-¡Ahhhhh!- fue el grito de pánico que se escuchó por todo el lugar antes del resonar de unas llantas sobre el asfalto, típico de un frenon y luego un ruido sordo. Debo agregar que a mis oídos llegó el sonido de un corazón frenético , huesos rotos y destruidos , órganos que colapsaron y finalmente el olor característico de la sangre.

Corrí desde el callejón, donde estaba tomando unos minutos de paz , hasta la calle principal. Todas las personas habían salido del bar y de los negocios cricundantes al escuchar tan escalofriante sonido .

Las personas estaban alrededor de lo que parecía ser un accidente de coche. Una vez me acerqué , la escena me impactó.

- ¡llamen a emergencias, aún está viva! - gritó un hombre que se acercó a darle primeros auxilios a la mujer.

- por favor todos retirense, necesitamos espacio , la ayuda viene en camino - respondió un hombre más allá , que se acercaba a la escena , hombre que reconocí como el alfa Jeferson. Y a su lado,el hace poco presentado, Peter.

Desvíe mi vista de él y encontré a mauricio al otro lado mirando tristemente la escena del accidente. Nada podíamos hacer con la mujer , había sido arrollada por el auto, lo que no entiendo es porque había sido tan dramática la escena, casi parecía de una mala película de terror .

El auto estaba más allá ,golpeado sobre uno de los hidrantes en el andén, el conductor había salido y estaba afuera sentado sobre el borde con una mano sobre su frente sangrante. Mientras sus sollozos lo hacían temblar.

-¡Ella apareció de la nada ! Venía corriendo como sí la persiguieran. ¡Prácticamente se lanzó al auto, no tuve tiempo de frenar! , todo quedó grabado en la cámara del auto-

Repetía el pobre conductor una y otra vez.

Sentí como la bilis subía a mi garganta. Esto era demasiado impactante, más aún , que podía escuchar como cada órgano de la mujer colapsaba o paraba. Incluso escuchaba la fuerza que hacía para expandir sus pulmones, no sabía mucho de anatomía pero podía jurar que ese sonido era por un pulmón colapsado.

Podía estar viva pero no llegaría al hospital.

Miré con detenimiento al hombre que trataba de mantenerla consciente , intentando llamar su atención , arrodillado a su lado , mirándola de frente, intentando que nadie la tocará o moviera hasta que no llegará la ayuda especializada.

Los susurros de las personas no decían más de lo impactante y horrible de la tragedia. Algunos se habían retirado al no resistir la imágen, otros un poco más osados seguían allí alimentando su alma corroida y despiadada.

Yo no sabía quién era la mujer , pero al parecer varios si la reconocían porque ya estaban llamando a su familia. Por lo que podía escuchar.

Miré de nuevo a la mujer con una angustia sofocante antes de girarme y darle la espalda a la escena. Había quedado grabado en mi mente su rostro. Ella no parecía sobrepasar los cuarenta años. Pero lo que más me sorprendía era su mirada aterrada , sus ojos abiertos de par en par y esa mueca de terror , se veía casi en un trance , casi como si no estuviera aquí realmente.

Cerré los ojos intentando quitar esa imagen de mi cabeza.

Las sirenas de la policía , la ambulancia y los bomberos resonaron sobre mis oídos.

- maldición- espete , retirándome lentamente del lugar. Y no solo lo hacía por el sonido, también por lo traumatizante de la situación. Ya no resistía estar más aquí.

Esto me superaba. Pero me estresaba más el saber que mi mente me traicionaba, porque sabía muy en el fondo que quería seguir viendo con lujo de detalle lo sucedido ,como si lo deseara,como si lo admirara. Tal cual como lo hacían esas personas que llamé despiadadas.

Empecé a sudar, a sentir el corazón acelerado. Esto no era mi culpa, yo no era así, no estaba realmente haciéndolo, pero se sentía como tal. Cómo sí fuera uno de ellos ,un culpable ,un cretino.

Restrocedi más pasos con rapidez e intenté girarme para evitar a un grupo de personas cuando sentí que golpee algo con fuerza con mi hombro, el sonido de algo caer me hizo volver rápidamente.

- perdón - espete de inmediato al ver un par de gafas en el suelo. ¡Dios que no las haya roto!

Al levantarlas visualice al hombre frente a mi.

Serio , con un semblante de reproche, unos cuantos centímetros mas alto que mi persona , y unos buenos músculos recubiertos de una piel tocada por el sol. Su camiseta se veía sudada por el calor tan horrible que hacía.

- no hay problema - dijo tomando sus gafas y poniendo las de nuevo en su lugar.

El olor a frutos rojos, a gomitas estaba ahí presente , vivo, concentrado, puro de la esencia del hombre, junto con el característico olor de la genética que también tenía el alfa Jeferson. Este hombre tenía que ser su familiar.

¡Tremenda suerte la mía ! Chocarme con alguien de esa hacienda.

Pero aún no sabía que era mejor sí su varonil y apuesto rostro, sin que decir que se veía más profesional y tierno con esas gafas , o ese maravilloso olor que me tenía salivando de nuevo.

-¿No están rotas , verdad?- pregunté intentando no quedarme como idiota a observar al hombre.

Su pequeña sonrisa me robó un suspiro.

- no. Están bien- respondió tranquilo sin dejar de fijar sus dulces ojos en mi.

Solté el aire que no sabía que tenía retenido.

- al menos, de verdad no te ví, iba muy distraído- me sincere. Aunque en este preciso momento también estaba distraído. Pues la presencia del hombre frente a mi , me estaba haciendo obviar la escena que había a mis espaldas. Al menos un poco.

-¿Cómo te llamas ?- me preguntó acercándose unos centímetros.

Pero en ese preciso instante escuchamos de nuevo otro grito ensordecedor de la mujer. Giré rápidamente y allí estaba ella , en el suelo , nadie la estaba tocando, pues el hombre que la había ayudado inicialmente se había levantado con terror. Todas las personas retrocedieron al verla moverse y gritar como si algo controlará su cuerpo. Cómo sí quisiera seguir corriendo de lo que sea que estaba huyendo. Los paramédicos que recién llegaban , se lanzaron a la acción al ver tan tétrica situación, incluso noté como dos uniformados de la policía empuñaron de forma baja sus armas.

Pero esto era imposible , yo mismo había escuchado , literalmente como la vida dejaba su cuerpo , era imposible que tuviera tanta fuerza.

Ella se estaba removiendo de los brazos de dos paramédicos, podía huir sus huesos quebrarse al hacer un esfuerzo con ellos cuando estos ya no tenían ni su ubicación correcta. Podía escuchar cada maldito detalle de cómo se destruía su cuerpo.

Quería alejarme , dejar de escuchar, de sentir ¡Pero no podía ! Estaba completamente atrapado en la escena. Sentí un sudor frío cubrir mi espalda. Mil imágenes de esa mujer corriendo llegaban a mi mente. Solo veía como huía con terror de las calles, casi era como si me transportará a la escena, a sus recuerdos. Giré hacia atrás y no ví a nadie. No parecía que nadie la persiguiera. Tal vez no podía ver más de sus recuerdos y solo el suceso que le causó terror.

-¡SIMÓN! - gritó mauro mientras venía corriendo hacia mi ,el olor a miedo lo capté de inmediato. Fruncí el ceño.

Volví a mi realidad de un golpe , el hombre de las gafas , me miraba preocupado , tenía sus manos en mis hombros, ¿En qué momento se acercó tanto ?

-¿Simón ?- pregunto en un susurro-¿Qué te ocurre? - Aunque su expresión era seria sus ojos se notaban tan amables y nobles que me era difícil evitarlos. La preocupación era casi palpable. Su voz incluso se notaba angustiada , parecía que quería meterme en una caja de cartón alejado de cualquier dolor que estuviera atacandome.

Quedé literalmente congelado, cuando escuché como la mujer soltó un último grito agonico. Solo ví como ella caía de lo que huía y algo se le venía encima. Fue la última visión antes de sentir un frío recorrerme y una excitación llenó mi estómago.

Me sentí repulsivo.

Mauro aminoro sus pasos al escuchar el final de la mujer. Su semblante estaba traumatizado y pálido. Llegó a mi lado , tomándome del rostro.

- debemos irnos ,Simón ¡Ya! - lo ordenó , mientras intentaba retirarme de los brazos del hombre de gafas.

- ¿Tu eres Joe Jeferson, cierto? , Soy mauricio de la hacienda las hortalizas-

- si , sé quién eres- dijo Joe huraño.

- entonces discúlpame pero debemos irnos , debo llevarme a Simón - e intenso de nuevo halarme hacia él. Joe por su lado apretó más su agarre en mi.

Me sentía como un muñeco , de un lado a otro y aunque ambos hombres eran relativamente cuidadosos , yo no podía hacer nada. Estaba paralizado , no por el miedo , sino por los sentimientos tan arrasadores y contradictorios en mi. Estaba dividido.

- lo lamento ,pero no dejaré que te lo lleves en ese estado , hay que atenderlo - gruñó al que ya reconocía muy bien como Joe.

Corre

Corre

Voy por ti

Si te alcanzo te cazo

Corre

Corre

Repetía mi propia voz en mi cabeza. Esta vez sí me aterre de los pies a la cabeza. Apreté la mano de mauro. ¿Qué diablos me pasaba?

No sé que vio mauro en mi, pero sus ojos se abrieron en par en par.

- mierda hay que llamar a Luca - dijo en una agitada frase. No sé cómo , o qué fuerza me halo de las manos de Joe , y salió corriendo conmigo a rastras. En segundos me subió en su auto y el pedal del acelerador que nunca había sido tan usado, fue hundido hasta el fondo.

Lo supe por el vivido sonido de la gasolina siendo inyectada en el motor.

Atrás quedó Joe , no supe más de él en ese instante ya que una transformación de mi lobo se apoderó de mí cuerpo humano.