22:30

Sábado en la noche , me dirigía a aquel club propiedad de los hermanos Lombardi.

Sonreí con malicia una vez que las puertas del lugar fueron abiertas y pagué la maldita entrada que muy prontamente me iba a dejar en banca rota.

Pero una vez veía la cara de confusión de Leonardo , valía cada centavo. Sí tenía que trabajar solo para venir a gastarla aquí. ¡Lo haría !

Obviamente sin contarle a nadie porque recibiría el regaño de toda la familia. Pequeños detalles de ser el más "pequeño".

De pequeño no tenía sino el dedo meñique del pie , si es así que se puede llamar al maldito dedito que se enreda en todo. El mini dedo de la desgracia. De resto todo estaba en su lugar.

Todo.

Pero eso no convencía a mi familia. Todos siempre terminaban dándome regaños. Mike al ser el mayor era la cabeza de la casa y obviamente el alfa. Tenía derecho. Luego estaba Elena. La prima mayor , la única mujer y la única con poder para manejarnos a todos. Tenía derecho también. Luego Nicholas. Mi hermano de travesuras pero el más "ubicado" así que también tenía derecho a regañarme. Aunque últimamente tenía que tragarse sus palabras, y no podía hacer nada al respecto . Y por último Joe , calmado y muy serio. Una voz de la razón .

¡Que también tenía el puto derecho de decirme cualquier cosa por lo que yo hacía !

Así que como todos eran los serios de la casa yo tenía que ser el único divertido. Una familia sin oveja negra no es familia.

Yo era el orgullo de la mía y me esforzaba por lograrlo.

Así que si. Si alguno de ellos sabía la locura que últimamente estaba haciendo , a excepción de Nicholas al cual le había contado en parte, me darían un buen sermón.

¡Pero es que es tan divertido!

Cada cierto tiempo, unas veces cada fin de semana , otras , después de dos semanas venía a este bar solo para ver a Leonardo fruncir el ceño , olisquiar con confusión todo el lugar y recorrer la disco intentando buscar algo parecido a mi aroma.

Yo ya había mejorado la técnica. Y por nada de la vida iba a dejar que me encontrara.

Para ello tuve que hallar la forma de esconder bastante mi esencia , así que antes de salir me bañaba en unas cuantas hierbas que mi roomie tenía en el apartamento. Funcionaba de maravilla, pues olía más a él que a mí mismo. Lo siguente era mi ropa de "niño de ciudad" y finalmente mi corte de cabello, casi rapado a los lados con un tono oscuro arriba que caía con gracia .

Me quedaba de maravilla y había sido un pase en la universidad.

Todo esto me hacía irreconocible para el pobre lobo italiano.

¡Y yo lo gozaba!

A veces me daba pesar, no lo puedo negar, pero en otras ocasiones la travesura en mi podía más.

Leonardo había intentado localizarme muchas veces en la hacienda. Elena me tenía informado de todo. Obviamente le han dicho que tenía que esperar que una vez yo estuviera listo si quería vendría a él.

Y ahora todos estarán pensando...

¡¿Pero que mierda hizo ?!

Bueno , Leonardo y yo a diferencia de mis hermanos ,no perdimos el tiempo una vez nuestras miradas se encontraron y nos dimos cuenta que éramos pareja.

No nos íbamos a poner con idioteces de alejarnos o no aceptarnos , cuando obviamente nos gustamos con solo vernos.

Pero ocurrió algo que tal vez tuvimos que preveer.

Algo que yo no me esperaba y que me cegó de ira.

En su momento no lo entendí, tal vez actúe infantil, o tal vez demasiado decepcionado. La verdad fue que no supe cómo responder ante lo que ocurrió.

Pero reaccioné de una manera equivocada y ya no había forma de cambiar eso y luego la culpa y la indecisión nos llevaron a tener
"nuestra primera pelea seria" desde allí todo se complicó.

Y bueno...terminé en la universidad lejos de él y en un cambio enorme en mi vida. Un cambio que nos había llevado años a Nicholas y a mi.

Extrañe mil veces a Leonardo , pero resistí lo suficiente para no buscarlo. Hasta que un día casualmente, luego del festejo de la victoria de nuestro equipo de fútbol, lo encontré aquí.

Guapo, con un nuevo estilo de corte de barba , vestido en un buen traje a la medida, ordenando y organizando a sus empleados para darles un buen servicio a sus clientes. De vez en cuando estaba Viktor , de él si tenía que estar muy pendiente, porque un descuido con el humano dañaría todo mi plan espía.

Ya llevaba varios meses en esta situación , pero no había podido sacar el coraje para dejar el juego e ir a hablar con el hombre. Ya estaba a punto de terminar con todos los requisitos que Mike planteó ,por lo que no tendría problema con hablarle a Leonardo.

¡Y vaya que alguien se atreviera a hacerlo!  Desde que Nicholas organizo su situación con Dave , ya todo podía suceder. Así que conmigo no tenían porque meterse. Porqué ahí si dejaría de ser la oveja negra y pasaría a ser la cabra loca.

Una cosa era el Jhon por las buenas y otra muy distinta el Jhon cabreado.

Miré al fondo de la barra y aunque el lugar no estaba tan lleno , pues el pico más alto estaría cerca de las doce , ya el ambiente se sentía animado.

Leonardo no estaba por ningún lado así que con tranquilidad me dirigí a la barra para pedir un vaso de whisky.

Miré hacia el balcón donde normalmente los dos gerentes de este lugar se hacían. Aún no estaban allí.

Tal vez en su oficina, pensé.

Suspiré , antes de llevarme el primer  el sorbo de aquel líquido ámbar y casi sin pensarlo mi mano se fue a mi hombro.

Hombro dónde Leonardo había dejado su mordida.
Pues si , ese fue el principio del fin.

En una de nuestras noches, ocurrió.
Estábamos teniendo una cómoda velada , que empezó con tontos besos hasta que terminó con ambos desnudos. Tengo que admitir que tal vez dimos el paso muy rápido. Pero se supone que ambos éramos lobos adultos capaces de controlarnos y llevar esto a buen termino.

Pues no fue así. No habíamos hablado seriamente sobre ser pareja. Y por un acuerdo mutuo decidimos no comunicárselo a la familia. Era estúpido pero eran las circunstancias las que en ese momento nos hizo pensar así. Creíamos que era lo mejor.

Hasta que esa misma noche, Leonardo perdido en su lobo y bastante excitado por la pasión del momento, me mordió.

Cuando sentí sus dientes en mi hombro , lo único que sentí fue terror.

La mordida es algo sagrado y definitivo. Es algo que jamás se toma a la ligera. Eso solo lo haces cuando has determinado que ya estarás atado de por vida con aquel ser.

Y obviamente ambas partes deben estar plenamente conscientes de ello.

Pero Leonardo , solo lo hizo en un momento de debilidad. No debía hacerlo sin yo saberlo. Más siendo ambos lobos. Un reclamo así , sin conversarlo , sin hablarlo , sin conocer nada del otro. No habíamos tenido ni una sola conversación decente.

Solo había sido sexo y una mordida no esperada.

Mis ilusiones que tan altas las tenía con mi pareja habían caído en picada. Había soñado por ese momento, para que fuera especial y recordado.

Pero fue sin premeditar y la visión que tenía de Leonardo me decepcionó.

El hombre se había arrepentido cuando su consciencia llegó , estaba abatido. Pero yo no tenía como razonar en este instante. Tenía tanta ira.

Que solo quería verlo desaparecer.

No escuché razones , no entendí situaciones y corrí a Leonardo de mi lado.

Quedamos mal cuando toda la situación de Peter surgió y luego no hubo como arreglar nada. Una vez todos los secretos, tanto los de Nicholas como los míos fueron contados aquella noche a Mike y al resto de la familia.

Nuestra vida cambio.

Y desde eso había pasado muchísimo tiempo. Necesite tiempo para pensar en lo que por locura había hecho mal , también lo que dije. Porque las palabras que le grité a Leonardo tampoco fueron las indicadas . Él no merecía un trato tan denigrante como el que le dí.

Simplemente ambos hicimos todo mal

Y después de perdonarlo y de perdonarme a mi mismo. De reconocer los errores de ambos, había decidido volver con Leonardo y aclarar todo el suceso.

Con lo que no contaba, era que no iba a encontrar la fuerza para hacerlo. Los nervios me ganaban a diferencia del éxtasis que me generaba verlo a lo lejos confundido buscándo los rastros de mi esencia que llenaban el lugar. Eso me hacía emocionar.

¿En verdad estaba interesado en encontrarme?

Sé que estuvo intentando hallarme durante todos estos años. Pero últimamente, más o menos unos cuantos meses había dejado de insistir.

Y el miedo cada día me embargaba.

¿Si querría volver ? , ¿O habrá decidido que no valía la pena intentar algo con un inmaduro como yo?

Porque lo era. Seguía siendo terriblemente necio y algo travieso. Estaba en mi personalidad y en mi lobo.

Y él puede estar muy rico y todo , pero no iba cambiar solo por tenerlo. Podía mejorar mis aspectos pero no dejarlos de lado. Eso era yo.

Y temía llevarme otra desilusión.

Quería arreglarlo pero aún no sabía cómo hacerlo.

Miré al frente y casi me ahogo cuando lo ví salir del corredor de la oficina ,junto con Viktor y Andrei.

¡Mierda!

¡Abortar misión , abortar misión!