Al día siguiente desperté primero que Leonardo, con la luz de un hermoso día y el sonido de los pájaros.

Bostece con ganas.

Observe a Leonardo que estaba durmiendo profundamente. ¡Era increíble que yo hubiera despertado primero!

Aunque no era porque no tuviera sueño sino porque el hambre me estaba matando.

Pensaba comer, y luego volver a subir a dormir.

Mi nariz me guiaba a unas cuantas rebanadas de pizza que habían quedado. Aunque no estaba seguro de cuántas eran , anoche habíamos comido como locos, habíamos charlado un buen rato y al final terminé con Leonardo debajo de mi gruñendo con cada empuje.

Había sido una noche memorable.

Hoy pensaba dormir un rato más, y luego pasar el día en la playa. Aunque primero tendríamos que ir al pueblo para llenar la nevera.

Iba bastante concentrado imaginando el día ,hasta que justo a un escalón antes de llegar al primer piso, detecte el sonido de un corazón y un olor.

Un humano.

Estaba en la cocina.

Entré precavido.

Vi bolsas sobre el mesón pero no ví a nadie, aún así estaba seguro que había alguien allí, hasta que en segundo un hombre se levantó rápidamente y asomó su cabeza.

-¡La encontré!- exclamó alzando una naranja.

-¡Por mi maldita vaca!- exclamé sujetándome el pecho. El hombre me había pegado un susto de muerte .

-¡Oh lo siento mucho joven! Se me habían caído las naranjas, está es la última, no pretendía asustarlo o molestarlo - se disculpó rápidamente el hombre .

-¿Usted es...?- pregunté de inmediato. Por algún motivo mis instintos no estaban tranquilos y las ganas de gruñir por poco y me salían naturales del pecho.

- soy Gabriel , el mayordomo y encargado de esta casona. También soy el agente asignado para su estadía. ¿Es usted Leonardo Lombardi o el señor...?- preguntó

- no , es él - dije rápidamente interrumpiendo al hombre mientras  señalaba con mi pulgar hacia atrás, pues ya había escuchado a Leonardo bajando las escaleras. De hecho se había levantado apenas escucho mi grito.

-soy yo - respondió de mala manera Leonardo. Que a dos lobos no les guste alguien dice mucho.

Puede que mi familia no fuera tan excepcional con sus habilidades, a diferencia de Joe y Simón,ha de aclararse pero al contrario de mi hermano Nicholas mi olfato si era mejor. También mis instintos. Ese sexto sentido lo compartía con Mike.

Y ese sentido estaba activo justo ahora. También podía sentir la tensión de Leonardo. Pese a todo esto Leonardo y yo guardamos la compostura.

- mucho gusto señor Leonardo, soy Gabriel, estaré al tanto de todo lo que necesiten. Ayer no logré llegar a tiempo por un imprevisto. No me avisaron a tiempo de su llegada. Lo lamento mucho. Aún faltaban algunos detalles por terminar. Aquí he dejado la nevera con la respectiva comida y la estantería de licores también. Espero que pasen unas buenas vacaciones-

- muchas gracias- respondió Leonardo.

- con todo el gusto - respondió Gabriel con una amable sonrisa - cualquier cosa que necesiten pueden llamarme , dejaré mi número, también vendré todas las mañanas para regar el jardín, al medio día viene la mucama para limpiar. De querer el día libre solo es que me avisen- habló el hombre rápidamente.

Frunci el ceño mirando la nevera.

-¿Vendrá a llenarla cada tanto por estos días ?- pregunté

- por supuesto, la casa siempre provee comida. No se ofrece servicio de cocinero ,debido a que no hemos encontrado un buen chef en este pueblo- respondió Gabriel .

Solo asentí viendo al hombre que no bajaba su sonrisa del rostro.

- bueno , ya aquí terminé por hoy, nos vemos mañana , señor Leonardo , señor Jhon con permiso - dijo antes de darse media vuelta y salir de la casa , de nuevo con prisa.

-¿Porque diablos todos aquí parecen querer correr ?- le pregunté a Leonardo.

- no tengo la menor idea - respondió acercándose a revisar las provisiones
- no sabía en el plan de viaje que el alimento también estaba incluído, cuando contrate la estancia , no hablaba nada de esto - me dijo el lobo mirándome fijamente.

- déjame ver - le dije acercándome a las frutas y oliendo todo , tocando también. Sabía muy bien cuando la fruta había sido bien cosechada , si estaba en buen estado y madura para comer o si por el contrario había algo raro en ellas.

Por el momento todo lo que revise estaba perfecto, fresco y olía delicioso.

No podía decir mucho del jamón o del tocino, pero si podía asegurar que también olía bien y estaba en perfecto estado.

- pues todo parece en orden - le dije a Leonardo.

- puede que sea solo paranoia nuestra, y las personas simplemente sean algo ...extrañas, tengo entendido que no hay manadas de lobos aquí en la isla. Tampoco detecte camino aquí el olor de algún cambiaforma, ni mortis o zanks- aclaro Leonardo.

- si, yo también estuve pendiente de eso , después de lo que pasó en la hacienda con Peter , adónde voy reviso que no haya algún olor extraño. Aunque aquí solo huele a qué hacen bastante aseo- le dije con una sonrisa dejando de lado la preocupación.

- te haré un desayuno delicioso, con todo esto te aseguro que conocerás la gloria - me dijo Leonardo poniéndose manos a la obra.

Cómo ya se me estaba haciendo costumbre me senté a observarlo. Después tendría que lavar pero por el momento disfrutaba de observarlo moviéndose por la cocina.

Leonardo tenía un talento innato para cocinar, era rápido , práctico, preciso y creativo. Aunque según él , este don solo lo ponía en práctica para su hermano y mi persona.

Podía decir que era un privilegiado de los dones de Leonardo.

- si sigues mirándome así el trasero , te aseguro que no podré terminar aquí - me dijo el lobo de un momento a otro.

- yo no estoy mirando ningún trasero, Leonardo me ofendes - le dije dramáticamente. El italiano solo me dió un beso en la frente.

- comamos y vamos a la playa porque yo si quiero ver tu trasero- me dijo descaradamente.

- estaré encantado de enseñarte lo - le dije antes de disfrutar mi desayuno.

Amaba la sazón del hombre.

Una vez ambos quitamos el hambre, nuestra siguiente parada , fue bajar a la playa privada , tuvimos que hacer un pequeño recorrido desde la casa pero nada que tomara mucho tiempo. Llevámos algo de comida , unas cuantas cervezas y con eso listo, nos dedicamos a dormir en el calor de la arena , a nadar o simplemente relajarnos por unas buenas horas.

Estaba cayendo la tarde cuando yo seguía ahí observando el cielo. A un lado mío estaba Leonardo.

-¿Has llamado a tu hermano?- le pregunté a Leo distraídamente.

- no desde ayer - respondió

- yo tampoco lo he hecho, sería bueno solo decir hola y que sepan que estamos vivos- le dije a Leo girandome a su lado.

- tienes razón, ¿Tienes ahí tu móvil?- preguntó

- no - respondí- ¿Tu no tienes ahí el tuyo ?-

- lo deje arriba en la casa - respondió Leo.

- ah - suspiré - subiré por el entonces, no tardo -

- está bien - escuché que dijo Leonardo

Subí de dos en dos los escalones para recortar camino. Iba silbando mientras sacudía la arena de mis pies y entraba en la casa. Cuando de nuevo el olor de Gabriel, me hizo tensar.

En vez de dirigirme a la habitación donde teníamos los móviles fui a la cocina.

Efectivamente allí encontré al hombre.

- no pensaba verlo hasta el día de mañana señor Gabriel- le dije de inmediato al verlo allí, el hombre se giró rápidamente , mostrando de nuevo su sonrisa.

- por supuesto, solo olvide dejarles mi número esta mañana. Cómo no los encontré, se los estaba dejando escrito aquí - me dijo mostrando un pedazo de papel con los números.

- ya veo-  respondí - muchas gracias señor Gabriel- le dije intentando ser amable.

- con gusto joven Jhon. Ahora sí con su permiso- me dijo antes de pasar por mi lado y salir de la casa por la puerta principal.

En esas ví como el lobo de Leonardo entraba en sus cuatro patas sigilosamente por la puerta que daba al patio trasero y la playa .

- supuestamente dejó su número de teléfono, lo había olvidado esta mañana cuando habló con nosotros- le dije al lobo cuando se acercó a mí y transmuto rápidamente.

- puedes llamarme celoso, paranoico exagerado o mil cosas , pero sentí pánico cuando te ví subir las escaleras hacia la casa, y cuando escuché la voz de ese hombre, me transforme , si veía algo raro estaba listo para lanzarme- confesó Leonardo abrazándome.

- yo haría lo mismo y creeme me siento igual que tú - respondí correspondiendo su abrazo.