La puerta principal fue abierta, el sonido de unos pasos resonaron por toda la silenciosa sala.

Podía escuchar como un pie adelantaba el otro, y este último despegaba del piso con una leve cojera. Una cadencia particular que indicaba que esa persona que caminaba tenía una lesión, seguramente de algún tendón.

Aspiré fuertemente trayendo a mi sensible nariz el olor de una presa.

El humano caminó hasta que el siguiente ruido fue la puerta de la nevera. El ruido del motor de aquel electrodoméstico trabajando con un poco de más potencia al ser abierto. Varias bolsas, tarros, latas, frutas y verduras que fueron depositadas antes de cerrar , y luego regresar sus pasos hacia la puerta de la salida.

Una vez la cerradura cayó en su soporte, ese clic fue nuestra alerta para salir.

Gabriel ya había salido de la casa.

No tuvimos que decir nada más, con una sola mirada ya sabíamos que teníamos que hacer para seguir al hombre. Gabriel tomó la ruta que el chico había tomado la primer noche que lo descubrimos, una que nos llevó hasta el pueblo.

De nuevo era una ruta que solo nos dejaba llegar hasta los límites, no podíamos seguir si queríamos pasar desapercibidos. Pero ese no era nuestro plan.

Por lo menos, ahora nos beneficiaba saber que el hombre estaba bastante lejos de su propiedad.

De inmediato tomamos camino hacia el otro lado del bosque, el sendero rápidamente apareció ante nuestros ojos. Veinte minutos más tarde estábamos entrando a la casa de aquel hombre. El joven tampoco estaba .Así que esta vez podíamos determinar todo con más detalle.

La casa era un lugar bastante sencillo, con lo necesario pero sin incurrir en lujos. De hecho todo parecía que era al estilo de los 80's.

- Leo mira-  me llamó Jhon que se encontraba en la habitación del chico. Estaba en su escritorio revisando los libros que allí tenía abiertos.

- debe de estar terminando la escuela, estos son libros de último año - me dijo.

Me acerque revisando la portada.

- Audrey Stiven Miller- leí en voz alta.

-¿Audrey?- repitió Jhon mientras miraba alrededor.

Su mirada se posó en la mesa de noche. Jhon se sentó en la cama mientras abría el cajón.Repetí su acción y me senté a su lado.

Lo primero que vimos fue una foto sobre un par de cuadernos.

- creí que encontraría condones- comentó Jhon. Solo lo miré con ambas cejas alzadas. El lobo sonrió.

Jhon sostuvo la foto frente a nosotros. Era una mujer, al lado de un niño con una gran sonrisa. La foto había sido tomada como una selfie. No había otra forma que determinar la mujer como hermosa. Una sonrisa grande, cariñosa y delicada, de cabello oscuro liso que brillaba con la luz del sol y un lunar igual al que tenía el niño, de tal vez 7 años en sus brazos.

- En definitiva es el chico, y muy seguramente ella es su madre - comenté.

- si- susurró Jhon ,tomando los cuadernos.

Antes de que los abriera puse una mano sobre la suya.

- ¿Estás seguro de hacer esto?- le pregunté a mi pareja - esto es información privada del chico - le comenté.

Jhon se mordió el labio inferior.

- lo sé- suspiró - pero necesito saber ...solo miraré por encima , lo dejaré en su lugar y nos iremos -

- está bien - acepté.

El primer cuaderno era de dibujos. Unos increíbles retratos a mano alzada.

- tiene mucho talento- comenté

- si, mira esta , fue una de las fotos que tenía en el cuarto - observó Jhon. En efecto era una réplica de una de las fotos que había tomado.

Solo observamos un segundo antes de cerrar el primer cuaderno y abrir el segundo .

No era un diario como tal, solo tenía recortes de imágenes, noticias, algunas flores secas pegadas con cinta, y algunos escritos esporádicos.

Citas , frases de autores .

Uno a mitad del cuaderno iba dedicado a su madre. Estaba muerta por lo que allí decía. Aunque solo eran palabras de amor, recuerdos y frases sobre la vida. Nada muy específico.

Miré a Jhon con el ceño fruncido. Era mejor dejar esto dónde estaba .

Jhon solo bajo la mirada y cambio a la siguiente página.

Esa página a diferencia de las otras no estaba decorada y solo traía un leve escrito.

"Lo odio tanto, odio sus palabras hirientes, su desprecio, no entiendo porque lo escogiste a él entre todos los hombres, pero fue mi peor karma, si es que estoy pagando alguno "

-¿Que querrá decir con eso?- me preguntó Jhon.

- no lo sé, podría ser cualquier persona cercana...aunque la primera persona que se me viene a mente es...-

- Gabriel- completó mi vaquero.

Asentí

Jhon suspiró de nuevo, esta vez si cerró el cuaderno y lo guardó en su respectivo sitio.

- cada vez que venimos aquí resultamos con más preguntas y menos respuestas - comentó Jhon.

Asentí a sus palabras.

- tampoco conseguimos uniones - completé - Sabemos que el chico toma fotos a la azar, no sabemos si lo hace con alguna intención en específico, por la evidencia parece ser solo su pasatiempo, y que nos tomara en un momento íntimo pudo ser una casualidad. Puede su padre saber que lo hace y lo acepta o puede que el hombre no tenga idea de los "pasatiempos" de su hijo-

- como puede que el hombre lo obligue a vigilar a todos los usuarios que alquilan la casa, muchas de esas fotos fueron tomadas allí, y el chico simplemente toma las fotos por gusto- razonó Jhon.

- si , es otra posibilidad- respondí.

-¿Y que pensamos del hombre mayor ?-

- aparte de que parece que castiga con bastante fuerza al chico, puedo decir que no confío en absoluto del hombre. Puede no ser un psicópata pero normal no es. No me agrada y es misterioso- confesé - solo nos quedan un par de días aquí ¿Deberíamos considerar irnos antes?- le pregunté sin dejar de fruncir mi ceño.

- si su propio hijo es una víctima más ¿Nos iremos sin ayudarlo ?- me preguntó Jhon con estrés .

- ¿Y cómo diablos haremos eso ?- le pregunté.

La situación era complicada por cualquier lado que la miraramos.

Mis sentidos se pusieron alerta cuando el sonido de un corazón llegó a mi oídos. Jhon aspiro fuertemente.

- es Audrey- me dijo.

- vámonos- rápidamente salí con Jhon a la sala, iba hacia la cocina para salir de allí, cuando Jhon se soltó de mi mano y se escondió en la sala detrás de uno de los muebles.

-¡Jhon!- susurré.

- ¡escondete!- me dijo.

- ¿Pero que diablos haces ?- pregunté, justo antes de escuchar la puerta abriendose.

Maldición.

No me quedo de otra que adoptar mi cuerpo lobuno y quedarme detrás de una de las puertas.

Vimos como el chico entró, cerrando la puerta tras de sí y dejando sobre una silla su mochila.

Se retiró su sudadera y la gorra que traía. Mientras caminaba hacia la cocina por un vaso que lleno de agua del grifo.

Cuando estaba tomandolo pude observar el gran morado que tenía sobre su pómulo. Al dejar el vaso en el mesón giró su rostro y logré ver su labio roto.

Maldito viejo. Pensé. Vi en rojo al pensar que aquel hombre pudo haberle hecho esto al chico. Su cara aún era bastante infantil. Pese a sus 16 o 17 años. No era justo tener que soportar algo así.

-¿Hay alguien ahí ?- preguntó - ¡ay  claro como si fueran a responderte que si, idiota ! - se replicó a él mismo - me estoy enloqueciendo, ya escucho ruidos - dijo tomando su bolso camino a su habitación.

Salí de mi escondite y gruñi bajito mirando a Jhon .

Este salió de su lugar y transmuto a sus cuatro patas. Pasando su lengua por todo mi hocico. Bien sabía Jhon que estaba molesto por su acto irresponsable. Nos giramos para salir cuando justo en la puerta de su habitación salió el chico. Su boca se abrió.

Maldita sea nuestra suerte.

No tenía idea de que hacer.

Jhon estaba tan quieto como yo.

Esto era el colmo de los colmos. Pero como si fuera poco Jhon hizo algo que me deja presa del pánico.

Ví como se acercó a Audrey.

Bajo sus orejas mientras caminaba lento.

-¿De dónde salieron ustedes?- preguntó el chico, bajando hasta nuestra altura y acercando su mano a Jhon - ¡Oh! Hace años no veía un lobo salvaje por estas tierras ¿Están perdidos?- nos preguntó.

Jhon olfateo su mano, dejando que el chico pasará su mano por su pelaje.

-¡Wow! Que suave eres lobo, ¡Y son enormes!- exclamó distraído.

Podía sentir el corazón acelerado del chico. Parecía cómodo con Jhon. Cuando su mirada se dirigió a mi tenía miedo.

- se nota que eres más serio - alargó su mano en mi dirección- espero que no me la arranques- dijo en una risa nerviosa - antes habían muchos más animales en la zona, me divertía siendo niño con ellos...pero papá los ha espantado a todos...- dijo distraídamente.

- ya sé, les traeré algo de comida- dijo levantandose rápidamente.

Sí llegaba a sacar comida para perro le iba a arrancar el brazo esta vez enserio.

Jhon golpeó mi hocico con su cola camino a la cocina con bastante alegría. Esta me las iba a pagar.

El chico sacó de la nevera dos trozos de carne, uso dos vasijas y las depósito en el suelo.

- vamos deben estar hambrientos, no deben de haber muchos ciervos en el bosque - nos dijo .

Yo solo gruñi molesto cuando Jhon se acercó a comer.

- vamos chico , come, yo mismo la compré hace un par de días - me dijo.

Resople, ya entrado en gastos, ya que .

Empecé a comer con ferocidad el pedazo de filete crudo.

Audrey se sentó a un lado de nosotros mientras acariciaba el lomo de Jhon.

- oh- exclamó el chico antes de levantarse rápidamente.

Miré a un lado viéndolo salir a toda prisa de la cocina, sí fuera humano alzaría una ceja. Jhon me dió un leve golpe con su cabeza. Un gesto cariñoso que decía que todo estaba bien.

El chico solo demoró un minuto, traía su cámara en la mano.

Ahora sí dile adiós al brazo.

Le gruñi mostrándole los colmillos, con mi lomo erizado.

- ¡Wow! Tranquilo chico - dijo dando un paso atrás - solo es una foto ¿Si? , Calmado, calmado- dijo dejando en el suelo la cámara.

El olor a miedo era palpable.

Jhon se paró a mi lado dejándose caer en el suelo. Un pequeño aullido me indico que hiciera lo mismo. Gruñi por último antes de dejarme caer a su lado.

Éramos los lobos menos lobos de la vida. Le habíamos fallado a la especie.

Fue lo único que pensé mientras el chico aprovechaba el tiempo y tomaba un par de fotos.

-¡Son tan hermosos! Siempre ame a los lobos, son salvajes, pero tan leales- hizo un gesto de alegría con su cara - ¡Y andan en manadas! ¿Deben de haber más como ustedes por aquí ?- nos preguntó.

Solo gruñi en respuesta levantándome con orgullo. Jhon me siguió.

-¿Se van ?- nos dijo con tristeza .

Fue allí que sentí los pasos a la lejanía de otro humano. El padre. Aulle suave  llamando la atención de Jhon y del chico que pegó un brinco al escucharme.

Su mirada se fue a la ventana de inmediato.

Él se levantó de inmediato abriéndonos la puerta.

- deben irse ¡Vamos ! Salgan , a papá no le gustan los animales, por mucho que diga lo contrario- susurró.
Mientras hacía señas hacia la puerta.

- vamos , salgan , chuu chuuu- nos decía con afán.

Quise reírme por su estupidez, Jhon troto hacia la salida pasó su lengua por el rostro del chico.

Este solo sonrió - ¡Dios, apestas a carne!- comentó - adiós chico - le dijo a Jhon .

Me pare a un lado. No hice nada solo seguí derecho, pero el chico alcanzó a acariciarme las orejas.

Atrevido.

Gruñi saliendo de la casa.

Me hice a un lado de la propiedad dónde estaba Jhon en sus dos piernas escondido.

-¡Oh qué te las haré pagar Jhon Jeferson!- le dije al verlo reírse de mí.

- si te vieras, ¿Quién es un lindo perrito gruñón?- me dijo en medio de su broma.

Solo lo miré mal.

Nos callamos cuando las palabras de Gabriel dentro de la casa llamó nuestra atención.

Y lo que reveló nos dejó... fríos.