiones, sin preocupaciones, es una persona tan agradable que el ambiente que generaba era extremadamente reconfortante.

Muy diferente al ambiente normalmente loco que yo generaba en las personas.

- entonces, supongo que diré adiós- le dije.

Damián sonrió suave.

- descansa , te hará bien , ha sido un día duro especialmente para ustedes dos- fue su recomendación.

Pasé mi mano por mi frente con algo de cansancio.

- me siento como la mierda, pero no estoy seguro que pueda dormir bien- confesé - siento que no puedo más pero a la vez mi mente sigue pensando en Adelaine-

Unos dedos me alzaron el rostro con delicadeza desde mi mentón.

Mis ojos se abrieron a más no poder , nadie había cruzado tanto mi espacio personal sin que yo diera el permiso. Me tomó por sorpresa, pero aún así , por algún motivo no pude separarme o darle unas buenas palabras al doc.

Simplemente me quedé allí, como un idiota mirando esos ojos verdes.

- tomara mucho tiempo zack, pero eres fuerte y pasarás esto, te lo aseguro. Por el momento solo concéntrate en qué lo mejor para ti y para max...es que estés sano - fueron sus palabras.

Puedo decir firmemente que yo nunca me he enamorado, que siempre creí que el amor no era más que algo pasajero y tonto, nunca tome a nadie enserio porque simplemente no sentía nada. Y justo ahora me estaba sintiendo muy extraño.

¡Maldita sea!

Solo yo tenía que venir a sentir cosas raras por otro hombre, que simplemente estaba siendo amable con un sujeto lleno de mierda en la cabeza.

Eso de amores no correspondidos e imposibles son una maldita cosa dramática que he odiado siempre. Y aquí estoy pensando en eso precisamente.

Suspiré, asentí y simplemente me retiré de su tacto.

- lo intentaré, muchas gracias Damián, nos vemos luego - fue todo lo que le dije antes de salir de allí y acercarme al auto.

Creo que estaba tal vez pensando en más cosas de las debidas, como dijo el doc intentaría dormir, mi cerebro para este momento estaba frito y no estaba pensando correctamente.

Eso era lo que me estaba sucediendo.

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